
𝐂𝐚𝐩 𝟑𝟓: Bodas y promesas
—Kristen — murmuró algo somnolienta lo cual me hacía saber que no estaba del todo despierta —, ¿Te casarías conmigo?
Espere una reacción de su parte, pero no la hubo, cuando había asumido que se había quedado dormida, habló.
—¿Una propuesta sin anillo?, al menos esperaría una declaración de amor más romántica, la respuesta sería la misma siempre, pero quiero algo de película — sonreí al oírla porque eso era lo mínimo que merecía y le daría lo máximo que tuviera —, ahora duérmete.
A la mañana siguiente me quebré la cabeza al no saber que podría ser lo adecuado para ver a los padres de Kristen. Al final había optado por una chaqueta negra, unos pantalones de mezclilla y unas botas. Pocos minutos después Kristen salió del baño con un pantalón de mezclilla y un top blanco de tirantes finos algo suelto.
—¿Ahora no combinaste tus tacones? — dije al observar su calzado morado.
Camino hacia el armario y saco un abrigo morado de la misma tonalidad de sus tacones.
—¿Soy tan predecible con mi ropa? — preguntó divertida.
—No, pero soy un gran observador — sonrió mientras se acercaba hacía mí para besarme — ¿Estás lista? — asintió entusiasmada mientras que los nervios volvían a mí.
Cuando llegamos a la casa era una gran casa con toques modernos, pero no era la gran cosa que se podría esperar de una familia con el poder que tenía la familia de Kristen.
—¿Aquí creciste? — pregunté tratando de ignorar los nervios porque maldita sea parecía un maldito adolescente de secundaria y eso era muy humillante a mi edad.
—Si, pase la mayor parte de mi vida aquí — dijo mientras manejaba hacia la puerta principal donde había una pequeña glorieta rodeada de flores.
—Los padres de tu amigo Andrew ¿también son?..
—¿Ricos? — preguntó divertida lo cual asentí —, sí, lo son, ellos viven en la casa más cercana a esta, pero ellos si son más extravagantes de ahí la ética súper estricta de Andrew.
Bajamos del auto para comenzar a subir las escaleras y llegar a la puerta principal, cuando Kristen iba a tocar apreté su mano por lo cual me miró confundida.
—¿Esta todo bien?
—Tu padre es el puto dueño de Seattle — oí la risa de Kristen a mi lado lo cual me tensó aún más.
—Y tú eres el puto dueño de Nueva York, así que tranquilo.
—Cuidado con esa boca Kristen — hablé demasiado tenso.
—Tranquilo Michael, sé qué la calidad social de mis padres asusta, pero son todo lo contrario, además habla el empresario más poderoso de Estados Unidos — comentó divertida y tocó la puerta.
Mi corazón se detuvo en cuestión de segundos mientras que del otro lado se oían unos tacones, esperaba que la puerta la abriera una empleada, pero me sorprendió el ver qué quien nos recibía era la madre de Kristen.
—¿Kristen? — dijo la señora Thompson demasiado conmovida.
—Hola mamá — Kristen soltó mi mano y abrazo a su madre quien ya lloraba al ver a su hija.
La madre de Kristen era toda elegancia, era alta y de una complexión delgada, al igual que Kristen usaba unos tacones demasiado altos y ropa elegante la cual le sumaba poder. A diferencia de Kristen su madre tenía el cabello castaño y los ojos color azul pero sus rasgos eran muy parecidos, era indiscutible la genética.
—Tu padre tiene que ver esto — la tomo de la mano mientras la jalaba hacia el interior de la casa, Kristen volteo momentáneamente para decirme con la mirada que entrara y los siguiera — Alessandro, mira quién ha venido de visita — la madre de Kristen grito por toda la casa evitando contener su emoción.
El padre de Kristen salió de alguna habitación encontrándose con nosotros, al observar a su hija sonrió y casi, casi se me olvidó la persona tan poderosa que era. Kristen corrió hacia él y lo abrazo. Si Kristen y su madre tenían un parecido, con su padre se podría decir que era su copia. Ambos tenían el cabello negro, aunque él de aquel hombre estaba pintado de unas cuantas canas, la mirada de Kristen era exactamente igual a la de su padre.
Aquel hombre era alto y aún se mantenía en forma, lo cual lo hacía lucir aún más intimidante.
—Kristen estás en Seattle — la tomo del rostro tratando de asimilar que era real, ella estaba a punto de responder cuando su padre me vio —¿Qué hace él aquí?
