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Los pies de Louis se balanceaban en el aire, sin llegar a tocar el piso, mientras que el omega miraba con atención el entrenamiento de básquetbol de Harry.

Al parecer al castaño le gustaba mucho pasar el tiempo esperando a sus amigos durante sus entrenamientos, porqué los deportes no eran lo suyo.

El silbato del entrenador sonó con fuerza, dando por finalizado el entrenamiento.

Harry se giró para darle una sonrisa, con su rostro rojo por el agotamiento y el esfuerzo que había hecho en las últimas dos horas.

- ¿Qué tal? - pregunta el alfa llegando con él a las gradas.

- Espectacular. Eres la estrella del equipo. - responde el castaño, poniéndose de pie, mirando un poco la diferencia de estatura entre ellos.

La risa de Harry se escucho.

- Acompáñame a cambiar. - pide el rizado con una sonrisa.

- Mhm... no creo que sea buena idea. - niega el omega sonrojandose levemente. - Yo te espero aquí. - agrega tímido.

- De acuerdo. - bufa Harry tomando su mochila. - No tardo, girasol. - agrega con una brillante sonrisa, inclinándose un poco para dejar un beso en la frente del omega antes de dirigirse a los vestidores.

Louis suelta un suspiro, pero no sabe si es de alivio o por el beso de su amigo.

Y el rizado realmente cumple su palabra y no tarda demasiado en los vestidores; y cuanto menos se lo espera el castaño, el alfa regreso con él, totalmente cambiado y oliendo estupendamente a colonia.

- Vaya, no te tardaste. - comenta Louis sonriendo.

- Te dije que no lo haría. - responde Harry con orgullo. - Esto realmente pesa, ¿A dónde quieres ir? - dice colocando bien su mochila deportiva en su hombro.

- Pues... ¿Cuantas camisetas tienes, para que pese tu mochila? - pregunta Louis con curiosidad.

- Demasiadas. - responde el rizado riendo. - ¿Por qué?, ¿Quieres una? - pregunta sin perder su sentido del humor divertido.

- No. - bufa Louis rodando los ojos.

- ¿Por qué no?, que no tengas la altura no te impide usar ropa de básquetbol. - molesta el alfa, reprimiendo su risa.

- Jodete. - gruñe el omega molesto y a bochornado.

- Eres adorable molesto. - dice Harry sonriendo complacido, abrazando a su amigo por los hombros, atrayendolo hacia su cuerpo.

- No eres divertido, Hazza. - bufa el castaño, haciendo un puchero y sin pensar recarga su cabeza en el pecho del más alto.

- Vamos, no te molestes pequeño. - responde el rizado abrazandolo con ambos brazos, haciendo que el omega igual lo abrace a él.

Mientras Harry lo abraza por los hombros y espalda, Louis lo abraza por la cintura, sintiéndose extremadamente cómodo en el pecho del alfa.

Y ellos están tan cómodos en el abrazo que ninguno dice nada por un largo tiempo, Louis está hasta considerando quedarse dormido en los brazos de su amigo.

El castaño no presta atención y ni siquiera se da cuenta, cuando un amigo del equipo de básquetbol se acerca a Harry, para platicar. Y Louis no se molesta en separarse del rizado y tampoco le molesta que ese tal Eliott estuviera hablando con Harry, siempre y cuando él pueda seguir abrazado al alfa.

- Claro, el partido es el Domingo. No lo olvidaré. - dice Harry acariciando la espalda del castaño, manteniéndolo pegado a su cuerpo.

- Adiós. - escucha Louis que se despide el otro chico, pero aún así, él no quiere separarse de su amigo.

Su cabeza recargada en su pecho y el aroma de Harry entrando en su sistema eran tan hipnotizante, que le importaba quedarse así todo lo que restaba del día.

- Lou. - habla el alfa, sacando al omega de sus pensamientos y del sueño que está seguro que estaba apunto de tener en los brazos del rizado. - Debemos ir a clases. - dice soltando una pequeña risa, aunque tampoco suelta al omega de entre sus brazos.

Louis abre sus ojos, deseando poder dormirse en ese instante, porque el cuerpo de Harry parecía acomplarse mejor a su cuerpo que su propia cama; y esos eran definitivamente el tipo de pensamientos que no debía tener sobre su mejor amigo.

- ¿Me acompañarías por algo, antes de entrar a clases? - pide alzando su rostro para ver el del su amigo.

