𝐕𝐈𝐈𝐈
TaeHyung se quedó con ella, se encargaría de llevarla de regreso a la casa. Byul se ofreció para recoger a Yomi y de pasó avisar a DaHyun. Ella los esperaría en el departamento. June estaba agotada mentalmente. Ninguna de sus compañeras dijo algo y la directora le permitió que se tomara unos días. Debía explicar la situación y no estaba preparada para ello. El viaje fue rápido, mientras TaeHyung la ayudaba llevando sus cosas ella se abraza a si misma. Estaba perdida en sus propios pensamientos, en los recuerdos al lado del pelinegro y que solo era cuestión de tiempo para que los descubrieran.
Aún así, aún cuando sabía que estaba mal poseía la leve ilusión de que está vez. Tal vez, podría estar con JungKook. Y se reprochó duramente por ello.
Negó cubriendo su rostro con ambas manos. El nudo en su garganta le impedía hablar y tan solo permitió salir sus lágrimas. Notó la calidez de unas manos acariciar su espalda, lentamente cedió a los brazos de TaeHyung llorando en su pecho. A él le dolía la situación, también le indignaba, no por nada se lo había advertido y ella no lo escuchó. Quiso decirle: «te lo dije», sin embargo, prefirió mantenerse callado, apoyarla, estar para ella y cuidarla.
DaHyun los esperaba en la puerta, June se separó de los brazos del azabache y se aferró a ella. Lloró otro poco, DaHyun susurrándole que todo estaría bien la arrastró hasta el sillón del living y ahí se quedó. Bebió del vaso de agua que le dieron y luego se recostó.
—No comió nada.
—Acabo de preparar bibimbap, también hay sopa de algas.
DaHyun se dirigió a la cocina, TaeHyung se dedicó a sacarle el calzado a June y a cubrirla con una manta. No podía dejar de llorar ni temblar. Muchas emociones juntas.
El sonido de un teléfono llamando interrumpió, June se recompuso con dificultad sentándose y entre balbuceos le pidió que le alcanzará su bolso. Él se lo extendió, ella extrajo el aparato y al leer el nombre en la pantalla dudó. ¿Por qué la estaba llamando? ¿No fue suficiente con la humillación de su esposa? ¿Con todas las mentiras que le dijo y ella como tonta creyó?
—No le respondas, June.
—S-si no lo hago seguirá llamando.
—Tienes que bloquearlo. —comentó DaHyun saliendo de la cocina.
TaeHyung la vio dudar, no iba permitir que el idiota ese siguiera lastimándola. Se lo arrebató y atendió.
—Diga.
Pudo escuchar la agitada respiración del otro lado. Las chicas se quedaron mirando expectantes.
—Quiero hablar con June.
—Ella no puede…
—¡Pásame a June, maldito infeliz!
Cortó, apagó el teléfono y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.
—Debes descansar. —la ayudó a levantarse. La manera tan dulce y cuidadosa con que la trataba la reconfortaba. Se sintió culpable. TaeHyung siempre había sido protector, sincero y el único leal en su vida.
La condujo hasta su habitación. La ayudó a recostarse y la cubrió. June sintió la irrefrenable necesidad de no estar sola así que se sujetó de su muñeca y le pidió acostarse con ella. TaeHyung a pesar que quiso negarse accedió, se recostó a su lado compartiendo mantas, ambos de costado se miraron en silencio.
—Intentaste decírmelo.
Su gangosa voz sonó baja.
—Tranquila, ya pasó.
—Yo ignore las señales. —TaeHyung siseó, sus dedos peinaban algunos mechones rubios—. Yo decidí creerle, me ilusione con un futuro a su lado. Pensé que sería suficiente para él.
—Lo eres, June. Eres la mujer con el corazón más bonito y enorme, la que merece ser amada con sinceridad y merece un futuro prometedor.
La manera en que la miraba, June era ignorante de los verdaderos sentimientos del azabache.
—¿Por qué me cuidas tanto?
—¿Por qué no lo haría?
—Soy una estúpida —sollozó.
—No lo eres, simplemente te ilusiono y…
—Yo sí me enamore, Tae. —su corazón dio un vuelco—. Me duele mucho, se siente feo. —esnifó—. Tengo mucho miedo de verlo porque sé que podría caer otra vez.
Nunca había tenido tantos sentimientos negativos hacia una persona. Jeon JungKook se las estaba ganando todas y de un solo tiro.
—Ya va pasar, —la abrazó, June escondió el rostro en su cuello y ahí se quedó—, solo estás confundida, te pintó el mundo entero, date tiempo.
—Gracias por estar conmigo. —se acomodó. Se sentía reconfortante el calor ajeno—. ¿Puedes quedarte hasta que me duerma?
No debía.
—Siempre June, siempre.
TaeHyung esperaría a salir hasta que June se durmiera, sin embargo, él le siguió minutos después. Si no fuera por el lejano alboroto afuera que los despertó lo más seguro es que June seguiría entre sus brazos dormida sobre su pecho. Entonces el sueño de ambos se esfumó en cuanto vieron a la nueva visita entrar atropellones en la habitación. El rostro de Jungkook se puso rojo con sus hombros subiendo y bajando de forma apresurada. Irradiaba una clase de emoción oscura que a June le dio terror. Sobre todo cuando se les fue encima para quitarle las sábanas y separarlos.
—POR ESTO JUNE, POR ESTA MIERDA ME IGNORAS.
Vio a DaHyun en la puerta con la sorpresa y desesperación reflejados en su rostro, había hecho todo lo posible para no permitirle el paso, pero la había tomado desprevenida. TaeHyung se levantó despacio arreglando su ropa haciendo frente a un JungKook destilando fuego.
—¡Lárgate! —a June le erizó la piel la manera tan gutural que salió la voz del azabache.
Después quedó sorprendida por la carcajada histérica que el pelinegro soltó.
—¿Quién demonios te crees? ¿Ah? —lo miró de arriba abajo con desdén, sus enormes ojos brillaban—. Eres tan patético, Kim TaeHyung, mendigando por la mujer de otro. June jamás se fijaría en alguien como tú, mételo en la cabeza.
—June no es tuya, ni de nadie. No es un objeto. La engañaste con mentiras estúpidas porque eres un poco hombre. —también lo miró con desdén—. Ella es demasiada mujer para ti.
—En eso tienes razón, es lo suficientemente mujer como para saber que me gusta en la cama. —lo siguiente empeoró todo—. Se entregó a mi muchas veces, la hice mía en todas las posiciones y por lo tanto es mi mujer.
En segundos TaeHyung tenía a JungKook por la solapa de la camisa arrastrándolo hasta la puerta de salida. Se insultaban a gritos el uno al otro, consiguieron darse un par de golpes y en el proceso romper algunos adornos. De no ser por la intervención de ambas todo hubiera sido más catastrófico.
—¡BASTA! Basta, por favor ¡Lárgate y déjame en paz! —a JungKook le destrozó verla llorar. Sintió el peso de la culpa en su pecho y le costó respirar. Quiso abrazarla para consolarla— ¡No me toques, no te atrevas a hacerlo!
—June déjame hablar, quiero explicarte, preciosa.
—No necesito que me expliques nada. Quiero que te vayas.
—¡Ya la escuchaste!
De no ser por ambas esos dos se hubieran ido a los golpes de nuevo. DaHyun tuvo que hacer todo el esfuerzo necesario por hacer entrar en razón a su hermano y a empujones se encerró con él en su habitación.
—Mi amor.
—No me llames así. —juntó fuerzas suficientes, no se merecía nada de eso, debía ponerle final aún le doliera—. Nunca me quisiste de verdad, siempre fui tu segunda opción porque sabías que jamás me negaría. Decidiste jugar conmigo el día en que supiste que me atraías y sentí cosas por ti.
—Eso no es cierto. Las cosas no fueron así.
—Sí, lo es. —esnifó. Si no se controlaba lloraría otra vez y debía sacarse todo de adentro—. Yo también tengo la culpa. En realidad toda la culpa es mía por permitirte llegar muy lejos. Debí saberlo cuando siempre ponías excusas. Cuando te negabas a divorciarte. No, cuando sabía que eras un hombre de familia, ahí debí poner resistencia y no lo hice. Tenía fe de que ibas a dejar a tu esposa e iniciar algo nuevo conmigo.
—¿Qué esperabas June? Qué la deje así nomás. —estaba indignado, frustrado y enloqueciendo de celos—. Ya te explique que mi familia sufriría grandes perdidas económicas por culpa del maldito imbécil de mi suegro, de alguna u otra manera debo seguir a su lado hasta que no me complique la vida. ¿Tanto te costaba esperar? Tenías que lanzarte a los brazos de ese tipo.
Sus fuertes emociones le hacían temblar.
—Taehyung es mi amigo, él está mucho antes que tú.
Ardiendo internamente de asquerosos celos.
—O sea que lo eliges por encima de mí. No pensé que fueras una cualquiera.
La decepción que sintió fue como un baldazo de agua helada que la dejó paralizada.
—Conmigo habrías podido tenerlo todo, June, estaba dispuesto a todo por ti. —negó. La manera en como la miraba de arriba abajo, como si fuera tan poca cosa. ¿Cómo pudo haber sido tan estúpida y no haberse dado cuenta antes?—. Te habría dado el mundo entero si tan solo no fueras tan mediocre y…
Su mano estampándose en su mejilla lo calló. June jadeó sorprendida ante su repentina acción y cubrió su boca con ambas manos. Jamás pensó en golpear a alguien pero cada palabra dicha con saña le dolió en lo más profundo. Podía sentir su corazón estrujarse del más intenso dolor por ese hombre que solo la había lastimado.
—Vete, por favor.
Estaba ardiendo también por la ira. Temblando la miró una vez más. Tenía la lucha interna de quedarse e intentar convencerla de sus sentimientos y llevársela lejos o de simplemente largarse para no seguir perdiendo su tiempo. Eligió la segunda, más por ella que por si mismo. Odiaba verla llorar a causa suya. Odiaba su rechazo y odiaba todavía más haberse dado cuenta de su gran error demasiado tarde.
•••
Ingresa a su hogar. Apenas alcanza a quitarse el calzado sale disparado hacia su habitación. Azota la puerta y encuentra a su esposa arreglando su joyero. Un fingido jadeo de sorpresa sale de SoYeon cuando repara en el rostro golpeado de su esposo. Tenía el labio roto con sangre seca y un visible hematoma violáceo sobre uno de sus pómulos, la adrenalina junto a un par de emociones mas que aún contenía en su organismo le impedían sentir dolor. Rápidamente se acerca tomando con su mano la afilada mandíbula masculina.
—Jagi, ¿qué te sucedió?
La sujetó de la muñeca para apartarla. No era tan evidente pero SoYeon tenía una sonrisa satisfecha en su rostro.
—¿Por qué lo hiciste?
—¿De qué hablas?
—No te hagas la tonta, SoYeon, —empujó la mano lejos de él y empezó a acercarse, furioso, acorralándola—. ¿Por qué hiciste ese escándalo en la escuela de nuestro hijo? ¿Por qué te atreviste a humillar de esa manera a June?, ¿Sabes el lío en que la metiste?
Eso era otro asunto que debía solucionar de inmediato.
A SoYeon le daba gracia toda esa escena.
—Te preocupa que tu amante se quede sin trabajo o que se enteren con quién te metes.
—Ya estás contenta, ¿verdad?
—La mustia esa se dio cuenta de quien eres, así que sí.
Caminó de un lado a otro queriendo arrancarse los cabellos. Le exasperaba el cinismo con que se expresaba. No le sorprendía.
—¿Qué querías lograr, SoYeon? ¿Qué me deje? Nunca antes te importó con quién me metía, ¿por qué ella?
—No soy estúpida, JungKook. —aunque lo negara sentía mucha envidia—. Comenzaste a hacer cosas que por las otras no. Estuviste más de una vez con esa, la presentaste a tus amistades, la instalaste en tu apartamento e incluso le compraste cosas costosas.
—¿Eso a ti qué?
—Solo quería que se diera cuenta de con quien se metía.
JungKook resopló una risa sarcástica.
—Tanto te molesta saber que una mujer realmente me enamoró.
—Tú jamás podrías enamorarte en serio. Yo soy y fui la única. —siseó, su rabia subía en aumento—. Eres un maldito egoísta narcisista que necesita que lo idolatren y le abran las piernas para sentirse bien con su estúpido ego.
—Tienes razón. Soy un maldito psicópata que consigue lo que quiere a cuestas de la gente pero June logró lo que ni tú, ni todas esas mujeres a las que me cogí una vez, ni el dinero ni mi familia pudo. —las lágrimas se acumularon en los ojos de SoYeon, ambos se miraban fijamente destilando su veneno—. Me dio paz, amor, cariño. Me hizo sentir seguro y tranquilo, satisfecho conmigo mismo y no estoy dispuesto a perderlo.
Quiso reír pero su agitada respiración y el nudo en su garganta provocaron que le gritara lo que ella creía lo detendría.
—¡Si me dejas voy a pedirle a mi padre que destruya a los tuyos!
¿Por qué lo veía tan tranquilo?
—Hazlo y yo presento ante un juez todas las pruebas de sus delitos financieros. —no supo que decir—. Sí, jagi, tu padre ha cometido demasiados errores, también tú que te metes con hombres influyentes de dudable moral, ¿crees que no lo sabía? —le divertía verla arrinconada. La ocasión perfecta para ponerle punto final—. Nos vamos a divorciar de manera amigable sino quieres que yo sea quien te arruine, me voy a llevar a GuiJu conmigo y tú me vas a pagar cada miserable momento a tu lado. —finalizó dispuesto a marcharse para solucionar todo, pero giró para expresar—. Una última cosa. Te advierto que si te vuelves acercar a June vas a saber de lo que soy capaz, ¿entendiste? No me provoques, SoYeon.
La puerta se cerró y ella en un grito derrotado lleno de ira lanzó objetos.
De la que te salvaste June.
Primero que todo: estuvo un poco fuerte. No soy partidaria de la violencia porque me pone los pelos de punta, pero quería mostrar la realidad en estos casos, lo que las emociones hacen en uno cuando nos ciegan. Nos llevan a cometer y decir cosas irreproducibles (no sé si exista esa palabra, pero me entienden).
Era obvio que JungKook es un hombre muy toxico y egoísta y como le comenté hoy a una amiga: Tal vez quiera a June por su forma de ser y por como lo hace sentir pero a la larga la va consumir por su brillo. Eso sin contar que la quiere moldear a su gusto para que sea la típica muñequita de torta, no por nada le dijo en palabras sutiles que quiere alejarla de sus amistades.
June se enamoró, se dejó cegar y la sufrió, no sean como June.
Y si están en una situación parecida en donde les cuesta salir. Hermanas se sale, tarde o temprano, rotas eso sí, pero a la larga vas a volver más fuerte poniendote como prioridad. Les abrazo muy fuerte.
Bueno, mucho texto. No sé olviden que les amo mucho. Que tengan un hermoso finde. 💕
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