Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟏𝟏

Hugs

—Mami.

Oigo una voz al fondo, siento que algo me tocaba la cara. ¿Estoy soñando o alucinando? Conozco esa voz.

—Hm... Murmuro al abrir los ojos y bostezo. Miro a un lado y veo a Niki recargado en el borde de la cama, está con la manita en mi cara, tomo su pequeña mano y la beso. — Hola pequeño.

Mi voz suena soñolienta y siento mis ojos pesados, parpadeo unos cuantas veces y trato de sentarme, pero siento algo pesado en mi estómago, miro hacia abajo y veo a Tzuyu con su cabeza en mi abdomen y su brazo rodeando mi cintura.

—Mami, tengo hambre. Mamá no quiere despertar.

Murmura, lo miro ahora con un enorme puchero en los labios y con los brazos cruzados sobre el pecho. Le sonrío, incluso enfadado Niki se ve precioso. ¿Este niño es real? ¿Cómo no pensar que es hermoso?

—Hambriento, ¿eh? ¿Qué hay de waffles?

—¡Sí!

Grita con una gran sonrisa y cierro los ojos, sintiendo mi cabeza palpita. Tzuyu se retuerce un poco y murmura algo que no entiendo, pero sigue durmiendo. Creo que ayer bebió demasiado.

—Está bien, pero no grites que despertarás a tu madre.

—Lo siento.

—Todo bien. — Con la máxima atención posible, retiro la cabeza de Tzuyu de mi vientre y tiro de ella hacia arriba un poco, apoyando la cabeza sobre la almohada. — ¿Qué esperas, hijo? Para el baño, anda.

Ordeno, aunque sonriendo. Niki no dice nada, sólo salió de la habitación rápidamente. Bostezo y lentamente me estiro, siento mi cuerpo un poco pesado. Todavía tengo sueño. Me levanto de la cama y voy al baño, tomo una última respiración y miro a Tzuyu.

Siento que ahora las cosas se calmarán, o al menos mejorarán ligeramente.

//

Pongo la mesa para el desayuno, Niki ya está sentado, uniformado y fragante. Una cosa curiosa que he notado es que Tzuyu y él son perfeccionistas acerca de la higiene personal, así como a ella le gusta siempre oler a limpio, a él también. Es increíble lo mucho que se parecen.

Ella parece consentirlo mucho más que yo, a veces pienso que cómo éramos antes. Si yo la única madre que a veces lo regañaba, lo ayudaba con las tareas y era mandona, y Tzuyu la madre lúdica, que lleva a Niki al parque, que coma chucherías y no lo regañara tanto.

Creo que debe ser algo divertido de ver. Es una especie de extraño imaginar a los tres como una familia. Pero me estoy acostumbrando.

—Mami, ¿mamá no se levantará? Me atrasaré para el colegio.

—Niki, creo que tu madre está muy cansada, ¿sabes? Es mejor dejarla descansar.

Termino de lavar los platos y los pongo en el escurridor.

—Entonces, ¿tú me vas a llevar?

Pregunta y me vuelvo para mirarlo, sus ojos grises se fijan en mí, brillando con expectación. Siento un nudo en la garganta. ¿Qué hago ahora? No tengo idea de dónde está su escuela, no recuerdo saber conducir, y pero... No sabe que perdí la memoria. Ciertamente, lo he llevado a la escuela a veces, pero ahora no puedo, y tengo que encontrar alguna excusa ya que con toda certeza Tzuyu no se despertará ahora.

—Yo... no puedo. Mami tiene muchas cosas que hacer hoy. — Pienso rápido en una solución. — Pero sé que quien te puede llevar a la escuela, voy a hacer una llamada y vuelvo.

Salgo de la cocina buscando mi celular, no tengo grabados los números en alguna agenda así que necesito mi teléfono. Miro el sofá pero no está, el suelto tampoco, ni en la mesa de centro.

Pasarán los años y todavía pierdo mi teléfono en la casa, no he aprendido a dejarlo en un lugar fácil de encontrar después.