- Por supuesto. - responde Harry sonriendole tiernamente.

Louis corresponde a aquella sonrisa con entusiasmo.

- ¿Por qué quieres ir, exactamente? - pregunta el alfa, armándose de valor para separarse de Louis, aunque no fuera lo que quería.

El castaño baja su mirada, sintiéndose penoso de un momento a otro.

- Por... los resultados de Cupido ideal. - dice finalmente, sin mirar al alfa.

- Oh, claro. Vamos. - responde Harry tranquilo tomándolo de la mano, para darle confianza, sabiendo lo apenado que se siente el omega.

Louis sonríe por el agarre de sus manos.

El corazón del castaño late tan emocionado tan solo por el toque de Harry; que cuando llegan a la oficina para recoger el resultado de su formulario de hace una semana, ambos no quieren soltarse de nuevo, pero aún así lo hacen.

- No sabia que tú.... lo habías hecho. - habla Louis mirando el sobre rosado en las manos de su amigo.

- Si, bueno... curiosidad. - miente sonriendo de lado. - Además, tú me dijiste que debía hacerlo, ¿No? - agrega soltando una risa algo nerviosa.

- Pensé que no lo harías. - dice sincero el omega, jugando nerviosamente con su propio sobre.

- ¿Y bien?, ¿Quieres abrirlo ahorita? - pregunta Harry mirándolo.

Y Louis definitivamente no sabe que responder ante eso, una parte de él quiere negar y poder hacerlo lejos de Harry, para que él no pueda ver su cara de entusiasmo exagerado o de decepción al ver lo que decía su sobre.

Pero, otra parte de él quiere hacerlo en ese momento, solo para que Harry igual lo haga y saber los resultados de su amigo.

- Si. - dice finalmente, siendo su curiosidad más grande, abriendo torpemente su sobre; teniendo unas ligeras esperanzas.

Harry suspira y hace lo mismo.

Y lo primero que ambos ven es el formulario que habían respondido, asegurándose que sea correcto, bajando lentamente sus ojos, como si tuvieran algo miedo, hacia los resultados.

Louis siente como si su cerebro hubiera olvidado hasta como respirar por un instante; mientras que Hsrry siente como si su boca se hubiera secado y siente un vuelco en su pecho.

Ambos se miran casi de inmediato.

- ¿Qué tal? - pregunta el rizado tratando de no sonar tan entusiasmo y nervioso.

Louis rie por sus propios nervios, pero igual siente como su propia mirada está iluminada en ese instante.

- Nada mal. - se limita a responder el omega sonriendo, sintiéndose más que feliz con lo que hay en su hoja, es tanta su emoción que no sabe como manejarla.

- Nada mal. - repite Harry riendo igual por lo nervios. - ¿Y quiénes son los afortunados? - se atreve a preguntar directamente.

- Taylor. - responde casi apropósito, quizás tan solo para molestar un poco al alfa, sonriendo, aunque en realidad no está mintiendo. - ¿Cole? - sigue hablando, sin estar seguro de estar diciendo correctamente el nombre del chico, además de estar extrañado y curioso a la vez, porque él no conoce a esa persona, es más, él puede jurar que nunca se ha cruzado con ese chico ni una sola vez en estos años de escuela.

- ¿Y quién más? - dice Harry algo desesperado, sintiéndose impaciente.

Louis le sonríe y se acerca un par se pasos a él.

- Tú. - responde finalmente, después de unos segundos, sin borrar su sonrisa de emoción de su rostro.

- ¿Yo? - dice Harry parpadeando un par de veces, tratando de ocultar su propia sonrisa, pero fallando en ello.

- Si, y aquí sí estás en primer lugar. - afirma Louis, burlándose un poco y mostrándole los resultados al rizado.

El rizado ríe.

- Bueno, es el único primer lugar que me interesa. - responde el alfa, sincero, notando el sonrojo en las mejillas del chico.

- ¿Y qué hay de tus resultados? - se atrevió a preguntar el castaño, un poco tímido.

- Dos personas que no conozco. - dice con alegría haciendo bolita el papel. - Y un bello omega, llamado Louis, aunque yo lo llamo mi girasol. - agrega sonriendole.

Louis sonríe sin poder evitarlo, siente como si un gran deseo suyo se hubiera hecho realidad, por un momento.

- Te llevaré a tu clase. - habla Harry guardando sus resultados en su mochila sin mucho cuidado.

