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𝟎𝟗

Anniversary

—Ah...

Dejo escapar un gemido de dolor al intentar abrir mis ojos, mi cabeza está golpeando, mis ojos aún queman y siento todavía la nariz obstruida. Ayer después de regresar a la habitación, sin dejar de llorar, me quedé con Niki y lo abrace él llorando hasta dormirme.

Mi cabeza no sólo parece que va a explotar, también es un gran lío, no puedo encontrar una solución para todo esto, no tengo ni idea de que hacer, a que dirección ir. Ni como seguir.

Toda esta situación es horrible, si tan sólo pudiera despertar y recordar todo. Sería menos agotador y doloroso.

Incluso con los ojos todavía cerrados, paso la mano junto a mi cama y siento a Niki a mi lado, poco a poco abro los ojos y giro la cabeza. Mi pequeño está ahí, todo extendido por la cama. Sonrío con esa imágen, es la mejor vista que puedo tener en la mañana. Me recargo en mis codos y trueno mi cuello dos veces. Bostezando me siento en la cama y después salgo de mi cama, pero me doy la vuelta para besar a mi hijo.

Mi hijo. Eso suena tan bien, incluso sólo en mi cabeza. Me enorgullece saber que él es mi hijo, Niki es un gran chico, y súper inteligente es muy obediente y cariñoso. El hijo que siempre quise, incluso durante la adolescencia.

Voy al baño a lavarme la cara, el cuello, me mojo la nuca y suspiro. No sé qué hora es, pero debe ser temprano, está demasiado tranquilo.

—Uh...

Apenas salí de la habitación, me golpeé la cabeza con alguien, me tambalee un poco hacia atrás y miro para ver quién me atropello. Chaeyoung. Su cara arrugada deja en claro que ella acaba de despertar, no tenía idea de que había dormido aquí.

—Perdona, no te vi.

Se disculpa con torpeza y arregla su cabello despeinado, sonrío para tranquilizarlo y suspira. Chaeyoung me mira, sé que ella quiere decir algo, sólo espero que no me dé un sermón.

—Buen día.

—Buen día.

Ella desvía la mirada y continuamos en silencio, esto ya me está incomodando.

—Es... — Me aclaro la garganta dos veces y me mira con curiosidad. — Entonces.... ¿Quieres decirme algo? Estoy empezando a tener vergüenza de tanto que me miras.

Confieso y aprieta los labios, torpemente baja la cabeza y me controlo para no reírme.

—Oh... Lo siento. — Dice tímidamente y yo sólo muevo la cabeza. —Me voy ahora eh... Avísale a Tzuyu cuando se despierte.

—Está bien.

—Adiós, Sana. — Se despide cuando está a punto de descender las escaleras, pero se dice algo a sí mismo y gruñe. — ¡Maldición!

—¿Va algo mal?

—¡No, no! — Toma una respiración profunda y se desordena el pelo, creo que es casi un tic. — Quiero decir, sí... — Se vuelve a acerca a mí y mira la puerta de Niki, Tzuyu debe estar allí. — Prometí que no iba a involucrarme, pero no tienes idea de lo mucho que me duele ver a mi hermana de la forma que la vi ayer durante toda la noche.

Le oí decir y ahora me siento peor. Sabía que estaba siendo difícil para ella, pero no tanto.

—Sé que todo es confuso para ti, sé que no te agrada. — Suspira y mira al suelo avergonzado. — Pero Sana, no es una petición de ella, es mía, por lo menos trata de conocerla. No tienes idea de lo maravillosa que es mi hermana, no te estoy dando una orden, al contrario, al menos date una oportunidad de conocerla de la manera correcta.

—Chae, yo...

—No hay necesidad de decir nada, sólo piensa en ello, ¿de acuerdo? — Encojo los hombros y afirmo con la cabeza, ella viene hacia mí y me besa en la frente. — Tzuyu es una de las mejores personas que conozco, permítete verlo.

Y después de decir eso, se da la vuelta y sonríe antes de girar y bajar por las escaleras, me apoyo en la puerta y cierro los ojos.

Permitirme conocer a Tzuyu implica dejarla entrar otra vez en mi vida, más para eso necesito saber cómo nuestra relación era antes, cómo nos involucramos, y más, cómo fue que la dejé entrar a mi vida.

//

Estoy terminando de preparar el desayuno cuando escucho pasos arriba, escucho la voz de Tzuyu y luego pasos que se acercan. Sirvo los panqueques de fresa y plátano, la salsa de chocolate que por suerte estaba en el refrigerador.

—Buenos días, mamá.

Niki viene hacia mí y me abraza las piernas, le sonrío y me agacho para cargarlo. Besa mi cara y lleno su cara de besos, haciéndolo reír.

—Buenos días, mí pequeño.

—Tuyo y de mamá.

Grita y levanta sus bracitos, termino riéndome de su expresión y animo. A diferencia de mí, Niki y Tzuyu son gente mañanera, hoy por un milagro divino no me desperté de mal humor.

—Sí, mío y de tu madre.

Lo coloco en el suelo y le doy un beso en la frente, me levanto y casi tengo un ataque al corazón cuando me encuentro a una Tzuyu soñolienta de pie en la cocina, observándonos a mí y Niki.

—Buen día.

Dice en tono bajo, su voz suena rara y las ojeras están de vuelta en su cara.

—Buen día. — Le sonrío, Tzuyu la de vuelve, pero su sonrisa no hace que sus ojos brillen. — Hice el desayuno, espero haberlo hecho bien.

—Panque... — Su voz falla en medio de la palabra. Se aclara la garganta y levanta la mano diciéndome que espere. Ayer por la noche fue muy duro, ella sigue sufriendo. — ¿Panqueques de banana?

Su voz es alta ahora, no puedo evitar una expresión incomoda. Uf. Confieso que me incómoda verla así.

—Sí. — Por primera vez en la mañana sus ojos se iluminan y se dirige a la mesa, sonrío internamente. Punto para mí. — ¿Quieres jarabe de chocolate o fresa?

—¡Chocolate! — Niki grita con la boca llena, Tzuyu y yo lo miramos al mismo tiempo, regañándolo. Niki se encoge de hombros y se limpia la boca con el dorso de la mano. — Lo siento, mamás.

Dice avergonzado, siento que me derretía cuando hizo un puchero. Tan parecido a mí.

//

El desayuno fue tranquilo, hablamos todo el tiempo, es decir, Niki hablaba sin cesar y Tzuyu y yo sólo escuchábamos. Me sentía tan bien, Tzuyu también porque incluso su rostro parecía más ligero, menos cansado y triste.

Tzuyu me dijo que llevaría a Niki a la escuela, decidí acompañarla y le pedí que me llevara al centro cultural. Tzuyu pareció sorprendida, yo diría que hasta se animó con mi petición y estaba feliz. Me sentía muy bien hacerla sonreír, después de ayer sólo podía pensar en formas y más formas de complacerla de alguna manera.

Y funcionó, durante todo el día. Pasó el día conmigo en el centro de cultura, bailó con los niños y luego Tzuyu me llevó a conocer el segundo piso, donde dijo que doy mis clases de baile. Es bastante amplio, dividido en dos partes. La otra parte Tzuyu dijo que me la mostraría cuando estuviera lista, no cuestioné y mucho menos insistí.

Resumiendo, este miércoles fue sin duda el mejor día a partir del día que me desperté sin memoria.

//

En los días que siguieron, Tzuyu me llevó todos los días al centro cultural, fue divertido pasar el día allí, confieso que su compañía ayudaba. Tzuyu con niños era una cosa preciosa de ver, a ella realmente le gustaban los niños, por eso Niki y ella se llevan tan bien.

Hoy es domingo, el día amaneció extraño. ¿Conoces cuando te despiertas con la sensación de que tenías algo que hacer, pero no tienes la más mínima idea de lo que es? Me estoy sintiendo así, desde la mañana. Tzuyu está extraña otra vez, ella estaba llorando otra vez anoche. Lo sé porque cuando fui a llamarla para cenar, antes de llamar a la puerta de su oficina, oí sus sollozos. Todavía no entiendo por qué.

Estábamos bien, ¿verdad? Es decir, yo creo que sí. No intercambiamos insultos, y mucho menos hemos peleado estos cuatro días que han pasado.

Tal vez ella quiere más, tal vez ella lo echa de menos. Pero ¿es eso? De acuerdo con todo el mundo y todas las fotos en la casa y los videos en la caja, Tzuyu y yo solíamos ser inseparables. Lo que más me intriga y me da curiosidad es saber que crisis estábamos pasando antes de que perdiera la memoria, ella le dijo a Chaeyoung, que no estábamos en un buen momento.

Me pregunto por qué, parecíamos inquebrantables. Tal vez sólo fue un disfraz... o no. No creo que yo sería capaz de fingir sentimientos, mucho menos Tzuyu. Aunque los videos que veía eran viejos, mi pelo es más corto en la mayoría de ellos y el de Tzuyu estaba muy largo casi por su cintura.

—¿Sanake?

Miro hacia atrás y veo a Tzuyu entrar en la habitación, estoy sentada en la cama, tratando de leer un libro, pero la curiosidad y la preocupación por Tzuyu fueron superiores a mi concentración.

—Hola.

Cierro el libro y lo pongo en mi regazo, me recuesto contra la cabecera. Tzuyu se acerca vacilante, un bulto blanco en sus manos con un listo rojo. Fijo mi mirada en ese paquete, desconcertado.

Tzuyu se sienta en el borde de la cama, evita mirarme y aprieta el paquete en sus manos. Espero que empiece a hablar, tengo curiosidad de saber lo que es.

—Yo... — Ella inicia, pero no dice nada después. Se muerde el labio inferior y suelta una risita sin rastro de humor. — Tenía un discurso entero, ¿sabes? Estuve pensando meses, días, decidiendo las palabras adecuadas, pero ahora todo mi esfuerzo no vale nada.

—¿De qué h—

—Shhh. — Ella me interrumpe, presionando mis labios. — ¡Cielos! No tienes ni idea de todo lo que tenía que decirte, pero está bien, espero algún día pueda decir todo lo que quería. — Suspira profundamente y me mira, mi cara debe ser de tremenda confusión, sonríe torpemente y se acerca más a mí. Tzuyu mira hacia otro lado y se centra en el paquete en sus manos, me mira de nuevo y sale de la cama. No puedo apartar la mirada de ella, ella se acerca con cautela, quiero preguntar que está mal, que quiere, pero no sale nada. Ella me sonríe y me besa la frente, yo cierro los ojos y siento algo caliente húmedo en la mejilla izquierda. Ella está llorando otra vez. — Felicidades.

Dice con la voz rota, pone el paquete en mi regazo en el libro y sale de la habitación en cuestión de segundos. ¿Qué pasó aquí? ¿Cómo así que felicidades si mi cumpleaños no es hasta mayo? Recuerdo la fecha de mi cumpleaños.

Pienso en levantarme y cuestionarla, pero antes de que pueda, oigo la puerta principal cerrarse con un poco de fuerza, lo escucho porque dejó la puerta de mi habitación abierta.

—No me gusta ser curiosa.

Refunfuño para mí misma y suspiro, deslizándome un poco más abajo en la cama. El movimiento hace que el paquete haga un ruido y recuerdo que, eso es todo. Voy a abrirlo para ver de qué se trata.

Sin ni siquiera una pizca de delicadeza desgarro el papel, desato el lazo de todos modos y finalmente alcanzó a ver que es un ¿Cuadro? Mejor, oh no, es una fotografía.

Giro la imagen y veo que es una imagen de una casa en el árbol, parece abandonada, ya que tiene suficiente arbusto debajo de ella. El marco de plata del cuadro está desgastado, parece una foto antigua, tal como la casa en el árbol.

Hay un sobre.

La recojo y la abro.

"Mi amor, por desgracia ahora no recuerdas este lugar, pero créeme, incluso con la vista siniestra es un lugar muy especial. Fue aquí donde hemos dado algunos pasos en nuestra relación, quisiera, cielos, como quisiera que recordaras.

