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23

Everything is gonna be alright


Hace algunos minutos que se llevaron a Tzuyu a emergencias, todavía estoy asustada y preocupada. Había una gran cantidad de sangre en la cama, aquella imagen no saldrá nunca de mi cabeza. Nada malo puede pasarle no lo permito. No quiero que algo suceda, no ahora que me acostumbre a tenerla en mi vida.
                         
No ahora que estoy disfrutando de todo esto, nuestra casa, nuestra vida juntas, nuestro hijo...
                         
No ahora que me está comenzando a gustar.
                         
—Sha, ¿No quieres comer algo o ir a descansar a casa? —Chaeyoung regresa a la sala de espera, donde estoy acurrucada sobre uno de los sofás allí. Simplemente niego con la cabeza, mi mirada fija en cualquier punto del piso. — ¿Estás segura? Cualquier cosa habla conmigo.

—Estoy bien. — Miento, porque no estoy nada bien, pero ella debe saber eso. — ¿Nadie nos va a decir si ella está bien?

—Dentro de poco debe venir alguien. — Dice, es evidente en su voz lo aterrada que esta. — Mina viene para acá con los niños, le dije que no lo hiciera, pero ya sabes cómo es de terca.

Sonrío sin ganas, es cierto. Mina es más terca que Tzuyu... Ah, no. Sólo de pensar en ella siento ganas de llorar, mi corazón se vuelve a apretar en mi pecho, un miedo intenso de que algo le pase me sofoca. Chaeyoung se da cuenta de mi cambio y me tira a sus brazos, apoyándome.

—¿Familiares de Tzuyu Minatozaki—Chou?

Una voz profunda resuena a través de la sala, me desprendo de Chaeyoung y me levanto, caminando hacia el médico. Mis manos comienzan a sudar.

—¿Co-cómo está mi esposa?
                   
Pregunto ansiosa, mirando al médico con ese enorme portapapeles en la mano. Chaeyoung se para a mi lado y me sostiene por los hombros.
             
—Estamos tratando de controlar la situación, pero la Sra. Minatozaki ha perdido mucha sangre, necesita una transfusión urgente. Desafortunadamente no tenemos su tipo de sangre disponible en este momento, ¿Quién de ustedes es compatible con ella?
              
—Mierda, sólo mi padre es compatible con ella.
           
—So-soy A positivo, ¿sirve?
                    
—No. — El Dr. suspira y se rasca la cabeza, la calma que él estaba mostrando se desvanecía poco a poco. —¿Dónde está tu padre? ¡Lo necesitamos aquí ahora!

—Mi padre está en Miami, vive allí... Tienen que salvar a mi hermana, doctor, por favor. No puedo perderla.
           
—Mantenga la calma Sra. Chou, estamos haciendo todo lo posible.
           
—¿Lo posible? ¿¡Están haciendo lo posible!? — Exploto de una vez, estoy incrédula que mientras mi esposa está en ese hospital con su vida en riesgo, ese hijo de... Respira, Sana. — Es necesario que hagan más todo lo posible, lo quiero y lo necesito, y-yo... No quiero perderla.
                      
Mi voz empieza a fallar y Chaeyoung me tira de nuevo a sus brazos, agarro su cintura y me permito llorar. Me siento como una niña asustada, aterrada.
            
—¡Chaeyoung! — Escucho la voz de Mina, pero no me suelto de Chaeyoung para mirarla. — ¿Qué paso? ¿Han tenido alguna noticia ¿Dr.? ¿Qué pasó con Tzuyu?
                    
—Mantén la calma, amor.
              
—¿¡Cómo puedo mantener la calma, Chaeyoung!? ¿Dónde está ella?
        
—Señorita. Mantenga la calma, la paciente está en la sala de urgencias, tenemos que hacer una transfusión de sangre tan pronto como sea posible porque perdió mucha sangre durante la hemorragia.
     
—Puedo donar mi sangre. — Me alejo de Chaeyoung y miro a Mina, está de pie con Lian en sus brazos, tomando la mano de Niki. Parecen confundidos sin entender lo que está pasando. — Somos compatibles, ¿A dónde tengo que ir?
            
—Señorita. ¿Es O negativo?

—Lo soy.

Una llama de esperanza se enciende en mi pecho y una sonrisa nace en mis labios. En este momento estoy amando a Mina más que nunca en toda mi vida. Chaeyoung me suelta y toma a Lian del regazo de Mina, siento a alguien agarrar mis piernas y veo un Niki soñoliento abrazándome.

—Ahora todo va a estar bien.

Chaeyoung me dice antes caminar hacia el sofá. Me agacho para tomar a Niki en mi regazo y el pequeño se aferra en mi cuello, voy a donde está Chaeyoung con Lian y me siento al lado de ellos. Me agarro con fuerza a mi hijo, trato de mantenerme fuerte por él y por ella. Se pondrá bien, sé que lo hará. Me repetía a mí misma mientras acunaba a mi pequeño, unos minutos después me di cuenta que estaba durmiendo.

No puedo decir lo mismo sobre mí ya que estoy segura de que no seré capaz de descansar hasta tener noticias de Tzuyu.

Debo verla bien, necesito verla bien de nuevo. Quiero que me esté molestando, aceptaré hasta que me llame gatita, como lo hacía antes, y lo odiaba. ¡Cielos! Cómo odiaba que me llamara de esa manera. Pero, sinceramente, no me importa si me llama así, por lo menos estará bien y delante de mí, sonriendo y no toda apagada como la vi.

(…)

No tengo noción del tiempo, o lo que sucede a mi alrededor. Chaeyoung está tan inquieto como yo, no está tranquilo en el sofá, cada vez que se levanta va a recepción tratando de tener noticias nuevas. Pero hasta ahora nada, ni Mina ha salido.

Nunca en la vida pensé que sería tan temible pasar por esto, quiero decir, la sensación de impotencia es horrible, y no saber que está mal con Tzuyu, lo hace peor. Si la Sana del pasado supiera que la Sana del futuro estaría toda desesperada por Chou Tzuyu, cometería suicidio. Mi antipatía por Tzuyu era enorme y miren, aquí estoy trece años más tarde, completamente aterrorizada y con miedo de perderla. ¿Y por qué?

Porque no puedo vivir sin ella ahora, no hay mejor persona en este mundo para compartir una vida juntas. Ella es mi persona.

Sólo me siento estúpida por haber demorado todo aquel tiempo años atrás, podríamos haberlo aprovechado mejor. Bueno... Al menos lo estamos aprovechando ahora.

O estábamos disfrutando mejor...

—¡Dr. Dr!

Chaeyoung exclama al ver al médico más allá de la puerta que lleva a emergencias. Me levanto en ese mismo instante, mi pequeño está tumbado en el sofá junto a Lian. Vamos hacia el médico, que tiene una expresión de cansancio en su rostro.

¿Algo ha ido mal?

—¿Cómo está ella?

Pregunto ansiosa, mi corazón acelerado de nuevo, con las manos sudando tanto que tengo que pasar mis manos en mis pantalones de pijama para secarlos. El Dr. ve algo en su libreta y suspira.

¡Oh no!

—La paciente está estable por el momento, pero por desgracia no pudimos revertir la situación.

—¡Espere! ¿Qué situación?

—Señora Chou, me temo que su esposa perdió a su hijo, tratamos de revertir la situación en todas las formas posibles, pero por desgracia no fue posible.

Doy dos pasos hacia atrás, como si cada palabra fuera un golpe en el pecho. ¿Cómo demonios había perdido a "nuestro hijo"? ¿Tzuyu estaba embarazada? ¿Por qué no me lo dijo?

Así que eso era lo que Mina y ella escondían de mí.

—¿Tú lo sabías?

—Sana, yo... — Chaeyoung pasa las manos por su rostro y asiente con la cabeza. — Sí, lo sabía.

—¿Yo también lo sabía?

—¿Cómo así? — El médico nos interrumpe, totalmente ajeno a nuestra conversación. — ¿No sabía que su mujer estaba embarazada?

—No, es una historia larga Dr. — Él continua mirando sin entender nada. — Ella quería sorprender a Sana... ¿Puedo ver a mi hermana?

Mi Dios, ella quería probar que si era capaz de darme un hijo.

—Por el momento está durmiendo en una habitación del segundo piso, las visitas serán hasta mañana. La señora Chou necesita descansar.

Siento ganas de gritarle a este médico y exigirle ver a Tzuyu, necesito eso. Necesito confirmar con mis propios ojos que está realmente bien. No seré capaz de descansar sin antes comprobarlo.

—Dr. ¿Dónde está mi mujer?

—¿La Señora Mina? Ella está descansando en mi sala, tuvimos que sedarla porque se puso muy agitada cuando supo que la Sra. Chou perdió al bebé.

¡Dios! ¿Por qué tuvo que recordarme eso?

(…)

Ahora estoy sentada en el banco de espera en el pasillo de los cuartos dónde Tzuyu está. Chaeyoung eligió llevar a Mina a descansar a casa después de que despertó, y también se llevó consigo a los niños. Creo que es mejor así, Mina no puede alterarse por el embarazo, y no creo que el hospital sea el entorno adecuado para los niños.

Miro fijamente a la pared frente a mí, así estoy desde el momento en que subí al segundo piso. Trato de no pensar en todos los acontecimientos de esa noche, pero es imposible. Parece que cuando menos intento pensar, más pienso. Si alguien me pregunta cómo me siento, respondería que no lo sé, porque honestamente... no tengo idea de cómo me siento en este momento.

Es difícil de explicar, ¿sabes? Estoy medio anestesiada, aún no sé si Tzuyu y yo lo habíamos planeado, en algún momento, o si ella me había dicho antes. Y ella ni siquiera me dijo después de que perdí mi memoria. Estoy absolutamente segura de que Mina y ella escondieron eso de mí. Pero, ¿Por qué ocultarlo? Creo que... me gustaría saber.

¡Cielos!

Me gustaría ser madre de nuevo, independientemente de no recordar la primera vez. Y duele, duele porque estoy imaginando a Tzuyu animada, ansiosa y ahora... Todo estaba acabado. No veríamos más ese rostro, no nos despertaríamos en las madrugadas. No podría levantarlo en mis brazos... ¡Dios! No puedo creer que tuvo un aborto involuntario, tal vez si hubiera llegado antes... Tal vez.

Es mi culpa.

—¿Sana? — Oigo que alguien me llama y giro mi cabeza hacia un lado, las lágrimas corriendo por mi mejilla y yo ni siquiera me había dado cuenta. — ¿Está todo bien? ¿Qué estás haciendo aquí a estar horas?

El Dr. Charlie camina hacia mí, parece que acaba de llegar, ya que no está llevando su bata. Cierro los ojos y bajo la cabeza, él se sienta a mi lado y toca mi hombro, como si me pudiera confortar con un solo toque.

—Yo... Tzuyu... ella...

—¿Sufrió un accidente?

—No. — Tome una respiración profunda, frite mis manos en mis ojos. — Quiero decir, sí.

—¿Dónde está ella? ¿Qué sucedió?

Recordar lo que paso hoy me duele de una manera indescriptible. Las imágenes de toda esa sangre, la forma en cómo estaba toda débil... siento mi corazón apretarse en mi pecho y un sollozo escapa de mis labios. Me doy cuenta de que estoy llorando compulsivamente porque siento mi garganta arder por la fuerza con la que lloro. Pongo una mano en mi lado izquierdo de mi pecho y presiono, tratando en vano de aliviar el dolor allí.
             
Pero es imposible.

—Aquí, Sana, bebe esta agua y trata de mantener la calma. — El Dr. Charlie me da un vaso de agua y bebo casi todo de una vez. — Toma una respiración profunda y dime lo que pasó.

Hago lo que me pidió y trato de calmarme, poco a poco siguiendo sus consejos y me calmo sólo un poco. El Dr. Charlie está de rodillas frente a mí con una mano en mi rodilla confortándome.

—Ella perdió el bebé... — Mi voz sale quebrada. — Ella lo perdió...

Nuestro pequeño.

—Oh, no... — Bajo la cabeza y vuelvo a llorar con menos intensidad está vez, pero con el mismo dolor. — Voy a conseguir tu liberación para entrar al cuarto, creo que ella te necesitara allí cuando se despierte.

Minutos después el Dr. Charlie regresa, ya está vestido como un médico. Él me pide que lo acompañe y vamos al final del pasillo, él habla con una enfermera que pasaba por allí y luego con una señal con la cabeza entramos a la habitación. El gélido aire choca contra mi cuerpo, causando un pequeño temblor que empeoro cuando vi a Tzuyu tumbada en aquella cama, inmóvil.  Al menos ya no está con esa expresión de dolor.

—¿Va a demorar en despertar?

Pregunto al Dr. Charlie que está leyendo algo en un portapapeles que estaba en la cama a los pies de Tzuyu. Tentativamente me acerco a la cama y puedo ver mejor a Tzuyu.

—Probablemente, perdió una buena cantidad de sangre por lo que estoy viendo aquí. — Toco su brazo y sostengo su mano, acariciando su pulgar con el mío. — Puede ser dada de alta en la noche, Tzuyu necesita un buen descanso.

—Tengo miedo.

—¿De qué?

Suspiro y aprieto su mano. Tzuyu se ve tan frágil así, no sé cómo será cuando despierte y reciba la noticia de que perdió nuestro bebé... otra vez.

—De su reacción cuando despierte... Nosotros tuvimos una conversación ayer, ella me contó de las otras veces que intento quedar embarazada.

—Puede ser que ella entre en depresión otra vez.

—¿Otra vez? — Lo miro.

—Sí, Tzuyu ya sufrió un aborto involuntario en el primer intento de quedar embarazada. Ella no pudo contener el feto y lo perdió antes de completar el mes.

—¿Usted acompaño todas sus inseminaciones?

—Sí, las suyas también. — El Dr. Charlie coloca el portapapeles en el pequeño mueble en la esquina de la pared. — Cuándo pasó la primera vez, tuve que recetarle algunos antidepresivos para ella, Tzuyu es una persona muy emocional, como ya te habrás dado cuenta.

—Sí... lo noté. — Vuelvo a mirar a Tzuyu, que está durmiendo tranquilamente. — ¿Por qué Tzuyu no puede tener hijos?

—No es que ella no pueda, Tzuyu tiene u-

—Sin términos médicos, por favor, no entiendo nada de eso.

—Muy bien... Ella es saludable, se alimenta bien y hace suficiente ejercicio. Pero Tzuyu tiene un pequeño problema que no permite que tenga un embarazo normal y tranquilo, ella necesita ser extremadamente cuidadosa.

—¿Cómo así?

—Ella no puede esforzarse mucho, debe evitar subir y bajar escaleras con frecuencia, no puede practicar deportes y mucho menos cargar mucho peso. Reposar, tomar remedios que sean prescritas y no ingerir bebidas alcohólicas. — Trago en seco, a mi mente vuelven todas esas cosas malas que Tzuyu hizo durante ese tiempo. — Debe de haber hecho algún esfuerzo o... 

—Estuvimos jugando con nuestro hijo ayer. — Cierro los ojos y me regaño por haber permitido aquello. — Ella estuvo todo el tiempo cargándolo y jugando en la piscina.

—Oh... Entonces fue eso. — Presiono los labios, siento una mano en mi hombro, el Dr. Charlie me da un apretón amistoso. — Tengo que ir a ver unos pacientes ahora, cuando Tzuyu despierte llama a una enfermera, después vendré a verla y... Sana, lo siento por ustedes.

Cuando escucho la puerta cerrarse suelto el aire de mis pulmones y miro el rostro de Tzuyu. ¿Qué vamos a hacer ahora? Sé que nuestras vidas no se detendrán por esto, pero siento que ella no reaccionara nada bien cuando sepa lo que pasó. Pero voy a estar aquí, se lo prometí ayer y lo cumpliré.

—No te dejare de lado, amor, estaré aquí para ti.

Susurro, sintiendo mi garganta comenzar a arder y las ganas de llorar vuelven con fuerza. Una lágrima escurre por mi ojo izquierdo, cayendo en algún lugar de la sábana blanca que cubre a Tzuyu de la cintura para abajo. Me paso la mano por mi ojo para secarlo, no puedo ser tan frágil. Tengo que ser lo suficientemente fuerte para cuando se despierte.

(…)

El sonido de mi teléfono fue lo que me despertó, ni siquiera note que me había quedado dormida. Abro los ojos y saco el móvil del bolso, una llamada perdida de Mina. Debe querer noticias. Son las 10, miro a la cama y veo a Tzuyu todavía dormida. Me levanto y me acerco a la cama, su expresión todavía es suave. Ella arruga la nariz un poco cuando toco su brazo, quito mi mano y ella abre los ojos.

—Buenos días, dormilona. — Le sonrío cuando sus ojos se centran en mi cara, Tzuyu parece perdida. Mira a su alrededor tratando de averiguar dónde se encuentra. — No te levantes, necesitas descansar.

—¿Dónde estoy?

Su voz es baja, débil. Ella levanta una mano a sus ojos y los rasca, es imposible no asociar ese gesto con Niki. Ellos se parecen en eso.

—En el hospital, voy a llamar a la enfermera.

—Sha... — Ella toma mi muñeca, incluso su agarre es muy débil. Me paralizo en mi lugar, manteniéndome de espaldas a ella. — ¿Qué sucedió?

—Yo-yo... — Corto mi intento de hablar al ver la puerta abierta, casi celebro aliviada al ver al Dr. Charlie entrar a la habitación. — Ella acaba de despertar.

—Buenos días, Sana. — Me sonríe y siento a Tzuyu soltar mi muñeca, le doy espacio al Dr. para que pase a ver a mi mujer. — Buenos días, Tzuyu. ¿Cómo te sientes?

—Medio mareada, y con sed. — Remusga, tratando de sentarse. — ¿Qué estoy haciendo aquí?

En ese momento la habitación queda en silencio, Tzuyu mira del Dr. Charlie hacia mí, confundida. Miro al médico, sin saber qué hacer. Suspira, se ajusta las gafas en la cara. Ahora...

—Fuiste traída acá durante la madrugada, ¿No recuerdas?

Dice y ajusta la cama para que Tzuyu quede sentada.

—No exactamente. ¿Por qué me trajeron al hospital? ¿Qué sucedió?

—Tzuyu, necesito que mantengas la calma para que pueda hablar. — Tzuyu busca mis ojos al escuchar esto, voy a su lado y entrelazo nuestros dedos. — No hay manera fácil de decir esto, así que... Por desgracia, has sufrido un aborto involuntario. Tratamos de revertir la situación a tiempo, pero era demasiado tarde.

Mis dedos comienzan a ser apretados por ella, trato de no gruñir de dolor y tirar de mi mano. Tzuyu está con la boca ligeramente abierta, y sus ojos comenzando a cristalizarse.

—No puede ser. ¡No! ¡No! ¡No! Me estás mintiendo.

—Tzuyu...

—¡No! Sha, dime que él me está mintiendo, dime, amor, por favor. — Ella pide, sus ojos comienzan a mostrar su desesperación. Ella niega con la cabeza, dos lágrimas escurren por sus mejillas. — ¡No creo eso! ¡Es una mentira! Mi hijo todavía está aquí, lo sé, lo siento.

Ella comienza a llorar y suelta mi mano, acaricia su abdomen y el llanto aumenta. No puedo mantener la calma, estoy llorando también mientras observo sus lágrimas y murmurar que estábamos mintiendo.

Desconozco el dolor de sufrir un aborto involuntario, estoy sintiendo el dolor de la perdida. No recuerdo haber planeado este hijo, ni siquiera sabía de su existencia hasta esta madrugada. Pero él pudo haber venido al mundo, él hubiera tenido sus ojos hermosos como ella. Lo más importante, sería amado por las dos. Sí, las dos. Después de todo era nuestro bebé... Nuestro hijo.

Y verla tan afectada de esa forma, sufriendo y no creyendo que una vez más se le impidió realizar uno de sus sueños. Es decir, ella planeó esto, ella realmente quería ese niño, y lo perdió. Tampoco podía sostenerlo, ni mirar su rostro, llamarlo hijo. O amarlo.

