|Lo que es interesante para algunos, atormenta a otros|

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Por alguna extraña razón, hoy me he estado sintiendo... ¿observada? No lo sé, así lo siento. Desde que salí de casa tengo la sensación de que la gente me voltea a ver y cuchichean de mí, y la verdad es que no tengo ni la remota idea si son delirios míos gracias a que tengo que exponer en la clase de Química o es cierto, ugh.
Sin más, me limito a subirle el volumen a la música que escucho a través de los audífonos e ignorar a todos los de mi alrededor, o al menos eso intento.

No me gusta ser el centro de atención, lo detesto cuando solo soy Yuzuki; irónicamente, mi alter ego lo adora.

En una parada para cruzar la calle, un niño de primaria que trae un juguete del Gran Saiyaman en manos me mira demasiado, incomodándome de inmediato, y empieza a tironear de la mano de la que, supongo, es su madre mientras me señala y le dice algo, pero que no oigo gracias a mi música. La señora solo me ve y le comenta algo a su hijo y estoy tentada a quitarme los audífonos para saber qué demonios, pero justo en ese momento el semáforo se torna verde y da el paso, por lo que me echo a caminar y volver a hacer como si nadie existiera a mi alrededor.
Eso fue raro, muy raro, ¿qué diantres quería ese niño? Ni que fuera famosa o algo.

Quizás me confundió con alguien.

La cosa se torna más incómoda para mí cuando llego a la escuela ya que siento que me señalan y hablan de mí, e incluso un grupito de chicas me miran con... ¿odio?, lo puedo notar directamente ahora sí, o quizás sigan siendo paranoias mías, no sé.
En estos momentos detesto no traer una sudadera para ponerme la capucha y pasar por desapercibida, joder, maldito uniforme escolar. Así que solo apuro el paso hasta llegar a los salones de tercer año, agradeciéndole a cualquier deidad de arriba ya que el salón está vacío; porque sí, hoy, sorprendentemente, me levanté temprano por voluntad propia.

Eso solo pasa cada mil años, lectores míos.

Cuando me siento en mi lugar, me dedico a sacar mis cosas para acomodarlas y a dar un repaso para la jodida exposición que daré después del receso. Ganas de hacerme la enferma y saltarme esa hora no me faltan, pero sé que ya no me puedo dar esos lujos como en primer año porque este es mi último ciclo escolar y necesito sacar un promedio alto para entrar a alguna universidad.
Me centro demasiado en mis apuntes que no noto cuando una de mis dos amigas —la pervertida— hace acto de presencia en el aula.

—Aquí te quería agarrar, in-fi-el —silabea lo último Kimi al tanto que me abraza del cuello, sacándole una queja por lo bajo ante ese gesto.

Esperen, ¿oí bien?

—¿Cómo me llamaste? —Gruño molesta mientras me zafo de su agarre, mirándola inquisitiva.

—Ay, por favor, no te hagas —replica al tanto que se cruza de brazos y me ve de forma acusadora, pero al notar que no la entiendo en lo absoluto, deshace esa postura—. Espera, ¿aún no lo sabes?

—¿Saber qué? —Pregunto extrañada. ¿Será alguna nueva publicación de una prensa amarillista o algo así? La verdad es que ayer estuve desatendida de todo, no chequé los noticieros o blogs; estuve estudiando para los exámenes que se aproximan.

Qué desgracia.

—Mira —comenta al tanto que rebusca en su mochila hasta dar con su celular, el cual desbloquea y me lo tiende.

Confusa, lo tomo y me atraganto casi al instante al leer que al inicio de la página, en grande y de forma llamativa, dice "¿La novia del Gran Saiyaman?" y abajo aparece una foto donde el idiota de mi novio me sale cargando mientras yo intento cubrirme la cara, foto que, estoy segura, nos tomaron ayer por la tarde cuando hubo el intento de robo en la tienda donde estaba comprando. Ay, no, esto no puede estar pasando.
Comienzo a leer el artículo que subió uno de los blogs más conocidos que se dedican a publicar entrevistas o reportajes sobre nosotros, los súper héroes de esta ciudad.