Fue aquí donde te entregaste a mí por primera vez, fue aquí también donde sellamos una relación seria, y fue aquí en esta casa donde nos casamos en realidad. Tal vez te estás preguntando cómo, pero si estás interesada estaré feliz de decirte.

PD: Te he llamado "Mi amor"...lo siento.

Cuando he terminado de leer tengo los ojos húmedos, a punto de llorar. Los cierro fuerte y tomo una respiración profunda. ¿Qué me está causando Tzuyu? Ella puede conmigo haciendo tan poco.

Empecé a cerrar el sobre para protegerlo, más al ver una frase en el reverso le doy la vuelta al sobre.

"Estaba completa, ahora transbordo" — De tu eterna suerte.

Leí esa frase por segunda vez, siento que mi estómago da vueltas y mi visión se vuelve turbia. ¡Maldita sea! De nuevo esa sensación extraña. Trato de levantarme, trato de llamar para pedir ayuda, pero antes de que pueda reaccionar, siento mi cuerpo volviéndose gelatina, todo se oscurece y luego se apaga.

//

Miro a mí alrededor y reconozco de inmediato el lugar donde estoy, la misma casa de árbol que vi en la foto, pero la casa se ve más nueva y no tiene muchas malezas alrededor del árbol. Oigo una risa, miro hacia atrás y me encuentro a mí misma de la mano con Tzuyu corriendo a través del patio.

Mi sonrisa era tan grande, llamo a Tzuyu y le pido que corra más rápido.

Y parecemos más jóvenes, nuestras caras más lisas y no hay signos de arrugas de expresión. Sigo a esa chica tontas con la mirada, Tzuyu sostiene mi mano y me ayuda a subir la escalera. Me apresuro a seguirla.

Al llegar a la parte superior de la casa del árbol, me encuentro a Tzuyu encima de mí, nos besamos. Estoy ruborizada, a deferencia de otras veces no estoy como loca, simplemente avergonzada.

—Chewy, ah... — Tzuyu besa mi cuello y se oye un chasquido, ella estaba chupando mi piel. Aprieto los muslos y luego trato de empujarla por los hombros. — Amor, no, espera un minuto.

—No puedo, traes esta maldita falda corta. — Murmura Tzuyu contra mi piel, termino riendo de nosotras dos ahí en lo que parece un colchón. —Es decir, puedes seguir utilizando estas faldas, son sexys y me facilitan la vida.

—Tonta.

Golpeo su hombro izquierdo y Tzuyu se ríe, inclinándose hacia delante para besarme otra vez. Me siento en el suelo teniendo una mejor vista de la escena.

Parezco estar en una película donde soy la protagonista y actúo con Tzuyu.

—Pero te gusto.

—Sí, pero, ¿Qué puedo hacer? — Puedo salir debajo de ella y me ajusto la ropa de la mejor manera. — No me puedo controlar.

—Es que soy irresistible.

Pongo los ojos y casi río al ver como mi otro yo también pone los ojos.

—Está bien, ahora... Tzuyu quita tu mano de mi trasero. — Le digo y ella quita la mano rápidamente de mi trasero y se sienta frente a mí, sentada en forma de indio. — Sexo hasta después del matrimonio.

—Pero Satang, falta una semana para casarnos. — Tzuyu dice y se acerca a mí. — Podríamos avanzar a la luna de miel, ¿Qué te parece?

—No empieces con tus juegos. — La miro con rabia, Tzuyu hace una señal de rendirse y se aleja de mí. — Ahora déjame hablar y presta atención. — Tzuyu asiente con la cabeza y se sienta correctamente, mirando directamente a mis ojos. — Tampoco tienes que mirarme con esa intensidad.

—¿Estás nerviosa?

—¡Uf! Sabes lo que me causan tus ojos.

—Lo sé.

Presumida.

Hermosa.

—Para. — Exijo y ella se ríe, pero no dice nada. — Hasta el día de hoy recuerdo cuando te declaraste... ¡Cielos! Estabas tan hermosa, incluso empapada con la lluvia, porque uno no suele ver las noticias, ¿verdad? — Tzuyu sonríe y niega con la cabeza, hago lo mismo y acaricio su rostro. — Pero te encontré tan hermosa cuando me llamaste a bailar bajo la lluvia, fue mágico.

Mucha dulzura para una persona, ¿Cuándo me volví tan romántica?

—... Y cuando menos lo esperaba fingiste tropezar. — Hago una pausa para reírme de ella, ella me acompaña. — Me reí tanto que dolía, es decir, tú falsa cara de dolor. ¡Tzuyu!

Reprocho cuando Tzuyu se sienta en el suelo con las piernas estiradas y me tira a su regazo, ella hace caso omiso de mi gruñido y me sostiene de la cintura.

—Shh, me portare bien, pero quiero estar así de juntita contigo.

—Cuando sacaste la caja azul, casi me matas del corazón. Te vi arrodillada bajo la lluvia, con esa sonrisa que tanto amo. — Tzuyu esboza una enorme sonrisa. — Esa misma. — Me inclino hacia adelante y sello nuestros labios. — No podía dejar de repetir que aceptaba.

—Y me encantó escucharlo todas las veces que lo dijiste.

—Me diste el anillo que era de tu abuela, el mismo anillo que tu abuelo le dio cuando se lo propuso. Te preocupaba que no me gustara, ya que la mayoría de las chicas prefieren los diamantes a la boda o las perlas, pero aceptaría este anillo, incluso si fuera de plástico. — Ella estaba en silencio, mirándome casi sin parpadear. Me miré la mano, girando el anillo en el dedo anular de la mano izquierda. — Me sentí, y todavía me siento especial por llevar este anillo, que es muy importante para ti, tus abuelos y ahora, es importante para mí también.

—Te lo mereces, y no tiene sentido decir que no, lo sabes.

—Entonces la semana pasada me encontré en el centro comercial con Mina y tu hermana, estaba buscando algo que darte. — Tzuyu intenta decir algo, pero la callo. — Lo compré porque quería, sólo porque quería hacerlo hoy.

—Sanakeu...

Tzuyu susurra al verme sacar un cuadro negro desde el interior de un cofre que estaba allí.

—Este anillo no tiene historia, sin embargo, vamos a crear su historia y quiero que este anillo pase a nuestros hijos. — Miro a Tzuyu y noto que su rostro ya está bañado en lágrimas, Tzuyu parece ser muy sentimental. — Quiero que te cases conmigo, ahora y aquí.

—Pero, Sanake...

—Shhh, sé que es una locura. Pero mira, quiero que te conviertas en mi esposa sin nadie alrededor, sólo nosotras dos en primer lugar, después nos casaremos frente a otros. — Me ajusto mejor en su regazo y le tomo la mano izquierda. — Vamos a intercambiar votos ahora, quiero escuchar lo que tienes que decirme sólo allí en la iglesia, pero por ahora nuestro amor es más importante, sólo dime si estás dispuesta a vivir tu vida conmigo, aguantarme cuando esté necesitada, cuando me regañes por ensuciar la cosas o cuando te despierte a la mitad de la noche para que cocines para mí. Prométeme que te quedarás a mi lado a través de todo y cuando todo se caiga en pedazos, me ayudarás a recoger los pedazos y construir todo de nuevo.

Con la mano derecha Tzuyu me agarra del pelo y tira de mí en un beso, pude sentir la emoción de ese beso.

—Promete estar siempre conmigo.

—Siempre, mi suerte. — Tomo su dedo anular y coloco el anillo en él, veo la perla brillar y una sonrisa. He comprado un anillo similar al de tu abuela, que hermoso. — Te amo.

—Te amo, te amo, ah... Como te amo. — Mientras hablaba, llenaba de besos el rostro y la boca de Tzuyu. — Estaba completa, ahora trasbordo, gracias a ti.

//

—¡El cielo de Sana!

Un grito me lleva de vuelta a la realidad, me siento en la cama con los ojos abiertos, siento que mi corazón salta en mi pecho. Aún asustada miro alrededor y veo a Momo y Mina, las dos están sentadas en la cama mirándome de forma divertida.

—Maldita sea, Mina, que susto.

Tomo una respiración profunda unas cuantas veces y froto el lado izquierdo de mi pecho, tratando en vano de calmar los latidos de mi corazón.

—No es mi culpa, estabas delirando y rodando en la cama.

—Sí, hermanita. — Momo está de acuerdo, se ríe. — Pensé que estabas teniendo una pesadilla.

En realidad, era un muy buen sueño... es decir, un flash de memoria.

Un puto flash de memoria, memoria... Un día la voy a pasar mal con ella.

—No era una pesadilla era... — Dejo de hablar y las miro, con los ojos expectantes y desbordando curiosidad. ¿Quieren saber? Tengo que contarle estos flashbacks a alguien. — Tengo que decirles algo.

—¿Has matado a alguien?

—¿Finalmente jodiste a Tzuyu? Sabía que no podrías resistirlo por mucho tiempo.

—¡Mina! — La regañé sintiendo mi cara ardiente.

—¿Qué? Es la verdad, ¿No, Momo?

—Estoy de acuerdo, debemos apostar. Sabía que terminarían comiéndose.

Le doy una mirada de incredulidad a Momo.

—¿Será que los dos pueden dejar de hablar de mi vida sexual que no recuerdo cuando empecé?

—Todo bien. — Mina está de acuerdo y se sienta en la cama junto a mí. — Pero sé que no pasará mucho tiempo, de una manera u otra nunca podrás resistirte a tu atractiva esposa.

—Muy atractiva.

—¿¡Será que las dos pueden detener está mierda!? — Momo y Mina levantan sus manos rindiéndose, aunque su rostro muestra diversión. — Realmente necesito decirles algo.

—¡Habla pronto, Sana! Mi Dios, estás peor que cuando nos dijiste que estabas embarazada.

—¿Me tomé mucho tiempo?

—Tanto que casi Niki nace y no nos habías dicho que estabas embarazada.

—¡Ay que exagerada, Mina!

—Eso es porque no te acuerdas.

—¡Argh! Muy bien, ¿puedo contarles ahora? — Los dos ondean las manos frenéticamente y tomo una respiración profunda, humedeciendo mis labios continuó. — He tenido algunos destellos de memoria, son bastante locos en realidad, yo soy—

—¿¡Recordaste cosas!?

Las dos gritan juntas, tapo mis oídos y hago una mueca. ¡Cielos! Locas.

—No puedo creerlo, Sanake ¿Por qué no lo dijiste antes?

—¡Hey, hey! Cálmate . — Momo cierra los ojos y frunce el ceño. — No recuerdo todo, recuerdo algunos momentos.

—¿Qué?

—Momentos con Tzuyu.

Hablo con torpeza y Mina se limitó a sonreír maliciosamente, Momo se da cuenta y hace lo mismo.

—Recuerdas el sexo, ¿no es así? Tu lado pervertido continúa bien vivo dentro de ti.

—No, Mina. — Pongo los ojos y resoplo. — Me acordé de nuestros momentos juntas, y hoy recordé de un día poco antes de nuestra boda.

Cuando digo la última palabra Momo y Mina se miran, parecen tensas.

—Sanake... — Mina se sienta correctamente en la cama, es grave, incluso me llamó por mi nombre. — ¿Tú y Tzuyu se vieron hoy?

—Sí.

Respondo confundida, Mina suspira y le da a Momo una rápida mirada, parece preocupada.

—Y... ¿Hablaron?

—Sí, quiero decir, ella dijo algunas cosas y me dió... — miro a mi alrededor buscando la foto. Tomo la imagen tendida en el suelo y el sobre también. — Esto.

Les doy el marco y el sobre, cada una toma uno y luego lo intercambian.

—¿Te dijo que día es hoy?

—No, sólo me felicitó, Dios, no entendía muy bien porque, mi cumpleaños es a finales de mayo.

—Sanake... Hoy es su aniversario de bodas.

¡Santa Mierda! 

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