—Disculpe por la conmoción ni siquiera lo saludé señor Jackson — Kristen se separó de su padre para caminar hacia mí — un gusto Rebekah Thompson, pero sólo dígame Rebekah.
—Un gustó — estreche su mano — pero de igual manera sólo dígame Michael — la mujer sonrió.
—Bueno — Kristen hablo — yo no estaría aquí si Michael no me hubiera traído.
—A cumplido con traerla, se puede retirar señor Jackson — hablo su padre.
—No me entiendes papá, Michael es mi novio — el señor Thompson me observó.
—¿No estabas trabajando con su marca? — pregunto su madre.
—Si, pero pasaron cosas — Kristen sonrió, pero yo me tense al imaginar lo que claramente habían pensado.
—No cree que es un poco mayor para mi hija — el padre de Kristen se dirigió hacia mí aún un poco serio.
—¡Papá! Por favor comportarte, Michael a estado para mí en muchos momentos complicados, pero créanme que si estoy con él es porque estoy segura de estar con él. Además, me ayudó para venir a Seattle y me apoyo con todo lo referente a Mark — ambos padres la miraron alarmados —, por fin estoy avanzando y eso me hace muy feliz.
—Nadie más qué tú puede decir con quién estar y si te hace feliz, yo soy el doble — la madre de Kristen me observó agradecida — que les parece si desayunamos, sirve que nos conocemos un poco.
Todos caminamos hacia el comedor, esperaba ver empleados, pero no fue así, el padre de Kristen saco los platos y me tendió un par de objetos para acomodar la mesa mientras que ellas iban por el desayuno y lo ponían en la mesa.
Durante el desayuno pude relajarme y adentrarme en la conversación, Kristen les contaba sobre su trabajo para Audé, igual que su viaje a Londres donde menciono que fue mi regalo de cumpleaños hacía ella, mencionaron que dentro de poco viajarían a Nueva York para la boda de Maddie y esperaban estar ahí un par de días. Cómo lo había dicho Kristen sus padres eran muy amables y diferentes a lo que se podría esperar, después de aquella tensión había podido mantener una conversación con ambas personas.
—Espero ser abuela pronto — me ahogue con el jugo de naranja que estaba bebiendo —, ya saben quisiera ser una abuela un tanto joven. — tosi tratando de controlarme pero a ninguno pareció importarle.
—Mamá — Kristen sonrió con nerviosismo —, es muy pronto para hablar de eso.
—Tonterías — sacudió la mano en el aire restándole importancia, para después sonreír satisfecha.
—Michael después del desayuno podría hablar contigo — el padre de Kristen me observó con seriedad a lo cual asentí.
Después del desayuno todos ayudamos a recoger los trastes y limpiar la mesa y los trastes utilizados. El señor Thompson me hizo un gesto para que lo siguiera a lo que parecía ser su despacho.
Una vez los dos solos, los nervios se fueron, pero la incertidumbre no.
—Sabes sé que no actué lo más amble al inicio, pero después de lo de Mark no quiero que nada ni nadie vuelva a lastimar a Kris — me observo y por primera vez deslumbre al hombre dolido por lo que le había pasado a ella — pero hoy vi una parte de la Kristen de antes combinada con la nueva Kristen, no sé si me explico. Pero a lo que me refiero es que ella luce realmente feliz y sé que en gran medida es por ti.
—Todo lo ha hecho ella.
—Se que si requiere de su voluntad, pero tú has estado con ella y le has hecho bien. Sabes siento una admiración por ti, porque desde joven construiste tu imperio hotelero y después has estado al mando de su negocio familiar, eso habla muy bien de ti. Así que sé que si Kristen te escogió para que estuvieras en su vida fue por algo, solo te pido una cosa.
—Lo escucho.
—No lastimes a mi hija — un nudo apretó mi garganta —, lo de Mark no era sano, ni siquiera era amor, pero hoy lo he visto en sus ojos, ella realmente te ama, así que, por favor, no lastimes a mi hija.
—Ya una vez se lo había comentado a su amigo Andrew y ahora se lo digo a usted. Tenga la seguridad que jamás lastimaría a su hija, haré lo posible por verla feliz y que esté segura. Jamás dañaría a la mujer que amo — sonrió satisfecho mientras se acercaba a mí y me daba un abrazo.
Después de salir de la casa de sus padres Kristen se mantuvo todo el camino insistiendo que le contara que había hablado con su padre.
—¿A dónde quieres ir? — pregunté para cambiar la conversación.
—No me dirás, ¿verdad? — asentí lo cual le molestó, pero prefirió cambiar de tema — me gustaría enseñarte Seattle, pero a mí manera, desde donde estudie, hasta cuáles lugares eran mis favoritos, ¿Te parece? — sonreí.
—Me parece una gran idea.
Todo el día nos la pasamos de un lado a otro, mientras que Kristen me contaba entusiasmada cada anécdota que había tenido en un distinto lugar y compraba comida en sus lugares favoritos. Al parecer despedirse de su pasado y afrontarlo le había ayudado a volver a disfrutar de este lugar.
Cuando llegamos al hotel, ya era de noche estaba dispuesto a darme una ducha, pero Kristen me detuvo con su mano en mi brazo.
—No me contarás, ni un poquito de que es lo que hablaron mi padre y tú — pregunto inocentemente, viendo si así me podía sacar información.
—¿Qué obtendré yo a cambio?
—Lo que quieras — sonrió divertida mientras se quitaba su abrigo.
—Demuéstralo — me tomo del rostro mientras me besaba frenéticamente. Pase mis manos por debajo de sus rodillas y la cargue mientras que instintivamente Kristen rodeaba mi cintura con sus piernas — ¿Es un premio gratificante? — dijo entre besos.
—Lo es — la apoye contra una pared mientras empezaba a quitarle el top que traía — solo te diré una cosa — la observe a los ojos —, tu padre me dijo que te cuidara y justo ahora parecerá que no lo hago.
Kristen
La boda de Maddie es en dos días, no sé quién está más nerviosa ella que es la novia o yo que soy su dama de honor. Mi vestido aún no estaba listo porque tenían que ajustarlo de ciertos lados es por eso que justo hoy pase a la tienda para que me lo entregaran.
Cuando estaba a punto de dar la vuelta a la cuadra para buscar mi auto choque con otra persona lo cual casi me hace caer, si no fuera porque me sostuvo por la cintura.
Alzo la mirada , pero me sorprende ver quién era la otra persona.
—¿Carter? — sin pensarlo dos veces lo abrazo — llevaba mucho tiempo sin verte — me separó de él un poco — ¿hace cuando estás en Nueva York? — hablo emocionada, mi vida este tiempo ha dado un gran giro, pero sin duda ya extrañaba convivir con Carter.
—Es un gusto volver a verte — acarició mi rostro con su mano lo cual me hizo sentir rara —, no llevo mucho en Nueva York y temo que tendré que regresar a Corea, mi padre enfermo y quiero cuidarlo y estar lo más posible con él.
—No sabes cuánto lamento eso, pensé que ya te habías olvidado de mí, pero jamás me imaginé que estuvieras pasando por eso — note un destello de impotencia en sus ojos, pero lo cambio rápidamente —, sabes que siempre puedes contar conmigo, a pesar de la distancia — le volví a dar un corto abrazo.
—Pero no sientas lastima por mí — se separó mientras guardaba sus manos en su abrigo — mejor dime cómo está eso qué tú y Michael ya son pareja, hasta donde me quedé ustedes peleaban en todo momento.
Después de nuestro viaje a Seattle un periódico local nos tomó unas cuantas fotos juntos, hubiera pasado desapercibido si mi acompañante no fuera el empresario que es. Días después de eso todas las redes sociales estaban hablando de la nueva pareja de Jackson y en si la primera que mostraba y presumía ante todos. Por mi parte hubiera dejado que pasará la novedad, pero Michael no pensaba igual que yo, días después tenía un evento muy importante y me pidió que lo acompañará, así que sí, hicimos nuestro gran debut ante todos los medios como pareja. La publirrelacionista y el dueño de la marca. Un gran encabezado que seguían explotando.
—Bueno creo que no todo era odio después de todo — comenté divertida, pero me gané una mirada muy extraña de su parte. Saco su celular para observar algo.
—Me alegra que las cosas sigan igual entre nosotros.
—No entiendo porque no lo estarían.
—Necesito irme, antes de regresar a Corea necesito arreglar unas cosas, pero te prometo que yo te busco para ponernos al día — asentí mientras le daba un último abrazo.
Era obvio que Carter no se encontraba bien, por todo el estrés que seguramente sentía, pero lo mejor que podía hacer era mostrarle mi total apoyo.
