Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14 |Timidez.

|Las vergüenzas compartidas son parte del encanto|

━━━━❰・🍚・❱━━━━

Empieza con pequeños, sutiles y dulces besos, a los cuales ya estoy más que acostumbrada después de estos casi dos años de relación. No puedo negar que me gusta que él sea así con sus muestras de cariño, me generan mucha tranquilidad y protección; maldito Gohan, me doblegó sin siquiera intentarlo realmente.
De momento se me olvida mi objetivo principal, estoy bastante centrada en todas las sensaciones reconfortantes que él me está brindando con ese simple contacto, pero, al momento de que yo estoy a punto de separarme ya que mi celular soltó el típico sonido de una notificación (seguramente un mensaje de alguna compañera de clase o alguna oferta ya que los avisos importantes los tengo registrados con otro ringtone), siento que Gohan ajusta levemente su agarre en mi cintura y hace que me acerque un poco más a su cuerpo, logrando que me sostenga más firmemente de sus hombros, movimiento que le hace sonreír entre el beso.

Bueno, sea quien sea que me haya solicitado, puede esperar.

No puedo evitar suspirar de forma entrecortada cuando el contacto se vuelve más... íntimo, por así denominarlo; aumentó un poco el movimiento simplemente. Son contadas las veces que nos hemos besado así. Aprieto mi agarre y al momento que el Son me estrecha aún más contra su anatomía —básicamente recortando totalmente los pocos centímetros que nos separaban—, haciendo que sienta su pecho contra el mío al tanto que una extraña (y casi desconocida) sensación se forme en mi vientre. De un instante a otro, Gohan deja de mover su boca y se queda estático, mas sin embargo, no pone distancias entre ambos, lo cual me desconcierta. Estoy a punto de preguntar qué chuchas pasa, pero no me da tiempo de nada ya que la lengua de mi novio se hace presente, la cual solo roza mi labio inferior de manera tímida, como pidiendo autorización de proceder de manera más... pasional.

Tiemblo un poco al tanto que aprieto mis párpados fuertemente, seguramente con mis mejillas todas sonrojadas y mi ceño fruncido, pero trato de controlarme y no mostrar debilidad, así que no me opongo, es más, abro mis labios para darle total libertad de seguir. Y vaya que él no tarda nada en aprovechar mi chance: adentra su lengua torpemente hasta encontrar la mía, simplemente buscando un poco de contacto.
Creo que ya he mencionando un par de veces que casi no solemos hacer esto, por lo que ninguno tiene verdadera experiencia y solo actuamos más por instinto que otra cosa, ¿cierto? Así que no es raro que Gohan busque separarse después de ese roce. Al notar esto, por impulso no lo dejo ir, sino que me aferro más a sus hombros y soy yo quien toma la iniciativa de volver a rozar mi lengua contra la suya, sacándole un estremecimiento que me hace reír internamente.

De vez en cuando me gusta invertir los papeles y hacerlo avergonzar.

Mi burla interior acaba al momento que percibo cómo Gohan toma más decidido mi cintura con la izquierda y la derecha la sube hasta llegar hasta mi nuca, enterrando sus dedos entre mis cabellera, que traigo suelta, y empujándome contra él para tomar las riendas del beso al tanto que un escalofrío se apodera de mí al sentir cómo recorre mi espalda con su mano. Su lengua comienza a ser más persistente, tallándose más seguidamente contra la que yo poseo; es raro, en sí ni siquiera sé cómo (y seguramente él tampoco) es esto, solo le sigo la corriente ya que se siente extrañamente... bien. Al terminar el beso, no puedo disimular el suspiro entrecortado que sale de mis labios gracias a todas estas nuevas sensaciones en mi sistema, y más por ese curioso sentir en mi vientre. En un intento de retomar los anteriores movimientos, me siento más adecuadamente en su regazo, pero en verdad no me espero sentir algo inusual y duro debajo de mí, más precisamente en mi entrepierna. Y no tardo mucho en saber qué es, sobre todo con el rostro que coloca el saltamontes.

Ayuda, creo que olvidé cómo respirar.

—¡Pe-perdón...!—Balbucea bastante abochornado Gohan mientras desvía su rostro a otro lado, tratando de ocultarse de esa manera tan... tonta. Y hace el amago de querer bajarme y huir, pero solo queda en eso, en un amago.

Yo solo me quedo quieta, aún sintiendo debajo mío esa parte tan desconocida para mí. En todo el tiempo que llevamos de relación, al de cabellos negros nunca le pasó esto pese a que en varias ocasiones me he puesto encima suyo (aunque nunca con una intención pervertida), y si le llegó a suceder en mi presencia, vaya que lo supo disimular bastante bien.
Trago saliva, aún debatiéndome en qué hacer; sí, es cierto que yo insistí y de antemano debía de estar mentalizada para cuando ocurriera esto, pero es diferente imaginar la situación a estar viviéndola directamente. Muy diferente.
Sacando valor de quién sabe dónde, tomo del mentón a Gohan para que me mire, lo cual hace de manera dócil; sus pómulos están bastante rojizos y su mirada grita timidez a todo lo que da. Por un momento me hace recordar la actitud que él poseía en el momento que nos conocimos hace casi tres años, cuando él era bastante disocial y yo asocial.