El dolor de Tzuyu, me duele mucho más a mí.

El Dr. Charlie tuvo que mandar a sedarla para que pudiera calmarse, pero en vez de calmarse, ella lloro más e insistía en que le estábamos mintiendo. Poco después ella se durmió en mis brazos.

—Sana, hay gente aquí fuera que quieren hablar contigo.

—Enseguida voy.

Respiro algunas veces, todavía estoy llorando. Suelto lentamente la mano de Tzuyu, nuestros dedos estaban entrelazados. Le doy una última mirada antes de salir de la habitación. Al salir pronto veo a Mina parada al otro lado del pasillo, sus ojos están rojos lo que mostraba que estaba llorando.

—Ven aquí, Sha... — Corro hacia mi mejor amiga y soy recibida por aquel abrazo que siempre me confortaba, en todos nuestros años de amistad. Me dejo llorar en sus brazos, sintiendo como acariciaba mi cabello y susurraba cosas cariñosas. — Todo estará bien, pequeña, todo estará bien.

Espero lo mismo.

(…)

Ya al final de la tarde, prácticamente todo el mundo está aquí, excepto mis padres y los de Tzuyu. Están en la sala de espera, y yo todavía estoy aquí parada al lado de la cama de Tzuyu, esperando a que se despierte. Unos segundos después ella comienza a inquietarse, un suave suspiro sale de su boca y ella pronto abre los ojos. Sonrío para ella, Tzuyu parpadea un par de veces y me mira.

—No era una mentira, ¿verdad?

Simplemente niego con la cabeza, ya con ganas de llorar otra vez cuando veo que me mira de una forma tan triste. Tzuyu presiona sus ojos, lleva las manos a su boca para sofocar un sonido que iba a escapar de su garganta. Pronto veo sus hombros temblando y un sonido de llanto invade el cuarto, no pierdo el tiempo y la tomo en mis brazos, con cierto cuidado la siento y la hago abrazarme. Tzuyu aprieta sus brazos alrededor de mi cuello y la dejo llorar con toda su fuerza.

—Estoy aquí contigo, estoy aquí.

Susurro en su oído, o trato, mi voz está medio ilegible debido al llanto.

—Tenías razón, siempre la tienes. — Ella murmura en medio del llanto en mi cuello. — S-soy una inútil. No sirvo para na-

Coloco mi mano sobre su boca para callarla. Oírla decir esas cosas más allá del dolor me está haciendo morir de la culpa. Y yo ni siquiera recuerdo haber dicho esas cosas para ella. Soy estúpida, es decir, la antigua Sana se convirtió en una estúpida.

¿Cómo fue capaz de ser tan idiota con ella?

—No lo eres, no eres inútil. — Me aparto un poco de ella, con un poco de dificultad debido a que Tzuyu no soltaba mi cuello. — Mírame, mírame a los ojos. — Tomo su cabeza y la hago mirarme a los ojos. Sus ojos están rojos con lágrimas en las esquinas, sus labios tiemblan un poco porque estaba controlando el llanto. Ella se ve tan frágil. — No sé por qué razón aquella Sana dijo ese tipo de idioteces, pero yo, la Sana de aquí, no cree que seas una inútil. Eres increíble, cuidas de Niki tan bien, y cuidas de mí también. Estoy conociéndote mejor todos los días, y sólo puedo decir que eres una de las mejores personas que he conocido.

—Nunca seré capaz de darte un hijo.

—Shhhhh. — Niego con la cabeza, con mis pulgares quito las lágrimas de sus mejillas. — Puedes, sí puedes. — Le sonrío, Tzuyu no está llorando más, simplemente me mira con atención. — Pero no hay que pensar en eso ahora, tengo que cuidar tu bienestar.

—Pero…

—No digas nada más, sólo quédate aquí conmigo, ven aquí. — Tiro de ella hacia mí otra vez, pongo su cabeza en mi pecho. — Todo estará bien, vamos a superar esto, Tzuyu.

Si antes ella cuidaba de mí, ya era hora de que la cuidara a ella.


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