«Sí, así como lo leen, queridos seguidores, nuestro amado héroe ha encontrado el amor después de todos estos años, pero, para desgracia de todos los que emparejaban al Gran Saiyaman y a la Chica Encapuchada, o inclusive con la mismísima Satán Videl, ha sido en una fémina desconocida por los medios y que aún cursa la preparatoria.
Testigos dijeron que el Gran Saiyaman apareció en escena mientras a esta estudiante la tenían de rehén, y que él reaccionó de manera agresiva al tanto que gritaba que soltara a su novia para después dejarlo inconsciente e irse de la escena con la chica en brazos.
Y descuiden, esto no es todo: el Gran Saiyaman se la llevó a un no muy concurrido callejón para después besarla. Si esto no es prueba suficiente e irrefutable para comprobar que entre ellos dos hay un romance, no sé qué más lo será.»

Por unos momentos me invaden las ganas de azotar el celular contra la pared al ver la foto que adjuntaron, foto en donde aparezco con Gohan, o mejor dicho: el Gran Saiyaman, besándonos. ¡Maldita sea, nos siguieron!

«Mis informantes me han asegurado de que esta chica estudia en la prestigiosa escuela Orange Star y que es de tercer año, la cual posee el nombre de Inoue Yuzuki respectivamente.
Hasta ahora no hemos podido contactar con ninguno de los dos para confirmar o desmentir esto, pero no hay duda, entre ellos dos hay algo y se nota. Pronto actualizaremos más información al respecto. Síganme para más noticias como esta, somos...».

Dejo de leer y aparto de mí el celular, dejándolo en la paleta de la butaca, inexpresiva y pálida seguramente.
Estoy dormida, esto solo es una pesadilla, sí, dentro de un rato despertaré y me burlaré por esto, así es. Esto no es real, por supuesto que no.

—Eres una tremenda, Yuzu-chan, no te basta con Gohan-senpai, también enamoraste al Gran Saiyaman —se burla Kimi con una sonrisa pícara, pero a mí no me hace gracia en lo absoluto.

Maldita sea, estoy metida en un gran lío.

Es decir, técnicamente estoy saliendo con el saltamontes también al igual que él sale con mi alter ego, y al mismo tiempo somos pareja en nuestras formas civiles —sí, lo sé, suena confuso explicado de esa manera—, ¡pero eso es porque somos las mismas personas, maldición! Aunque, claro, la gente no lo sabe y por eso lo tomaron de esta forma.
Joder, por estas cosas es que odio dar muestras de afecto en público; maldita sea, Gohan, debiste elegir precisamente ayer para ponerte protector conmigo.

—¡Yo no...! —Intento excusarme, pero no sé qué decir la verdad.

—¡Oigan, ya llegó Inoue-san! —Me interrumpe en un grito una chica de mi salón, llamado que va dirigido hacia a una bolita de compañeros que estaban fuera, llamando la atención de ellos y otros estudiantes que iban pasando.

Tierra, trágame.

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Todo el día de hoy se centró en acoso de los estudiantes para intentar sonsacarme información sobre mi relación con el Gran Saiyaman, miradas de odio de las fans del saltamontes, burlas de Kimi y golpes de Ritsu —les refresco la memoria: es la que mencioné en el anterior libro y que es la más aplicada entre las tres— hacia la pervertida para que dejara de molestarme. Porque sí, la noticia salió ayer en la noche y se regó por las redes sociales, así que técnicamente toda la ciudad sabe de esto para mi desgracia. Y como si no fuera poco, algunos bloggers y reporteros se hallaban fuera de la escuela, aguardando a cuando apareciera para echarse encima mío con preguntas.

Sí, no ha sido mi día.

Cuando logré zafarme de los idiotas esos y gritarles un par de cosas —que seguramente van a publicar, ugh—, lo primero que hice fue dirigirme hacia la universidad de Gohan para esperarlo. No me ha dicho nada en los mensajes que me mandó, así que me supongo que él tampoco está al tanto de toda esta situación.
En el transcurso algunas personas me regresaban a ver, reconociéndome seguramente. ¡Maldito blog del carajo, te odio!
Me hubiera ido volando, pero sé que ahora están al pendiente de mí, así que lo último que quiero es que suban otro artículo diciendo que hasta puedo volar y toda la cosa.

Ya suficiente tengo con ser la "infiel" de la escuela, agh.

Por mero acto reflejo, termino viendo un puesto de revistas donde venden periódicos, notando que hay varios de este último, los cuales tienen en la portada la noticia que ahora es viral. ¡¿Hasta en los periódicos está?! ¡Joder! ¡¿Es que los reporteros no tienen otra cosa de qué hablar?! ¡Hay cosas más importantes de las cuales comentar!

—¡Oigan, esa es la novia del Gran Saiyaman! —Oigo la voz de una chica que no conozco en lo absoluto y siento cómo la gente me regresa a ver de inmediato.

Ay, no.

Me echo a correr mientras un par de gente va tras mí, gritándome para que me detenga, pero claramente no lo hago, solo me limito a huir con una multitud persiguiéndome como si fuera una celebridad o algo.
Qué horror, con más razón nunca deseo ser alguien reconocida —aunque mi alter ego ya lo es, claro, pero ese es otro tema—.
Cuando noto que una chica se me quiere tirar encima para detenerme por fin, me veo en la necesidad de usar un poco de mi fuerza inhumana, acelerando. ¿Por qué me pasan estas cosas? Carajo.

Noto que ya estoy cerca de la universidad de Gohan, alegrándome ya que quizás pueda hacerme pasar por desapercibida, y me alegro mucho más cuando veo a mi novio saliendo de su escuela, así que aumento mi carrera y casi le brinco encima, buscando con desesperación esconderme tras él; es en estos momentos que agradezco ser un Oompa Loompa ya que así logro escudarme en su espalda sin dificultades.

—¿Yuzuki...? —Murmura estupefacto al verme en esta situación. Y no lo culpo.

—¡No preguntes, solo escóndeme! —Suplico aferrándome más a él, viendo de reojo cómo la multitud esa se aleja un poco, buscándome. Unos minutos después, desaparecen de mi vista, aliviándome de sobremanera; por fin puedo respirar tranquilamente.

—¿Ahora qué hiciste? —Me pregunta con cierto tono resignado, como si fuera algo normal el hecho de que me meta en problemas.

¡Oigan, en mi defensa: yo no soy problemática, los problemas me persiguen!

—A mí ni me veas, esto tu culpa —me quejo mientras dejo de esconderme, encarándolo con los brazos cruzados.

—Es a ti a quien persigue la gente —se defiende mientras me ve acusatorio, seguramente pensando que les hice una broma o les comenté algo que los hizo enojar y por eso me perseguían.

—Es culpa del Gran Saiyaman —rectifico.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —Su voz ahora es completamente confusa y yo solo me estoy estresando mucho más.

—Porque ahora todos creen que somos novios —bufo y Gohan solo alza una ceja.

—Pero si nosotros somos novios... —susurra extrañado.

—Sí, tú eres mi novio, el Gran Saiyaman no.

—Sea el Gran Saiyaman o no, eso no quita el hecho de que seas mi novia —comenta y yo solo resoplo y miro al cielo, como pidiendo paciencia.

—Pero eso la gente no lo sabe —contradigo.

—No te entiendo —confiesa finalmente y noto que está siendo sincero.

Cierto, que él tiene esa dificultad de entender el sarcasmo y cosas así.

Termino jalándolo a un lugar más privado, explicándole la situación mientras tanto. Ojalá y se le ocurra algo para que salgamos de esta, es decir, no quiero ser acosada, no nuevamente. Ya suficiente tuve en el pasado, cuando apenas venía iniciando como "heroína" y más de media ciudad se me volteó.
Cuando pienso que ya estando con Gohan todo va a estar bien, me doy cuenta que no, que mientras no solucione esta problemática, nada va a estar bien.

—¡Allí está! —Grita nuevamente alguien, interrumpiendo la charla que estaba teniendo con mi estúpido novio, y vuelvo a entrar en pánico. ¡¿Es que no se cansa esa gente?!

Y ahora toca huir... otra vez.

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-Lindassj1