
𝐂𝐚𝐩 𝟏𝟎: Miradas
Kristen
Siempre había sido de las personas que ante cualquier indicio de posesividad lo rechazaba inmediatamente estaba entre mis límites inquebrantables, lo consideraba cómo una gran ofensa hacia mí persona, es por eso que cuando en la fiesta fui "intercambiada" entre un hombre a otro me sentí un objeto.
Esta claro que al oír el parecer de mi acompañante ambos teníamos una percepción diferente, no había sido el modo de hacerlo pero en el momento en que dijo y reclamó mis risas, mi compañía, mis conversaciones como suyas, ese toque de posesividad me enloqueció a sobremanera.
Lo que viene a mi mente, es esa noche una y otra vez, sus labios sobre los míos, su boca recorriendo mi mentón, mi cuello, mi clavícula, mis manos sujetas por su mano encima de mi cabeza para limitar que lo tocará como deseaba, pero lo que más recuerdo y atesoro en mi mente, son sus ojos oscuros, esa mirada de determinación, poder, posesividad y sobre todo llena de deseo, juro que jamás nadie me había admirado como él lo hace, como si todo el mundo se detuviera y solo existiera yo, con él a mi lado me hace sentir la persona más única y espectacular sobre la faz de la tierra, es como si tuviera el poder y me diera el aliento que me faltaba para comerme el mundo.
Esta más que claro que llevo obsesionada por el fin pasado más de lo imaginado, y que esa es la razón por la cual está semana se me ha hecho eterna, esperando por mañana para volver a verlo.
Dejo de divagar un momento para verificar la presentación que haré el lunes para el dueño de Audè, técnicamente todo está listo pero está de más decir que soy demasiado perfeccionista y me gusta estar preparada para la más mínima cuestión, mi atención es dirigida a la rubia de mi amiga la cual entra sin tocar — como siempre —.
—Sabes creo las puertas para ti son creaciones inservibles.
—En otro momento me hubiera defendido, argumentado y ganado está conversación de las puertas contra la grandiosa de Maddie — hizo una pausa dramática — pero el señor Murphy quiere verte en la sala de juntas.
—Para...
—Solo entendí que quería presentarte a alguien — contesto antes de dejarme terminar con la pregunta, decidí ya no preguntar y dirigirme a la sala de juntas nos sin antes ver cómo Maddie agarraba unas galletas de mi escritorio y se las empezaba a comer sin remordimiento.
Si claro, adelante, acábatelas
Seamos sinceros hoy llevo un buen conjunto, una blusa con cuello de tortuga color blanco, una falda y un saco del mismo tono rosa pálido, los cuales ambos me llegan a mitad del muslo, junto con unas botas blancas de tacón ancho, eso sin contar que hoy decidí hacer ondas con mi cabello y use un pinta labios un poco más matte, no tengo un mal aspecto así que...
Adelante Kristen, entra
¿Porque diablos estoy tan nerviosa y siento que el corazón se me va a salir por la boca en cualquier momento?
Ya Kristen, ¡Toca la maldita puerta!
Esto no es nada fuera de lo normal
Relájate y ya entra.
Tomo una última respiración, antes de tocar es cuestión de segundos para oír la voz del señor Murphy indicando que entre y así lo hago.
Entro a la enorme sala de juntas la cual una de sus paredes es completamente de cristal y tiene la segunda mejor vista de Nueva York, la primera obviamente es mi oficina; en medio de la sala hay una enorme mesa de mármol negro, hasta el fondo en la pared tipo madera está una pantalla plana donde se suelen proyectar las presentaciones y obviamente piso de madera pulida.
Dirijo mi mirada hacia la esquina del lado derecho donde se encuentra el señor Murphy con su típico traje negro, y chaleco debajo, enfrente de él — o sea dándome la espalda — está el otro sujeto de traje azul marino, me es inevitable notar sus hombros los cuales lucen anchos, firmes, a pesar de estar de espaldas y con traje luce bastante en forma, pero también noto como irradia una energía seductora, posesiva, de control y de poder, el señor Murphy y el sujeto tiene técnicamente la misma estatura pero el sujeto de traje azul luce más imponente que mi jefe incluso parece que mi jefe se encogió en lo que va de día.
Camino hacia ellos, aún con el corazón en la garganta porque sí, no dejo de tener nervios de una situación común.
—He aquí a la persona que quería presentarte Michael — me detengo a un paso de distancia justo cuando aquel sujeto gira hacia mí y todo en mi se detiene y cae por un precipicio.
¿Es atractivo? Si lo es, y también puede que de frente parezca mucho más intimidante y que parezca que es más alto que yo a pesar de casi estar a la misma altura por mis tacones, da lo de menos que puede que sea un empresario famoso a un modelo o celebridad de Hollywood y que su presencia embriague por completo este lugar.
Lo que más me llama la atención son sus ojos, bien son de una tonalidad marrón, estos son diferentes, como si los hubiera visto millón de veces antes. Siempre he dicho que los ojos son la mejor manera de conocer a alguien pero estos ojos precisamente estos de tonalidad oscura ya lo he presenciado.
—Kristen él es el señor Jackson — me toma una eternidad dirigir mi mirada a mi jefe para después volverla a posar en él —, el dueño de Audè.
Justo en ese momento mi cerebro recibe un corto circuito pero trato de disimular mientras paso mi palma por mi falda antes de estrechar nuestras manos en un apretón común pero en este momento no lo es porque mi mente me juega una mala jugada imaginando sus manos sobre mí.
Detén tus hormonas
—Así que usted es la persona que persuadió a mí asistente para obtener una reunión conmigo — más que pregunta resulta un comentario con doble filo el cual ayuda a detener mis pensamientos de sus manos sobre mí.
—Es probable — mi voz sale natural a pesar que internamente estoy muriendo, Jackson me lanza una mirada y es justo en ese momento que todo se detiene una vez más.
Esos ojos, la manera que sonríe, sus manos pero sobre todo esa mirada, esa mirada que ha estado en mis noches de insomnio, la conozco a la perfección.
Es él
Y no me refiero a un plan romántico de encontrar a mi medía naranja.
Él es el hombre detrás del antifaz
⚜ Estoy de regreso después de que rompieron mi corazón (no de manera romántica) pero la acción fue la misma
No hay mejor terapia que escribir y más si los protagonistas ya coincidieron!!!
Prometo ahora sí actualizar estos días, voten y comenten
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