Narra Suletta:

Miorine-san y yo actualmente estamos saliendo. Es una sensación maravillosa, nunca en mi vida me había sentido tan feliz. A decir verdad, una de las cosas en mi lista cuando llegara a Asticassia, era dar mi primer beso. Nunca pensé que la primera persona fuera Mio Mio. Al principio fue algo descabellado, pero al saber que ella sería mi esposa, le prometí protegerla y cumplir su sueño de ir a la Tierra y casarnos.

Si huyes ganas una cosa, si avanzas ganas dos, si huyes ganas el no perder, pero si avanzas, aunque no ganes, obtienes algo, experiencia, orgullo y confianza.

Desde que me convertí en el novio de Miorine-San nuestra relación con el paso de los días se ha fortalecido.

Al día siguiente recordé que había quedado con Miorine en vernos en el invernadero.

Es increíble estar con ella, pues cuando terminábamos de hacer nuestras tareas, nos dábamos un tiempo para nosotras.

Allí estaba ella frente a mí, esperaba con ansias un beso mío, me quede inmóvil por unos segundos, su lindo rostro flecho mi corazón por eso me sentía nerviosa. A pesar de siempre mostrarse fría con los demás, en el fondo es alguien tierna y amable. Solo yo conozco ese lado.

Miorine: ¿Qué estas esperando? ¡Date prisa y bésame!

Su voz me saco de mis pensamientos.

Suletta: Espera, ¿puedo hacer eso?

Ella puso una cara de puchero con ternura.

Miorine: ¿No me digas que no quieres hacerlo? – sonrojada.

Suletta: ¡No, si quiero! ¡R-Realmente quiero! ¡Quiero besarte, Miorine-san! – avergonzada.

Miorine: No es necesario que lo grites.

Hubo un momento de silencio, ella se puso de puntillas para darme un beso.

Suletta: Ah, Miorine-san...

Volvió a besarme, aunque en mis adentros yo anhelaba por más.

Suletta: Es tan suave. Quiero más...

Miorine: De nuevo, Suletta. Más. Una vez más.

Ambas sabíamos que eso no era suficiente y Miorine siguió besándome, en ese momento la envolví en mis brazos no quería que este momento terminara.

En cuestión de minutos, paramos de besarnos para recuperar oxígeno y conectamos miradas la una con la otra.

Miorine se ruborizo demasiado que cubrió su rostro en mi pecho. Desde entonces, ya sea en el invernadero o en el edificio de la escuela. Cada vez que estábamos solas, lo hacíamos, no podíamos parar con los besos. Pero tampoco es como si quisiéramos detenernos.

Suletta: Aun así, de alguna manera... solo me deja queriendo más... Quiero tocarla... No solo en sus labios. Sino también... en el resto de lugares...

¿Debería decirle lo que siento?... Me da un poco de miedo. Pero si huyo quizás no lo logre y si avanzo puedo ganar dos cosas.

Cuando terminamos de hacer nuestras actividades Miorine se acerco a mi para darme un beso, sin querer mis palabras salieron de mi boca lo que estaba pensando una y otra vez.

Suletta: M-Miorine-san.

Miorine: ¿Qué pasa? ¿Acaso no estabas rogando por un beso?

Suletta: No es eso... Q-Quiero decir, no te equivocas, pero supongo... ¿Qué quiero algo más que eso?... – moviendo los dedos.

Miorine: Pervertida. – frunciendo el ceño.

Suletta: B-Bueno si no quieres...

Pude sentir como su mano jalo mi corbata de Holder. Estaba confundida.

Suletta: M-Miorine-san...

Miorine: Abre tu boca.

Accedí cuando me dijo eso, pude sentir como su lengua jugaba con la mía.

Suletta: Ella, ¿Metió su lengua?

Era una sensación increíble, no sabía que esta clase de besos hiciera que mi cuerpo se calentara. Con rapidez la atraje hacia mi y al separarnos pude notar un hilo de saliva que nos unía.

Por alguna razón, Miorine miraba hacia abajo sin despegar la mirada, al recobrar mis 5 sentidos mi rostro se enrojeció al rojo vivo de vergüenza.

Miorine: Suletta... ¿Qué significa esto?

Su mano toco mi entrepierna, era obvio que mi bulto se notara a simple vista y solo pude cubrirme los ojos.

Suletta: M-Miorine-san p-pervertida.

Miorine: ¡¿Ah?! ¡Mira quien habla!

Suletta: Lo lamento mucho. Por favor solo déjalo así.

Miorine: Tu fuiste la que dijo que quería más. – cruzada de brazos.

Suletta: Lo sé, es solo que... Miorine-san, ¿te gusta besar?

Miorine: ¡¿Ahhh?! ¿Qué clase de pregunta es esa?

Suletta: Porque yo amo besarte y creo que tú también lo disfrutas. Y si eso es mas que suficiente... para ti, entonces... - bajando la mirada.

La fémina de cabello plateado agarro con firmeza su uniforme de holder.

Miorine: No vayas decidiendo las cosas por tu cuenta, idiota. Sera mejor que te prepares esta noche.

[En la noche]

Ahora me encontraba en la habitación de Miorine-san, ambas yacíamos sentadas en la cama mirándonos fijamente, el silencio era incomodo así que decidí tomar la iniciativa.

Suletta: ¿Estás segura de hacer esto, Miorine-san? Porque yo tengo... Ehhh... - balbuceando.

--- Quiero decir, me dijeron que no había nada extraño sobre "eso" en mi chequeo, pero sigo siendo diferente... - murmurando.

Miorine: Descuida, seré cuidadosa.

Suletta: De acuerdo.

Miorine: Suletta, ¿puedo tocarlo?

Suletta: S-Sí.

Aquella chica acaricio "esa parte" con suavidad y sintió como poco a poco comenzó a ponerse más duro.

Miorine: Es muy grande.

Suletta: Ahhh... M-Miorine-san.

Ni en mis sueños húmedos pensé que llegaríamos a esto, mi corazón latía fuertemente y mi cuerpo se calentaba, por inercia me acerqué a Miorine para envolverla en mis brazos.

Miorine: ¿Suletta?

Suletta: Miorine-san... Ah... Agh...Mngh...

No puedo negarlo... Se siente bien.

Su compañera por curiosidad rasco esa dura situación.

Suletta: Agh...Ahhh...

Miorine: Con que así se pone cuando esta dura...

Suletta: Mio...Miorine-san... Hah...

Rápidamente desabrocho sus pantalones cortos y tomo esa cosa, haciendo fricción arriba abajo sobre la tela, noto que era aún más grande.

Miorine: ¡Wow!, ¿Cómo logra ocultar algo tan grande en sus pantalones?

Sin querer dio un fuerte apretón, por lo que Suletta soltó un gemido de dolor y separó con vergüenza a su querida novia.

Miorine: ¿Ah? – confundida.

Suletta: ¡¡¡E-Espera un segundo!!! ¿P-Puedo tocarte a ti también?

Miorine: Sí. Suletta, ven aquí. – sonriendo.

Ella se acostó en la cama atrayendo a su "novio" para que explorara su cuerpo.

Suletta no dudo ni un segundo y la beso apasionadamente, ahora era su turno de tocarla. Con cuidado quito su uniforme, sus manos se encargaron de acariciar los senos de su novia, sin duda alguna su piel era tan suave y delicada.

Suletta: ¿Se puso solo su ropa interior? Supongo que Miorine-san estaba preparada para esto también.

¿Quién diría que debajo de su ropa escondiera un físico tan erótico?

Sin pudor lamí sus pezones rozados, mientras que, con mis manos hacia movimientos circulares, escucharla gemir hizo que prosiguiera.

Miorine: ¡Ahhhh!... Suletta...

Suletta: Tan suave. Parece que le gusta cuando lamo aquí. Si seguimos, seguramente terminare queriendo más... No quiero parar y no tener nada que mostrar por ello. Pero sigue dando miedo...

Baje hasta sus piernas y lentamente tire sus últimas prendas, pude notar que estaba muy mojada.

Suletta: ¡Wow! Estas muy mojada. Miorine...

Antes de terminar lo que iba a decir recibí un manotazo de su parte.

¡¡¡AUCH!!! – Su novia la alejo poniendo la palma en su rostro.

Miorine: ¡Espera!, ¿Por qué me desvistes? ¡Tú también te debes desnudar!

Suletta: Ah... B-Bien... - rindiéndose.

Torpemente me quitaba el uniforme, era vergonzoso pues Miorine parecía muy atenta a cualquier movimiento que hacía, sentí como se abalanzo encima mío tocando mi abdomen.

Suletta: ¿Qué ocurre?

Ella ignoro mi pregunta y sobresalte al sentir como me frotaba una y otra vez mis abdominales.

Suletta: ¿Miorine-san?

Miorine: Realmente estas tonificada. – sorprendida.

Suletta: ¿Huh? Pero tu tienes un cuerpo más bonito.

Miorine: No, el tuyo es definitivamente mejor.

Suletta: P-Pero no es muy femenino, ¿verdad?

Miorine: ¿De qué estas hablando? Eres alta, estas en forma y tienes un espíritu sin igual. ¿Quién no amaría todo eso?

Ella tomo mi miembro y lamió toda la longitud, dado que, un frío eléctrico me recorrió la espalda. Aunque verla de esa forma lasciva era un tanto atrevido.

Suletta: ¡N-No debes Miorine-san! ¡Esta sucio!

Se acerco de manera seductora y en voz baja susurro.

Miorine: Dices eso, pero tus acciones demuestran lo contrario.

Tuve una contracción nerviosa, por la cual mi miembro se puso más erecto.

Suletta: ¿Estas segura Miorine-san de tener tu primera vez conmigo?

Miorine: Por supuesto que lo estoy, Suletta. Quiero que seas tu.

Con cuidado tomo la punta de su eje para guiarla a su zona intima.

Miorine: Supongo que esto viene ahora. Entonces sigamos adelante.

Introdujo la virilidad de su amada en su intimidad, se sentía tan estrecha y húmeda.

Miorine: Hah... Ah... Ahhh... Suletta...

Suletta: E-Es apretado Miorine-san, ¿E-Estas bien?...

Su esposa seguía moviéndose para que entrara por completo, a pesar de su altura, Suletta tenia un dote que le quedaba bastante bien.

Suletta: No deberías esforzarte demasiado.

Ambas soltaron un gemido audible en toda la habitación.

El cuerpo de Miorine estaba entrando en calor y sus jadeos se hicieron cada vez más entrecortados.

Miorine: Sí, ponerlo todo de una vez realmente fue exagerado. Incluso después de leer sobre ello de ante mano.

¿Cómo estas Suletta?

Suletta: S-Se siente bien, Miorine-san. Con tu calor, realmente se siente como si fuéramos una...

Miorine: ¿Eh?, ¿Qué estás diciendo?

Suletta: ¿Qué hay de ti Miorine-san?, ¿Estas segura de que estás bien?

Miorine: ¿Aún no confías en mí?

Suletta: ¡S-Sí confió, pero!... Estas sangrando. – viendo ahí abajo.

Miorine: Normal, es mi primera vez.

Sin importar el dolor, Miorine comenzó a moverse para acostumbrarse al tamaño.

Suletta: Ahhh... Miorine-san. – cerrando los ojos.

Miorine: Se ve tan linda.

Suletta, ¿Puedo besarte? – se inclinó.

Suletta: P-Por supuesto.

No podían parar, sus besos ardientes solo les provocaba en seguir más allá.

Miorine: Suletta, creo que ya me acostumbré. ¿Qué tal si intentas moverte?

Suletta: ¿E-Estas segura?

Moví mis caderas y sentí como su vagina estrecha se envolvía a través de mi pene.

Miorine: Solo sigue sacándolo así.

Ambas nos besamos, la acomode entre mis piernas, ahora me encargaría de hacerle sentir placer.

Suletta: Miorine-san, voy a meterlo de nuevo.

Esta vez iba enserio, decidí hacerlo lento. ¡Joder!, nunca pensé que tener sexo se sentiría realmente bien.

Miorine: E-Está entrando... ¡Ahhhhh!

Suletta: Entro por completo...

Proseguí con mis embestidas mientras ahogaba sus gemidos con mi boca, besándola de forma candente. Ahora éramos una sola, quería escucharla gemir una y otra vez.

La incorpore con cuidado en la cama, ahora estaba encima de ella tomando el papel dominante, conectamos miradas por unos segundos.

Me detuve al rozar la punta del glande con sus labios vaginales, luego introduje mi pene nuevamente para sentir su calor.

Miorine: ¡Ahhhh!.... ¡Ahhg!... ¡S-Suletta!...

Suletta: Miorine... Ahhh...

Aprete su punto G, podía sentir como su intimidad se volvía más estrecha.

Miorine: N-No... ¡Ahhh!... ¡A-Ahí no!... ¡N-No lo presiones así!

Suletta: ¿Lo dices porque eres sensible aquí?

Tome sus piernas para levantarlas y embestirla más profundo.

Miorine: ¿Q-Qué estás?... ¡AHHHHH!...

Necesitaba recuperar oxígeno, podía sentir el sudor bajando por mi frente y mi corazón palpitar al cien.

Miorine: M-Mis piernas no responden...

Suletta: Ahhhh... M-Mio... M-Miorine-san...

Suletta estaba apunto de terminar, pero antes de hacerlo optaron por una última posición. Ahora Miorine ahogaba sus gemidos con la almohada mientras Suletta la penetraba por detrás.

Suletta: M-Miorine-san... E-Esta posición... Ahhh... - moviendo más rápido sus caderas.

Miorine: ¡Ahhhh!... ¡Ahgh!... ¡Ahg!...

Suletta: ¡Y-Ya no puedo!...

Miorine: ¡Y-Yo también!... ¡Ahhh!...

Ambas terminaron viniéndose al mismo tiempo. Suletta termino esparciendo su néctar de amor dentro de su novia.

Miorine: E-Es demasiado...

Ambas cayeron rendidas en la cama, neutralizando su respiración y procesando lo ocurrido.

Suletta: ¿Estas bien, Miorine-san?

Miorine: Si... Pero mi entrepierna se siente extremadamente llena. Y mis piernas están adormecidas, así que no puedo hacer nada al respecto.

Suletta: En ese caso te ayudare.

Miorine: Ayudarme con... ¡Espera Suletta!... ¡N-No!...

Su novio dirigió su mano en su intimidad.

Miorine: ¡Ahhh!... ¡N-No muevas tus dedos así!... ¡Voy a!... ¡Voy a!... ¡¡¡Ahhhhhh!!!

Suletta: ¿Te sientes mejor?

Miorine: ¡Te dije que no lo hicieras! ¡Eres una idiota! ¡Idiota! – golpeando su pecho.

Suletta: Lo siento, no pensé que fueras demasiado sensible en esa zona. ¿Quieres hacerlo una vez más?

Miorine: ¡¿Haaah?! ¡Enserio estas preguntando eso!

Suletta se incorporo de nuevo rozando su miembro en la intimidad de aquella fémina.

Miorine: Espera... ¿Suletta?

Suletta: Al igual que todos nuestros besos y abrazos, puedo decir que aún no has tenido suficiente, así que debemos seguir. ¿Cierto?

Miorine: Y-Yo te estoy diciendo que esperes... – soltó un gemido sin querer.

Suletta: Cómo quieres que siga... Sin tomar un descanso.

Nuevamente volvieron hacerlo, Miorine despertó después de aquel momento de pasión.

Miorine: Me siento débil. Perdí la cuenta de cuantas veces lo hicimos... Y mi garganta se siente completamente seca... Idiota, ni siquiera me estabas escuchando.

Por un momento recordó como ambas estaban dándose como cajón que no cierra.

Suletta lentamente abrió los ojos.

Suletta: ¿Qué ocurre Miorine-san?

Miorine: Oh, ¿Estabas despierta? Solo necesitaba un vaso de agua. ¿Quieres que traiga para las dos?

Suletta: Claro, gracias. Etto... Sobre lo de ayer...

Miorine: ¿Qué?

Suletta: Asumiré la responsabilidad. Entonces, ¿podemos tener sexo una vez más?

Miorine: ¡DIABLOS NO! ¡ESTAS TRATANDO MATARME!

Al final terminaron haciéndolo varias veces.

Antes de irme, debo decir que esta es una pequeña adaptación por escrito de este momento SuleMio, espero les haya gustado y no olviden comentar, me gustaría saber que les pareció. Agradezco su tiempo en leer el capítulo, nos vemos.