Casi estoy a punto de tomar el teléfono de Tzuyu cuando veo mi móvil cerca del televisor. ¿Cómo llegaste allí?

Lo desbloqueo y luego voy a la agenda, busco el nombre/apodo de Mina y llamo. Al quinto tono finalmente contesta.

—¿Quién se atreve a molestar a esta hora?

Pregunta al otro lado de la línea, su voz sonaba soñolienta y creo que estaba bostezando.

—Buenos días, sol de mi vida. — La oigo resoplar y suelto una risita. — Mina, necesito ayuda.

—Sólo saldré de la cama si necesitas ayuda para enterrar un cuerpo. En caso de que sea otra cosa volveré a dormir, antes de que seas tú la enterrada.

—Eres tan adorable en las mañanas.

—Es un don. — Pongo los ojos.

—En serio...

Uso mi voz mañosa porque sé que pocas personas pueden resistirse a ella, y Mina es una de ellas.

—Sí, chantajista, entonces ¿Qué quieres?

—¿Sabes dónde estudia Niki?

Escucho ruidos al otro lado de la línea, parece que se está sentando en la cama. También oigo una voz gruesa, debe ser Chaeyoung.

—Por supuesto que sé, estudia con Lian. ¿Por qué?

—Necesito saber cómo llegar hasta allí. — Suspiro y miro el arco que señala la sala de estar de la cocina, donde un aburrido Niki se entretiene dando saltitos en el suelo. — Tzuyu está muerta en la cama y no quiero despertarla y-

—Mi Dios, ¿¡Mataste a tu muñeca de nieve!?

Ella casi grita y tengo que alejar el teléfono de la oreja para no quedar sorda.

—La maté, Mina, ahora tengo que enterrar su cuerpo en algún arroyo por allí. — Chasqueo los dedos para atraer la atención de Niki y cuando él me mira le hago una señal para que se acerque. — Tu mochila. — Susurro y sólo obedece. — Tzuyu exageró con el vino anoche, no quería despertarla.

—Mmm... Dime la verdad, follaron ¿no?

Siento que mi cara se calienta al momento, hasta mis oídos. Odio a esta idiota, ¿Por qué me hace estas cosas?

—¡Mina!

Ella se ríe. Imbécil.

—Me encanta hacer esto contigo. — Ruedo los ojos, es una idiota. — Pero volviendo al tema, Chaeyoung llevará a Lian a la escuela, le puedo decir que vaya por Niki.

Sugiere y suspiro de alivio, oigo pasos en la escalera y miro a esa dirección, Niki baja con las manos sobre las correas de la mochila. Le sonrío, es tan lindo.

—Gracias, eres un ángel.

—Y tú una interesada, pero me agradas un poco.

—Tú me amas.

—Es... un poco, tengo una debilidad por las personas blanquitas.

Las dos nos echamos a reír y después de eso me despido de ella, mantengo mi teléfono en el dobladillo de la falda. Necesito una ducha, todavía estoy con la ropa de anoche.

Minutos después escucho a Chaeyoung tocar la bocina delante de la casa, llamo a Niki y abro la puerta, pasó a mi lado y hace el intento de correr hacia el coche de su tía.

—Oye chico bueno, ¿y mi abrazo?

Estoy en mis rodillas y abro los brazos, corre de nuevo hacia mí y me agarra del cuello, sonrío y lo lleno de besos.

—Hasta luego, mamá. Te amo.

Mi corazón se acelera cuando le oigo decir eso. Es una increíble sensación.

—Te amo demasiado, mi pequeño.

Hablo con la verdad, estoy encantada. Le doy un último beso en la frente y saludo a Chaeyoung en el coche. Mis ojos están vidriosos, esperan a que entre a la casa, entro y cierro. Tomo una respiración profunda.

Ser mamá es una sensación increíble y ni siquiera lo recuerdo como bebé, siento que es la cosa más importante en mi vida. Y lo es, daría mi vida por él si es necesario.

—Vamos a ver... — Me digo a mi misma después de un tiempo, me aparto de la puerta y veo lo que hay que hacer. — Tengo que conseguir un remedio para Tzuyu, seguramente ella se despertará con dolor de cabeza y quizás náuseas.

Hablo conmigo mismo mientras subo las escaleras, confieso que tengo miedo de despertar a Tzuyu. No es si supiera que la despertaré, ¿y si no le gusta que la despierte y me maldice?

Tal vez ella no, pero nunca se sabe. Yo lo haría si alguien me despertara.

Llego a la puerta de la habitación y tomo una respiración profunda tres veces antes de entrar, aseguro el mango de la puerta y la giro lentamente, meto primero la cabeza dentro de la habitación y... ¡Hola! ¿Dónde está?

Entro totalmente al cuarto y veo la puerta del baño abierta, doy un paso en esa dirección, pero al escuchar unos sonidos extraños paro. A juzgar por esos sonidos Tzuyu está vomitando. No quiero ir allí, nunca tuve un estómago fuerte para este tipo de cosas, estoy segura de que no ha cambiado.

—¡Oh, mierda! Mierda... uh. — Oigo sus gritos y gemidos, seguido por el sonido de algo cayendo al agua. Tzuyu necesitará comer algo después, estará débil. — No...

Su voz está llorosa, es posible sentir su dolor. Mi cara se contorsiona en una mueca de lástima, si hay alguna cosa mala en este mundo es vomitar, especialmente cuando deseas evitar vomitar y pasa de todas maneras. Piensa, Sana, has visto las medicinas en alguna parte.

¡El cuarto de Niki! Eso, recuerdo haber visto uno remedios en el pequeño armario que está en el baño de su habitación. Corro allí, estoy incomoda de ver a Tzuyu de aquella forma, aún sabiendo que es mi culpa, de alguna manera, pero es mi culpa.

—¿Tzuyu? — La llamo en cuanto regreso a la habitación, todo está tranquilo ahora. Poco a poco entro al baño, y el hedor me revuelve el estómago. — ¿Hey? ¿Estás despierta?

Pregunto preocupada al verla tendida en el suelo delante de la taza del baño. Es lamentable su estado, el pelo revuelto y la cara más pálida que de costumbre, ella se presiona el abdomen con una mano mientras la otra está en sus ojos.

—Sí-sí...

Tartamudea en medio del murmullo, trato de no centrarme en ese fuerte olor, me agacho a su lado. ¿Debería tratar de sentarme con ella y convencerla de levantarse?

—He encontrado un remedio para el mareo y también una pastilla para el dolor de cabeza, ¿te duele la cabeza? — Ella asiente con la cabeza. — Hmm, ¿te puedes sentar?

Ella quita el brazo que está en sus ojos y pone los codos en el suelo, hace un esfuerzo para levantarse, su rostro está muy pálido, confieso que da miedo. No sé si debería llevarla al hospital o no, nunca lidié con la resaca antes. Es decir, no que yo recuerde. Pongo las medicinas en mi regazo y ayudo a Tzuyu a erguirse, dejándola sentada y apoyada en la taza del baño, cierro la tapa a ver si el olor disminuye antes de que me ponga mal también.

—Mi estómago... duele mucho.

Ella suspira y cierra los ojos, sus labios torcidos en un enorme puchero, el ceño fruncido, como si con ellos mostrara toda su molestia.

—No debería haberte dejado beber tanto anoche.

Me siento culpable por verla así, quizás debería haber impedido que bebiera tanto. Creo que Tzuyu no se lleva bien con el alcohol.

—No... — gruñe sentándose mejor para mirarme. — Existen dos cosas que no combinan, el exceso de vino y yo.

Fuerza una sonrisa, sus hombros se hundieron, sus ojos son de un tono gris y vida, muy diferentes a los cafés que siempre se carga. Lindos ojos por cierto.

—Me di cuenta. — Sonrío de lado y tomo las medicinas de mi regazo. — Aquí, toma estos medicamentos. — Se los entrego y me levanto, tomo el vaso del fregadero y lo lleno con agua del grifo. — Te haré algo de comer, ¿crees que puedes bañarte sola?

Ella me mira antes de tomar la píldora en la mano y siento su vacilación, mis ojos traicionan mi nerviosismo, ella suspira y sólo asiente antes de tomar el medicamento. Espero que se tome la otra pastilla y la ayudo a levantarse del suelo. Tzuyu está débil, sus piernas no parecen firmes y sus brazos tiemblan un poco. Estaba bastante débil.

—¿Estás segura de que puedes estar sola en la ducha?

La cuestiono preocupada, no quiero que se caiga y se golpee la cabeza contra el suelo. ¿Cómo la llevaría al hospital si eso pasa? No sé a dónde ir... ni conducir.

—Me puedo sentar en el suelo.

Sugiere y afirmo con la cabeza cuando ella empieza a tirar de su blusa, le doy la espalda, no quiero mirarla sin ropa. Espero a que me dé la señal de que ya se desnudó y cuando lo hace, me doy la vuelta con miedo, suspiro aliviada al verla con su ropa interior.

Después de dejar a Tzuyu en el cuarto de baño, iré a preparar algo no tan pesado para ella, pero con suficientes nutrientes para darle fuerza.

//

Un rato después viene abajo, su aspecto se ve un poco mejor, menos demacrada. Tzuyu no dice nada, sólo se sienta en una de las sillas allí y tira del plato de su desayuno junto a ella. Todavía no estoy muy segura de qué hacer ahora.

¿Me quedo aquí o voy a la habitación? Parece que he olvidado cómo actuar alrededor de la gente.

—¿No vas a comer?

Ella preguntó antes de tomar un bocado de sándwich de pechuga de pavo he preparado para ella. Tzuyu come con ganas, como si hubiera pasado al menos tres días sin comer. Cuanta hambre...

—He desayunado con Niki.

Después de escucharme, Tzuyu se asfixia con el pan y agarra desesperada el jugo de naranja y bebe una gran dosis, casi ahogándose.

—Maldita sea, ¿Qué ahora es? Me olvidé de llevarlo a la escuela. — Comienza a levantarse, pero para. Me mira con una ceja levantada y yo hago lo mismo. — ¿Dónde está?

—En la escuela.

Respondo simplemente y luego veo su cara confundida.

—Pero cómo... — Mueve las manos un par de veces. — ¿Lo llevaste? ¿Cómo? ¿Recordaste el camino?

Ella se ve desesperada y llena de esperanza. Por un momento me siento mal al verla tan emocionada por mi supuesta memoria.

—Llamé a Mina, la verdad.

Su cara cambia por completo y el rayo de esperanza en sus ojos desaparece. Tzuyu vuelve a acomodarse en la silla y vuelve a su desayuno.

Después de eso ninguna de las dos dijo nada, el silencio era embarazoso, así que preferí salir e ir a la habitación. Mejor salir que quedarme ahí con esa tensión extraña.

//

Las dos estamos sentadas en el sofá, me acurruque a un lado y Tzuyu estaba en otro. El almuerzo fue en silencio también, no hemos vuelto a hablar, pero siento sus ojos en mí a veces.

Discretamente la miro por la esquina de mi ojo, Tzuyu se extiende y cambia de canal. Mi vista es atraída por un punto negro en la muñeca, que es realidad es una mancha, parecía más ¿un tatuaje? Creo que sí.

Así que recuerdo algo, miro mi muñeca, sé que tengo un tatuaje aquí también, lo vi hace unos días, pero no le di mucha importancia. Ahora estoy muy curiosa, mi tatuaje es un rompecabezas, ahora quiero saber qué es. Pero no me siento completamente libre para cuestionarla.

—¿Quieres ver un poco de... — Tzuyu comienza a hablar, pero no dice nada y me atrapa mirándola. — ¿Qué pasó?

Pregunta confundida, me lleva un tiempo asimilar lo que ha dicho, y cuando lo hago desvio la mirada.

—No es nada.

—Ammm... Satang. — La miro un poco incómoda. —¿Podemos conversar?

—Hm, sí...

Ella suspira y sin apartar la vista, toma el control de la televisión y la apaga. Me siento frente a ella, con las piernas cruzadas en forma de indio y la cabeza baja, miro mis manos en mi regazo.

—No puedo entender todo esto. — Ella se ve frustrada. — Has hecho la cena de ayer, ¿verdad? — Asiento con la cabeza. — Nos gustaría establecer una relación y conocernos otra vez, más todo lo que hemos hecho hasta ahora es huir o evitar hablar conmigo. Necesito que hables conmigo.

¿Qué estoy haciendo? Ayer decidí llevarme bien con Tzuyu y mejorar nuestra vida, ahora no sabía que decir, cómo actuar, su presencia me pone nerviosa. Creo que se me da mejor con ella bebida.

¿Qué haces con tu supuesta esposa que "amas", pero no recuerdas amarla? Tu supuesta esposa que significa el mundo para ti, pero todo lo que recuerdas es que no lo soportas. Mi supuesta esposa que siempre ha estado enamorada de ti, y ni siquiera podía mirarla a la cara sin querer darle una bofetada.

—¿Sabes qué? No te presionaré. — Vuelvo a la realidad al escucharla, miro a Tzuyu que ahora se está poniendo sus zapatos. — Cuando te sientas cómoda con mi presencia y con ganas de hablar, me lo dejas saber. Pero no me quedaré aquí sólo como una idiota tratando de llamar tu atención, lo hice cuando éramos jóvenes y no quiero pasar por todo eso de nuevo.

Después de decir eso, se da la vuelta y se va, continúo paralizada, casi sin moverme. Mi corazón se acelera, creo que por su voz, no puedo explicarlo. Mi cuerpo se siente pesado como si un camión estuviera en mis hombros, estoy agotada de toda esta situación y la fuerza de mi mente para recordar las cosas me ha dado dolores de cabeza.

Cada día todo parece desenredarse y volverse a complicar, sé qué gran parte de la complicación es por mi culpa.

Miro hacia arriba y suspiro. ¿Qué debo hacer, señor?

Decido finalmente levantarme e ir detrás de ella, tarde o temprano tengo que hacerle frente, no puedo evitarla todo el tiempo, sé que tenemos que hablar. La puerta de mi habitación está cerrada, imagino que ella entró al dormitorio de Niki, voy allí y llamo a la puerta dos veces antes de abrirla.

—Adelante...

Escucho su voz ronca desde el interior dándome permiso para entrar, suspiro de alivio. Al menos ella no mando lejos. Entro a la habitación lentamente, cierro la puerta detrás de mí y la miro. Tzuyu está de pie delante de un estante, parece observar algo. Me acerco a ella con precaución y me paro a su lado, miro en la misma dirección de lo que está viendo y veo algunas fotos, nosotras con Niki.

—Tomamos esas fotos cuando estuvimos en Disney el año pasado. — Ella dijo, no digo nada, sólo estoy mirando las fotos. Niki en mis hombros y Tzuyu sentada entre mis piernas, los tres tenemos orejas de Mickey. En otra ella está jugando con el pequeño y parece que tengo miedo de se caigan, acabe riéndose de esa imagen y ella me mira con curiosidad. — ¿Qué pasó?

—Esta foto es divertida.

Apunto la imagen y la ve, simplemente se ríe también.

—Estabas desesperada, pensaste que iba a dejarlo caer.

—Puedo decirlo por mi cara. — Digo mientras sigo viendo la foto, en otra estamos sentados en el césped, Niki está tumbado a nuestro lado y sonriendo para la cámara, así como Tzuyu y yo. — ¿Qué le había pasado en su barbilla?

Pregunto curiosa al ver esa imagen de Niki con un vendaje en su barbilla.

—Se cayó de los patines, también me caí, pero sólo me raspe un poco el codo.

—Y él la cara, pareces su compañera de aventuras.

Deduzco y ella termina riendo, echando la cabeza hacia atrás y se ríe con ganas. Sonrío al verla de esa manera, parece más relajada.

—Eso es verdad, que no te sorprenda si ves más foto de este tipo, él o yo con vendas. Siempre nos gusta jugar juntos, y siempre nos adviertes que nos cuidemos.

—Y parece que no me escuchan.

Acuso, pero tengo una sonrisa en mi rostro. Tzuyu me mira y me da una pequeña sonrisa, como diciendo que era culpable.

—Solo a veces.

Niego con la cabeza y vuelvo a ver las otras fotos, Tzuyu se aseguró de contarme la historia de cada una, sólo me quedo en silencio escuchando todo lo que decía.

—¿Satang? — Ella me llama después de un tiempo, hago un sonido nasal, sin apartar la vista de los dibujos dispersos en el escritorio de Niki. Él tiene un talento para ello. — Cuando me dijiste que querías intentarlo de nuevo, ¿hablabas en serio o lo dijiste porque pensaste que era lo que quería oír?

No suena grosera, pero parece un poco asustada. Creo que todavía piensa que la odio como antes, pero en realidad no me gustaba su presencia y la odiaba antes porque siempre me molestaba. Pero ahora todo es diferente, es diferente. Incluso yo soy diferente.

—Sí. — Suspiro y me doy la vuelta para mirarla, Tzuyu está apoyada en la pared cerca de la puerta del baño, sus manos están en los bolsillos de sus pantalones de chándal y me mira con ansiedad. — Tengo muchas ganas de empezar de nuevo, quiero saber todo. Te lo vuelvo a decir, quiero recordarte también.

Trato de traspasar la sinceridad en mis palabras, quiero que ella me crea, que tenga confianza en mis palabras. Veo sus ojos comenzar a llenarse de lágrimas, creo que llorará, ¿Qué haré? Espero a que diga algo, ella limpia las comisuras de los ojos y sus labios tiemblan un poco. Ella está aguantando las ganas de llorar.

—Estoy... Estoy muy feliz de escuchar eso. ¡Cielos! No puedes imaginar cuanto.

Sí puedo imaginarlo.

Su voz se ahoga a la mitad, se pone las manos en los ojos de nuevo y mira hacia abajo. Nos quedamos en silencio, todavía con la esperanza de que diga otra cosa. Minutos después ella me mira, con los ojos aun medio húmedos y su nariz empieza a ponerse roja.

—¿Puedo pedirte algo?

Ella pregunta y me encojo de hombros por reflejo.

—Hm...— vacilo un poco. — Sí puedes.

Digo, finalmente, y ella da un solo paso, con miedo, me quedo quieta y da otro, como si estuviera esperando que la detuviera.

—¿Me das un abrazo?

Tzuyu me mira como un niño pidiendo un dulce antes del almuerzo.

—Claro que sí.

Abro los brazos y sonrío con timidez, ella sonríe de la misma manera y en cuestión de segundos su cuerpo choca con el mío. Siento su cara en el hueco de mi cuello, donde suelta su respiración pesada. Torpemente paso los brazos alrededor de sus hombros, ya que los suyos están en mi cintura. Tzuyu huele mi cabello y parece atraerme más hacia ella, aprieto mis brazos sobre sus hombros como si le diera permiso para que me abrace con más fuerza.

—Puedes abrazarme fuerte.

Susurro en su oído y siento su cuerpo temblando ligeramente, Tzuyu me aprieta con más fuerza, pero no tan duro hasta el punto de dejarme sin aliento. Su rostro permanece en mi cuello, sus brazos alrededor de mi cintura mientras los míos están alrededor de su cuello y mi barbilla descansando en su hombro.

Me siento bien en ese abrazo... Es como... No puedo explicarlo. Pero es uno de los mejores abrazos que me han dado en la vida.

—Extrañé mucho esto.

Ella murmura contra mi cuello, la oigo tragar saliva y luego suspirar. Una sonrisa viene a mis labios, ni el pensamiento de lo que podría sentir en ese abrazo no me asusta. Porque realmente podría abrazarla por horas.

—Me puedes abrazar siempre que quieras. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro