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- Así que quieres darle un regalo. - dice Taylor terminando de maquillarse mirándose al espejo.

- Si, pero no sé que. - responde Louis mordiendo su labio inferior y jugando las mangas de la chaqueta de mezclilla que le quedaba grande, al parecer su madre se había equivocado de talla, pero a él le había gustado mucho de todos modos y decidió quedarse con ella.

- Que tal una tarde besos. - bromea la rubia riendo.

- No es divertido. - bufa el castaño con las mejillas rojas.

- Exactamente, ¿Por qué quieres darle un regalo? - cuestiona la chica girandose para ver a su amigo.

- Es que... Harry me ha dado muchas cosas y yo no le dado nada a él. - responde el omega un poco avergonzado.

- Oye, él te da las cosas de corazón, no espera que tú se lo devuelvas. - explica la alfa.

- Pero quiero hacerlo. - dice Louis haciendo un puchero con sus labios.

- Bien. - suspira Taylor. - Que tal un ramo de flores. - opina la chica.

- No sé si a los alfas se les deba dar flores... - dice Louis duduoso.

- ¿Por qué no? - cuestiona la alfa frunciendo el ceño. - Yo creo que es un lindo detalle. - dice sincera.

- ¿Crees que Harry es el tipo de alfas que le gustan las flores? - pregunta no muy seguro.

- Louis, él te dijo que sus flores favoritas son los girasoles y a ti te llama así, creo que es más de obvio que si le gustan. - dice Taylor soltando una pequeña risa.

- Tienes razón. - asiente el omega moviendo sus pies, notando que ni siquiera alcanzaban el suelo por la altura de la cama de su amiga. - Pero, ¿Qué flores le daré? - pregunta mirando con atención sus pies, tratando de pensar en algo.

- ¿Cuáles son tus flores favoritas? - pregunta Taylor sentandose a su lado en la cama.

- Los narcisos. - responde Louis dirigiendo su mirada hacia su amiga.

- Mhm... no sé que tan fácil es conseguir un ramo de narcisos, pero lo haremos. - dice Taylor con emoción. - Vamos, tenemos un ramo que comprar. - agrega levantándose de la cama y tomando la mano del chico para animarlo.

- Esta bien. - asiente el omega con una pequeña sonrisa en su rostro, siguiendo los pasos de su amiga.

La realidad es que conseguir aquel ramo de narcisos si fue algo difícil, Louis y Taylor habían paso la mayoría de la tarde de florería en florería hasta que por fin lo encontraron.

- Son lindos. - dice Taylor mirando el ramo.

- Si, realmente si. - dice Louis emocionado y muy feliz de haberlo conseguido.

- ¿Y bien?, ¿Se lo darás hoy? - cuestiona al alfa, pasando su brazo por los hombros de su amigo como siempre.

Louis asiente, con sus ojitos azules brillando de la emoción.

- Me habías dicho que tiene hasta su propio lugar, ¿no?

- Sí, él arregló nuestra casa del árbol de cuando éramos niños por mi. - dice el omega sintiendo una calidez en su pecho al recordar eso.

- Vaya, eso es un detalle muy lindo. - exclama Taylor enternecida con el detalle.

- Demasiado hermoso. - murmura el castaño más para sí mismo que para su amiga, sin dejar de mirar el ramo entre sus manos.

Louis pasó todo el camino a casa de Harry tratando de cuidar el ramo de narcisos, para que llegaron en las mejores condiciones y así poder darle algo lindo a su novio.

El omega subió con cuidado hacia la casa del árbol, sonriendo encontrándose con Harry sobre el colchón escuchando algo música, mirando hacia el techo.

Y el alfa no tardó en notar su presencia, girando su rostro para mirarlo, con una sonrisa en sus labios.

- Hola, girasol. - dice Harry con los brillantes.

- Hola, Hazz. - responde el omega con su ramo detrás de su espalda. - Traje algo para ti. - agrega un poco nervioso, temiendo que al alfa no le vaya a gustar su regalo.

- ¿Si? - pregunta el alfa un poco sorprendido, pero intrigado por lo que podía ser, sentándose en el colchón.

