Capítulo 6 |Tarde de estudios.
|No todas las preguntas tienen respuesta|
━━━━❰・🍚・❱━━━━
Pese a que hablé con Bulma al día siguiente de que Yuzu me hizo la petición para que le realizaran la prueba de genética, tuvimos que esperar hasta que llegara el fin de semana ya que la mamá de Trunks estuvo ocupada con algún nuevo proyecto que lanzará su empresa próximamente. Y hoy es la fecha finalmente tan deseada y temida en partes iguales para mi novia.
Estamos frente a Corporation Capsule, a tan solo un toque de timbre para entrar y hacer los exámenes, toque que Yuzuki no se a atrevido a dar desde que llegamos.
—¿Lista? —Le pregunto a Yuzuki ya quien está absorta mirando a un punto inexistente, inexpresiva; lleva unos considerables segundos así, como si tuviese miedo de entrar.
Y no la puedo culpar: pese a que externamente parezca fácil, en realidad sé que le es difícil empezar aceptar que no es completamente humana como siempre creyó, como se crió desde la infancia, como todos le aseguraron al inicio. Esto un gran paso para ella.
—Eso creo... —susurra y no me hace falta que diga algo más para saber que está insegura con esto, así que termino por tomarla de la mano y darle un pequeño apretón, en una señal silenciosa de apoyo. Ella al fin alza su mirada grisácea y me dedica una pequeña sonrisa, luciendo un poco más tranquila, lo que me alivia en sobremanera—. Por cierto, ¿con quién va a comparar las muestras Bulma?
—Conmigo —respondo y ella arquea una ceja, gesto que interpreto como dudoso—. Podemos pedirle también al señor Vegeta si quieres, para que te estés más segura —sugiero.
—¿Y el señor Gokú? —Indaga ladeando levemente la cabeza, a lo que sonrío.
Nunca aceptaría, aún si fuera por ayudarla a saber sobre su genética; le ha cogido cariño indudablemente, pero ni siquiera tratándose de mí, Goten o mi mamá, lo haría. Le tiene un miedo irracional a todo lo que contenga agujas.
—No cuentes con mi papá —contesto con simpleza, a lo que ella me observa inquisitiva. Cierto, no sabe sobre prácticamente la fobia que tiene mi progenitor—; él le teme a las agujas —aclaro.
—¿En serio le tiene miedo? —Cuestiona entre sorprendida e incrédula, así que siento con la cabeza para afirmar su duda—. Wow, y pensar que es el más fuerte... —divaga pensativa, dirigiendo su vista hacia el piso.
La entiendo, yo también me impresioné cuando vi la reacción de mi papá y descubrí su miedo.
—Todos tenemos debilidades, Yuzu, nadie es completamente temerario en esta vida —exclamo con sinceridad, aunque mi novia parece querer replicar casi al instante—. Tú le tienes pavor a los truenos y relámpagos además —jugueteo ya que sé que le da vergüenza que le mencione eso. La veo sonrojar y erizar de inmediato.
—¡Cállate! —Se queja al tanto que me empuja, desbalanceándome un poco ya que mi ki lo poseo al mínimo; eso y porque ella se ha mantenido entrenando en este tiempo, por lo que su fuerza aumentó considerablemente. No puedo evitar reír levemente ante su reacción, haciéndola ruborizar más.
Me gusta hacerla avergonzar, sus reacciones realmente son lindas.
—Hagámoslo de una vez, Yuzu —pido cuando controlo mi risa y coloco una actitud más seria, tomándola de la mano de nueva cuenta. La veo mordisquear suavemente su labio inferior, indecisa momentáneamente, pero después frunce su ceño (como tomando valor) y asiente.
—Bien.
