Siete Minutos
Sentado en la alfombra frente al televisor es como paso últimamente los días.
Es bastante interesante por que cada siete minutos hay un nuevo programa diferente, no se por que pero parece estar de moda en las televisoras esos programas que no tienen ni argumento ni principio ni final y aun así me parece entretenido verlos. Pero aceptémoslo, no son las televisoras, se perfectamente que soy yo.
Mi nombres de Park Jimin y así es como comienza todos los días.
Cierro los ojos cómo si pudiera ver dentro de mi mismo, como si así pudiera obtener respuesta a las constantes interrogantes que aparecen tan dé repente en mi mente y que lamentablemente nadie puede responder a ellas, nadie excepto yo, pero esa información se va cada siete minutos.
Siete minutos es todo lo que tengo para recordar y hoy lo quiero recordar a EL.
Se que fue alguien muy importante, la verdad que no se que tanto y a partir de este momento, el tiempo corre... Trato de recordar su rostro, para verlo de nuevo en mi mente y si fracaso no importa, por que no voy a recordar nada de lo que estaba pensando, mucho menos me sentiré mal por la derrota.
Al abrir los ojos es como si estuviera viviendo de nuevo lo que recuerdo, es como si pudiera ver, sentir, oler el entrono del recuerdo que llega fugaz.
Estoy en la acera, parece no haber mas personas en la calle aparte de mi, estoy sentado bajo una sombra, hay poco viento, polvo y de pronto EL.
Pasa frente a mi y no puedo dejar de verlo, siempre vestido de negro, subo la mirada lentamente pero no puedo ver mas allá de sus hombros. Sigo sin recordar. El calor del día aparentemente frio lo siento en mi pies, en mis manos, en mis mejillas (cierro nuevamente los ojos).
Ahora recuerdo la primera vez que alguien me hizo sonrojar de sobremanera, fue EL.
Fuimos a cenar, estábamos solos y preparo una cena muy especial para mi, algo así como una cena romántica, con velas, música y todas esas cosas, recuerdo su mirada, me miraba como nunca nadie me había mirado (sigo sin poder recordar su rostro, pero esos ojos creo que jamás podre olvidarlos, de pronto aparecen como un flechazo en mi cabeza, de pronto sin ningún aviso).
-¿Me besarías? - Le pregunte, yo solo recuerdo haber escuchado su risa, sentí que mi cabeza ardía de lo avergonzado que estaba -¡Hazlo! - Anhele en mi mente, tratando de sentir de nuevo sus besos.
Mi madre es la única persona a la que recuerdo completamente, afortunadamente tengo a alguien a quien recordar, al fin de cuentas tengo la vida entera dividida en siete minutos para recordar lo demás.
Un nuevo recuerdo llega a mi mente, estábamos en el cine, una tonta película de miedo, me la pace abrazando su brazo del miedo pero parecía que a EL no le importaba. Recargue mi cabeza en su hombro, pero había una fuerza que me impedía ver mas allá de sus hombros, por mas que me esforzara, nada funcionaba, lo único que sigo viendo claramente son sus ojos, esa mirada felina tan profunda que me toca el alma.
Quisiera tener esos ojos guardados en un cofre y mirarme en ellos cuando tenga miedo.
Recuerdo una conversación que tuvimos sobre la realidad, sobre una teoría en la que se supone que las persones son proyecciones de tu mente y nadie es real, algo así era y ahora es la realidad para mi prácticamente, hay gente que no recuerdo entonces invento mis propios recuerdos aunque tal vez nunca existieron.
¿Y que tal si EL nunca existió?
Me empiezo a sentir triste, se que EL es real, se que es alguien muy importante y me duele saber que el tiempo se me esta agotando. Es como cuando olvidas una palabra, y sientes que la tienes en la punta de la lengua, y sientes que flota en tu mente pero no puedes alcanzarla, es frustrante, así es como se siente pensar en el, es como querer agarrar el humo.
Solo recuerdo lo que se siente abrazarlo, tocarlo, olerlo, besarlo, pero no puedo ver su rostro.
Siento como las lagrimas comienzan a caer por mis mejillas, de pura frustración, de coraje y de tristeza.
-Jimin, tienes visita.
¿Visitas? Ni si quiera se si vienen a visitarme, solo se que mamá debería de hacerlo.
Alzo la mirada y ahí esta EL, puedo verlo, es EL. Una sensación de paz se instala en mi pecho, le regalo la sonrisa mas grande que puedo, mi corazón late con fuerza, nuestros ojos hacen contacto, sus ojos me miran, sus ojos felinos...
Corro a sus brazos y entierro mi nariz en su cuello, es tal como lo recordaba. EL me abraza y me sostiene con fuerza.
-Hola mi amor, ¿Cómo estas Jiminie? Te amo tanto bebe... - Habla tan rápido como si el tiempo fuera a terminarse.
Pero si, el tiempo esta por terminar.
Tomo su rostro con ambas manos y lo beso, lo beso profundamente - Te amo tanto Yoonie.
Vuelvo a abrazarlo y trato de aferrarme a EL, me obligo a recordarlo, me obligo a tatuarlo en mi mente.
-¿Como estas bebe?
-¿Bebe?
*
*
*
Hoy el día ha comenzado de manera extraña, un sujeto estaba abrazándome, no se de donde salió pero me sostenía fuerte y aparte me llamo bebe.
Aunque era muy atractivo he de confesar, y tenía unos ojos que siento que he visto en algún otro lado.
Estoy viendo la televisión, ahora los programas son cada vez mas incoherentes, sin trama y sin argumento, simplemente no lo entiendo.
Tenia unas hojas con este relato a medias, dos cuartillas únicamente, estaba incompleto.
Siempre que lo encontraba lo leía y pensaba "Algún día he de terminarlo" ayer volví a encontrarlo y hoy me decidí a hacerlo, lo adapte al YoonMin y quedo esto.
Espero que les guste, es breve y triste pero a mi me gusta mucho.
Les mando un abrazo.
Gracias por leer.
Momo ♥
*1126 palabras
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