Cuánto hemos cambiado los dos, ¿eh?

—¿Seguimos? —Indago tratando de aparentar normalidad, aunque me estoy muriendo de vergüenza por dentro.

—¿Segura que quieres...? —Murmura aún sin atreverse a verme a los ojos.

—No estaría preguntándote si no quisiera, ¿sabes, saltamontes? —Me burlo para aligerar la tensión entre los dos, cosa que funciona ya que Gohan sonríe y se anima a mirarme finalmente.

—De acuerdo —se rinde mordiéndose sutilmente el interior de su labio inferior, mostrándose un poco inseguro aún—. Solo dime el momento en que quieras parar, Yuzu —pide con un toque de seriedad que me hace sentir más segura.

—Vale —accedo tranquilamente, alzando un tanto mis comisuras sin poder evitarlo.

Aún no me creo lo que está pasando.

Sin más, noto que Gohan es el que me toma de mi mejilla izquierda, mirándome fijamente unos instantes, como asegurándose de que estoy siendo totalmente sincera. Al comprobar la certeza de mis palabras, termina por unir de nueva cuenta nuestros labios de manera menos tímida, haciendo que le corresponda casi al instante. Trato de no moverme mucho para no apoyarme más de la cuenta con la parte en la que estoy sentada, aún así, mi esfuerzo es en vano ya que dicho lugar está rozándome constantemente, consiguiendo que tenga que tratar de mantener el mayor autocontrol posible en mi cuerpo; no quiero soltar ningún sonido vergonzoso ni estar temblando cada cinco segundos por las sensaciones que me causa tener algo ajeno en mi parte baja. Se siente bien, más de lo que me hubiera imaginado.

Vaya, creo que ya medio entiendo un poco las pláticas de mis compañeras sobre las cosas que hacían con sus parejas...

En los últimos momentos del beso, el Son introduce su lengua sin previo aviso, logrando que, por la sorpresa, me eche un poco hacia atrás. Grave error: termino completamente sentada sobre aquella parte animada de él. Suelto un jadeo tanto por lo inesperado de la situación y por la sensación que se volvió un poco más intensa por el roce, y Gohan suspira entre el beso mientras su cuerpo se estremece; supongo que le gustó. Oh, si es así...
Para calar, me inclino un poco hacia él y paso mis manos por su cuello, colocando la diestra entre su cabello azabache, obteniendo que vuelva a recargar y rozarme contra su entrepierna, y el idiota de mi novio vuelve a exhalar aire al tiempo que tiembla. ¡Ajá, punto para Yuzuki!
Ya habiendo encontrado la manera para conseguir esas reacciones de su persona, continúo moviéndome de manera torpe y poco uniforme sobre su excitación.

No sé con exactitud eso de la seducción y cosas de esa índole, pero si a Gohan parece agradarle lo que hago..., con eso basta, ¿no?

De un momento a otro, el saltamontes separa un poco su rostro del mío, cortando el beso, pero solo para esconderse en el hueco de mi cuello y hombro al instante que sus manos se colocan en mi cintura de nueva cuenta, aprentándome sutilmente. Y eso me extraña; ¿acaso...? Mi intento de cuestionamiento interno se acaba de golpe cuando percibo su respiración ya un tanto agitada chocar contra mi piel; supongo que eso contesta mis divagaciones sobre si le gustaba o no lo que hacía.

—Yuzu... —susurra mi nombre e inevitablemente me hace temblar por la forma en que lo dijo. Se oyó..., no sé cómo describirlo, ¿varonil tal vez? Es lo único que se me ocurre. Dejo de inhalar aire por un segundo cuando siento un casto beso en mi cuello, y supongo por un instante que se va a aventurar a seguir (nunca hemos llegado a ese nivel), pero, para mi desgracia, simplemente se aparta para mirarme a los ojos—. ¿En verdad quieres que sigamos? —Y allí está, esa maldita voz que desconocía totalmente de él y que en verdad está haciendo mella en mi sistema.

No sabía a que la voz de un chico podía ser tan..., tan... así. Wow.

—S-sí... —balbuceo un tanto débil mientras bajo la mirada y siento mis mejillas sonrosadas, odiándome al instante por eso. ¡Yo no soy así, incluso mi idea original era contestarle con una burla o ironía! Maldita sea esa voz, realmente me está poniendo nerviosa.