- Si, cierra los ojos. - pide el omega nervioso.

Y cuando el rizado lo hace, Louis se coloca enfrente de él y estira sus brazos con el ramo entre sus manos, para que quede enfrente de la cara de su novio con el corazón latiendo con fuerza le pide que abra los ojos de nuevo.

Harry se encuentra con la imagen más tierna del mundo para él; un Louis nervioso y tímido con un ramo de flores frente a él, luciendo casi temeroso a su reacción.

- Me encanta. - dice el alfa de inmediato, tomando el ramo de flores.

- ¿Si? - pregunta Louis tímido.

- Si, son preciosas. - responde el rizado, buscando algo para poder el ramo a salvo.

- Por momento pensé que no te gustarían. - confiesa el omega sentándose en el colchón igual, mientras Harry toma su botella de agua y coloca el pequeño ramo de narcisos en ella.

- ¿Por qué no iban a gustarme? - pregunta Harry regresando con él.

- No lo sé... - murmura Louis cabizbajo.

- Girasol, me encantaron, de verdad lo digo. - susurra el alfa acercándose un poco a él.

Louis sonríe creyendo en las palabras de su novio.

- Gracias. - dice Harry antes de besar al omega.

El castaño se sorprende por el repentino beso, pero lo corresponde de inmediato, amando los labios del alfa sobre los suyos, siente único y especial en esos momentos.

Y ellos se pierden en sus labios, al grado que Louis no recuerda cuanto tiempo tienen besándose ni en que momento su espalda terminó contra el colchón y con Harry casi encima de él.

- Hazz. - suspira el castaño una vez que sus labios se separan, ambos con las mejillas rojas y labios brillantes. - ¿Puedo preguntarte algo? - cuestiona en voz baja.

- Lo que quieras, cariño. - responde Harry, peinando con delicadeza el flequillo del omega.

- ¿Yo te gustaba antes de todo esto? - pregunta buscando los ojos del alfa, hasta que el azul se encontró con el verde.

Harry siente sus mejillas arder por la pregunta y una pequeña sonrisa se pinta en sus labios.

- Bueno, siempre creí que eras muy lindo, incluso antes de que te presentaras como omega, no sé... siempre has tenido ese poder de encantar a todos a tu paso, tienes como un brillo especial. - responde lo mejor que puede sin parecer tan nervioso.

- Claro que no. - bufa el castaño dándole un pequeño golpecito al alfa en el pecho.

- Es verdad. - insiste Harry. - Y cuando te presentaste yo simplemente... no podía dejar de pensar en ti. - confiesa con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, mirandolo a los ojos.

- ¿Qué? - pregunta Louis un poco aturdido.

- Oh Dios, voy a sonar como un estúpido. - dice Harry avergonzado, recargando su frente en la del omega.

- No, no. Dime, por favor. - pide el castaño queriendo saber.

- La verdad es que... - habla el rizado tragando en seco el nudo en su garganta. - La mayoría de veces que yo decía que me gustaba alguien, yo me refería a ti, pero nunca podía decírtelo, siempre tenía el miedo a que tú no sintieras lo mismo y bueno, luego tenías todos esas pretendientes y yo simplemente no tenía oportunidad. Y cuando creí que tú te ibas a dar cuenta que yo me refería a ti todo este tiempo cuando hablaba de la persona que me gustaba yo... trate de buscar ha alguien para encubrir mis sentimientos hacia ti y Lucy fue la primera que vino a mi mente por la clase en la estamos juntos. - confiesa sintiendose patético por completo.

- ¿Cuáles pretendientes? - pregunta Louis tratando de procesar todo lo que acaba de decir el chico.

- Ese tal Russell con el que saliste un par de semanas y el tal Brandon con el que salías hace meses. - dice Harry con la voz apagada, aunque por dentro sentía celos.

- ¿Y por qué nunca me dijiste nada?, ¿Todo este tiempo nunca te gustó Lucy y aún así saliste con ella? - cuestiona el castaño.

- Ya te lo dije, nunca pensé que fueras a corresponderme y cuando pasó lo de nuestro beso accidental, yo me di cuenta que no podía seguir ocultandolo y que quizás tú si sentías lo mismo por mi. - explica el alfa lo mejor que pude. - Y sobre Lucy, ella si es linda, pero nadie me gustado de la manera en que tú siempre lo has hecho. - agrega con un pesado suspiro.

- Yo te guste todo este tiempo. - murmura Louis sin poder creerlo.

- Si, todo este tiempo fui un tonto que trataba de ocultar lo enamorado que estaba de ti. - responde Harry mirandolo a los ojos.

- Sabes... - susurra el omega acomodándose mejor debajo del cuerpo del alfa. - Creo que en el fondo tú igual me gustabas. - dice desviando su mirada de los ojos verdes por la pena que sentía.

- ¿Por qué lo dices? - pregunta Harry.

- Cuando salí con Russell, él quería... llegar más lejos y yo simplemente no pude, y no porqué él no fuera lindo, si no porque... - habla Louis sintiendo sus mejillas arder por lo que está por decir, porque no sabe si es correcto que Harry sepa eso, pero de todos modos piensa que debe hacerlo. - Cuando estábamos por hacerlo lo único que pude pensar fue: "Él no es Harry" y salí corriendo de ahí, no sé porqué pensé en eso, pero realmente me alegro de haberlo hecho, Russell solo me quería usar. - dice un poco apenado, pero feliz de por fin decirlo en voz alta.

- Él era un idiota. - dice Harry tratando de no gruñir. - Y realmente me alegro que no llegarás a nada con él y no por mi, si no por ti. Te mereces algo mucho mejor que ese tipo. - confiesa besando la frente del castaño.

- Si. - suspira Louis con una sonrisa en sus labios. - Aunque eso no es todo. - murmura un poco tímido, colocando sus manos en el pecho del alfa antes de seguir hablando. - Ese tal Brandon con el que salí un par de meses, me dijo que él quería cortejarme, pero tenía que alejarme de ti. - confiesa en voz baja mirando al rizado en todo momento.

- ¿Qué? - dice el alfa entre molesto y aturdido.

- Dijo que él no podía cortejar un omega que fuera tan cercano a otro alfa, así que me pidió que yo me alejará de ti, porque eras como una amenaza para nuestra relación y yo... simplemente no pude hacerlo, no podía ni siquiera imaginarme sin ti siendo mi amigo. - explica el omega sincero. - Yo no podía imaginarme sin ti, así que apesar de que él me gustaba mucho, lo dejé por ti. - agrega desviando su mirada de nuevo.

Y él realmente recuerda eso demasiado bien, recuerda la mirada de decepción de Brandon, pero igual recuerda el enorme dolor que sintió en su pecho al imaginarse lejos de Harry.

- No puedes pedirme eso, es mi mejor amigo y tú lo sabes. - dijo Louis mirando al alfa rubio de ojos marrón.

- Si, pero es un alfa igual. - respondió Brandon aún en su postura.

- ¿Y?, eso no tiene nada que ver. - insistió Louis.

- Mira, Louis. - suspiró el rubio acercándose a él, pero el omega tan solo se alejó a cada paso que daba el alfa hacia él. - Es una decisión realmente fácil. Tu alfa o tu amigo Harry, así de sencillo. - dijo mirandolo a los ojos buscando intimidar al castaño.

Louis tragó en seco, con la presión en su pecho, todo en su mente era que NO, él no podía aceptar eso.

El exigirle a alguien dejar a un amigo o cualquier otra persona es una conducta tóxica y posesiva.

Y él simplemente no podía aceptar eso, además que Harry era su mejor amigo, el de toda la vida, el que está para él cuando está triste, cuando estaba alegre, el que siempre lo apoya y el que lo conoce mejor que nadie, no podía hacerle eso a Harry, simplemente no.

- Entonces... - habló el omega con su mano el picaporte de la puerta. - Yo elijo a Harry. - dijo decidido. - Lo elijo a él sobre todo el mundo, lo siento. - agregó antes de salir de ahí antes de que el alfa dijera algo.

