Que ondaaa

¿Quieren que haga pequeños caps de estos weyes de chikitos de como la rayita se besuqueo con los 4?

Y por cierto, zohakuten no va a ser tan relevante por qué no va a estar en la historia,el mocoso tiene 11

[Narra la escritora]

Obviamente fuiste muy regañada por la enfermera

Tuviste una charla con la enfermera, realmente fue duró,por más que quisiste trataste de explicarle lo que hacían los hantengu contigo desde hace cuatro años...ya en unos meses vas a hacer una adulta y todavía te dejas intimidar

Realmente querías hacer algo por ti y decirle a todos lo que te pasaba,no había día que no te sintieras repugnante,sucia y  asquerosa.

Al final le inventaste que querías la atención de tus tíos y que eras muy inmadura,no te quedó de otra más que darle tus pastillas,ella te había dado unas pastillas para el síndrome de abstinencia.

La plática había durado hasta la salida y te levantaste de la camilla, notaste que traías el uniforme de educación física,no tenías tu suéter....

—¿Sabe dónde esta mi uniforme y...mi suéter? –preguntaste algo apenada–

—preguntale al maestro tomioka o checa en los vestidores –te respondió mientras tiraba tu droga– y por cierto,ocupo que vengas todos los días para ver cómo vas,el maestro tomioka va a estar al pendiente de ti,estate con el si es que no te sientes bien en los descansos el no tiene muchos amigos

—gracias,gracias por ayudarme en todo no sabe cuánto la quiero –sonreiste mientras te acomodabas la ropa– realmente gracias

—cuidate mucho T/n –te dio una sonrisa despidiendose moviendo la mano de un lado a otro– hasta mañana

Te fuiste y había mucha gente por los pasillos ya de salida,el día seguía igual de nublado,la brisa que pasaba por las paredes te hacía  temblar un poco, extrañamente no sentías un buen presentimiento

Seguías con el uniforme de educación física,te sentías muy mal sin tu suéter,te daba ansiedad si no tenías tu suéter de cierta forma...te hacía sentir segura

Aparte de que adentró estaba tu celular, tus audífonos y algo de dinero que era para comprarte algo aún que tal vez le comprarías un juguete a tu gato,no habías comido tu almuerzo así que pensabas comerlo de regreso a casa.

A medida que caminabas a tu salón las miradas te seguían al verte, obviamente habían varias risas y cuchicheos por como estabas en educación física

No quisiste correr más riesgos y corriste a tu salón tomando tu mochila oh sorpresa...te habían rayado el banco y tenía sangre que escurría sobre el escritorio y manchaba los pisos a lo cual gritaste al ver qué había también un tipo de pájaro

Solamente agarraste tu mochila y corriste a la salida del salón, querías irte corriendo pero no podías irte sin tu uniforme

En eso un chico con varios atrás detuvo tu pasó y te miro de arriba abajo

—pero que tenemos aquí vaya vaya Yoshida –ese chico solía molestar– ay,es una lástima que no conozcas que es un cepillo de cabello, siempre tienes el pelo  enredado y lleno de nudos pero que buen cuerpo tienes,solo tienes que lucirlo

(Yoshida es el apellido suyo pues chulas)

—con permiso por favor –pediste tratando de ocultar tu miedo– tengo prisa

Los chicos a su derecha se hicieron a un lado y te dejaron pasar,a lo cual cruzaste algo apenada pues la puerta era shoji (puerta corrediza) hasta que volvió a hablar y habías aprendido varias reglas con los chicos y chicas que te molestan

#1:no los dejes hablando solos y dales a entender que estás atenta a sus palabras o no sabrás cómo te irá

—siempre tan amargada Yoshida –puso una mano en tu hombro– tienes lindas piernas,solo que tus chamorros parecen más gruesos que tus muslos,tal vez deberíamos salir tu y yo

—lo siento,tengo muchas cosas aue hacer –los pasillos estaban transitados pero nadie ayudaría si el te golpeará– tal vez en otra ocasión

—¿Te crees mucho que no aceptas ya órdenes? –pregunto con molestía– ¿Ahora te crees mejor que yo?

—no..es por qué realmente no tengo tiempo –tu mano empezaba a temblar solo querías huir– lo siento

—solo lárgate antes de que use tu jodido cabello como trapeador –los que estaban de el tenían una sonrisa que te hacía temblar– o tal vez....agarré tu lindo cuerpo a mi casa

Sin dudarlo saliste corriendo muy rápido, sentías como las paredes se veían mas grises y como los demás te veían, seguías escuchando murmullos que empezaban a atormentarte y resonaban en tu mente

Corriste golpeandote por accidente  con varias  paredes

Hasta que llegaste a los vestidores de maestros donde es que ahora estaba el tuyo y te cambiaste muy rápido mientras veías en el espejo de el casillero

Tenías unas orejeras horribles,tu cabello estaba más despeinado, tenías varias partes rojas por los balonazos y el uniforme se acoplaba a tu cuerpo

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Terminaste de cambiarte y tomaste todo ya para marcharte

En ese momento en la puerta aparecieron 4 sombras que conocías bien...eran los hantengu,ahogaste tu grito y te metiste a tu casillero rápidamente comenzaste a temblar tapando tu boca tratando de no hacer ruido

—¡LINDURA! –la voz de karaku inundó al habitación– sabemos que estás aquí linda

—queremos disculparnos contigo –djo vagamente aizetsu–

—HAHAAHHAH YA SAL PRECIOSA QUEREMOS HABLAR CONTIGO –era la voz de urogi–

En ese momento se escuchó como golpeaban los casilleros a lo cuál comenzaste a temblar muy tapaste más tu boca con fuerza mientras los golpes seguían y tú casillero  era más y más cercano

—¡¡Sal de una maldita vez jodida puta!! –gritaba sekido–

Por las rendillas de un casillero viste como de una patada abollo un casillero a lo cual te pegaste a la pared del casillero y te preparaste para cualquier patada y cerraste los ojos con fuerza.

En ese momento se escucharon varios murmullos y pasos que se escuchaban en la puerta y abriste los ojos

Diste un grito ahogado cunado unos ojos amarillos se asomaban y veían los tuyos, pudiste ver cómo se enchinaban como si formara una sonrisa

—que escondidita estabas –era urogi y de un tirón abrió la puerta– ¿Por qué no contestabas?

—maldicion...–murmullaste para acto seguido pisarle el pie y salir corriendo a la puerta –

Cuando ibas a salir el resto estaba en la puerta,los 3 frente ti con una sonrisa

Tus ojos se cristalizaron y sabías que esto no iba para bien