
2. 𝘓𝘢 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭
Edad: 15 años
Este año sería la ceremonia del don de Antonio, ya han pasado cuatro años desde la muerte de la mamá de ________, quién a pesar del dolor que aún sentía vivía feliz, tal y como su madre le había pedido. Desde su llegada _______ se quedaba en el mismo cuarto de Mirabel y Antonio en dónde se sentía completamente acompañada y además era de gran ayuda para la familia. Camilo siempre había sido un gran apoyo emocional para ella, como lo prometió no la dejó sola nunca y la ayudó en todo lo que necesitara.
Como todas las mañanas _______ se despertó antes que todos en casita, se vistió y esperó a Mirabel.
—¿Lista para un nuevo día?. —preguntó la chica de lentes verdes.
—Yo nací lista Mirabel. —respondió _______ con seguridad.
Ambas salieron del cuarto comenzando a acomodar la mesa y servir el café hasta que unos pequeños se asomaron por la ventana.
—¿Ya saben cuál será el nuevo don?. —preguntó un pequeño que tomaba café.
—Lo sabremos en la ceremonia de hoy. —respondió la de lentes.
—¿Cuál es tu don?. —se unió una niña de trenzas.
—¿Quiénes preguntan?. —dijo la Madrigal.
—Nosotros.
-Bueno, "nosotros", no les hablaré de mi solamente, yo formó parte de los sorprendentes Madrigal. —explicó nuevamente.
—¿Cuáles sorprendentes Madrigal?. —los niños estaban cada vez más impacientes.
—¿No me van a dejar en paz verdad?. —preguntó Mirabel a su amiga.
—Será mejor que les expliques. —contestó _______ con una sonrisa mientras seguía sirviendo el café.
—¡De acuerdo!. —exclamó terminando de acomodar las tazas - Vamos, necesito un coro.
—¡¡Cajones!!. —exclamó ________.
—¡¡Pisos!!. —dijo está vez Mirabel haciendo que el concreto del piso se moviera.
—¡¡Puertas!! —pidió Navarra, y las puertas brillaron.
—¡De una!. —exclamaron ambas chicas.
—En este hogar vive nuestra descendencia. Hay fiesta y música con ritmazo sin igual. Es mi familia, constelación perfecta. El mundo encantan con su brillo personal. —canturreó Mirabel
—Wow, no hay que olvidar, la abuela lleva el show. Wow, nos trajo aquí y a todos nos cuidó. Wow, y cada año hay más bendición."No es poca cosa", siempre digo yo, ¡sí! —canturreó ________
—Está es la familia Madrigal. Hogar de mi gente Madrigal, ¡vamos allá!
En donde todos son fantásticos y mágicos. —canturrearón ambas chicas.
—¡Soy de la familia Madrigal!. —exclamó está vez Mirabel.
—¿Ya vieron? Son ellos. —murmuró una niña al ver a la familia pasar. —¿cuáles son los dones?. -preguntó.
Nunca me aprendo todos los dones. —explicó la pequeña de trenzas.
—Ya no sé quién es quién.
—Tranquilos, por favor. —pidió Mirabel.
—Ay, es físicamente imposible relajarse
—Cuéntanos todo, ¿cuáles son tus poderes?.
—Y los que sabe hacer cada uno —pidió el niño que tomaba café
—Y, por eso no deberías tomar café —dijo Navarra quitándole la taza
—Mi tía Pepa, su humor afecta el clima. Si está indispuesta, pues, los tiempos raros son. —canturreó la Madrigal. —Mi tío Bruno...
—No se habla de Bruno. —le recordaron los demás interrumpiendo su canción.
—Podía ver el futuro, él desapareció. —cantó susurrante. —Oh, ella es mi ma Julieta y sin dudar.
—Wow, con su comida cura todo mal. Wow, sus guisos son remedios de verdad. —cantó ________.
—Esperen para impresionarse más, ¡ma!. —cantó Mirabel.
—Así es la familia Madrigal. Hogar de mi gente Madrigal. —cantaron ambas chicas.
—Les sonará tal vez fantástica y mágica, más. Soy de la familia Madrigal. —cantó nuevamente Mirabel.
—Dos tipos que amaban a los Madrigal. Pues, son un par de famosos Madrigal. —explicó _______ cantando y señalando al papá y tío de Mirabel.
—El tío Félix quiso a Pepa y mi pa quiso a Julieta. Y así, la abuela se hizo una abuela Madrigal. —canturreó Mirabel
—Hemos jurado abrir los brazos. Y juntos merecer el gran milagro. El pueblo vibra, el mundo gira. Esfuerzo y alegría encenderán nuestros dones. Y magia encendida tendrán por generaciones —cantó la abuela Alma
—Oigan: ¿cuál es la hermana y cuál es la prima?. —se preguntó una niña.
—Es que son muchas personas. —se excusó otra. —¿Qué haces para no confundirte?. -le preguntó a Navarra.
—Ok, ok, ok, ok. Hay muchos niños aquí, rompimos el hielo —dijo Navarra
—¿Saben qué? Yo creo que es tiempo de otra ronda —pidió Mirabel
—¡Otra ronda! —exclamaron un par de curiosos.
—Dolores oye hasta a una aguja. Camilo muta, Antonio hoy recibe el don. —cantó _______ bailando (o al menos intentando) con el chico cambia-formas.
—Mi dos hermanas, Isabela y Luisa. —indicó Mirabel.
—Una con fuerza, la otra es perfección. —sonrió ______.
—Isabela, con sus flores van a enloquecer. Isabela, es la perfección de pie. —hicieron coro los demás.
—Luisa, Luisa, es fuerza irreal. Son músculo y belleza sin par. —cantuerreó la de ojos avellana .
—Sabrán mucho más de un Madrigal. Así es nuestra vida Madrigal. En donde todos son fantásticos y mágicos. —cantaron nuevamente ambas chicas bailando en un puente.
—Somos así en la familia Madrigal. —dijo Mirabel dando por terminado el show.
—Adiós. —se despidió la chica de ojos avellana.
—Pero, ¿cuál es tu don?. —le preguntó una niña a Mirabel.
Su amiga no pudo intervenir pues le lanzaron un acordeón para continuar con la explicación.
—Me tengo que ir, la vida de un Madrigal. Pero conocieron más de los Madrigal. No me permito ser tan autobiográfica. Es solo un repaso sobre los Madrigal. —volvió a cantar siguiendo a Navarra y devolviendo el acordeón a su lugar. —Comienza la abuela y luego tía Pepa que el clima gobierna.
—Mirabel. —pidieron los niños.
—Mi mami Julieta tranquila te deja con solo una arepa. —volvió a cantar.
—Mirabel .—volvieron a insistir.
—Para Agustín pues le pasa de todo, más lindo es. —canturreó corriendo con _______.
—Mirabel.
—Me pidieron que contara todo lo de mis hermanas y primos y...
—Mirabel.
—Mi primo Camilo que no se detiene y te hará reír.
—Mirabel.
—Mi prima Dolores estando a los lejos te puede oír.
—Mirabel.
—Es el señor Mariano ¿y puede usted casarse con mi hermana?.
—Mirabel.
—Más, debo decir que es un poco caprichoso y ya hablé de más. Mil gracias, pues, me debo retirar.
—Mirabel.
—Familia asombrosa. —dijo está vez _______.
—Mirabel.
—También formo parte de...
—Mirabel. —pidieron por última vez.
—Y...
—¡Mirabel!. —exclamó Alma. —¿pero, qué están haciendo?.
—Solo querían saber más acerca de la familia... —respondió Mirabel.
—¡Estaba por decirnos cuál es su súper increíble don! —exclamó emocionada una niña.
—Ay, Mirabel no tiene ningún don. —interrumpió Dolores. —Uh.
—¿No tienes un Don?.
—Si yo fuera tú, eso me pondría triste.
—Eso no importa, con o sin don, Mirabel es igual de importante que el resto de su familia —masculló la de ojos avellana entrando a la casa con una canasta que había afuera.
—¿Tú que eres de los Madrigal? .—le preguntó un niño pequeño a ________.
—Bueno, verás yo soy...
—Es amiga de la familia. —interrumpió Camilo ayudándola a cargar la canasta.
—Exacto. —confirmó Navarra con una sonrisa.
—¿Amiga? —el niño frunció el ceño y corrió hacia otra pequeña. —¡Me dijiste que era novia de Camilo!
—Yo nunca dije eso.
—Claro que sí, lo hiciste cuando dije que quería presentarle a mi hermano.
Camilo se puso cual tomate y comenzó a toser de forma nerviosa pensando que la chica a su lado se molestaría, pero en cambio ella solo se dedicó a mirar sorprendida esta escena.
—Hay que irnos antes de un nuevo interrogatorio. —propuso Camilo
Sonriendo ______ entró a la casa seguida por Camilo, en dónde Pepa estaba teniendo una crisis y el ventarrón que provocó se llevaba las flores. Aunque suene raro _______ ya estaba acostumbrada a todo lo que ocurría en esa casa, además sabía que en unos minutos Isabela llegaría a llenar de flores de colores las macetas vacías y posiblemente darle una corona de flores o un ramillete a quien se encontrará ahí.
—________, ¿no deberías prepararte para la ceremonia?. —preguntó Isabela con amabilidad terminando de ejecutar su don.
—Claro. Pero me gustaría saber si hay algo en lo que pueda ayudar.
—Puedes preguntarle a mi mamá, aquí todo ya está listo.
—De acuerdo gracias Isa.
Isabela sonrió haciendo aparece una rosa en el cabello de Navarra y continúo buscando en que ayudar.
—Camilo. —lo llamó Julieta. —falta algo de queso para las arepas. ¿crees que podrías ir por más?.
El chico vaciló un poco en ir.
—Yo voy. —se ofreció _______ apenas entró en la cocina.
—¡La acompaño!. —exclamó el de ruana amarilla y se deslizó por las escaleras.
Tomó a la chica de la mano y salieron corriendo de la casa en dirección a el mercado.
—Solo es queso, podía ir yo sola. —explicó la chica bromeando.
—¿Y arriesgarnos a qué te pierdas a estás horas?. —preguntó con exageración. —no, no, no. Es mejor ir con alguien que conozca el lugar tan bien como la palma de su mano.
—De acuerdo. —rió. —si tu insistes.
Al llegar Camilo se separó de ella con la excusa de querer comprar un regalo para Antonio dejando a _______ esperando su pedido.
—¡Aquí tienes!. —exclamó el vendedor entregando el queso. —saluda a Antonio de mi parte.
—Con mucho gusto. —dijo la chica terminando de pagar.
—Disculpa. —resonó una voz masculina a sus espaldas. —¿sabes en dónde viven los Madrigal?.
—Claro. —respondió volteando a verlo. —es aquella casa de ahí. —dijo señalando con la cabeza la casa con más color que había en el pueblo.
—Gracias y disculpa mis modales. Mi nombre es Enrique Gámez. —se presentó haciendo un tipo de reverencia con la cabeza.
—_______ Navarra. —dijo de la misma forma.
—Camilo Madrigal. —habló a un lado de la chica y con una expresión seria. —avellana, es hora de irnos, mi tía Julieta nos está esperando. —murmuró con su tono amable de siempre pero ignorando por completo al intruso.
—Tienes razón. Nos vemos después Enrique, fue un gusto conocerte.
—El gusto fue mío ________, tal vez nos veamos después.
—Claro, hasta luego. —se despidió ________. —vamos Camilo.
El Madrigal tomó nuevamente a _______ de la mano para regresar a casita. El tal Enrique no le había agradado mucho y para evitar hacer caras de exasperación decidió volver lo antes posible a su casa.
Extra.
Al llegar Camilo se separó de ella con la excusa de querer comprar un regalo para Antonio dejando a _______ esperando su pedido.
Camilo no se alejó demasiado, solo fue en busca de un lugar en dónde vendieran bengalas para más tarde.
—¿Para avellana?. —le preguntó el vendedor sabiendo de que chica hablaban.
—Si. —respondió confiado. —tiene lo que le pedí. —susurró mirando a todas partes.
El vendedor le mostró la pequeña caja de madera y la abrió dejando ver el hermoso contenido.
—¿Quieres escribir algo en específico?.
—Solo escriba avellana, ella sabrá de inmediato para quién es. —dijo pagando.
—De acuerdo. —le entregó la caja. —el rechazo no es algo que te garantizo. Con esto tienes su corazón asegurado. —le afirmó el vendedor guiñando.
—Gracias. —respondió el chico guardando las cosas.
El regalo para Antonio lo había comprado dos semanas antes junto con el encargo de la cajita que ahora llevaba y se armaba de fuerza para decir lo que sentía.
—Gracias y disculpa mis modales. Mi nombre es Enrique Gámez.
Escuchó la voz de un chico hablando con ________.
—_______ Navarra. -dijo con dulzura.
—Camilo Madrigal. —se apresuró a decir poniéndose al lado de la chica.
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