Le dolió terminar con Brandon porque era la relación más larga que había tenido y se había encariñado con él, pero no podía permitirse que lo alejará de la persona que más quería en el mundo, de quien consideraba como su familia.

Louis ese día fue a casa de Harry para dejar de sentirse tan triste y como siempre el alfa lo recibió con los brazos abiertos y fue ahí que se dio cuenta que tomó la decisión correcta.

- Tú nunca me dijiste eso. - habla Harry sacando al omega de sus pensamientos.

- No quería que te sintieras culpable, porqué no lo eres, él era el estúpido.

Harry sonríe tiernamente y se inclina para besar al omega.

- Te amo, girasol. - dice el alfa en voz alta, seguro de sus palabras contra los labios del omega, acomodándose delicadamente entre las piernas del castaño.

- Te amo, Hazz. - responde Louis con mejillas rojas. - No puedo creer que yo te gustará. - susurra en voz baja.

- ¿Por qué no?, eres precioso. Puedo decirte a detalle cada cosa que me gusta de ti. - dice sincero.

- Claro. - bufa Louis rodando los ojos para sonrojarse más.

Harry sonríe en grande y se acomoda mejor sobre el cuerpo del omega, apoyándose en sus antebrazos a los lados de la cabeza del chico y comienza hablar.

- Me gusta la forma en la que tu cabello cae en su frente en un lindo flequillo y adoró la forma en la que tú sueles acomodarlo con un sutil movimiento de cabeza o con tus manos. - habla pasando sus dedos por el cabello castaño del omega. - Me encantan tus ojos azules que lucen igual de preciosos cuando estás feliz y triste, amo la cuando sonríes tan grande que se forman arrugas alrededor, achinando tus ojitos. - bajando sus dedos al rostro del omega. - Adoro tu naricita de botón, que es adorable y hermosa. - dice dandole un pequeño beso en la nariz del chico. - Me enamoran lo fino de tus pómulos y tus mejillas cuando están sonrojados, que te hacen lucir incluso más adorable. - dice apretando sus mejillas. - Y amo con locura lo fino de tus labios rosas y lo dulce que son tus besos. - susurra acercándo su labios a los del omega antes de besarlo. - Podría solo besarte por el resto de mis días. - agrega sin terminar con el beso.

- Oh, basta Harry. - suspira el omega con las mejillas rojas y con el corazón cálido por las palabras del alfa.

- Amo lo suave de tu cuello y lo fuerte que es tu aroma en esta zona. - continua hablando Harry escondiendo su rostro en el cuello del omega, respirando profundamente el aroma dulce del chico. - Tú tienes un hermosa cintura y cadera, tus curvas simplemente me matan. - confiesa bajando sus a las caderas del omega, marcando sus curvas.

Louis sintió sus mejillas arder aún más cuando las manos del alfa bajaron hacia su trasero.

- Tu trasero es increíble asombroso. - dice apretando un poco, haciendo que el omega suelte un dulce jadeo. - Pero mi cosa favorita son tus muslos. - habla pasando sus manos a los muslos del chico para apretarlos un poco.

- Dios. No. - suspira Louis amando las palabras de Harry de una manera en especial. - Son demasiados gordos. - niega con un poco de vergüenza.

- Claro que no. - responde Harry aún con su rostro en el cuello de omega, respirando su aroma y dejando pequeño besos de vez en cuando. - Son perfectos, mi amor. - agrega apretandolos una vez más, amando la forma en la que omega apretó sus muslos en la cintura del alfa por aquel acto.

- Ya, basta Harry. - pide el omega con una pequeña risita, con sus mejillas más que sonrojadas.

- Bien. - acepta Harry alejando su rostro en el cuello del chico y volviendo a colocar sus manos a la altura de su cabeza. - Pero me faltaron varias cosas, como tus manos y tu barriguita. - agrega el alfa tocando la pancita del omega.

Louis suspira mirando a los ojos al alfa, atesorando aquel momento y cada una de las palabras que acaba de decirle.

El omega estiró sus brazos para tomar al alfa del cuello de la camiseta, para jalarlo hacia él.

- Te amo, mi alfa. - dice sin pensar antes de besar a Harry, dejándolo sin oportunidad de responder.

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