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🌻 𝙴𝚙𝚒𝚕𝚘𝚐𝚞𝚎 ࿐

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6 años después.

La luz del día iluminaba casi por completo el pequeño dormitorio, haciendo que el omega se removiera con delicadeza en la reducida cama, con su espalda chocando con el pecho de su alfa.

- ¿Cómo amaneció, mi girasol? - pregunta Harry, con su voz madura y ronca en el oído del castaño, bajando sus labios por el cuello de su omega, dejando cortos besos en su piel.

- Hazz. - suspira el omega adormilado aún, pegándose más al rizado. 

- Es hora de levantarse, amor. - dice el ojiverde apretando la cadera del castaño.

Louis se queja en voz baja, girandose delicadamente en la cama, haciendo que el alfa se colocará encima de él entre sus piernas, para no caer de la cama.

- Hoy es el gran día, amor. - murmura el alfa besando el rostro del castaño, haciéndolo sonreír.

- Si, es nuestra graduación. - responde Louis con alegría, llevando sus brazos alrededor del cuello de su pareja.

- Por fin podremos tener una vida de pareja. - dice el ojiverde con alegría.

- Hey, ¿Y estos seis años no fueron una vida de pareja?, prácticamente dormí encima tuyo toda la Universidad. - dice Louis con una pequeña risa.

Harry ríe igual, mirando con total encanto la risa de su omega.

- Si, pero podremos hacerlo formal por fin. - susurra el alfa, bajando sus ojos al cuello del castaño, acariciando con delicadeza la zona donde debía estar la marca. - A ese lindo cuello limpio, no le queda mucho tiempo. - agrega con una sonrisa, refiriéndose a que por fin podría marcarlo.

Al final la pareja se había inclinado por estudiar Psicología en diferentes ramas, pero en las misma Universidad, permitiéndose pasar estos seis años juntos, los que los llevó a la natural decisión de vivir juntos en un pequeño dormitorio relativamente cercano al campus, esto con la autorización de sus padres, que solo les pusieron la condición de que ellos no se enlazarían hasta el término de su carrera y por supuesto, que tuvieran los cuidados adecuados.

- Quizás... Esta noche. - dice Louis ladeando su cabeza, dejando más accesible su cuello y con sus ojos brillantes llenos de ilusión.

- Si, puede ser esta noche. - murmura Harry con los ojos oscuros sin despegar su mirada del cuello del chico, tragando en seco y respirando hondo el aroma de su omega.

Louis sonríe en grande, teniendo esa ilusión de enlazarse por fin con el chico de sus sueños esa noche.

- ¿Todo está bien, amor? - pregunta el castaño, en voz baja, acariciando los hombros del alfa. - Te he notado raro estos días, te has desaparecido unos días. ¿Qué estás planeando? - agrega con una pequeña sonrisa.

- Todo bien, girasol. solo he tenido muchas cosas en mente estos días. 

- ¿Si?, ¿Qué cosas? - pregunta el omega con curiosidad.

Una sonrisa se formó en los labios del rizado y se acercó al rostro del omega para besarlo. 

- Es un secreto. - murmura contra sus labios, continuando con el beso.

- Tonto. - rueda los ojos el castaño, dándole un pequeño golpe en el pecho a su alfa. - Quítate de encima mío o se nos hará tarde. - comenta alegre, sintiendo la erección matutina del más alto en su cintura.

- Te amo. - dice Harry divertido igual dándole un último beso a su omega antes de levantarse de la cama, permitiéndole al castaño levantarse igual.

Sería un largo y emocionante día para ambos, pero sobre todo una noche especial.

La gran parte del día tanto Louis como Harry, se la pasaron en llamadas con sus familias que los felicitaban por su gran día de graduación, junto con sus amigos con los que estaban haciendo planes para esa noche y festejar, aunque el rizado en realidad salió del dormitorio por unas horas sin decirle nada al castaño, lo que puso algo inquieto al omega, pero no le dijo nada al respecto al alfa cuando este regresó al dormitorio.

Las horas pasaron sorpresivamente rápido, llegando al momento en el que los dos se están alistando para la gran fiesta de la Universidad, ambos con traje sencillo que habían logrado comprar con un poco de sus ahorros y algo de ayuda de sus padres.

- Te ves precioso. - comenta el rizado con orgullo, con una enorme sonrisa en su rostro, mirando de pies a cabeza al chico, encantado por la forma en la que aquel traje azul marino quedaba perfectamente ajustado al cuerpo de su omega.

- Tú también estás muy guapo, amor. - responde el castaño con un leve sonrojo en sus mejillas, dándole un beso en la mejilla al alfa. - ¿Listo, cariño? - pregunta estando demasiado emocionado.

- Por supuesto. - asiente el ojiverde con algo de nerviosismo. - ¿Podrías esperar en el auto?, no tardó. - pide algo apenado.

- Tú me escondes algo, Styles. - murmura el omega con un tono coqueto y divertido. - Y lo voy averiguar. - agrega con diversión, dándole un corto beso en los labios a su alfa antes de salir del dormitorio.

Por su parte Harry suspiró nervioso, con el corazón acelerado y lleno de nervios tomó algo que había comprado hace un par de días en secreto, para meterlo en el bolsillo interno de su saco, acomodando su traje para verse aún más presentable y tratando de controlar sus nervios para que su omega no sospechara o sintiera que el rizado estaba comportándose extraño.

- No has tardado nada. - comenta el omega con una sonrisa, analizando con la mirada a su alfa. 

- No quiero llegar tarde a nuestra gran noche, amor. - dice Harry besando la frente del castaño, peinando con delicadeza el flequillo del más bajo.

- Bien. Hay que irnos. - suspira el omega, subiéndose al auto.

Harry suspira tranquilo de que el castaño no le preguntará nada al respecto, porque no cree poder darle una buena mentira, por lo que sube al auto sin decir nada más.

- Pensé que querías mandar arreglar este auto, estabas ahorrando para eso, ¿No? - comenta Louis cuando se encontraron en medio camino, pensando que el alfa tenía mucho ahorrando para supuestamente arreglar el auto, pero el vehículo sigue exactamente igual desde hace meses.

Harry carraspeó incómodo, removiendose en su lugar, sin saber que decir, entrando casi en pánico.

- Mhm... mhm... si. - murmura inseguro, sin dirigirle la mirada al castaño para nada. - No he tenido tiempo de mandarlo al taller. - responde después de unos segundos, rogando que el omega le crea esa pequeña mentira, porque la verdad era que esos ahorros tan preciados ya se los había gastado gastado algo mejor.

Louis entrecerró los ojos, mirando al alfa por unos segundos, notando los evidentes nervios en él, y no quería angustiarlo más. 

- De acuerdo. - susurra asintiendo, sin decir nada más para no poner más nervioso y ansioso al rizado.

Harry se permite respirar tranquilo, pero aún con la ansiedad picando en su cabeza de que todo debía ser lindo y perfecto para su omega y él no podía arruinarlo por nada del mundo.

Y cuando llegan a la fiesta organizada entre toda la generación, ambos deciden relajarse y tratar de divertirse a lo máximo, y sobre todo Louis quiso olvidar aquella espinita que tenía en el pecho que le decía que su alfa le ocultaba algo, aunque eso no lo logró del todo expresando su inquietud con Niall, quien había elegido una carrera totalmente diferente, pero por suerte en el mismo campus de Louis y Harry, lo que hizo que su amistad siguiera casi igual de fuerte que en la preparatoria.

- Él me esconde algo. - murmura cerca de media noche, sintiendo el burbujeante efecto del alcohol en su sistema, pero aún estando perfectamente en sus cinco sentidos. 

- Quizás solo está nervioso. Esta noche, te marcará, ¿No? - dice el rubio más relajado y algo más ebrio.

- Es lo que quiero. - suspira Louis. - Pero no sé si él también lo quiera. Hoy salió por horas del dormitorio y no me dijo nada. - agrega angustiado.

- Por Dios, Louis. - bufa Niall dándole un trago a su bebida antes de seguir hablando. - Estos seis años no tienes idea de lo mucho que Harry a parloteado sobre lo mucho que te ama y de cuanto quiere enlazarse contigo. Creo que lo que más ha esperado de terminar la Universidad es marcarte y no su título. - comenta sincero arrastrando un poco las palabras. 

Louis sonríe con un ligero rubor carmesí en sus mejillas. 

- Por cierto, ¿Dónde está? - pregunta el alfa rubio, notando la ausencia del rizado.

- Salió a llamar a su mamá, creo. - responde el castaño no estando muy seguro de eso.

- ¡Ahí está! - grita el alfa alegre, señalando a Harry caminando entre la gente para llegar hasta ellos.

