Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7 |Divagaciones.

|Porque no siempre se debe mirar hacia atrás, sino hacia delante|

━━━━❰・🍚・❱━━━━

Como han pasado tres días desde que me sacaron sangre para el desgraciado análisis que por fin me asegurará o descartará lo que estuve esquivando este par de años, ya es hora de ir a recoger mis resultados. Pude haber ido desde ayer y terminar con todo esto de una buena vez, pero la verdad es que no quise ir sola y hoy es el único día en que Gohan sale temprano de su trabajo de medio tiempo —ya que entra antes—, así que aguardé hasta ahora con tal de ir con él; eso y porque el idiota de mi novio no quiso dejarme sola e insistió en acompañarme, pero se lo agradezco enormemente.

Tengo suerte de tener a Gohan.


Termino de cerrar mi mochila y colgármela en los hombros, no sin antes colocarme mis audífonos y subirle todo el volumen, dispuesta a salir del salón e ir a esperar al saltamontes a la entrada de la escuela para después partir a Corporation Capsule. Empiezo a caminar con pasos tranquilos, ignorando a absolutamente todos los de mi alrededor; como mis dos amigas van a sus clubes después de clases —que son de las pocas personas que no me han señalado o hablado mal de mí en este tiempo—, no puedo apoyarme en ellas para esquivar a los estúpidos de mis compañeros que parecen vivir solo de lo que las prensas amarillistas dicen y de juzgar a los demás. Estúpidos.

No espero nada de mis compañeros y aún así logran decepcionarme.

Porque sí, el tema de que soy la novia de dos "chicos diferentes" y que soy una infiel sinvergüenza por andar con dos a la vez, no ha disminuido en nada, o al menos no en mi escuela. Ugh.
Cuando voy llegando a la entrada finalmente de un largo recorrido —al ir en tercer año, los salones son los últimos—, me quito los audífonos y los guardo ya que siento el ki de Gohan aquí, y sí, lo veo recargado en la pared de afuera mientras parece jugar algún videojuego de destreza en su celular, absorto en su mundo. Me acerco y le picoteo su hombro para que me note, cosa que pasa de inmediato.

—Pensé que tardarías un poco más —confiesa mientras guarda su dispositivo en su mochila, colocando una de sus manos en mi cabeza en modo de saludo; ni uno de los dos somos sumamente expresivos en la calle, y menos con lo que ocurrió días atrás.

—La maestra de Inglés se apiadó de nosotros —bromeo y lo veo sonreír, haciendo que lo imite un poco.

—Bueno... —intenta continuar, pero se da cuenta de que los pocos alumnos que van saliendo de la escuela porque no van a clubes al igual que yo, empiezan a murmurar al vernos.

Y ahí vamos de nuevo...

En este tiempo he estado evitando lo más posible que Gohan venga porque sé que eso solo causaría más problemas al ver que seguimos juntos, dando más razones para que aseguren que soy una perra, infiel, sinvergüenza, entre otros sinónimos que han utilizado —si en dado caso fuera así, ¿es que acaso no conocen el poliamor o qué?—. Veo que el saltamontes se empieza a enfadar ya que puede escuchar las burlas, mal comentarios o quejas de las fans obsesivas de su alter ego, pese a que solo son susurros; a mí me da igual a estas alturas ya que estoy consciente de que nada de eso es verdad, y también porque ya pasé por esto hace años atrás, pero el Son nunca los había escuchado directamente.

Y no quería que los oyera precisamente; él no está acostumbrado a estas cosas, por consiguiente, no sabe cómo lidiar con esto correctamente: ignorando.

—Vámonos —pido mientras lo tomo de la mano, pero él solo sigue viéndolos con seriedad mientras su ki sube levemente. Ay, no, esto no es bueno—. Vámonos, Gohan —suplico por lo bajo, apretando más el agarre para insistirle de esa forma.

No quiero que haga una estupidez.

—Pero... —intenta rezongar, tensando su mandíbula cuando escucha a un chico medio burlarse y medio compadecerse de él por andar con alguien como yo. Agh.

Lo conozco y sé que ser impulsivo en este tipo de escenarios no es algo común en él —suele ser más partidario del diálogo y así—, pero también estoy más que consciente de que, cuando se meten con alguien a quien estima, simplemente su lado saiyajin sale a la luz y su lado humano y razonable queda detrás, y eso no es bueno en lo absoluto, o al menos no en esta situación.

—Solo vámonos —insisto jalándolo hacia la dirección contraria de esos estúpidos que parecen no tener mejores cosas que hacer en sus  malditas vidas, viendo cómo él solo les dirige una mirada de advertencia antes de seguirme, aliviándome bastante.

Menos mal.

Comenzamos a alejarnos de la escuela en total silencio, solo oyendo de fondo el barullo de la gente y coches que nos rodean. Gohan va con la cabeza gacha, pero estoy consciente de que está hundido en sus pensamientos y solo caminando de manera automática a donde yo lo voy guiando con nuestro agarre, es decir, no está prestando atención a la realidad.
El saltamontes se caracteriza mucho en ser una persona muy expresiva, por consiguiente, fácil de leer y no me es muy difícil averiguar en lo que está divagando después de observarlo unos segundos en una parada peatonal.

—Ni lo pienses —advierto de inmediato y eso lo saca de sus pensamientos, haciendo que me mire confuso.

—¿Eh?

—No vas a revelar tu identidad —prosigo molesta mientras me coloco frente a él y el semáforo pasa a color verde en ese instante, pero no me importa.

Ya pasaremos en otra parada.

—Pero no dije na...

—Te conozco y sé que estabas pensando en eso. Y no lo vas a hacer —lo interrumpo en forma de regaño, logrando que baje su cabeza como si de un cachorro reprendido se tratase. Y eso me termina de confirmar que en verdad estaba planeando hacerlo—. Ya te dije que vamos a seguir el plan, mañana ya te toca el turno de vigilancia, ¿no? Si mañana sucede algo donde necesiten ayuda y hay reporteros, dirás lo que acordamos —comento más tranquila, un tanto comprensiva.

Gohan muchas veces me reprende por cosas que hago por mero impulso y me ocasionan problemas después (o por actos que no hago por pereza, como estudiar debidamente), y aparentemente es el más maduro entre los dos para ese tipo de situaciones, y en verdad lo es, aunque en estas problemáticas yo tengo mucha más experiencia que él; me ha tocado sobrellevar las críticas o rechazo desde que estuve en el orfanato.
Entiendo el hecho de que quiera protegerme y no le guste verme de nueva cuenta en esta situación, pero revelar la identidad que tanto él se ha empeñado en esconder, la que tanto han querido desenmascarar los medios de comunicación y bloggers, la que podría meter en serios problemas a toda su familia y amigos, con tal de cuidarme...

Prefiero aguantarme todo para no arriesgarlo a él de esa manera.

—¿Pero y si no me creen? ¿Y si te siguen atacando aún así? —Cuestiona con cierta seriedad, con su mirada inundada en preocupación.

—Si eso pasa, ya veré qué ha... —intento persuadir.

—Yuzu, entiende que no quiero que pases por esto de nuevo —interviene con pesadez, suplicante para que le permita realizar su idea—. Dices que no te importa lo que digan los demás de ti, pero sabes que eso no es cierto; sí te duelen —asegura con convicción y eso hace que ya no pueda sostenerle la mirada, así que termino por desviarla.

Maldición, por estas cosas es que odio que me conozca.

—Vamos a seguir con el plan, si no funciona... ya veremos cómo sobrellevarlo —insisto suspirando con cansancio, rascándome mi brazo—. Podemos juntar las esferas del dragón y hacer que los demás olviden todo esto, así como hicimos con lo de Majin Boo —sugiero con una sonrisa, notando que parece considerarlo ya que sus ojos se tornan pensativos—. Discutimos esto después, ¿de acuerdo? Debemos ir primero a donde Bulma.

—Está bien —accede con una sonrisa, tomándome de la mano de nueva cuenta.

Ya veré cómo solucionar esto, pero arriesgarlo no es una opción por más que insista.

▶▫▪♡▪▫◀

Nerviosa, así es como me siento y así es como fácilmente cualquier persona que me vea me puede describir con facilidad. Como Bulma tiene que estar tratando los últimos detalles de su nuevo invento que seguramente volverá a revolucionar la industria, solo me dejó encargado el sobre con una de sus trabajadores, así que dicho sobre lo tengo entre mis manos completamente intacto. No me he atrevido a abrirlo desde que me lo entregaron.
Estamos en una de las salas de descanso de este gran lugar, conmigo solo jugueteando con el papel amarillo y Gohan solo aguardando a mi lado, tranquilo.

Vaya que me tiene paciencia.

Trago saliva y tomo aire antes de comenzar a despegar la tapa del sobre, recibiéndome una hoja tamaño carta dentro, y termino de tomarla con cierto recelo. Comienzo a leer lentamente todos los resultados que dio el análisis, marcando primero las cosas relacionadas a la salud y de más que no me interesan realmente, y hasta el final es donde sale la comparación de genes míos con los de Gohan y el señor Vegeta, describiendo las diferencias de la sangre saiyajin y humana que halló, y señalando que sí coincide perfectamente mi ADN con el de ellos, logrando que tenga que desviar un momento mi vista antes de continuar.

Híbrida: 35% humana y 65% saiyajin.

Y eso es todo lo que viene en aquella simple hoja que trae los análisis que tanto venía esquivando.
No sé cómo reaccionar, es decir, estaba consciente desde pequeña que no era normal, de que fui diferente a todos los demás niños de mi alrededor, de que poseía una fuerza que no correspondía a mi pequeño cuerpo nada atlético y que por ello muchos me tenían miedo y me marginaban, pero siempre supuse otra cosa, como mi excusa infantil de ser una elegida de algún ser supremo para salvar el planeta o algo así, pero..., ¿ser una extraterrestre con poderes capaces de controlar la energía vital prácticamente? Nunca se me pasó por la cabeza. Incluso conociendo a Gohan y todo el fantástico y caótico mundo que lo envuelve, no me consideré como uno de ellos.

Y ahora resulta que...

—Sí eres saiyajin, ¿verdad? —Pregunta Gohan interrumpiendo mis pensamientos, terminando de acortar la poca distancia que nos separaba (me estaba dando mi espacio, por así decirlo). Solo me limito a asentir con la cabeza, tendiéndole la hoja de manera inexpresiva; sigo sin saber cómo reaccionar—. Ya veo... —exclama cuando, supongo, termina de leer.

—Sí... —murmuro abstraída.

Aún si esto termina de confimar las sospechas que todos tenían de mí, de las que yo me negaba a aceptar, hay cosas en específico que ese análisis no me va a poder contestar: ¿de dónde vengo? ¿Quiénes son mis padres biológicos? ¿Cómo demonios vine a parar a este planeta? ¿Cómo llegué a un orfanato? ¿Por qué me abandonaron? ¿Por qué?
No es como si me interesara conocer a mis progenitores a estas alturas de mi vid ya que tuve la gran suerte de ser adoptada por una buena familia, de que ellos realmente me trataron —tratan mejor dicho— como una hija y hermana menor, de que me dieron el cariño, comprensión y aceptación que tanto buscaba de pequeña, pero simplemente quiero saber el por qué de todo.

Y lo peor es que nadie me lo puede responder...

Todos mis divagaciones se acaban cuando siento unos brazos rodearme con cariño por los hombros, terminando de acercarme a su persona, y no puedo evitar esconderme en su pecho como si de un refugio se tratase, como fuera una niña aferrándose a su hogar, sintiéndome un poco más segura y tranquila; Gohan me genera esas sensaciones, desde que lo conocí como tal siempre me brindó seguridad.

—Esto no cambia nada, Yuzu —susurra cálidamente mientras apoya levemente su mentón en mi hombro, estremeciéndome un poco al sentir su respiración en mi cuello—. Fuiste, eres y seguirás siendo Inoue Yuzuki pese a todo, nadie ni nada va a cambiar eso, no importa los resultados que dieron los análisis —asegura y siento que me aferra más a él, ruborizándome levemente para mi desgracia, pero me tranquilizo al oír su pulso cardíaco y percibir el aroma que posee—. Lo único diferente es que ahora sabes que tienes sangre saiyajin, nada más.

Maldito cursi, algún día me va a dar diabetes por su culpa.

Nos quedamos así un por rato, yo media adormilada en su pecho y él acariciándome de manera suave el cabello que cae por mi espalda ya que hoy lo traigo suelto, relajándome más.
Desgraciadamente sé que no puedo pasar todo el tiempo del mundo así —aunque lo quisiera—, tenemos responsabilidades y yo tengo un horario para llegar a mi casa, por lo que me veo obligada a terminar con esto.

—Gracias —agradezco con sinceridad mientras me separo de él, pasando mi mano derecha por mis ojos, sonriéndole—. Hay que regresar al apartamento para que sigamos con el estudio —comento más relajada, cambiando el tema por completo.

—¿Tú tomando la iniciativa? —Pregunta haciéndose el sorprendido de manera dramática, logrando que ruede los ojos con diversión.

—Cállate y vámonos, saltamontes. Tengo hambre además —me quejo levantándome del sofá, tomando la hoja y guardándola en el sobre para meterla a mi mochila. Gohan no tarda en incorporarse también.

—Ahora que lo dices, también me dio hambre —al escucharlo, solo puedo atinar a reír y negar con la cabeza. Un clásico.

Ahora solo me toca lidiar con el nuevo descubrimiento de que soy saiyajin y con la problemática de la novia del Gran Saiyaman, pero me siento tranquila porque tengo el rotundo apoyo del idiota de mi novio.

━━━━❰・🍚・❱━━━━


-Lindassj1

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro