Michael

Habían pasado tres semanas desde que Kristen me contó su pasado, aun la conversación se mantenía vigente en mi memoria repitiéndose una y otra vez, pero lo que mas recordaba era ese dolor, ver a Kristen llorando me había destrozado y aún más la impotencia porque si bien yo no la conocía en ese entonces hubiera dado mi alma para que ella no hubiera pasado por nada de eso y mucho menos haberla dejado sola.

Pero la verdadera razón por la cual había evitado a Kristen era porque temía que lo que ella sintiera por mí solo sea un apego momentáneo al verme como una salida y que todo lo que creía ser verdadero solo sea cuestión de su mente tratando de salir de su pasado.

Según por los mensajes de ella, después de nuestra conversación al día siguiente optó por volver a ir a terapia lo cual la ha ayudado a tener muchas cosas en claro. Al ver su motivación por salir adelante le pedí un consejo a una vieja amiga que es psicóloga la cual también me ayudo a saber que no tenía que dejarla sola y que la ayudará como pudiera para que volviera a ser ella misma. Es por eso que ahora me encuentro fuera de su edificio esperando a que llegue de trabajar.

Diviso a lo lejos su auto rojo el cual va a entrando al estacionamiento, después de aparcar baja del auto con una expresión de confusión.

—¿Qué haces aquí? — no conteste su pregunta porque inmediatamente la tome del rostro y la bese.

La bese reclamando todo de ella, dejando en claro que la había extrañado estas semanas, y también afirmando que no importaba que ella no me amará, yo podía hacerlo por ambos.

Kristen enredo sus dedos en mi cabello, mientras acercaba su cuerpo al mío ansiando más, pero la pare.

—Haz una maleta — ordene —, nos vamos de viaje este fin de semana.

—¿Así solo porque sí? — me observo divertida, mientras pasaba mis manos por su cintura.

—Si, solo porque sí, así que anda sube y haz tu maleta, te estaré esperando en el auto — bufó mientras ponía los ojos en blanco y casi podría jurar que escuche un mandón salir de sus labios justo cuando se iba.

Media hora después vi a Kristen caminar hacia el estacionamiento con dos maletas un tanto grandes. Me separe de mi auto en el cual estaba apoyado para ir a ayudarle.

—Solo es un fin de semana cariño, no todo un mes — comenté algo burlón.

—Muy gracioso Jackson, pero no me dijiste hacía donde vamos, así que — señalo la maleta que tenía en la mano derecha — llevo ropa un poco fresca, como para un clima medio templado. Y en la otra — señaló la maleta que llevaba en la mano izquierda — es ropa un poco más de frio — sonrió como si fuera la decisión más obvia.

Metí amabas maletas en la cajuela mientras que Kristen se metía al auto, una vez yo también estuve adentro, bajé el volumen de la canción que acaba de escoger para hablar con ella.

—¿Esta todo bien? — preguntó un poco confundida.

—Recuerdo muy bien nuestra última conversación en persona — una de sus manos comenzó a temblar levemente, así que la sostuve entre mis manos — dijiste que cada año tratabas de ir a Seattle, pero al final te rendías — hice una pausa por si quería decir algo, pero su expresión se mantenía neutra —, tal vez el problema es qué lo haces justo ese día, cuando la carga emocional es mayor. Así que iremos un día sin relevancia y harás lo que tu creas que sea necesario para ti y tu bienestar.

—Y sino lo logro — lo dijo en un susurro apenas audible.

—Yo estaré contigo y no importa si esta vez no puedes, lo lograrás en otro momento y estará bien — suspiró nerviosa, pero asintió reuniendo la valentía que sabría que tendría.

El resto del trayecto se la paso en silencio, mientras observaba la ciudad a través de la ventana del auto. Una vez llegamos a donde se encontraba mi avión privado esperaba algún comentario sarcástico o burlón de su parte, pero su mente se encontraba en otro lugar y no aquí conmigo. Algunos de mis empleados bajaron las maletas del auto, mientras que otra chica le indicaba a Kristen que subiera al avión.

Subí después de ella, oí como la chica le decía que se sentara donde quisiera a lo cual Kristen obedeció sentándose en el lugar mas cercano que tenía, le ofrecieron algo de tomar lo cual rechazó cortésmente.

—Mila, no nos molesten durante el vuelo, a menos que sea importante o yo les hable — la chica de cabello castaño asintió.

—Así será señor Jackson, que tenga un buen vuelo.

Camine hacia Kristen sentándome a un lado de ella, inmediatamente al notarme se acercó a mi y recargo su cabeza en mi hombro.

—Por favor no hagas preguntas, solo dormiré — hablo un poco débil, pero obedecí a lo que quería, a pesar de si querer preguntar si se encontraba bien o decirle que sino quería hacer el viaje podríamos ir a otro lugar, pero me mordí la lengua evitando molestarla.

Cuando llegamos a Seattle tenía pensado despertarla, pero me sorprendió ver que no estaba dormida. Bajamos del avión mientras que nos ayudaban a bajar en las maletas y subirlas a un auto que había adquirido mientras estuviéramos en esta ciudad.

Una vez los dos estuvimos en el auto, Kristen se volteo hacía mi dirección.

—¿A dónde vamos? — preguntó nerviosa, como iba manejando no podía observar si su mano estaba temblando, pero supuse que sí, así que le puse mi mano libre sobre su pierna.

—Iremos al hotel a dejar nuestras cosas y después haremos lo que tu digas — suspiró.

—¿También tienes un hotel aquí? — sonreí al ver que se estaba animando a hablar.

—Sería malo sino lo tuviera, ¿no crees?

—Después de ir al hotel, podemos ir al cementerio — mi sonrisa se borro al notar el cambio de la conversación — yo te puedo decir por donde ir, creo que aún recuerdo como es esta ciudad — voltee hacia su dirección y sonreí al notar que realmente quería cerrar ese ciclo.

—Espero tener una buena guía.

Una vez llegamos al hotel, la gente nos llevó hacia mi suite, mientras que subían las maletas. Algo que me gustaba del hotel de aquí es que era el mas moderno de todos, pues fue uno de los últimos que hice en Estados Unidos, así que eso le daba un gran toque sofisticado.

Cuando estuvimos en la habitación aproveche para ponerme una gabardina negra, pues el aire en esta ciudad era más frio. Kristen se mantuvo con su atuendo de pantalones blancos de tiro alto, junto con una chaqueta de piel color café justamente de la misma tonalidad de sus tacones.

Cuando estábamos de camino al cementerio Kristen me decía por donde ir, oía en su voz el nerviosismo, mismo que yo también sentía por la incertidumbre de que es lo que venía ahora.

Una vez en el lugar, Kristen salió del auto mientras caminaba segura hacía donde iba, sabía que rondaban un montón de dudas y miedos en su cabeza, pero eso le estaba ayudando a continuar. En todo momento me mantuve caminando detrás de ella para darle el espacio que seguramente necesitaba.

Dejó de caminar cuando llegó a tres lapidas juntas, se veían un poco descuidadas, pero a la vez era notorio que aún venían con ellos.

—¿Quieres que te deje sola? — pregunté mientras observe como se arrodillaba para sentarse sobre sus piernas en el pasto.

—No, no me dejes sola, ¿lo recuerdas? — asentí a pesar de que ella no podría verme.

Paso la mano sobre la lápida la cual decía el nombre Mark Williams, oí un suspiro y después comenzó a hablar.

—Sinceramente desde hace tiempo tenía una carta de despedida, incluso durante todo el viaje estuve pensando en que diría o haría cuando estuviera frente a tu lapida y ahora me he quedado en blanco — su voz se volvió más débil lo cual me hizo saber que había comenzado a llorar — me dolió tu muerte, porque creí amarte, pero no te amaba Mark, tu no me amaste y yo creí que lo que sentía era amor, pero realmente no lo era. Hasta hace poco descubrí que es estar enamorado y que te correspondan — mi corazón comenzó a latir más fuerte —. Mucho tiempo te odie por lo que me hiciste porque no podía creer como una persona era capaz de tanto, pero en ese lapso también me odie a mí misma por ser ingenua y creerte, y aún más por afectarme tanto que cambie, cambiaron mis ideas y mi forma de ver la vida, odiaba creer que después de muerto aún tenías ese poder sobre mí — observe como se limpiaba las lágrimas — pero entendí que debo agradecerte, porque sino hubiera pasado todo lo que me pasó, nunca hubiera ido a Nueva York, nunca hubiera conocido a Maddie o no tendría la experiencia laboral que tengo y nunca lo había entendido hasta hace poco, si no hubiera estado tan dolida nunca hubiera salido de Seattle y tampoco nunca hubiera conocido a Michael. Hice mal lo entiendo, me victimice tantos años que después fingí que nada había pasado cuando en realidad si paso y me dolió y eso es algo que siempre será parte de mi y yo decido como ahora querré vivirlo. — puso una mano en su pecho mientras trataba de controlarse.

Quería ir con ella y abrazarla pero entendía que esto es lo que ella necesitaba y lo único que podía hacer es que supiera que estaba con ella a pesar de que no me viera.

—Muchas veces me culpe y pensé que era mi culpa que tú no hayas sido feliz, que la persona que amabas y tu hija murieran ese día, me sentía tan culpable que incluso se disolvió la ilusión de querer yo ser madre — un nudo se apretó en mi pecho — pero no fueron mis decisiones y lamento que ella haya muerto y que no haya podido conocer a su hija, realmente me duele como termino pero, no fue mi culpa, fueron tus decisiones que terminaron mal. — gotas empezaron caer sobre nosotros avisando que pronto llovería más — Hoy te digo adiós Mark, digo adiós a todo lo que pasamos, y todo lo que pase después de que te fuiste. No te digo que lo olvidaré porque siempre serás una parte de mi historia de vida pero no el eterno recuerdo, ese recuerdo dejara de doler a partir de hoy. Gracias por todo lo enseñado y lo vivido, pero hoy te dejo descansar en paz y comienzo a vivir mi vida — la lluvia se intensificó justo cuando Kristen termino de despedirse.

Se levantó lentamente para después girarse hacia mí, los pantalones estaban manchados de lodo y su cabello se pegaba a su rostro, tenia los ojos llorosos pero su mirada había cambiado.

Se acercó a mi, y aproveché para abrazarla.

—Por fin lo logré — me abrazo por la cintura mientras se escondía en mi pecho.

—¿Cómo te sientes?

—Libre — levanto la cabeza hacia mí y me depósito un beso sobre los labios — gracias por esto, gracias por estar aquí.

—Lo hubieras logrando conmigo o sin mí, porque eres alguien a quien admirar Kristen — pegue mi frente a la suya mientras seguía lloviendo —, que te parece si nos vamos porque no quiero que te enfermes — sonrió pero asintió.

Cuando nos dirigíamos al hotel en todo el camino Kristen se la paso mandando mensajes muy entusiasmada por algo. Una vez llegamos a la habitación dejo su celular y me observó.

—Recuerdas que dijiste que haríamos lo que quisiéramos — asentí algo dudoso — bueno que te parece conocer a mis padres — mis pensamientos se congelaron en ese instante — mientras veníamos al hotel estuve hablando con la asistente de mi mama y quería darles la sorpresa de que estoy aquí, porque ya sabes hace mucho no vengo. Entonces ellos tienen libre mañana por la mañana y que mejor que ir con ellos a desayunar y presentarlos — su entusiasmo se sacó de mi pequeño shock.

—Si quieres ir a ver a tus padres así será — sonrió agradecida.

Después de eso nos dimos una ducha y pedimos la cena. No tardó demasiado en qué Kristen se quedará dormida y era comprensible por el día tan ajetreado había tenido. Pero yo no podía dormir, primero porque Kristen había admitido en el cementerio que estaba enamorada de mí y la segunda porque maldita sea mañana conocería a sus padres y eso me causaba nervios. No sé cuánto tiempo llevaba despierto, pero Kristen se movió a mi lado abrazándome aún más.

—Porque sigues despierto — murmuró aún somnolienta.

—Estoy pensando.

—¿En que piensas? — apoyo su cabeza en mi pecho.

—Kristen — murmuró algo somnolienta lo cual me hacía saber que no estaba del todo despierta —, ¿Te casarías conmigo?

⚜ Un capítulo más y viene ya la recta final. Esta nueva correción tendrá en sus últimos capítulos algo que no tenía la anterior. Así que si, se vienen cosas intensas.

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