|A veces se necesita ayuda de los demás|

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Son las siete de la mañana y yo ya estoy despierta, lo cual es sumamente raro ya que no tiendo a levantarme por voluntad propia a estas horas de la madrugada si no es por la maldita escuela, y eso que hoy es domingo.
Sí, ni yo me la creo, esos milagros ni en la Rosa de Guadalupe pasan, pero el hambre me pudo más, así que aquí estoy, en la pequeña sala de este apartamento con varios sándwiches, una sopa ramen instantánea —alta pereza hacer una casera, no me culpen— y un café cargado en la mesa.

Me estoy muriendo de sueño, pero la comida es primero, así es.

Gohan aún sigue dormido en la habitación, y no lo culpo, nos acostamos bien tarde, como a las tres de la mañana, aunque ocupamos ese desvelo haciendo cosas diferentes: él terminando la tarea de su universidad y yo jugando videojuegos, acompañándolo silenciosamente.
Porque sí; si en la preparatoria el saltamontes ya era aplicado, en la universidad lo está siendo mucho más. Bien pudo haber hecho cierta parte ayer y terminarla hoy, pero no, el arroz hervido quiso terminarla sí o sí anoche.

Aunque, bueno, me dijo que lo hizo así ya que quería que la pasáramos juntos hoy, así que...

—Buenos días, Yuzu —su voz me saca de mis pensamientos, haciéndome alzar la mirada de mi sándwich para verlo.

A pesar de que se nota que se lavó la cara, aún parece adormilado, cosa que le da un aspecto de un niño recién levantándose; tierno muy a mi pesar. Gohan se acerca, me revuelve un poco mi cabello ya de por sí despeinado y se sienta a mi lado, tomando un sándwich y comiéndolo de manera automática. Me quejaría, pero hice de más para él desde el inicio, así que no digo nada y solo me limito a pegarme contra su cuerpo cálido, buscando su calor; hace frío y este idiota posee la temperatura alta, no me culpen.

—Pensé que te levantarías hasta dentro de un par de horas —comento tomando de mi café, mirándolo.

—Noté que ya no estabas en la cama, así que supuse que estarías comiendo —responde bostezando, dándome una sonrisa un poco cansada.

Diría que me sorprende que me conozca, pero a estas alturas ya sabe mucho de mis hábitos, así que no hay nada de novedoso.

—Y no te equivocaste —acredito divertida, siguiendo comiendo.

Ah, por cierto: no, no vivimos juntos, no se hagan ilusiones.

Han pasado muchas cosas desde lo último que leyeron en el libro anterior, pero no hemos llegado a ese grado... aún, sumándole el hecho de que todavía soy menor de edad —aunque solo faltan unos meses para que cumpla la mayoría—, pero digamos que mis padres tuvieron que salir a un viaje por el trabajo de mi papá y, como no podía ir con ellos y no tengo familia cercana con quienes quedarme, mi tutor legal me dejó al cuidado de mi novio este fin de semana —con unas cuantas advertencias de por medio, por supuesto—, por lo que estoy de invitada en su apartamento por estos días.

Y sí, Gohan y mi padre ya se llevan bien, bastante bien que hasta miedo da.

Reitero: han pasado muchas cosas, mis queridos lectores.
Pese a que mi papá, al inicio, no le agradaba del todo el hecho de que el Son fuese mi novio, con el tiempo aceptó la relación, pero se seguía mostrando receloso ante la presencia del idiota de mi pareja. Gohan no se iba a quedar quieto hasta que demostrara que era "digno de mí", claro, por lo que intentó abordar a mi tutor con cosas en común como el estudio. Y vaya que le funcionó ya que mi papá es un aficionado en eso; ambos son unos eruditos de primera.
Y sí, así pasaron de ser el suegro que odia al novio por robarse a su "niña" al suegro que adora al novio y parece más su pareja que su propia novia.

A veces creo que Gohan es su hijo perdido o algo así, no sé.

—¿Y si vamos a dormir otra vez, Yuzu? —Indaga mi compañero bostezando de nueva cuenta, pasándose su antebrazo por sus ojos.

—Es la mejor propuesta que me has hecho, saltamontes —aseguro y Gohan solo ríe al oírme, levantándose.

Ya limpiaré más al rato, ahora voy a dormir y usaré de almohada a Gohan. Buenas noches..., ¿o era días?

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Un par de horas y unos cuantos cafés después, estamos aquí, en el comedor de nueva cuenta. Acabamos de almorzar... o comer mejor dicho; son las tres de la tarde.
Al inicio planeamos salir a algún lado y perder el tiempo, inclusive ir a la casa de los Son a visitar a su familia, pero la pereza nos ganó a ambos —a mí sobre todo— y Gohan parece que no puede vivir ni un día sin estudiar, por lo que al final nos terminamos quedando en el apartamento.
Así que yo estoy vageando en las redes sociales y él está dando un repaso a sus cosas.

Se supone que yo también debería estar estudiando para los exámenes finales que se aproximan, pero meh. Será lo que Dios diga, amén.

—¿Aún no has decidido qué carrera vas a tomar? —Me pregunta curioso, alzando la vista de su libro nerd que tiene en manos

—Ehh, creo que tomaré un año sabánico... —contesto encogiéndome de hombros, tratando de que no le tome demasiada relevancia al tema y lo deje por la paz.

Sí, que se note que no sé ni qué demonios con mi futuro.

En mi defensa, ¿quién demonios creó la regla de que antes de los dieciocho tengamos que decidir cosas que definirán toda nuestra vida? ¡Es completamente injusto! Apenas vamos saliendo de la adolescencia y ya quieren que pensemos —o al menos que lo intentemos— como adultos, que ya tengamos más responsabilidades, que nos volvamos independientes, que emigremos a otros lados para buscar nuestros sueños y así. No se vale, carajo.

¡No quiero crecer, maldición!..., o bueno, si a Dios le diera una ataque de amabilidad y me añadiera un par de centímetros de altura y un poco más de pecho, no me enojo, eh.

—Es sabático —me corrige con una sonrisita divertida.

—Ah, eso. El caso es que tú me entiendes —me quejo y siento cómo repentinamente me da un casto beso en la mejilla, logrando encender estas—. ¡Oye! —Gruño y lo empujo, sacándole una risa.

A pesar de que siempre que hace esos gestos me muestro entre avergonzada y enojada, en realidad... me gustan.

—¿Tu padre dejará que no estudies por un año? —Indaga.

Y he ahí el dilema.

—Ehh...

—Me lo supuse —susurra suspirando y acomodándose el mechón de cabello que le cae en su frente—. ¿En serio no has pensado qué deseas estudiar?

—No todos tenemos elegido desde niños qué vamos a ser de adultos, ¿sabes? —Reprocho y él solo me observa un poco curioso antes de cerrar de lleno su libro.

—Pero se debería —ruedo los ojos al oírlo. Creo que es más que obvio que los gustos e intereses cambian mientras uno crece—. ¿Hay algo que te llame la atención siquiera?

—¿Veterinaria? —Digo con una mueca, no completamente segura de mis palabras; lo dije más que nada por mi afición por los gatos, pero...

—No te oyes convencida —comenta viéndome—. Y, sinceramente, no creo que tengas la suficiente paciencia para esa carrera.

Touché. ¿Pero qué contestar? No hay algo en lo que destaque o que me apasione realmente, soy común en ese aspecto.

—¿Los videojuegos? —Contesto pensativa, observando mi celular apagado. Me gusta jugarlos, pero... ¿crearlos?

—Eso está relacionado con informática y programación —divaga Gohan—. A ti te gusta la tecnología y eres buena con ella —exclama y recuerdo la vez que le compraron una computadora como regalo de graduación y fui yo quien le estuvo ayudando a ajustarla—. Podrías considerarla como una opción.

—Umh, supongo... —susurro sopesando su sugerencia. No se oye tan mal, digo, aprender a crear programas, saber directamente de los software y así se escucha interesante.

Capaz y me vuelvo la nueva Anonymous y revelo los secretos del mundo, quién sabe.

—Por cierto, ¿ya comenzaste a estudiar para tus exámenes finales? —Cuestiona intrigado.

—Am, bueno..., je, verás... —intento encontrar una excusa, pero no se me ocurre nada, estoy en blanco. Ay, no.

—Trae tus cosas —ordena negando con su cabeza levemente, con una sonrisa resignada. Ugh, en serio detesto que me conozca.

Y por cosas como esta es que odio que el estúpido de mi novio sea tan aplicado.

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–Yuzuki me recuerda a mí y mi indecisión con lo que quiero estudiar a futuro, andnsns.

Pero igual, voy a tener que aplazar mis estudios por culpa de la economía, ah.

F por todos los que nos está afectando esta maldita pandemia.

-Lindassj1