"Don't say yes, run away now"

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ALESSIA✩

Charles suelta una de mis manos y su mano se vuelve un puño mientras mira a Carlos con claro desprecio en sus ojos.

Carlos camina hacia mi, con su mirada puesta únicamente en mi, al igual que mi mirada esta puesta únicamente en el mientras suelto mi mano de la de Charles.

Cuando ya está lo suficientemente cerca del altar, Carlos habla.

—¡Yo me opongo a esta boda!— sentencia el

Todo el mundo nos está mirando, pero yo solamente miro a Carlos, todo al rededor de mi se desvanece.

—¡¿Como puedes tener tan poca vergüenza de venir aquí a interrumpir mi boda?!— pregunta Charles acercándose peligrosamente a Carlos.

—Esto no es contigo, es con ella— contesta Carlos mirándome a mi esperanzado

—¡Claro que es conmigo!, ¡es mi esposa!— grita Charles enfadado.

—¡Ella aún no ha dicho que sí!— grita Lando de repente levantándose de su asiento entre la multitud de los invitados.

Charles lo mira con odio, y seguidamente tengo las miradas de Carlos y Charles sobre mi, además de las de todos los invitados que miraban la escena sorprendidos.

—Eso según yo, significa "no"— dice Carlos egocentricamente

—¡Cállate!— dice Charles estresado.

De repente se gira hacia mi y se me acerca.

—Alessia, decidiste casarte conmigo por una razón, no te olvides.— toma mis manos y las coloca en su pecho— sabes lo mucho que te amo, no me hagas esto, se que dentro de tu corazón aún hay amor para mi— y seguido de esto me besa las manos.

Yo no puedo dejar de mirar a Carlos, y cuando el español se da cuenta sonríe, sabe que lo amo.

—Alessia— vuelve a llamar Charles— mírame, por favor—

Yo lentamente dirijo mi mirada hacía el y una pequeña lágrima corre por mis ojos.

—Si dices que sí, te haré la mujer más feliz del mundo, te lo prometo— vuelve a hablar el monegasco.

¿Feliz?, ¿como podría ser feliz en algún momento, compartiendo mi vida con alguien a quien realmente no amaba?

—Jamás podría ser feliz si no estoy con el hombre al que amo— y dicho esto suelto mis manos de las suyas mientras doy un paso atrás alejándome de el.

—Alessia, te lo vuelvo a preguntar— dice el párroco— tomas a Charles Marc Hervé Perceval Leclerc como tu legítimo esposo, para amarlo y quererlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte os separe?—

Silencio, y más silencio, hasta que finalmente pienso en mi y en lo que realmente quiero, y contesto:

—No, no quiero— dicho esto, tiro el ramo al suelo, y tomando la falda de mi vestido lo mejor que puedo, corro hacía Carlos quien me recibe entre sus brazos.

Los invitados nos miran, algunos sorprendidos, otros horririzados, y entre la gente veo a Audrey y a Lando sentados juntos sonriendonos a mi y a Carlos.

Por fin miro al español, y lo miro a los ojos sonriente, tiene esa sonrisa que tanto echaba de menos.

—Sabía que me amabas— dice Carlos tomándome de la cintura.

—Siempre lo he hecho—

El toma mi mano, y delante de todos empezamos a andar.

Cuando estamos a punto de salir, la voz de Charles vuelve a inundar mis oídos.

—¡No!, ¡no puedes hacerme esto!— de repente camina rápidamente hacia nosotros y me toma de la cintura pegándome a su pecho— No puedo dejar que te vayas con el, ¡yo te amo!, ¡todo esto es por ti!— dice Charles enfadado

—Debes aprender que no siempre se tiene lo que uno quiere— contesta Carlos apartando a Charles de mi de un pequeño empujón— y ahora, déjanos en paz— dicho esto, Carlos me vuelve a tomar de la mano y juntos empezamos a correr.

Rápidamente llegamos a su coche, y el me abre la puerta para ayudarme a entrar, y una vez estamos ambos dentro del coche, lo primero que hace es besarme.

—Echaba tanto de menos tus besos— le confieso

—Yo echaba mucho de menos dártelos— dice acariciando mi mejilla

—Siento muchísimo todo esto, te prometo que todo tiene una explicación, yo no quería casarme con Charles— intento empezar a explicarle

—Tranquila, tu prima me lo ha contado todo— confiesa mientras aparta un mechón de cabello de mi cara.

—¿Enserio?— ¿Audrey le había contado lo que había pasado?, nada más viese a mi prima necesitaba darle un abrazo.

—Si, ella y Lando me han ayudado a trazar un pequeño plan para "secuestrarte" de tu boda— dice con una pequeña risa.

Yo sonrío negando con mi cabeza, como no, esos dos siempre estaban metidos en todos los planes.

—Y solo te digo, que no te preocupes por lo que dijo Charles, lo que decía era un farol, mi carrera va a estar bien y tu y yo vamos a permanecer juntos— dice tranquilizandome.

—¿Me lo prometes?— pregunto insegura, a lo que el asiente.—Tus fans y los de Charles se me van a echar encima— confieso con miedo

—Eso no me importa, que piensen lo que quieran, lo importante es que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mis días, y eso no va a haber quien lo cambie— dice dándome otro beso.

Yo sonrío y asiento, sintiéndome mejor. Al fin de al cabo, no importa lo que piense la gente, siempre y cuando estemos unidos y sigamos queriéndonos, con Carlos a mi lado sentía que podía superarlo todo.

—Vámonos ya, por favor, no quiero seguir aquí, y quiero quitarme ya este vestido tan pesado—

El simplemente asiente con una sonrisa y enciende el coche, llevándonos a la carretera.

El pone un mano en mi pierna, apretándomela un poco y sonríe ampliamente.

—Aún no me creo que esto esté pasando— digo de la nada

—Pues creételo porqué es cierto, y ya nada ni nadie va a hacer que te alejes de mi— contesta el apretándome la pierna de nuevo

Yo coloco mi mano encima de la suya y se la estrujo un poco mientras sonrío feliz.

No me podía creer que después de tanto tiempo, hubiese por fin conseguido huir con Carlos.

—Ahora nos iremos a mi casa, te cambiaras de ropa para liberarte de ese vestido tan pomposo, y dormiremos abrazados— dice apartando unos segundos la mirada de la carretera.

Yo asiento y levanto su mano dando un beso en el dorso de esta.

De repente, me doy cuenta de el anillo de compromiso que aún llevo en mi mano, anillo el cual me regaló Charles cuando me pidió matrimonio. A medida que lo observo, inconscientemente me lo quito, y sin mucho pensarlo, abro la ventana del coche y lo arrojo por la ventana mientras el coche sigue en marcha.

Entonces apoyo mi cabeza en su hombro.

Oficialmente me siento liberada, y puedo ser yo misma, es hora de empezar a ser yo y ser lo más feliz posible con el hombre al que amo.

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NOTA DE LA AUTORA:

Aun le queda a esta historia para que se acabe, pero tristemente quedan unos 5 capítulos más o menos.

Ya se acerca el final, pero cuando "termine" tengo una sorpresa🤭

Nos leemos en el próximo capítulo🫶🏻