Y antes de que Louis diga algo, él lo toma de la mano de nuevo y comienzan a caminar juntos de nuevo.

El omega no podía estar más feliz por eso, con mejillas rojas y ojitos brillantes.

[...]

Y una vez más Louis se encuentra en casa de su mejor amigo, mirando con curiosidad un par de trofeos que tiene el alfa, aunque ya los haya visto miles de veces antes e incluso estuvo cuando los ganó, pero le gustaba verlos aún así, ver el nombre grabado de Harry en aquellas placas, lo hacía sentir muy orgulloso.

- El Domingo tengo un partido muy importante. - comenta Harry, abriendo su armario para asegurarse de tener sus uniformes de básquetbol en orden.

- Vaya, no sabía que tenías tantos modelos. - habla Louis mirando com curiosidad. - ¿Cuántos uniformes necesitas para jugar básquetbol? - cuestiona un poco divertido por la variedad.

- No son tantos. - resopla Harry rodando los ojos. - Es lo mismo cada uno, solo cambian los colores. - explica, mirando de reojo al omega, sonriendo cuando una idea cruza por su mente.

- ¿Intentaron todas las combinaciones de colores posible? - se burla el castaño riendo un poco.

- ¿Iras a verme jugar? - pregunta Harry, desviándose un poco de la burla del omega.

- Claro, siempre lo hago. - asiente Louis seguro, sin dejar de mirar los colores de los uniformes de su amigo.

- ¿Puedes hacer algo por mi? - cuestiona un poco inseguro.

- ¿Qué? - responde el omega mirándolo.

Harry toma uno de los tantos uniformes que tiene, exactamente el de color azul marino, y saca la camiseta del gancho de ropa, antes de dirigir su mirada de nuevo hacia el castaño.

- Tómala. - dice ofreciéndole su camiseta.

Louis frunce el ceño, sin entender y un poco desorientado.

- ¿Qué? - repite perdido, parpadeando un par de veces mientras recibe la camiseta de su amigo.

- Quiero que la lleves puesta al partido. - explica Harry algo nervioso. - Te la regalo, puedes llevarla cada que vayas a verme. - agrega con una sonrisa.

Louis dirige sus ojos a la prenda en sus manos, mirando con curiosidad y con encanto el numero de Harry, y como en la parte de atrás y de adelante estaba grabado en letras grandes y claras el apellido "STYLES".

- ¿Por qué haría algo como eso? - susurra en voz baja sin dejar de mirar la camiseta.

- Porque te estoy invitando. - responde fácilmente el alfa.

- ¿Cómo una cita? - pregunta Louis dejando escapar un pequeña risa de sus labios.

- Si, te llevaré por una hamburguesa y una malteada al terminar el partido. - promete riendo igual y guiñando un ojo hacia el castaño.

- Bien, lo haré. - accede Louis. - Pero lo hago por la hamburguesa y esa malteada. - agrega sin dejar de reír, con su risa mezclándose con la del alfa y Louis está seguro que adora como suenan juntas.

Harry asiente feliz y complacido de alguna manera.

- Si sabes que eso de darle tu camiseta de equipo ha alguien tiene algún tipo de connotación, ¿Verdad? - habla de nuevo el omega.

- ¿Qué connotación? - pregunta el rizado, frunciendo ligeramente su ceño.

- Que están saliendo. - responde Louis encogiendose de hombros.

- Oh. - expresa el alfa sintiendo sus mejillas sonrojar. - Bueno... si no quieres usarla, yo... - habla nervioso.

- Si quiero usarla. - interrumpe el omega. - Este tipo de azul resaltará mis ojos. - comenta entusiasmado.

- Por eso te di ese color. - murmura Harry con una sonrisa.

- Gracias. - dice Louis sonrojado, mirándolo a los ojos y mordiendo su labio inconscientemente cuando los ojos esmeralda del alfa bajaron de sus ojos hacia su boca.

- Ya quiero verte el Domingo. - susurra el alfa dando un paso más cerca de él e inclinándose, dejando una corta distancia entre sus rostros. - Girasol. - agrega sonriendo.

Louis deja libre su labio inferior, tan solo para tomar al alfa del cuello de la camiseta y unir sus labios.

Un beso que había quedado darle desde el momento que vio su nombre en el número uno en los resultados de su formulario.

Harry correspondió el beso, sonriendo contra los labios contrarios, sin dejar pensar que Louis lo estaba besado a él y lo mucho que le gustaba eso.

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