Presencio cómo ríe entre dientes al tanto que su pecho y hombros se mueven un poco, estremeciéndome otra vez ya que utilizó esa voz tan..., Dios, sigo sin saber describirla; de hecho, me pregunto si lo está haciendo de forma inconsciente o realmente sabe que su timbre cambió de esa manera.
Mis divagaciones acaban súbitamente al momento que me sostiene firmemente de mi cintura, me alza como si de nuestro gato Ryu se tratara (sin ningún esfuerzo en otras palabras) y me deposita delicadamente en el sofá, recostándome y posicionándose arriba de mí después. Trago saliva al contemplar su pecho cubierto por aquella playera de manga larga y color azul fuerte, descendiendo hasta ver algo sobresaliente en su entrepierna, por lo que me obligo a mirarlo al rostro, seguramente con mi cara toda abochornada.

Me va a dar algo, maldición.

Su presencia, por primera después de mucho tiempo, me parece imponente. Digo, generalmente él se muestra con la actitud de un niño desatendido de todo el mal que existe en el mundo, poseyendo aquella sonrisa tan afable y sus ojos azabaches muy expresivos, pocas son las veces que me ha intimidado de alguna manera; y no me refiero a que su persona me haya dado miedo en el pasado o algo similar —todo lo contrario, es un rollito de canela—, sino que son contadas las veces que él se muestra muy serio o amenazador, y estas características solo salen a relucir cuando algún ser querido de él está en peligro o detecta alguna anomalia en el día a día. Lo que quiero decir es que parece... ¿varonil? O no sé, se me da pésimo describir cosas que casi nunca visualizo. Dejémoslo en que parece bastante atractivo.
Todo mi monólogo interior se interrumpe cuando Gohan se inclina hacia mí y su rostro se oculta en mi cuello tal y como hace un par de minutos atrás, recibiendo de su parte un casto beso en esa área que me saca un efímero escalofrío; eso parece hacerle un poco de gracia ya que ríe levemente.

Sus gestos comienzan a tornarse mas constantes, aunque no dejan de ser pequeños besos esparcidos de manera torpe gracias a las inexperiencia. Yo solo aprieto los labios y me mantengo inmóvil, tratando de acallar mis pequeñas risas ya que sus movimientos me causan cosquillas, aunque seguramente el temblor de mi torso y mi respiración me delataron ya que Gohan también suelta una corta risa. Y eso me relaja considerablemente, la sonrisa que está pintada en mi rostro lo demuestra.
Mientras él sigue con lo suyo, yo simplemente elevo mi manos y las cuelo en su melena oscura, jugueteando sutilmente con su cabello ya que sé que le agrada, y sí, su cuerpo deja de estar tenso, lo que me enorgulloce.

Y aquí es donde recuerdo un pequeño, pero importante detalle que pasé por desapercibido desde el inicio.

—Gohan... —le llamo un poco nerviosa, bajando mi zurda para posarla en su hombro y terminar de captar su atención.

—¿Qué pasa? ¿Te lastimé? —Pregunta con voz preocupada, deteniendo sus caricias para levantarse con ayuda de sus brazos, observando mis gestos faciales.

—No, no es eso, es solo que... —inhalo un poco de aire, preparándome internamente para hacer saber en voz alta mi duda—: ¿t-tienes condones?

Porque sí, desde el principio fui lo suficientemente idiota como para lanzarme e iniciar todo esto sin siquiera cerciorarme de aquello.
Gracias, pero aún no quiero minis yo o minis Gohan rondando por aquí y dando lata; apenas y puedo conmigo misma. Y claramente no le quiero dar el gusto a Vegeta, je.

—Ehh..., creo que sí, me dieron una tira cuando fui al médico —contesta un tanto pensativo al tanto que el rubor en sus mejillas se acentúa más—. ¿Voy por ellos? —Indaga tímidamente. Yo solo me limito a asentir con mi cabeza—. No tardo —murmura y siento que me da un casto beso en los labios antes de levantarse e ir hacia la habitación; supongo que por allí los debe tener, o no sé, nunca he revisado sus cosas pese a que he tenido más de una oportunidad.

Me incorporo y siento adecuadamente en el sofá, tratando de regular mi respiración y desaparecer mi evidente sonrojo; y también terminar de mentalizarme para lo que va a suceder, por supuesto. Por cosas como esta es que odio mis impulsos.
Muerdo el interior de mi mejilla izquierda, pensativa. ¿Dolerá mucho? ¿O se sentirá tan bien como dicen? ¿Sangraré? ¿Y si a Gohan no le agrada mi cuerpo? No tengo mucho pecho y..., agh. Maldita sea, debo de dejar de darle tantas vueltas a esto, yo lo incentivé, ¿no? Sería estúpido y cobarde de mi parte si empiezo con mis temores y arruino todo esto.

—Al rato seguramente querré golpear mi cabeza contra una pared —susurro tan bajo que casi no logro escucharme, mirando mis manos de manera abstraída mientras siento que el nerviosismo se apodera cada vez más de mí.

¿Por qué demonios fui yo quien incentivó esto? Agh, ya me estoy arrepintiendo.

━━━━❰・🍚・❱━━━━


-Lindassj1

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro