Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9 |Alivio.

|Una simple sonrisa de esa persona especial puede alegrar tu día|

━━━━❰・🍚・❱━━━━

Vegeta puede parecer una persona sumamente intimidante a primera instancia —desde que lo conocí en el torneo, se me figuró así—, pero de vez en cuando puede ser más... ¿amable? si no le insultas o si le demuestras cierto grado de respeto; o eso creo, no estoy muy segura. Ese gruñón de primera tiende a ser voluble y estalla por cualquier cosa, más cuando se trata del señor Gokú. Mas sin embargo, ha disminuido un tanto su mal genio desde lo que sucedió con Majin Buu (o eso dicen todos, al menos), así que no me costó demasiado lograr convencerlo para que me platicara sin gritos o insultos sobre la raza a la que se hace proclamar príncipe.

Creo que no le desagrado totalmente..., creo.

Digo, si él me odiara o similares, no hubiera accedido a dar muestras de su sangre ni tampoco me hubiese mantenido en esta máquina de gravedad para charlar sobre los saiyajin. Aunque no todo fue tan sencillo ni de color de rosa como parece ya que..., bueno, hablamos del amargado de Vegeta, creo que eso lo dice todo: accedió a contarme lo que sabe si tan solo aguantaba estar en este maldito lugar caluroso y pesado, sin disminuir la gravedad en lo más mínimo y sin detener su entrenamiento.
Así que sí, tuve que soportar esta maldita tortura un considerable rato y esquivar sus condenados golpes y patadas que de vez en cuando me alcanzaban, pero he logrado sobrevivir (no completamente ilesa, pero lo importante es que aún vivo) para mi convicción.

Gracias, genes extraterrestres.

—Y..., ¿en serio no hubo ningún otro sobreviviente saiyajin? —Me atrevo a preguntar para romper el silencio que se formó después de que resolviera mis dudas, jugueteando con el sobrante de mi sudadera y sentada en el piso.

Es la última esperanza que tengo para saber de dónde demonios vengo.

—Mi hermano menor —responde sin girarse a verme mientras pasa su brazo por la frente, limpiándose el sudor de esa manera. Y eso me sorprende y tensa a la vez—, pero él está en otra galaxia lejana de aquí, así que dudo mucho que seas su descendiente —aclara y puedo suspirar con alivio.

Pensar siquiera la posibilidad de que pueda ser pariente de Vegeta, me causa tremendos escalofríos.

—¿Entonces no tienes idea de cómo es que pertenezco a tu raza? —Indago casi completamente resignada, aunque una muy ligera esperanza se mantiene en mi pecho para mi desgracia y molestia.

—No —responde el peliflama al instante y eso me causa una exhalación de rendición.

Oh, bueno, al cabo que ni quería saber.

Sin ya tener nada más que hacer aquí, me levanto del suelo y sacudo mi pantalón pesquero, acomodándomelo también ya que se me baja de vez en cuando, y más cuando me siento; es ligeramente más grande de lo que debería.
Miro cómo el adulto sigue entrenando con suma agilidad y no puedo evitar preguntarme internamente si algún día lograré volverme rubia y de ojos azules naturales, si algún día podré tener al menos la mitad de su fuerza.
Es cierto que empecé a entrenar desde que Gohan me impartió mis primeras clases de artes marciales serias —de esto hace dos años—, pero nunca he sido constante como ellos ni tampoco me exijo de esa forma... brutal. ¿Quizás debería pedirle a alguien de ellos que me ayude a incrementar mi fuerza? ¿Pero a quién? Todos están ocupados con sus cosas y dudo mucho que quieran lidiar con alguien como yo.

Y ni loca le pido a Vegeta que me entre; todavía no es un buen día para morir.

—Bueno, me voy —aviso al gruñón ese por cortesía, dirigiéndome a la puerta para irme

Seguro ni le importa en lo más mínimo.

—Antes de que te vayas, mocosa —detengo mi mano (estaba a punto de abrir) en seco al escucharlo, obligándome a girar mi cuerpo para verlo y saber qué chuchas quiere decirme este bipolar de primera—, más te vale tener descendencia con el insecto de tu novio y no dejar perder la raza, es tu deber como la última hembra saiyajin —comenta con seriedad y me quedo congelada, tardando en procesar sus palabras. ¿Pero qué demonios?

¡¿Acaso insinuó que yo y Gohan...?!

¡Lo sabía, lo único que le importa es preservar la raza, por eso ha estado siendo "benevolente" conmigo! ¡Lo supuse desde el inicio, maldición!
Con la cara ardiendo, solo me limitó a abrir la puerta y salir huyendo de allí, sin responderle nada. ¡Vegeta está loco, yo apenas voy a cumplir dieciocho años, no estoy demente como para salir embarazada a esta edad! Además, ¡Gohan y yo no estamos casados ni nada! Ciertamente el idiota de mi novio lo mencionó cuando apenas nos habíamos hecho pareja formalmente, ¡pero solo eso!

Con decir que hasta el hijo de mi artemarcialista favorito jamás se ha propasado conmigo, ni tampoco me ha dicho que quiere llevar nuestra relación a algo más... íntimo.

Y bueno, no es como si hubiéramos hablado de eso desde que empezamos a salir, jamás se ha dado la situación, lo máximo a lo que hemos llegado es a los "besos franceses" un par de veces, pero hasta allí, ¡ni siquiera me ha tocado!; lo cual agradezco porque no sabría cómo reaccionar, lo más seguro es que lo dejaría sin descendencia.
Además, ambos somos primerizos, jamás he estado con nadie y sé que Gohan está en las mismas que yo, y tampoco es como si yo quisiera hacerlo prontamente, no hay prisas, ¿cierto?..., aunque..., ¿cómo sería tener...? ¡Ahh, no! ¡¿En qué demonios estoy pensando?! ¡Largo, malditas hormonas, no las quiero aquí!

¡Maldito seas, Vegeta!

▶▫▪♡▪▫◀

La tarde no... tardó en llegar —irónico, lo sé, no hace falta que me lo digan, fans—, lo que significa que el idiota de mi novio terminó su horario de trabajo de hoy, así que tuve que tomar mis cosas, despedirme de mis padres e ir hacia el apartamento de Gohan para tener mi sección de estudio diaria, como había prometido cumplir. Y yo soy una chica de palabra, así es.
Después de andar un rato caminando, no demoré demasiado en llegar a mi destino, por lo que ya estoy tocando el timbre para que el coprotagonista de esta historia haga acto de presencia en este capítulo.

Digo, ya le toca tener protagonismo, ¿no?

La puerta no tarda mucho en abrirse, mostrando a un Gohan un poco agitado, con el cabello mojado y despeinado, la playera al revés y humedecida junto con el pantalón medio desarreglado, dejando ver el inicio de su bóxer negro —¿será de ositos o alguna imagen infantil?—, dando a entender fácilmente que se estaba bañando, o bien, que apenas venía saliendo de bañarse. Ejem, el punto es que lo interrumpí y gracias a eso puedo verlo de esta manera.

Lástima que ustedes sean lectores y no puedan ver esto directamente, uh, de lo que se pierden.

—¡¿Qué te pasó?! —Pregunta preocupado y alterado, sacándome de mis pensamientos súbitamente.

Hola a ti también, saltamontes.

—Ehh..., ¿me caí? —Excuso con una sonrisa inocente, rascándome nerviosamente el brazo derecho.

Ah, cierto, lo había olvidado. Sí mencioné que Vegeta nunca dejó de entrenar mientras me contaba sobre los saiyajin, ¿verdad? Bueno, el chiste es que me llevé uno que otro golpe por allí ya que ese maldito gruñón es un salvaje y no tiene nada de tacto, ¡ni siquiera porque soy una chica mucho menor que él y claramente más débil!
Pero ya verá, algún día me vengaré, tal vez hoy no, ni mañana, pero algún día será, sí, señor.

—Yuzuki... —exclama con un tono de voz de advertencia, no creyéndome en lo absoluto.

—Está bien, te explicaré lo que pasó, ¿pero ya me vas a dejar entrar o me vas a tener afuera todo el santo día? —Cuestiono alzando una ceja y cruzándome de brazos, pero me arrepiento al instante de ese movimiento ya que siento una punzada de dolor.

¡Pero ya verás, Vegeta!

—Ah, lo siento, Yuzu, pasa —inquiere con cierta vergüenza, retrocediendo de la entrada para darme chance, así que procedo a adentrarme al que bien podría llamar como segundo hogar—. Después de que me digas qué pasó, tengo una buena noticia que darte —avisa con una sonrisa alegre, intrigándome.

Oh, vaya, ¿qué será?

Terminamos sentándonos en el sofá de la sala —aunque antes de eso, el Son se acomodó debidamente su ropa y se secó su cabello— y empecé a platicarle todo lo que pasó esta mañana ya que sé que, aún si intentaba esquivar el tema, Gohan iba a estar insiste e insiste hasta que le confesara lo ocurrido; él me conoce bastante bien y sabe leer mis facciones para mi desgracia, así que mentir u ocultarle la verdad no es una opción. Lo sabría de inmediato.

—Se pasó el señor Vegeta —gruñe Gohan cuando termino de relatar mi aventura de hace unas horas, preocupándome al instante porque sé que realmente está molesto.

No es que sea egocéntrica ni nada de eso, pero estoy totalmente consciente de que soy un punto débil para este idiota; siempre que me ponen una mano encima o me lastiman, él tiende a reaccionar de manera agresiva contra esa persona, sacando su lado saiyajin. Un claro ejemplo fue lo que pasó hace unos capítulos, cuando sucedió lo del asalto a la tienda donde estaba comprando.

—Estoy bien, Gohan —me apresuro a decir.

No quiero que vaya a hacer una estupidez por su impulsividad.

—Pero de igual manera, él sabe que... —intenta reprochar, pero lo interrumpo.

—Gohan, estoy bien —reitero al tanto que lo tomo de la mano, dándole un apretón junto con una sonrisa segura, tratando de convencerlo.

Y no miento, sí me duele un poco algunas partes de mi cuerpo y tengo una herida en mi mejilla que intenté cubrir con un parche, pero hasta allí; supongo que Vegeta tampoco usó completamente su fuerza contra mí, se midió del alguna manera.

Siento cómo el saltamontes me atrae contra su cuerpo de manera delicada, procurando no apretarme contra él para no lastimarme, notando que su fase protectora salió a la luz; mejor esto a que quiera ir a donde Vegeta e iniciar una pelea. Con rendición, y sintiéndose segura, termino recargando mi cabeza contra su hombro, apegándome y buscando su acostumbrado calor.
No tardamos mucho así, pero Gohan solo se separa un poco de mí para alzar mi fleco y besar mi frente, sacudiendo cariñosamente mi cabello tras eso, gestos que me hacen sonrojar y bajar la mirada ya que no me los esperaba, pero que me reconfortan ya que sé que tranquilizó y porque..., bueno, extrañaba su presencia.

Ugh, eso sonó cursi.

—Creo que tengo una semilla del ermitaño —menciona rompiendo completamente el abrazo y levantándose para ir a su habitación, sin darme chance a objetar nada.

Bueno, al menos con eso se curarán los moretones que tengo.

Un par de minutos después, Gohan regresa con la semilla y un vaso de jugo, entregándomelos y volviendo a sentarse al lado mío, sin aguardar las distancias; pero no me quejo. Proceso a ingerir la primera mencionada y después beber la bebida sabor a naranja, dejando de sentir el dolor que tenía en el cuerpo segundos después, lo cual me alivia. El bóxer de ositos me mira expectante, preguntándome silenciosamente si ya me siento bien, así que le sonrió y alzo mi pulgar, haciéndolo sonreír.
Estoy a punto de decir que empecemos a estudiar, pero recuerdo que dijo que tenía una buena noticia que darme.

El estudio puede esperar un ratito más.

—Por cierto, ¿qué era lo que me querías decir? —Indago mientras dejo el casi vacío en la mesa ratona.

—Ah, cierto, casi lo olvido —suelta una risa ligeramente nerviosa y eso causa que ruede los ojos con diversión, negando sutilmente con la cabeza—: el tema de la polémica de estas semanas ya está resuelto —contesta con una sonrisa y lo miro con duda. ¿Cuándo demonios pasó?—. En la mañana me entrevistaron los reporteros y seguí el plan que acordamos, además, Videl también me apoyó, por eso fue más convincente todo —musita alegre.

Ah, cierto, que esta semana le toca hacer guardia a Gohan por las mañanas.

—¿En serio te creyeron? —Susurro sorprendida, sintiendo mi pulso acelerar un poco por la noticia.

—Así es, vi las noticias de la tarde para asegurarme y allí aclararon todo, incluso varios bloggers subieron publicación de ello, así que con eso debe bastar para que nos dejen en paz —asegura y siento cómo la tensión que tenía gracias a ese tema va disminuyendo.

Estaba a punto de mandar a volar a la mayorías de mis compañeros en la escuela porque ya me tienen harta, así que realmente espero que con esto dejen de estar hablando a mis espaldas los malnacidos esos.

—Gracias, Gohan —agradezco con sinceridad, sonriéndole cariñosa de manera involuntaria.

—No tienes que darlas, Yuzu: por mi descuido e impulsividad es que terminamos metidos en esto —dice con una mueca que demuestra cierta culpabilidad, gesto y palabras que me hacen bufar.

—También fue culpa mía, idiota —alego y veo que hace el amago de querer replicar—. En fin, ¿comenzamos a estudiar? —Cambio de tema para no tener una semi discusión innecesaria.

—Qué raro que no digas primero que comamos —juguetea y estoy a punto de empujarlo en forma de queja, pero no lo hago porque intuyo algo más que no me está diciendo directamente.

—¿Tienes hambre? —Intuyo y noto cómo abre sus labios para responder, pero su estómago se le adelanta súbitamente.

Lo sabía.

—Un poco —contesta con un rubor en sus mejillas y de manera tímida, enterneciéndome internamente.

—Bueno, te ayudo a hacer la comida y ya después estudiamos, ¿está bien? —Propongo levantándome de mi sitio.

Como que también se me despertó el hambre.

—Claro, Yuzu —accede y me imita, pero rápidamente siento cómo posa su zurda en mi hombro y me jala hacia él, dándome un casto beso en los labios.

—¡Oye! —Refunfuño sonrojada, pero Gohan solo se echa a reír como si se hubiera salido con la suya (aunque sí lo hizo) al tanto que se encamina a la cocina, dejándome atrás.

Ya me las pagará después

━━━━❰・🍚・❱━━━━

-Lindassj1

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro