여섯
Yuta no conocía esa sensación fea que se albergaba en la boca de su estómago, solo sabía que se presentaba cuando veía a Mark con ese niño con ojos de alcancía.
Su nombre le daba igual, solo quería que se largara de una buena vez para darle mimitos a su novio.
Su entrecejo se frunció aun más cuando vio como las manos del otro pelinegro tomaron las mejillas de Mark y luego lo envolvió en un abrazo, mientras el menor sólo reía. Yuta terminó su juguito de uva, apretó la pequeña cajita entre sus manos e hizo un puchero que no pasó desapercibido para ambos niños.
—Hyung ¿Sucede algo? —Mark miró preocupado a su novio y este sólo negó con la cabeza.
—Iré con Jungwoo un momento —se levantó de su asiento y le sonrió al menor, quien le devolvió la sonrisa— Vuelvo luego bonito —dejó un besito en la frente del rubio y se fue.
—Celos —habló el rubio, mirando la cara de molestia de su mejor amigo, quien veía con disgusto a la nada, pensando en lo mucho que aborrecía a ese niño.
— ¿Celos? —Jungwoo asintió.
—Celos. Sucede cuando ves a la persona que amas con otra y sientes que te va a reemplazar —Yuta dejó de hacer pucheros y observó a su amigo.
— ¿Cómo puedo dejar de sentir celos? —el rubio lo pensó un poco antes de responder.
—Cunado veía a Johnny hablando con Yuqi, una niña de una clase avanzada, me sentía celoso. Pero cuando él me veía así, me daba muchos besitos y sentía conejitos saltando en mi pancita —Jungwoo llevó su manito a su mentón pensativo— Tal vez si Mark te da besitos dejes de sentir celos —Yuta asintió y miró en dirección a donde estaba su pequeño novio, quien se encontraba solo. Al parecer el otro niño ya se había ido.
—Iré con él —el rubio asintió y le sonrió ampliamente.
—Suerte Romeo —se burló y Yuta soltó una ligera carcajada.
Caminó hasta llegar a la mesa donde Mark terminaba de comer su ensalada de frutas. Se sentó a su lado y tomó su manito, dejando suaves caricias. Mark correspondió con un apretón en su manita. Yuta llevó su mano libre a la mejilla del menor y dejó un suave besito en su coronilla, bajó a su nariz, dejando un caminito de besos, que hicieron sonreír al más bajito. Besó también sus mejillas, suavemente acarició sus labios con sus nudillos. Mark lo observó con su mirada cargada de cariño. El menor dejó un besito en los dedos del mayor y se colgó de su cuello, abrazándolo. El pelinegro correspondió el abrazo al instante.
—Te amo, Mark —el menor lo abrazó con más fuerza y posó su frente sobre la contraria.
Dejó un beso fugaz en los labios del mayor, quien abrió sus ojos con sorpresa. El menor sonrió y dejó otro beso en los labios contrarios. Seguido de muchos besos más.
—También te amo Yuta-san —el mayor soltó el aire que tenía retenido en sus pulmones— Y te prometo, que sólo te amaré a ti por siempre hyung.
Los nenes son muy kawaii tanto en esta historia como en la vida real y es que n serio esta couple es súper tierna ❤😍😍
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