El día de la boda de Maddie no podía ser más hermoso. Estaba toda la gente que la queríamos y queríamos a la gran pareja que era con Oliver. La ceremonia fue hermosa y demasiado emotiva lo cual me hizo derramar una que otra lágrima. Pero que a su vez me hacía regresar cuando estábamos en la habitación del hotel en Seattle y Michael me preguntaba si quería casarme con él, por un momento pensé que estaba soñando, pero no era así, todo era muy real, después de aquella conversación ninguno volvió a mencionar nada. Lo cual agradecía a su vez que me preocupaba.
La boda a lo que muchos podrían esperar de Maddie era muy íntima. Te daba ese toque familiar en el lugar que te hacía sentir cómoda. A mi lado izquierdo estaba Michael quien estaba muy entretenido hablando con mi padre, los cuales al parecer ya eran muy buenos amigos, por su parte mi madre estaba muy emocionada hablando con Maddie mientras observaba su vestido, porque si, mi madre se lo había diseñado. Una vez vi a Maddie libre fui hacia ella, la tomé de la mano y la lleve a bailar.
—Creo que la dama de honor merece un baile con la novia — comenté divertida.
—Estoy a nada de llorar Kristen — me abrazó — es un sentimiento tan fuerte, jamás creí que amar a alguien se sintiera con esta intensidad.
—Es eso o simplemente el hecho de que estás embarazada — la sujete de las manos mientras la observaba emocionada.
Hace una semana me había enterado de la noticia lo cual me había hecho la tía más feliz del mundo pero mi felicidad no era nada comparado con la felicidad de Oliver.
—¿Se puede desear ser más feliz? — la abrace mientras la música cambiaba a una con ritmos más latinos.
Andrew segundos después apareció a nuestro lado y comenzó a hacernos bailar. Y ahí estaba yo, volviendo a reír a disfrutar de la compañía de la gente que me quería y que yo igualmente quería. El recuerdo de mi pasado persistía, pero ya no dolía, desde que Michael llegó y me enseñó a ver la vida de distinta manera, dejo de doler.
Después de bailar varias canciones, sonó una melodía más lenta con letras más románticas, Andrew y Henry fueron los primeros en bailar, seguidos de los recién casados, les siguieron mis padres y los padres de Maddie y varios conocidos más.
Unas manos rodearon mi cintura, lo cual me hizo sonreír.
—Creo que ya es mi momento de estar con la dama de honor — gire hacia él mientras cruzaba mis brazos alrededor del cuello — he de admitir que la elección del color del vestido fue un gran acierto.
Maddie había elegido para sus damas que vistiéramos un vestido verde esmeralda. El cual sinceramente hacia armonía con la decoración del lugar. Mi vestido era de seda, con un escote en V y una abertura de un lado de la pierna. Diseño parecido al que una vez use cuando iba a aquellas fiestas de antifaces.
—Usted tampoco luce nada mal señor Jackson — me hizo dar una vuelta para des acercarme más a él. — Alguna vez pensaste en esto — hice una seña con la mano para referirme a la boda.
El cambio de tema había sido abrupto, pero no había dejado de pensar en eso desde que vi la felicidad de Oliver y Maddie.
—Siéndote sincero, jamás pensé en nada de eso, ni en esposa ni hijos — se me hizo un nudo en mi garganta —, pero apareció una mujer que me hizo cuestionar muchas cosas.
—¿Cómo cuáles? — pregunte nerviosa tanto que una de mis manos comenzó a temblar. Michael enseguida lo noto, así que me abrazo, mientras que su aliento chocaba con mi cuello.
—Como que quisiera una vida entera con ella, y que sí me encantaría ver a nuestros hijos con sus rasgos o su carácter — lo observe con los ojos cristalinos —, pero todo será a su tiempo y cuando ella se sienta lista, porque yo siempre lo estaré para ella.
—Eso suena a una promesa — murmuré mientras una lágrima recorría mejilla la cual limpió con sus dedos.
—Tal vez lo sea.
Siempre pensé que cuando amará a alguien sería una gran revelación y que incluso podría sentir algo de miedo, porque amar significa darle tu corazón a otra persona sabiendo que te lo puede romper en cualquier momento.
Pero con él, abrazada por sus brazos mientras bailamos sin importar quién esté alrededor. No sentía miedo, me sentía a salvo, como si él siempre fuera la respuesta a todas mis dudas y la solución a mis problemas. Sabía que con él no sentiría miedo porque nos teníamos uno a otro.
⚜ La primer canción recomendada es la de Maroon 5, Lips on you. La cual es desde la narrativa de Michael (o sea en Seattle)
La canción que bailan en la boda es Maybe de James Arthur
No se les olvide votar y comentar porque ya nos encontramos en el final de esta historia
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