- Amor. - habla el omega abrazando al rizado de inmediato, una vez que está a su lado. - ¿Dónde estabas? - pregunta, alzando su rostro para mirar a los ojos a su pareja. 

- Hablando con mamá. - responde Harry con una sonrisa, pasando sus dedos por el cabello del más bajo para calmarlo. - ¿Quieres acompañarme a la terraza del salón? - pregunta en voz baja.

Louis puede sentir el corazón del ojiverde latir con algo de fuerza en su pecho y sabe que está nervioso por eso.

- Si. - asiente el ojiazul, tomando la mano del alfa para que lo guíe entre la gente, sintiéndose extrañamente nervioso igual. - ¿Qué hacemos aquí, amor? - cuestiona el omega curioso y ansioso a la vez.

- Es una noche muy hermosa y aquí hay una bella vista. - responde el alfa con una sonrisa 

El castaños suspira sonriendo igual, sin saber que decir, cuando en la fiesta se escucha un silencio por unos segundos antes de que la conocida melodía de Marry You comience a sonar a tono volumen, logrando conmover al omega, sintiendo como su corazón comenzaba a latir con fuerza en su pecho.

- It's a beautiful night, we're looking for something dumb to do. Hey baby, I think I wanna marry you. - comienza a cantar Harry con la voz tranquila, acercándose al omega.

Louis siente como su respiración se atora en su pecho, sin poder ocultar su sonrisa y con los nervios acumulándose en su cuerpo.

- Hazz. - habla en un suspiro, sintiendo las lágrimas formarse en sus ojos y su corazón acelerado cuando el alfa tomó su rostro entre sus manos.

- Is it the look in your eyes or is it this dancing juice? Who cares, baby, I think I wanna marry you... - agrega al ritmo de la música, dejando un corto y dulce beso en la nariz del omega antes de colocarse en una sola rodilla enfrente suyo.

Louis siente pequeñas lágrimas salir de sus ojos sin poder controlarlas. 

- Mi girasol. - habla el alfa, mirándolo a los ojos, con un brillo especial en su mirada verde. - ¿Te gustaría casarte conmigo? - pregunta lleno de ilusión, sacando el anillo de compromiso del bolsillo de su saco, esperando la respuesta de su pareja.

El omega siente que si su corazón fuera a salirse de su pecho, cubriendo su boca con sus manos, queriendo gritar de emoción y no encontrando las palabras para responder a la propuesta, escuchando de fondo aquella canción tan hermosa y conmovedora.

- Harry. - dice con la voz débil. 

- ¿Qué dices, amor? - cuestiona el rizado con una brillante sonrisa en su rostro. 

- Por supuesto que sí, mi alfa. - responde Louis sin dudarlo, queriendo gritar a los cuatro vientos lo feliz que era en esos momentos, sin poder creer lo que estaba sucediendo.

- ¿Me dejarías ponerte el anillo? - pregunta Harry con unas pequeñas lágrimas de emoción saliendo de sus ojos. 

- Si, si. - asiente de inmediato, limpiando las lágrimas de su rostro antes de darle su mano al alfa para que le pusiera el anillo.

Y eran muchas emociones juntas en esos momentos, ninguno de los dos podía dejar de llorar de la emoción, sobre todo el omega que no podía esperar a poder besar al rizado como tanto lo deseaba.

Una vez que el anillo está en su mano, el ojiazul decide mirarlo mucho mejor y siente una calidez en su pecho al ver el anillo de plata que tenía pequeños diamantes formando un pequeño girasol, en lugar del típico diamante. 

- ¿Dónde conseguiste esto? - pregunta, tratando de dejar de llorar, pero no logra hacerlo.

- Lo mande hacer. - confiesa Harry con una sonrisa orgullosa en su rostro.

- Me encanta, es precioso. - dice sincero el omega, no pudiendo imaginar en un mejor anillo de compromiso que el que tiene en su dedo anular en esos momentos. - Te amo. - agrega totalmente sincero, acercándose al alfa.

- Te amo más. - responde el rizado más que feliz. - Me casaría contigo ahora mismo si pudiera. - comenta sincero.

- Deberíamos hacerlo. - responde Louis en su lugar lleno de emoción, sin poder ocultar su alegría.

- ¿Qué? - pregunta el alfa.

- Deberíamos casarnos hoy mismo. - dice el omega de lo más tranquilo posible.

- ¿Lo dices enserio? - cuestiona Harry sin poder creerlo aún.

- Si. - asiente el castaño sin dudarlo ni un poco. 

- Girasol, creo que el alcohol te puso inquieto. - murmura un poco divertido.

- No. - niega de inmediato. - Quiero casarme contigo. - dice sincero mirándolo a los ojos.

- ¿Quieres que vayamos al registro civil ahora mismo?, ¿No es muy noche? - pregunta el ojiverde.

- Si el estado no quisiera que los adolescentes se casen en la madrugada cerraría el registro más temprano. - argumenta Louis. - Entonces, ¿Qué dices, cariño?, ¿Lo hacemos? - cuestiona mucho más emocionado e ilusionado que antes.

- Si tú quieres hacerlo, esta bien. - acepta Harry encontrándolo sumamente adorable.

- Vamos. ¡Tenemos que casarnos! - dice Louis emocionado tomando la mano del más alto, para irse ahí.

Ellos aún escuchan la canción de fondo mientras dejan la fiesta, lo cual hace que ese momento se sienta mucho más mágico, porque ellos realmente van a casarse en esa hermosa noche.

Just say yeah, yeah, yeah, yeah, yeah
And we'll go, go, go, go, go
If you're ready, like I'm ready
'Cause it's a beautiful night, we're looking for something dumb to do
Hey baby, I think I wanna marry you

Harry hubiera esperado siendo sincero que el omega se estuviera burlando de él, pero sabe que todo es real cuando ellos se encuentran frente un acta de matrimonio civil a casi media noche con desconocidos como testigos y tan solo tenía que firmar para ser legalmente el esposo de su omega. 

Y quizás debería pensar en que sus padres van a volverse locos cuando se enteren de eso, pero no quiere pensar en ello, porque su mente está totalmente llena de la imagen de Louis y él siendo esposos, porque es sin dudas es lo mejor en lo que puede pensar.

Así que, sin pensarlo mucho ambos firman aquella acta que es completamente legal.

Harry está apunto de decir lo mucho que esto lo hace feliz y de como ama demasiado al omega, cuando el castaño lo toma de su camiseta para ponerse de puntillas y darle un beso, sellando de una mejor manera su unión. Y el alfa solo corresponde el beso con el mayor amor posible y con una sonrisa pintándose en sus labios por la gran felicidad del momento.

- Te dije que el día de nuestra boda te pondrías de puntas. - murmura una vez que sus labios se separan, ganándose un sonrojó de parte del más bajo. 

- Tienes suerte de ser tan lindo. - responde Louis con cariño, besando la mandíbula del alfa.

- No soy más lindo que tú. - dice el rizado con una mirada llena de amor.

- Deberíamos ir a casa. - comenta el omega sonriendo por completo, abrazándose al alfa.

- Si, te llevaré a casa. - responde Harry besando la frente del chico, antes de tomar su mano para irse de ahí.

Louis no puede dejar de pensar que esa es la gran noche en la que su alfa va a marcarlo, lo cual lo tiene muy emocionado, al grado que no se da cuenta en el momento en que Harry se pasa de su dormitorio y se sigue el camino en el auto, solo es consciente de ello mucho tiempo después.

- Hazz, ¿A dónde vamos? - cuestiona algo confundido.

- A casa. - dice el rizado en voz baja.

Louis frunce el ceño, pero decide confiar en su pareja y no preguntar nada al respecto. 

Una gran sonrisa se pinta en los labios del castaño, cuando después de unos minutos ellos llegan a la antigua casa de los padres de Harry. 

- Creí que tus padres querían vender esta casa. - comenta el castaño en voz baja, una vez que ambos bajaron del auto.

- Si, pero no los deje. - confiesa Harry, tomando la mano de su omega para guiarlo hacia la que era su casa del árbol.

- ¿Cómo hiciste eso? - cuestiona Louis con una pequeña risa.

- Aquí está nuestro primer nido, no podía permitir que lo vendieran. - explica el rizado, apretando la mano de su omega.

- Eso es muy tierno, amor. - responde el castaño con una sonrisa, sintiéndose aún más emocionado que antes.

- Te tengo una sorpresa más, girasol. - habla el alfa, una vez que están enfrente de la puerta de su casa del árbol que tenía años sin visitar.

- He extrañado mi nido. - confiesa el ojiazul con un puchero en sus labios.

- No tienes porque extrañarlo más. - murmura Harry, antes de entrar en la casa junto con su omega.

Louis siente sus ojos lagrimear de nuevo, al ver que Harry se había tomado el tiempo de venir a arreglar su nido y dejar un bello ramo de girasoles en él.

- Esto es para ti. - dice el alfa dándole el ramo de girasoles, que tenía una pequeña tarjeta escrita a mano por él mismo con el mensaje de: "Estoy muy orgulloso de ti, mi girasol."

- Oh Hazz. - suspira el castaño tratando de contener su llanto, pero simplemente no puede no sentirse súper sensible, cuando tiene al alfa más detallista del mundo. - Yo no te he comprado nada para la graduación. Debo ser el peor novio. - dice entre avergonzado y conmovido tomando el ramo de girasoles.

- Tú no necesitas darme nada, omega. - niega Harry no queriendo ver a su chico llorar. - Cuando aceptaste mi cortejo te dije que iba a ser el mejor alfa posible. - agrega con una sincera sonrisa.

- Lo eres sin duda. - responde Louis completamente seguro de eso.

- Y tú eres el mejor omega, no dudes eso girasol. - comenta el alfa sin borrar su sonrisa, tomando la mano del castaño para llevarlo a su nido.

- Le agregaste las luces. - murmura Louis sintiéndose completamente cómodo en su nido, mirándolo a detalle, amando el adorno de luces Led de pilas que ha agregado el alfa.

- Quería que fuera lo más lindo posible. - responde el ojiverde orgulloso de ver a su omega feliz en su nido.

- Es el nido más precioso del mundo. - afirma el castaño, antes de jalar delicadamente al alfa para que entrará con él. - No podría pensar en uno más lindo. Gracias, alfa. - agrega dejando su ramo de girasoles fuera del nido para que no se maltrate, antes de besar a su ahora esposo.

- Entonces... ¿Soy un alfa bueno? - pregunta el rizado con un tierno puchero en sus labios que derrite el corazón del omega.

- El mejor de todos, mi amor. - responde Louis seguro, besándolo una vez más, bajando sus manos a los botones de la camiseta del alfa para comenzar a desabrocharlos.

- No tenemos que hacerlo hoy. - murmura Harry contra los labios contrarios. 

- Quiero que me marques. - dice el castaño más que seguro de sus palabras. - He soñado con esto desde hace mucho y sé que tú también. Pero si quieres hacerlo otro día, está bien. - agrega separándose un poco de su pareja.

- Quiero hacerlo. - dice el alfa igual de seguro. - Pero solo quería saber que tú también lo querías. - explica sincero.

- Lo deseo con toda mi alma. - confiesa el ojiazul sintiendo el corazón latir fuertemente en su pecho.

- Yo igual. - asiente Harry, antes de acercarse más al castaño y volver a besarlo.

Louis siente como si todo el aire de sus pulmones fuera arrancado de su sistema, siendo recostado en su nido con el cuerpo de su alfa sobre el suyo, quitándose la ropa entre besos y caricias torpes.

- Eres el omega más hermoso, girasol. - murmura Harry con su rostro escondido en el cuello del chico, embriagado con el aroma del lubricante natural del omega. - No puedo creer que voy a marcarte. - dice sincero, llevando sus dedos a la entrada del castaño, tratando de ser lo más cuidadoso posible a la hora de prepararlo.

Louis solo puede sonreír en grande con sus manos aferrándose a los hombros de su alfa, soltando bajos jadeos cuando los dedos del rizado comienzan a moverse dentro de él, sintiendo como su entrada suelta más lubricante por la excitación.

- Alfa. - solloza apretando sus muslos a la cadera de su pareja.

- Voy a tratarte tan bien. Seré el mejor para ti. - promete el rizado, sintiendo la necesidad de hacer sentir seguro a su omega antes que nada. - Cuidaré muy bien de ti toda mi vida. - jura antes de besarlo de nuevo.

- Ya, alfa. - pide en voz baja, cuando sus labios se separan, estando desesperado por sentir a su alfa.

- Siempre estás tan ansioso por tener a tu alfa dentro tuyo. - comenta Harry en un susurro y con una sonrisa orgullosa en su rostro, antes de sacar sus dedos para alinearse a la entrada de su omega, empujando suavemente, comenzando a entrar en él. - ¿No es así, omega?, no necesitas estar en celo para rogar por tenerme dentro. - habla amando la cara de satisfacción de su omega, una vez que entró por completo, sosteniéndose con sus manos a los lados de la cabeza del castaño.

- Si, alfa. - suspira el omega no queriendo pensar en nada más que no fuera Harry follandolo para alcanzar su orgasmo y marcarlo.

- Siempre tan bonito. - suspira el alfa, comenzando a dejar besos por el rostro del chico, buscando distraerlo un poco mientras mueve ligeramente sus caderas para que el chico se adapte mejor a él.

- Muévete más Harry. - pide el omega en un jadeo, abriendo un poco más sus piernas.

Harry lo obedece sin dudar, comenzando a mover más sus caderas, estableciendo un ritmo en el que su omega se sintiera bien, aumentando un poco la fuerza de sus movimientos conforme pasa el tiempo.

- Si. Amo tanto esto. - gime Louis en alto arqueando su espalda y apretando ligeramente los hombros del alfa, mientras su cuerpo se mueve suavemente conforme las embestidas de su pareja. 

- ¿Si?, ¿Te gusta? - cuestiona Harry dejándose llevar por su instinto posesivo y orgulloso de alfa, acelerando un poco más sus embestidas.

- Si, si, si. - responde el omega en leves jadeos, sin pensarlo.

- Si. Me encanta la manera en la que me tomas. - jadea el alfa con su voz ronca.

Louis sigue jadeando y sollozando de placer con cada movimiento, amando la manera en la que el alfa susurra cosas como lo mucho que lo ama y lo hermosos que es, a su oído sin detenerse en absoluto.

Harry sabe después de unos minutos que el omega está por llegar a su orgasmo, en el momento en el que el chico enreda sus piernas en su cintura y sus jadeos son más sollozos bajos. 

- Voy a marcarte. - habla apretando la cadera del omega con una de sus manos, sosteniéndose con una sola, para seguir impulsando sus movimientos, sin dejar de mirar el bello rostro de su omega sonrojado, con sus labios rojos y ojos cristalizados. 

- Si, Harry. Hazlo. - asiente el castaño.

- ¿Dónde quieres tu marca, girasol? Vamos, muéstrale a tu alfa dónde quieres tu marca. - dice sin detenerse, sintiendo como el nudo comienza a formarse, estando cerca el borde también.

Louis solloza en voz baja el nombre de su alfa, antes de dejar al descubierto y a total disposición para el rizado, el lado derecho de su cuello.

Harry jadea en alto dando un último empujón, cuando su nudo se forma por completo, llegando a su orgasmo con su semen llenando al chico; sintiendo como el omega alcanza su propio orgasmo cuando entierra sus dientes en su cuello, marcándolo oficialmente.

Louis se abraza a su alfa, mientras este se dedica a curar su marca, asegurándose de hacerlo bien para que esta no vaya a dolerle al castaño después.

- Te amo mucho, mi girasol. - habla Harry, cuando termina de curar por completo su marca, mirando con orgullo lo brillante que está luce en el cuello de su omega.

- Yo te amo muchísimo, mi cielo. - responde Louis con una sonrisa, sintiendo una calidez enorme en su pecho, como si eso hubiera sido todo lo que había estado esperando en su vida, sintiéndose completo por fin.

El alfa lo besa una vez más, saliendo el interior de su omega cuando su nudo baja por completo, recostándose a su lado.

- Nuestros padres van a volverse locos cuando se enteren de que nos casamos sin decirles. - comenta Harry sonriendo, sin poder de mirar su marca en el cuello de su chico.

- Créeme que un papel será el menor de sus problemas. - responde Louis con una risita baja.

- ¿Si?, ¿Qué sería, entonces? 

- Que los hagamos abuelos. - dice el omega con naturalidad, abrazando a su alfa.

- ¿Quieres tener cachorros? - pregunta el rizado ilusionado.

- Si, si quiero. - responde en voz baja, escondiendo su rostro en el pecho del alfa, amando la cercanía.

- Serán los girasoles más hermosos. - comenta Harry tiernamente con emoción y una gran sonrisa en rostro.

- No los llamarás así. - niega Louis con un puchero en sus labios, dándole un golpecito en el pecho a su pareja, antes de alzar la mirada.

- ¿Por qué? - cuestiona el rizado, amando lo adorable que es su omega con un puchero tierno en sus labios.

- Porque solo a mí me llamas girasol. - responde el castaño, enredando su dedos en los rizos de su pareja.

- Claro, tú eres mi único girasol. - responde Harry, antes de darle un beso lleno de amor y cariño.

Louis está más que feliz de ser el único girasol de su Harry, su alfa y esposo.

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