Yo soy el que termina por tocar el timbre y conseguir la autorización del sistema para entrar, así que nos encaminamos por todos los pasillos que hay en este gran lugar hasta llegar al objetivo de hoy —guiándome por el ki que posee Bulma, por supuesto—. No tardamos mucho en llegar, pero lo que me sorprende es ver en la puerta, recargado, a la persona que menos me esperaba toparme de frente hoy, y más porque sé cómo es; eso y porque prefiere el entrenamiento ante todo (aunque a cambiado con su familia, no lo puedo negar).
—¿Señor Vegeta...? —Susurro desconcertado.
—Tch, espero que no me hayan sacado la muestra de sangre en vano o ya verán, insectos —amenaza serio al tanto que se separa de la puerta, echándose a caminar a dirección contraria, desapareciendo de nuestra vista unos segundos después.
—¿Él...? —Murmura Yuzuki a medias cuando sale de su impresión, igual de confusa que yo. Aunque sé a lo que se refiere sin la necesidad de que complete la oración.
—Eso parece —respondo aún estupefacto. Realmente no me esperaba algo así del señor Vegeta; ¿quizás muy internamente le agrada el hecho de que exista la posibilidad de una saiyajin? Sacudo mi cabeza para dejar de divagar, enfocándome—. Permiso —aviso y abro la puerta, dejando a la vista uno de los tantos laboratorios que tiene la dueña de esta empresa—. Buenas tardes, Bulma —saludo sonriente al verla de espaldas en su escritorio (está frente a una computadora), con Yuzuki yendo detrás mío con cierta timidez.
Esto me recuerda a la primera vez que la traje.
—Buenas tardes —dice cordialmente mi novia, por fin poniéndose a la par mía, sin soltar nuestro agarre.
La diferencia de aquella vez con esta es que ahora es más nerviosismo que timidez lo que posee mi compañera.
—Hola, chicos —exclama más casual la científica, tal y como su actitud, y dirige su vista hacia la más pequeña entre nosotros—. Así que al fin te decidiste, ¿eh? —Pregunta más divertida que nada, quitándose unos lentes de descanso.
—Perdón por negarme al inicio —se disculpa cabizbaja la ojigrisácea, avergonzada, y siento su agarre tensarse.
—No te preocupes, entiendo que sea difícil de asimilar el que no seas humana como siempre pensaste —comenta cariñosa la mayor, sonriendo con cierta ternura. Yuzuki tiene un no sé qué que genera esa reacción muchas veces; es un poco gracioso ya que ella antes se jactaba de ser "terror, muerte y destrucción". Sí que a cambiado en estos años. Veo a Bulma tomar un pequeño estuche y de allí saca unas jeringas, las que me supongo que utilizará para tomar nuestra sangre—. Solo te voy a sacar un poco de sangre —se dirige hacia la Inoue.
—¿No vas a necesitar otras muestras? Tengo entendido que también te piden hasta cabello y saliva, o algo así —indaga confusa mi pareja, sentándose en donde le señala con la mano la peliazul.
—Estás hablando con una genio, cariño —se halaga a sí misma, sacándonos una sonrisa—. Con tu sangre basta —dice al tanto que la hace doblarse hasta arriba del codo la manga de la sudadera gris que trae, para tener acceso, y después le desinfecta la área—. No hagas fuerza en el brazo, mantente relajada, solo voy a tomar un poco, así que será rápido —comenta y Yuzuki afirma mientras intenta seguir los consejos que le dio, a lo que Bulma entierra la aguja cuando halla la vena finalmente—. Bingo.
—¿El señor Vegeta dio también muestras? —Indago para resolver mi duda mientras veo a las muecas que pone Yuzu, sacándome un leve escalofrío. Se ve que duele.
—Así es, vino hace un rato —responde centrada en su labor, pero después saca la jeringa con la sangre—. Ya está, Yuzuki —le avisa y la más baja asiente solamente—. ¿Cómo le hicieron para convencer al necio de Vegeta, chicos? Inclusive a mí me cuesta mucho sacarlo de la máquina de la gravedad.
—No hicimos nada —contesta la de cabellos negros, tocándose su brazo y acariciándolo un poco, aún con una mueca pequeña de dolor.
—¿Eh?
—No se lo pedimos, Bulma —aclaro yo esta vez—. De hecho, pensé que lo habías obligado tú —confieso con sinceridad y Yuzuki asiente con la cabeza otra vez, dando a entender que supuso lo mismo.
¿Entonces sí lo hizo por voluntad propia el señor Vegeta?
—Vaya... —susurra pensativa la científica, colocando la jeringa en su escritorio y tomando una nueva, la que sé que va a utilizar conmigo, y me hace la seña para que yo también me doble la manga de mi playera y me siente al lado de Yuzu, así que obedezco—. Eso significa que le alegra saber que hay posibilidades de que su raza no se pierda.
Me lo imaginé.
—Pero ni siquiera sabemos si soy saiyajin... —rezonga la que aún va en preparatoria.
—Pronto lo confirmaremos —exclama Bulma guiñando el ojo derecho, poniéndose delante mío—. ¿Estás listo, Gohan?
—Sí —confirmo pasando un poco de saliva.
Sé que he pasado por peores cosas, pero, por la impresión que me dio Yuzuki, se ve que duele un poco. La adulta comienza a buscarme la vena hasta que la halla, así que atraviesa mi piel con la aguja al tanto que intento enfocarme solo en mi novia (quien me observa con una sonrisa de disculpa), tratando de ignorar la pequeña molestia que siento en mi brazo. Bulma no tarda mucho en terminar y alejarse a colocar la nueva muestra en su escritorio, solo dejándome esa rara sensación en mi brazo.
Regreso a ver a mi pareja, percatándome de que quiere preguntar algo, pero su timidez no le deja de momento.
—¿Para cuándo crees que puedas tener listos los análisis, Bulma? —Me animo a hacerlo yo en lugar de Yuzu, sabiendo que esa es su duda.
—Dentro de alrededor de dos días tendré los resultados, chicos —responde la ojiazul, dándose la vuelta hacia nuestra dirección—. Después de ese día, pueden pasarse cuando quieran, o puedo enviarles los resultados por correo o foto, como les sea más conveniente —nos da a elegir con una sonrisa.
—¿En solo dos días? Pero si las clínicas tardan una semana —balbucea mi novia en cambio, sorprendida.
—Te dije que soy una genio —exclama juguetona, haciéndonos reír de nueva cuenta.
Ahora solo hace falta esperar un par de días para que se afirmen o descarten las dudas.
▶▫▪♡▪▫◀
Después de ir a Corporation Capsule, terminamos por regresar al apartamento para aprovechar lo que queda del día para que Yuzuki estudie como habíamos acordado, aunque antes nos decantamos por hacer de comer ya que no dio hambre en el camino, así que después de haber culminado de llenarnos y lavar los trastes, comenzamos verdaderamente con la sección de estudio.
—¿Estás lista para empezar? —Pregunto mientras abro la página en donde va de su libro de Química, materia donde más dificultades suele tener, así que en esa planeo profundizar más.
—Sí, solo que... —titubea un poco, jugueteando con el sobrante de su sudadera, lo que me extraña. ¿Me va a volver a poner excusas otra vez?
—¿Solo que...? —La incentivo para que continúe.
—¿Crees que lo logre? —Pregunta y me preparo contradecirla casi de inmediato tras darme cuenta a lo que se refiere, pero me hace el amago de que la deje continuar—. Es decir, estoy segura que muchos que van a aplicar el examen ya tienen nociones o han creado videojuegos a estas alturas, yo solo sé lo básico, nunca he intentado siquiera aprender verdaderamente a programar hasta ahora...
—Eres bastante inteligente, Yuzu, sin contar que aprendes rápido —comienzo a decir, ordenando mis ideas para proseguir—. No sé mucho de esas cosas sinceramente, pero sí sé que no debes ser tan pesimista sin siquiera haberlo intentando —regaño y ella solo baja la cabeza mientras suspira—. Además, falta para que te hagan la prueba de admisión, tienes tiempo para ir practicando eso de la programación de un videojuego —la animo sonriéndole pese a que no me está viendo directamente. Si no estuviera la mesa de por medio, le hubiera sacudido su cabello, pero desgraciadamente no puedo.
—Pero no es fácil... —replica Yuzuki, desviando la mirada hacia su costado izquierdo.
—Nada es fácil, Yuzu, pero si realmente quieres estudiar eso, debes de hacer el intento —comento. Entiendo lo que siente, después de todo, yo ya pasé por eso de diferente manera: al inicio tenía temor (y lo sigo teniendo un poco) porque sé que tengo el problema de ser disocial, y un maestro no debe ser de esa forma ya que constantemente está socializando, pero estoy consciente de que debo esforzarme para dejar de lado mi dificultad para relacionarme con la gente extraña—. Has jugado muchos videojuegos, puedes tomarlos como referencia —continúo y logro que me vea, aunque me observa aún dudosa—. Y solo es práctica, cuando ingreses a la universidad te van a enseñar verdaderamente lo que es programación, no hay problema con eso.
—Me tienes mucha fe... —murmura un poco recelosa.
—Por algo será, ¿no? —Jugueteo con una sonrisa, haciéndola ruborizar levemente—. Yuzu, ya te lo dije, eres buena aprendiendo, pero debes dejar de lado esa apatía que tienes por el estudio —sugiero. Sé que eso siempre ha sido una de sus debilidades, desde que le ayudé con Química, cuando ella estaba en primer año, lo supe, y no es algo tan difícil de sobrellevar, solo es cuestión de incentivarla para que no se enfade tan rápido del estudio—. Confío en ti —exclamo con total sinceridad, mirándola a sus ojos grisáceos para demostrarlo. La notó titubear un poco, pero termina cerrando sus párpados y suspirando antes de abrirlos y alzar su cabeza.
—Está bien, lo voy intentar —se rinde con una pequeña sonrisa, rascándose un brazo con un poco de timidez. De momento pienso que ya todo está bien, que vamos a continuar (o mejor dicho: iniciar) con el estudio, pero...—. ¿Y si jugamos para que...?
—Yuzuki... —reprocho mirándola con los ojos entrecerrados.
—Sí, sí, ya entendí —susurra cruzándose de brazos de manera infantil—. Empieza de una vez —refunfuña y me hace reír quedamente su gesto.
Realmente me gustan sus expresiones.
—Vamos a estudiar hasta las siete —aviso y noto que se sorprende (ya que el horario en que quedamos era hasta las ocho de la noche), supongo que pensando que logró convencerme aunque sea un poco—, pero no vamos a jugar después, vas intentar crear tus ideas para algún videojuego o lo que sea que se haga en la programación —me apresuro a aclarar.
—¿Me vas a ayudar? —Pregunta por lo bajo, luciendo más impactada por mis palabras; cosa que me alegra porque de momento pensé que iba a desanimarse o a reclamarme.
—Sabes que sí —aseguro sonriéndole con ternura, estirándome para sacudirle su cabello con cariño, como ya es costumbre—. Casi no sé de eso, pero...
—No te preocupes, con que me acompañes está bien —asegura alzando sus comisuras, mostrándome una sonrisa que no suele enseñar muy seguido: conmovida, alegre y sincera al mismo tiempo.
—¿Lista entonces? —Indago tomando el libro entre mis manos.
—Sí, empieza de una vez, saltamontes —pide con su ceño fruncido y asintiendo con la cabeza rápidamente, demostrando así su disposición, sacándome otra sonrisa.
En verdad la amo.
━━━━❰・🍚・❱━━━━
-Lindassj1
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro