𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚
"Podemos impedir a nuestros cuerpos una actividad sexual perfecta, si juzgamos nuestras preferencias sexuales según lo que la sociedad califica como "normal", si te preocupas por eso solo generarás más conflicto en ti del que ya tienes"
•𝐒𝐞𝐧𝐬𝐢𝐭𝐢𝐯𝐞 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚•
Jungkook siempre ha sido un omega serio y organizado. A sus diecinueve años trabajaba a medio tiempo como administrador en un restaurante y cursaba su segundo semestre de Ingeniería Industrial en una de las mejores universidades del país, obteniendo los resultados más excelentes de su generación.
Su vida en París siempre fue sencilla, amanecía y asistía a la universidad, atardecía e iba a cumplir con sus responsabilidades en el trabajo, anochecía y volvía a su casa donde obtenía un baño reparador, cenaba y se dormía con un libro de ingeniería o alguna novela romántica bajo su brazo. Sus amigos y conocidos solían decir que era una persona demasiado invariable, pero él realmente no tenía quejas de su vida monótona, en cambio, estaba más que complacido. Vivía sin estrés, sanamente y sobre todo con tranquilidad, su vida estaba en orden y Jungkook se sentía muy orgulloso de ello.
Sin embargo, existía una persona que podía acabar perfectamente con su estado de paz y armonía.
— ¡Papi! ¡Tú no me puedes dejar así, por favor! ¡Jungkook! Te prometo no pedirte que me des más suave. ¡¡Mucho menos que tomes viagras!!
Jungkook quería desaparecer de la faz de la tierra, pero antes, quería llevarse a su primo Jimin con él. A esas alturas el omega no tenía cara para poder enfrentar a sus vecinos sin avergonzarse.
Como cada verano su primo Park Jimin venía a visitarlo, y aunque Jungkook muy en el fondo agradecía su presencia, la intranquilidad y el carácter del omega mayor llegaban a ser demasiado para él. Siendo que las palabras sosiego y suavidad no existían en el diccionario de Jimin, su casa se volvía un completo caos en el período vacacional.
— ¡Papi! Ábreme, ¡me voy a portar bien!— gritaron, con una voz dolida y chillona demasiado fingida para ser real.
Jungkook gruñó, cansado, levantándose de su cómoda cama y a paso suave se dirigió a su pequeña sala para abrir la puerta. Sus ojos cansados y su ceño fruncido le dieron la bienvenida al bonito omega que lo observaba con ojos brillosos e inocentes del otro lado de la puerta.
— Creo que se ha equivocado de casa— musitó con voz neutral, decidido a cerrar la puerta, más el otro omega se adentró en su casa con demasiada agilidad y lo apretó entre sus brazos en un fuerte abrazo.
— Jungkook, mi bebito. No sabes cuanto te he extrañado— Jimin se separó del abrazo y besó ambas mejillas del omega observándole luego con una sonrisa, Jungkook ya estaba incluso más grande que él, su cuerpo era atlético y fibroso, se percibía muy saludable y hermoso ante sus ojos. — Tu madre enloquecería si te viera así, casi tan fuerte y alto como un alfa.
Jungkook blanqueó sus ojos ante sus palabras, mientras se dirigía a la entrada de la casa para ayudar al mayor con sus maletas.
— Mamá no diría algo al respecto. Soy un hombre y me gusta ejercitarme, este es el resultado de mi trabajo responsable y duro en los pocos días que puedo permitirme de entrenamiento. Así que estoy orgulloso.
Jimin ni siquiera insistió porque ciertamente no era algo de su propio interés. Su tía era una omega demasiado tradicional, la familia de su primo lo habían criado para ser un omega dócil y sumiso, ciertamente ellos no estarían de acuerdo con el estilo de vida y con la imagen de su hijo menor. Pero viendo la manera en la que los músculos del trasero y de los muslos de su primo se marcaban con sus pasos, incluso sus brazos, al hacer algo de fuerza con el peso de las maletas, su carácter fuerte y su actitud algo tosca, Jimin agradecía que Jungkook no hubiera sido un adolescente manipulable, y que hubiera desarrollado su propia personalidad. Independientemente de la casta que tuvieran, ellos no eran más débiles que nadie.
— Supongo que con ese trasero que te cargas, mínimo debes tener cinco alfas detrás de ti. Hasta omegas si deseas, porque te juro que si no fuera tu primo yo te-
Jungkook enseguida lo interrumpió, mirándole con seriedad, Jimin era tan irrespetuoso, su primo nunca tendría remedio.
— No seas asqueroso Chim, estoy muy bien soltero, me puedo dedicar a mis estudios y al trabajo sin descuidar a nadie. No quiero pareja, no es mi prioridad.
— A nadie se le niega el agua primo— Jimin desabrochó sus botas de camino al sofá y las dejó regadas en el medio de la sala, Jungkook al ver aquello sintió una leve molestia cruzar por su pecho y no dudó en acomodar los zapatos en el recibidor, luego de darle una ligera advertencia a Jimin con la mirada de sables que plasmó en su semblante. Ese omega solo necesitaba un segundo para terminar con el orden de su casa.
— Dime algo primo, ¿ya follaste este año?
El omega menor tosió algo incómodo y Jimin quiso morir de ternura por el dulce arrebol de sus mejillas.
— ¡Eso no te importa Jimin!— Jungkook no podía con su actitud descarada y fluida; sin embargo, a pesar de todo, su primo era la única persona con la cual podía expresarse sin temor a ser juzgado o incomprendido. — No he ocupado mi tiempo en eso, han sido meses duros y de mucho trabajo. Y bueno... siempre es lo mismo.
Jimin se incorporó en el sofá al escuchar en las últimas palabras de su primo un ápice de resignación y cansancio.
— ¿Qué siempre es lo mismo Jungkook?
— No he podido tener alguna conexión con algún alfa. En realidad no hay nada nuevo que añadir.
— ¿Por qué razón?— le preguntó con una expresión en su rostro algo confundida. — Siéntate a mi lado y explícame qué sucede Jungkook— pidió con un tono de voz suave, detallando con calma los gestos del menor cuando finalmente estuvo sentado a su lado.
— No sabría explicarte...
— Nada de comentarios ambiguos Jungkook, acaba de hablar o me altero, y sabes que no te gusta cuando pasa— amenazó con su dedo, consiguiendo que Jungkook casi chillara en su lugar.
— Estuve sexualmente con dos alfas Jimin, pero no tengo nada que destacar de ambas experiencias. Solo que... pues ellos me rechazaron y se fueron muy ofendidos.
Jimin lo observó demasiado sorprendido, no comprendía que podría estar sucediendo para que ocurriera lo que Jungkook le estaba diciendo. El menor era un hombre demasiado atractivo y hermoso, aquello no tenía sentido, ¿rechazo? Jungkook no podría estar hablando en serio.
— Eso no puede ser posible cariño, si te acabo de decir que hasta yo te quiero dar y no la merienda, qué hiciste, o qué sucedió exactamente.
Jungkook se sonrojó violentamente.
— Bueno, yo sugerí algunas posiciones y prácticamente guíe el encuentro.
— Pero eso está bien amor, eso es lo que deben hacer las parejas o en este caso los compañeros sexuales, se supone que el placer debe ser mutuo, no está mal que busques tu placer y mucho menos, que le hagas saber a tu pareja de las cosas que podrían incentivarte o hacerte sentir bien- Jimin realmente no encontraba el problema.
— Chim, las únicas parejas sexuales que he tenido se han quejado de mi comportamiento en la intimidad— Jungkook observó algo avergonzado sus manos en su regazo. — No me siento cómodo con la idea de seguir teniendo relaciones sexuales.
Jimin no estuvo muy de acuerdo. ¿Qué Jungkook qué?
— Ciertamente, amor, ninguno de nosotros estuviera aquí si la naturaleza no hubiese hecho tan exquisito el sexo, ¿para qué reprimirse? Folla, total, la vida es una mierda.
— No creo que sea del todo así Jimin.
— Considero que debes llevarte por tu instinto, todos sabemos por naturaleza como funciona esto. No necesitas ni estudiar para aprenderlo. Follar es algo natural, sensacional, excitante y hermoso bebé. No deberías cohibirte como si estuvieras haciendo un delito, mucho menos por tus gustos, o por tus preferencias en la cama.
Y precisamente esto era algo que Jungkook envidiaba de su primo, su carácter espontáneo y natural. El omega estaba fascinado con el estilo de la vida hedonista de su primo, aun si lo negaba con todo de sí.
— No quiero que te conviertas en un individuo impotente, sexualmente inactivo por prejuicios y por costumbres alfistas. No todos los alfas ni betas son iguales, cariño, allá afuera posiblemente encuentres a un alfa que le guste que le comas el culo— Jungkook jadeó consternado y abochornado por las palabras del rubio omega.
— Eres asqueroso Chim— aseguró con una sonrisa, entonces prosiguió más confiado. — Me gusta guiar el acto, tiendo a ser dominante— Jimin abrió en grande sus ojos y observó al omega sonrojado. — No me malinterpretes, disfruto mucho el ser penetrado, aunque quizás en algún momento también llegue a disfrutar del placer de penetrar, algún día quiero sentir la estrechez y las sensaciones que sienten los activos. Siguiendo el contexto, me gusta indicar posiciones, ejercer algo de fuerza en mis movimientos o acciones- Jimin asintió pensativo.
— Comprendo, te gusta azotar traseros, amarrar como shibari, sodomizar a lo sádico como un discípulo de Cristian Gray— bromeó; sin embargo, al ver el rostro avergonzado de Jungkook no pudo evitar avergonzarse por igual. — No puedes estar hablando en serio Jungkook.
— ¡No a ese extremo Jimin!— se quejó golpeando el brazo del mayor. — Pero sí me gustan algunas... cosas.
Jimin boqueó demasiado sorprendido.
— Ni un comentario. Aquí nadie te impide ser perfecto. Esa enfermedad exige tratamiento médico bebé. Yo Park Jimin te buscaré un alfa a tu medida, al que puedas domar y follar a tu antojo.
— No seas exagerado Jimin— Jungkook sonrió; sin embargo, el rostro serio de su primo le dejó sin habla. — No jodas Chim.
— Vístete amor, ¡que a las ocho iremos a ver a papi!
•••
Jungkook nunca se había sentido tan incómodo como en ese momento, Jimin había hecho gala de honor a su título de Diseñador de Modas y prácticamente lo había usado como su conejillo de indias. El pantalón fino Saint Laurent que llevaba puesto se ajustaba en demasía a sus muslos y trasero, Jungkook estaba seguro de que en el primer segundo en el que tomara asiento las costuras estallarían, había preferido un pantalón de costura recta, mucho más cómodo, pero Jimin había insistido en que esa indumentaria era la ideal para la ocasión.
La camisa negra de satín, en cambio, estaba un poco más descubierta, pero Jungkook no inquirió nada sobre ella, secretamente encantado con la manera en la que la prenda hacía lucir elegantes sus clavículas y el tatuaje en su pecho, que resaltaba con gusto en su piel blanquecina.
Park había insistido en llevarlo al muelle de los Santos Padres que por fortuna estaba cerca de su edificio. Allí se encontró con la vista de un lujoso yate y de un alto alfa, que al momento de ver a su primo, lo atrapó en sus fuertes brazos y prácticamente se lo comió en un beso obsceno y acalorado que dejó a Jungkook demasiado avergonzado y sonrojado como para seguir observando.
— Jimin me ha hablado mucho de usted. Su nombre es Jungkook, ¿cierto?— le preguntó con una voz demasiado profunda y atractiva, el alfa, el omega apenas asintió algo tímido hacia el imponente hombre. — Es un verdadero placer, por favor entren. He invitado a Jimin a dar un paseo en el yate, y al saber que usted estaba en su compañía no dudé en sugerirle que lo trajera, las personas importantes de mi omega también lo son para mí. Espero podamos llevarnos muy bien, por cierto, mi nombre es Kim Namjoon— se presentó, adentrándose al yate luego de besar por última vez a Jimin, dejando a los omegas en una necesaria privacidad.
— ¿Por qué actúa como si fuera el príncipe de Inglaterra?— preguntó Jungkook, ocasionando una divertida risa en Jimin. — ¿Hace cuánto lo conoces? Si no tuviera una actitud tan clasista diría que es una buena persona— ironizó mirando risueño al omega mayor.
— ¡Lo conocí hace cinco días Jungkookie! Y te juro que es el amor de mi vida.
Jungkook no aguantó la fuerte carcajada que le hizo cosquillas en la garganta.
— Estás loco— aseguró, peinando los cabellos grises de su primo con una mirada dulce. — Ojalá sea así Jiminie. ¿Vamos?
Todo estaba fuera de lugar...
— Entonces esa malvada mujer no me quiso dar la camisa Celine, ¡porque supuestamente!, solo debía estar de exhibición y yo me fui muy triste para la casa.
Jungkook no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando, en sus cortos años de vida nunca, nunca, había visto a su primo ser tan caprichoso y sumiso como en ese momento. Maldición, sentía vergüenza ajena, cuando lo veía pucherear y observar al alfa con ojos brillosos.
— Quiero que me digas el establecimiento al que fuiste y de ser posible el nombre de la trabajadora— Namjoon se veía demasiado serio y concentrado, escribiendo algo en su Samsung de último modelo. Jungkook esperaba estar equivocado con lo que estaba pensando. Jimin prácticamente escupió toda la información que se le pidió, y Jungkook estaba seguro de que hasta diría el tipo de sangre y la cantidad de maridos que tuvo la pobre mujer si se lo pedían. — Mi abogado y mi secretaria nos están esperando en la sucursal de Celine mi amor, vamos a visitarlos en este momento.
— Eh, Jimin— el omega intentó llamar su atención, pero el diablo ya se había apoderado del cuerpo de su primo.
— ¡Vamos ya mi amor!— exclamó Park tomando su bolso de edición limitada, miró al omega pelinegro que lo observaba con una sonrisa tensa, y allí fue que recordó al pobre Jungkook.
— Pero Nam, ¿y Jungkookie?
— Todo está arreglado, mi hermano Taehyung está al llegar— Namjoon observó al omega con una mirada apenada, Jungkook estaba seguro de que por la expresión de su rostro se disculparía con una reverencia desde el suelo. — La cena estará servida en quince minutos, dulce Jungkook, para ese tiempo mi querido hermano estará aquí y le hará compañía, debo salvar el honor de mi amado omega. Este lugar es tuyo, siéntente cómodo, por favor, cualquier problema me lo haces saber enseguida.
Jungkook no podía procesar correctamente lo que estaba sucediendo.
— ¡Jimin, tú no me puedes dejar solo aquí con alguien que no conozco!— regañó al otro omega en un susurro, mismo que lo observó con ojos inocentes.
— Pero, Jungkookie, tú estarás bien, conozco al hermano de Nam y es muy agradable, estoy seguro de que se llevarán excelente.
— Qué haré contigo Jimin. Escucha, te comportas, no le des demasiados problemas a Namjoon, no abuses de su hospitalidad, que te conozco. Llámame cuando salgas hacia acá, asegúrate de venir a buscarme o te juro que haré tu sueño realidad y te guindaré de la Torre Eiffel. No bebas demasiado alcohol que te pones violento y si de casualidad te pones coqueto donde no debes, usa protección como es debido.
— Debería decir, ¿sí papi?— preguntó el mayor, siseando cuando Jungkook golpeó su brazo por su broma. — Por eso ningún alfa te quiere. ¿Cómo es que golpeas así? Debo tener hasta un moretón, ¡ay!
— Exagerado. Vete y vuelve rápido.
La cena con el alfa desconocido, iba relativamente, ¿bien?
— ¿Ocurre algo?— Jungkook preguntó algo nervioso. Sus mejillas ardían por la vergüenza que sentía, al sentirse en demasía, examinado por ese hombre atractivo y cauteloso.
Kim Taehyung, así se había presentado el alfa al llegar e indicar con demasiada cortesía a Jungkook donde estaba la mesa que aguardaba una exquisita cena para ellos.
Los primeros momentos fueron incómodos, pero la sonrisa del hombre lo había hecho sentir increíblemente confortable. Sin embargo, habían transcurrido casi cinco minutos en los que el alfa haciéndole compañía solo lo contemplaba atentamente, Taehyung parecía demasiado entretenido observándole degustar de la exquisita vianda, no parecía siquiera pestañear y su plato permanecía intacto sobre la mesa como si solo se hubiera dedicado a mirar a Jungkook durante toda la cena.
— ¿Eres es una persona controladora?— interrogó el alfa al pelinegro con unos ojos demasiados curiosos. Jungkook detuvo toda su acción y lo observó con un rostro serio, siendo que un brillo insólito iluminaba sus iris.
— ¿Por qué lo preguntas?— curiosamente estaba algo intrigado.
— Te percibo demasiado empecinado y firme al querer controlar la situación en la que te encuentras— Taehyung tomó la botella de vino que descansaba en la hielera justo en el centro de la mesa y procedió a servir en ambas copas. — Al llegar no me viste, pero, en cambio, he visto la manera en la que le hablaste a Jimin, siendo que incluso es mayor que tú. Dictaste, quizás sin darte cuenta, la manera en la que debía comportaste en su cita, incluso verificaste su horario de salida y te aseguraste de saber el de entrada.
» La manera en la que manipulas tus cubiertos, incluso como te sientas, todo parece perfectamente calculado. Observas tu reloj cada diez minutos y observas la puerta cada cinco. Pareces demasiado alerta, discúlpeme si le ofendo, pero incluso su aroma nervioso tiene agitando y preocupado a mi alfa.
— No me considero una persona controladora, quizás alguien precavido- Jungkook aseguró, pasando por alto, el hecho de que el alfa había aspirado su aroma, siendo esta una acción tan íntima para su clase. — Debes estar en mi lugar y entender que Jimin me ha dejado al cuidado de una persona que no conozco. Es entendible mi preocupación y quizás el que me comporte de una manera cautelosa. Él canceló nuestros planes de la noche a la mañana, solo me siento algo desconcertado.
Jungkook se consideraba un omega normal y racional, podría decir que siempre prefería tener las cosas bajo control, pero desde su punto de vista no había algo malo en ello, después de todo en su ámbito laboral y personal tenían un buen criterio de él en cuanto a su responsabilidad y eficiencia, y sobre todo, la planificación prevenía de muchos problemas.
— Jimin es un omega hermoso en sus mejores años, completamente fértil y sin marca, es un hombre fuerte, pero debe ser un poco más cuidadoso, no quisiera que algún día alguien se pase de listo con él al considerarlo un chico fácil y le haga daño. Jiminie siempre ha sido muy aventurero, no dudo que sepa cuidarse, y estoy de acuerdo con su manera de disfrutar y vivir, pero aun así, nunca estamos preparados para todo en esta vida.
La expresión pensativa en el rostro Taehyung le indicó a Jungkook que el alfa le había otorgado la razón.
— Comprendo lo que me quieres decir Jungkook. Pero siento que eres demasiado riguroso. Y no confundas, me gusta que seas alguien responsable y de alguna forma seguro, pero justo ahora estás analizando las cosas más allá, veo que detrás de tanta organización hay mucho esfuerzo, tensión y nervios previos.
Jungkook asintió, doblando cuidadosamente su servilleta, acomodándola luego a un extremo de la mesa.
— No me gustan las improvisaciones, señor Taehyung, hacer una cosa de pronto, sin preparación alguna puede alterarme, atiendo todos los detalles al extremo porque como bien ya le dije, no tolero las innovaciones.
— Dime solo Taehyung, Jungkook, Jimin me ha dicho que solo soy tres años mayor que tú— pidió el alfa, y Jungkook asintió con una sonrisa tranquila. — Cualquier imprevisto suele ser una amenaza para romper tu plan perfecto, ¿cierto?— cuestionó el mayor recibiendo una verbalización breve de parte de Jungkook que afirmaba su pregunta. — Entonces comprendo que lo mejor sería que fueras informado con antelación para cualquier cambio, propuesta o cancelación de planes.
» Jungkook, desde mi punto de vista sí considero que seas una persona algo controladora, en parte puede ser bueno, pero solo hasta un punto, mientras no se pase de lo normal, puede afectarte con tus parejas, el problema de tener una relación con una persona de estas características es que intenta abordarlo todo. Así, con el tiempo, el vínculo puede volverse agobiante, no obstante hay parejas y parejas, mientras nunca intentes manipular a quienes te rodean está bien, porque es parte de ti, y deben aceptarte tal y como eres. Aunque sabes, en el fondo las personas así tienen una personalidad insegura; por eso, buscan tener el control. Me gustaría que no fuera así en tu caso.
El omega se sintió bien con las palabras del alfa, de alguna forma sintió que alguien comprendía parte de su forma de ser, fue agradable.
— La tranquilidad para mí se sostiene de un precario equilibrio y depende de un hilo. Por tanto, sí, me gusta la autoridad, confieso ser algo mandón, pero es que... Me cuesta adaptarme a los cambios, soy algo inflexible— expresó esta vez un poco más seguro.
— Jungkook, tengo una propuesta que hacerte.
— ¿Una propuesta? ¿Qué sería?
— Espero no ofenderte, pero me gustaría pedirte que pases esta noche conmigo.
Jungkook se mostró algo sorprendido en unos inicios; sin embargo, al observar la expresión del alfa, sintió cierto interés por sus intenciones.
— ¿Quieres acostarte conmigo?— ni siquiera dudó en preguntar. — ¿Cuál es el motivo?
Taehyung se levantó de su asiento y caminó hacia Jungkook, deteniéndose detrás de su espalda. Sus amplias manos guardaron lugar en los hombros del omega, acariciándolo con suavidad, mordiendo sus labios y tensando poquito sus dedos en esa suave piel cuando el omega jadeó ante el masaje.
— Sin que suene desinteresado, no existe algún motivo necesariamente. Me resultas un hombre atractivo e interesante, si bien no te conozco, eres alguien que de por sí me transmite confianza y plenitud. Me encanta que seas un omega responsable e independiente, pero sobre todo, desde que me percaté de tu peculiar actitud, no he dejado de imaginar cuan excitante sería ser controlado por ti en una situación íntima, usado como tu fuente de placer y deleite. Quisiera sentir eso, el goce de tu piel en la mía y la sensación de regocijo al apreciarme lucrativo y adecuado para ti.
— Puede no gustarte mi manera de ser Taehyung— Jungkook se sorprendió al verse considerar dicha propuesta, ¿lo haría? — Tengo gustos algo cuestionables, y que pueden herir quizás el orgullo de tu alfa.
— Podemos impedir a nuestros cuerpos una actividad sexual perfecta, si juzgamos nuestras preferencias sexuales según lo que la sociedad califica como "normal", si te preocupas por eso solo generarás más conflicto en ti del que ya tienes— aseguró el alfa, sus labios trazaron un suave camino por el cuello del omega.
Jungkook jadeó apretando sus dedos contra la mesa, intentando controlar el apretón que dio su polla contra su ceñido pantalón.
— Tienes una lengua viperina demasiado persuasiva, Taehyung— sostuvo la mano del alfa que hacía un suave camino por su pecho, llevó aquellos largos dedos hacia sus labios, chupando su dedo del medio sin premura, Taehyung jadeó en su espalda y su pene casi lloró en sus pantalones por la acción lasciva del menor. — ¿Estás seguro de que puedes seguir mis términos alfa?
— Pruébame, omega.
Jungkook sonrió, y si el alfa hubiera visto esos ojos brillar con excedentaria lujuria habría escogido quizás otro juego de palabras.
— No podemos perder tiempo, y no sé donde mierda está la habitación de este yate— Jungkook se levantó de su asiento y sostuvo al alfa por su cintura acercándolo a su cuerpo, gruñendo cuando amabas erecciones se rozaron, joder, quería tanto chuparse al alfa. — Quítate toda la ropa Taehyung, inclínate sobre esa silla, y abre un poco tus piernas— ordenó, sus ojos abriéndose cuando el alfa hizo lo pedido sin chistar, asombrándose cuando, en cambio, se veía extasiado y dispuesto mientras se inclinaba en la silla mostrando un ángulo perfecto de su trasero al omega.
— Para ser un alfa, tienes un culo exquisito Taehyung, mierda, quiero comerte todo. ¿Me dejas nené?- pidió, más por cortesía, porque sus manos ya se encontraban acariciando con gula de ambos montículos pronunciados.
Jungkook sintió sus encías picar y no reprimió su deseo de hundir sus dientes en las mejillas del culo del alfa, escuchándole soltar un gemido que le voló los sesos luego de seducir su polla. El hombre era demasiado caliente, Jungkook nunca había conocido a un alfa tan sensible al tacto como ese que deshacía en sus manos y en su boca besando su entrada.
— Joder Taehyung, me encantas, esto es hermoso— elogió, hundiendo su lengua en ese lugar virgen que se tensó al primer contacto de su lengua.
El sabor del alfa era suave y adictivo, a pesar de que no lubricaba como los omegas, Jungkook sostuvo ambas mejillas y las expandió buscando una mayor profundidad, adorando la manera en la que el alfa suspiraba con fuerza sin reprimir su deleite por las succiones y lametones en su culo.
— Joder Jungkook.
— Nunca había estado con alguien así— aseguró el omega, dejando una última mordida. — Necesito una cama maldición, levántate y llévanos a ese maldito camerino— ordenó, casi en un gruñido, palmeando los muslos de Taehyung.
El alfa ni siquiera dudó cuando se dirigió a la única habitación del yate, Jungkook lo siguió al momento en contra de perder el tiempo, apropiándose de su dulce boca una vez hubieron cruzado la puerta.
Taehyung gruñó en los labios de Jungkook cuando el omega mordió sin misericordia su labio inferior; sin embargo, le devolvió el beso con la misma intensidad y pasión, chupando su lengua con excedencia, probando su delicioso sabor, todo del omega.
— Acuéstate en la cama Taehyung— los ojos de Jungkook ardieron cuando observó al alfa a su merced, bajo la mirada atenta y libidinosa de Taehyung se deshizo de su prenda superior e inferior, dejando únicamente su cinto de cuero en sus manos, el alfa tragó saliva en seco, su pene llenándose de sangre ante la vista del omega estirando el cinto en sus manos como si fuera a domar la peor bestia de la humanidad.
— No está bien reprimir nuestra sexualidad o imponer limitaciones, cariño. Haz lo que quieras— básicamente consintió el permiso que el omega pedía con sus ojos.
Jungkook se subió con una lentitud desesperante a la cama, acomodándose entre las piernas abiertas del alfa, su pene duro y sensible rozó a posta el del otro hombre, jadeando maravillado cuando este se presionó con más fuerza y desesperación contra su erección, el contacto siendo tan doloroso como sediento y adictivo.
Sus manos tomaron las del alfa para acomodarlas sobre su cabeza, sintiendo su entrada, lubricar y escurrir aquel líquido hasta sus muslos, cuando el hombre le observó con aquellos ojos nublados de placer demasiado excitados y complacido con cada una de sus acciones, el mayor no podía ser más perfecto para sus deseos y para sus necesitadas manos.
Taehyung no estaba dispuesto a imponer ningún obstáculo en las apetencias del omega, el cinto de cuero inmovilizó sus muñecas y estas fueron llevadas al respaldar de la cama, una bofetada cruzó por su cara y unos labios gruesos y húmedos se apropiaron sin la mínima decencia de avisar de sus pezones.
El omega mordisqueó y succionó con fuerza sus protuberancias rosadas, dejándole casi sin aire, y su polla se alzó cada vez más dura sobre su abdomen, humedeciendo su ombligo.
— Mmmh, Taehyung, nené por qué eres así— Jungkook envolvió sus dedos en la polla del alfa acariciándole con movimientos suaves, sus manos apenas presionando sobre el grosor de la dura circunferencia. — Estás tan grande nené, tan mojado, te resbalas entre mis dedos cariño— comentó, mordiendo sus labios casi con violencia, cuando el sonido obsceno de su mano masturbando, esta vez con rapidez y fuerza la polla del alfa se escucharon por encima de los gemidos y gruñidos del mismo. — Quiero follarte tan mal Taehyung, empalarme con tu polla y cansarme mínimo a las cinco horas.
— Mierda Jungkook, fóllame— el alfa alzó sus caderas hacia las manos expertas, apretando su mandíbula por la desesperación e irritación de su erección maltratada.
El petricor de su aroma se volvió más intenso, golpeando al omega con una oleada de calor que tensó su núcleo de placer. Jungkook se sentó ahorcajadas sobre el alfa rozando su culo húmedo contra el tronco de la polla de Taehyung sonriendo hacia las reacciones del hombre.
— ¡Ah! Sshj, joder Jungkook— siseó cuando el omega acarició su glande hinchado contra su entrada apretada.
— No quiero que olvides quien te follará hoy Taehyung— advirtió el pelinegro, sus dientes cada vez más apretados a medida que se introducía el pene del alfa en su culo, muy adentro, sin parar. — T-Tan grande, mierda— Jungkook estaba finalmente sentado por completo en aquel falo, el alfa se veía demasiado desesperado y caliente para su gusto mientras tenía su polla enterrada en su agujero.
La primera embestida llegó, ocasionando un mar de sensaciones e impresiones en su vientre, el aire le faltó y su velocidad sanguínea se aceleró, mientras brincaba sin vergüenza con una vehemente intensidad en la masculinidad del alfa de bonitas facciones la sonrisa en el rostro de Taehyung le hizo sentir huracanes y tornados en su pecho.
— Ah, ah... joder alfa te necesito, aquí, conmigo— parecía ido mientras balbuceaba incoherencias, el movimiento de su pelvis adquirió más velocidad, Jungkook observó fascinado un hilo de saliva deslizarse por la barbilla del alfa y sus ojos blanquearse del placer.
En un rápido movimiento le quitó el cinto de las muñecas al preferir sostenerlas con sus propias manos, pegó su pecho al del alfa y se movió en deliciosos ocho que terminaron en segundos con la poca cordura que le quedaba a Taehyung.
— ¡Ah! Tan bueno, mmh tan rico Jungkook, muévete más omega— el aludido jadeó cuando el alfa le observó con una mirada hambrienta, la vista de sus ojos rojos y sus dientes apretados, le provocaron unas vibraciones extrañas en su vientre y espalda baja. — Déjame tocarte Jungkook, por favor.
— Mi pene, es lo que único que puedes tocar alfa. Si te pasas de allí, no permitiré que me veas ni me toques más, ¿entendido?— advirtió, con una sonrisa ladina que pronto se hizo más grande cuando el alfa asintió con un sonrojo en sus mejillas mirándole fijo a los ojos, joder, tan obediente y tan... suyo.
— Tenerme así, para ti, te excita tanto, ¿verdad cariño?— cuestionó Taehyung, su voz gruesa hizo maravillas en la polla y en el culo húmedo del omega. Acarició el pene de Jungkook con un movimiento experto, mirándole fijo a sus ojos verdes, y el omega mordió su labio inferior con fuerza casi hasta la sangre, cuando le apretó la punta de su sensitiva polla, observándole con una sonrisa demasiado caliente para su propio bien y estabilidad. — Tenerme así, te humedece sin que tenga que incitarte a hacerlo. Desde aquí puedo olerte cariño, lo mojado y listo que estás para mi polla, para mi nudo. Termina esta tortura mi amor, y haz lo que quieras de mí.
Jungkook juraba nunca haber sentido esas sensaciones, aquellos escalofríos recorrer su cuerpo mientras se follaba contra el alfa. Su mano cubrió el grueso cuello de Taehyung, ahogándole, ocasionando que la respiración de su hombre se volviera más acelerada, pero que por nada se podía comparar con la suya, no recuerda haber estado tan excitado como lo estaba en ese momento, su pene erecto a más no poder chorreando del viscoso pre semen haciendo casi brillar su polla. El cuerpo de Taehyung era un instrumento sexual perfecto, la mejor polla y el mejor alfa para Jungkook.
— ¿Te gusta como te follo, alfa? ¿Quieres hacerlo tú?— cuestionó en un gruñido, recibiendo una mirada suplicante y un gemido de unos labios maltratados y húmedos, cambió el peso de su cuerpo de sus rodillas a sus pies quedando prácticamente agachado sobre el alfa. Acomodó de vuelta la erección viril en su entrada, jadeando cuando la posición le hizo llevar más profundo al alfa. — Me tendrás justo en cuatro Taehyung, y me vas a follar rápido, fuerte y duro, hasta que yo te diga que pares.
No tuvo que ordenarlo dos veces.
El alfa se alzó con rapidez en la cama, gruñendo cuando el agujero usado y rojizo estuvo a su vista. Taehyung tomó al omega por sus muslos y lo arrastró hasta el borde de la cama, pegando sus caderas a los glúteos firmes y redondos.
— Maldición Jungkook— gruñó, cuando el omega apoyó su pecho en la cama, dejando su peso únicamente en sus rodillas, quedando mucho más abierto para él, el arco de su cuerpo debía ser prohibido, pero no para Taehyung. — Te quiero coger tan mal cariño.
— Deja de hablar alfa, a estas alturas tu boca debería estar ocupada en otra cosa— aseguró Jungkook, girando su cabeza para observar con un rostro serio al alfa, buscando imponer su autoridad. — Cómeme Taehyung.
Y esas parecían ser las palabras mágicas, el alfa enterró su rostro en su culo, mordiendo y chupando su entrada con vehemencia, sin ningún deseo de disimular lo hambriento que estaba que por él.
Taehyung clavó sus uñas en la carne tierna, aumentando su fuerza en su agarre cuando el omega chilló complacido y se aproximó hacia su contacto. Se separó de los rojizos montículos y escupió sobre la entrada aún apretada, viéndola tensarse como si una polla no hubiese estado en ella hacía apenas unos minutos, ese maldito y delicioso omega.
Abrió con sus pulgares los pliegues del agujero pulsante, hundiendo su lengua para probar desde la fuente el dulce lubricante que se desperdiciaba, pero que a la vez adornaba los gruesos muslos de Jungkook.
— Ustedes dicen con orgullo esas estupideces, que los omegas somos unas putas por la polla, pero mírate a ti— Jungkook tomó entre sus dedos el cabello del alfa y lo aproximó más hacia su entrada con fuerza, sintiéndolo gruñir y jadear entre succiones y lametones, Taehyung al parecer quería drenar todo el lubricante de su agujero. — Mírate a ti cariño, eres una puta por mi culo.
Quizás Taehyung debería sentirse avergonzado por la manera en la que sus mejillas se sonrojaron y por la forma en la que su polla se puso más dura que el acero. Sin embargo, le dio silenciosamente la razón al omega comiéndose hasta donde pudo su entrada y aspirando su dulce olor.
— No seas goloso Taehyung, y mételo— ordenó Jungkook, el alfa se quejó muy entretenido en amasar y besar sus nalgas, la expresión complacida y llena de gusto de su rostro, colmó al omega de puro orgullo y deleite.
En cambio, alejó casi a la fuerza el rostro del alfa de su culo, sorprendiéndose al ver casi un puchero en sus labios. Lo observó con un semblante serio, pareciendo molesto, pero su expresión cambió en apenas dos segundos, cuando el alfa lo penetró con fuerza hasta que sus bolas chocaron con sus glúteos, todo sin tener la maldita decencia de avisar tal movimiento, su sonrisa coqueta preguntándole implícitamente al omega si eso no era lo que quería: estar lleno y empalado en él.
— Fóllame Taehyung, como ningún hombre lo ha hecho.
— Joder Jungkook, te sientes tan... bien y apretado— elogió, su ceño fruncido en concentración y sus muslos ardiendo por el esfuerzo de las penetraciones continuas e intensas al continuar sin parar.
Su vientre ardiendo en placer, sus pupilas dilatadas, sus encías picando y sus uñas buscando marcar al omega que se desmoronó en gritos de placer que sonaban justo a su nombre.
— Sí, tenemos razón a veces cariño, ¡ah! Tiemblas y gritas sin preocuparte porque te escuchen cada vez que te la meto. ¿Por qué sí sabes que te escuchan verdad?— el alfa inclinó su cuerpo en el del omega haciendo peso con una mano en su espalda baja, buscando más acceso y profundidad a su agujero, con la otra mano libre apretó su abdomen gruñendo complacido al sentirse a sí mismo dentro de su carne. — Espero no te sonrojes cuando debas ver al capitán y a las sirvientas cariño. Es cierto, en ocasiones lo que decimos los alfas bebé, eres una puta por mi polla, y no puedes decir lo contrario.
Sonriendo divertido, Jungkook se apretó a propósito alrededor de la circunferencia del alfa, escuchándole sisear y jadear con más fuerza.
— Estoy seguro de que no grito al mismo nivel de lo que tú gritaste cuando te monté. El más puto aquí entre los dos, no soy yo nené. ¡Ah! Maldito alfa, ¡Taehyung!— el aludido estaba golpeando en su próstata, el alfa se estrelló sin compasión en su núcleo de placer, dejándole sin fuerzas en sus rodillas.
Jungkook gimió demasiado excitado, cuando al girar su rostro y observar al alfa, lo encontró ido y extasiado, con su lengua afuera de sus labios y sus ojos cerrados, sus gruesas cejas tranquilas y su entrecejo liberado. El sudor discurría por su piel canela, dejándole un aspecto deseable y ardiente, y ni hablar de aquel potente aroma que tenía a su merced las feromonas de su cuerpo.
— Joder bebé, me traes tan mal, fóllate contra mi polla Jungkook, quiero verte, mmhg— el alfa golpeó con su mano abierta aquella piel rojiza que rebotó con gusto contra su palma.
Taehyung no sabía qué hacer, si morder, chupar, follar o derramarse de una vez en el omega, llenarlo de su corrida para tenerlo preñado y bonito con sus cachorros, parecía una buena idea, pero no sabía si sería de su agrado, en cambio, subió una de sus piernas al colchón y embistió con una fuerza animal a Jungkook, haciendo gala a su casta. Su nudo aún no estaba dispuesto a bajar para unirse al omega, su pene estaba más duro y viril que nunca, su erección no quería terminar.
— He dicho algo bebé.
Jungkook gruñó.
— Las órdenes aquí no las das tú, alfa- los ojos del omega brillaban, Jungkook sostuvo con ambas manos su trasero y decidido a consentir un poco al alfa, se folló contra él, encantado con los suspiros y gruñidos de satisfacción de Taehyung. — Pareces tener suficiente amor, ¿quieres correrte Taehyung?— preguntó con voz dulce, a lo que el alfa asintió apurado, mordiendo sus labios con desesperación, un cúmulo de sensaciones se asentó con intensidad en su vientre.
— Ya casi estoy, ah Jungkook, voy a-
Taehyung gruñó y casi lloró, demasiado irritado en el momento en el que el omega se alejó de sus brazos cuando estaba al punto de venirse.
Jungkook se acostó boca arriba en la cama, sus piernas demasiado abiertas y bonitas provocaron al alfa, mismo, que lo contempló con una expresión sedienta y necesitada, en cambio, él le miraba con una sonrisa burlona y complacida acariciando su propio pene.
— Chúpame la polla Taehyung, ven aquí— pidió bajito, dando suaves caricias alrededor de su glande.
El alfa se arrodilló en cuestiones de segundos entre sus piernas, lamiendo justo entre sus bolas. El omega chilló de gusto y apretó los dedos de sus manos y pies, cuando el hombre lo penetró con dos de sus dedos, haciendo movimientos circulares como los del péndulo de un reloj, aquella maldita boca demasiado ocupada en la succión de sus testículos.
— Joder Tae— y la maldición parecía ser poca, en comparación a las sensaciones provocadas en su cuerpo cuando el alfa le chupó.
Taehyung engulló su pene hasta el tronco sin problemas, relajando su garganta para repetir su acción una y otra vez, el pie del omega acarició su propia polla, y se frotó contra este buscando parte de la ansiada liberación. Lamió toda la longitud del falo, gruñendo cuando Jungkook tiró de sus cabellos con demasiada fuerza aproximándolo hacia su polla dura y erecta, su lengua torturó el orificio de aquella circunferencia, consiguiendo que el himno con su nombre volviera a ser cantado, o mejor dicho gemido y gritado.
— Mierda Tae, siéntate en mi cara, quiero probarte también amor, pero no dejes de chuparme- advirtió, el alfa hizo lo pedido sin dudar, la famosa postura del sesenta y nueve, les quedó chiquita para la manera hermosa en la que se acoplaron.
Jungkook cubrió con sus labios la cabeza del pene del alfa, escuchándole maldecir con la boca aún llena de su polla. Con sus manos acarició las tensas y cargadas bolas del alfa mientras se aventuraba a un constante sube y baja por todo su falo, una mezcla de saliva y pre semen corría por su mentón, pero esto no le detuvo a chupar con vehemencia.
Taehyung, en cambio, estaba demasiado ensimismado con la tarea de recoger todo el lubricante que discurría por aquella entrada, sus manos únicamente masturbando la polla de Jungkook y dejando ocasionales azotes en su trasero. Así se mantuvieron por cinco minutos hasta que el omega volvió a tomar el mando.
— Contigo puedo hacer uso desmedido de mi fuerza. Ponte en cuatro Taehyung— pidió con suavidad, acariciando los glúteos del alfa luego de darles un último beso. — No haré eso que piensas cariño, por... ahora— aseguró, cuando sintió el cuerpo del hombre temblar entre sus manos. — Hazme caso bebé— volvió a pedir con un tono de voz suave y seguro. Incorporándose en la cama para salir de esta.
Taehyung adoptó la postura sugerida por el omega en silencio, sorprendiéndose cuando la parte superior de sus muslos fueron a parar a los hombros de Jungkook y su rostro terminó justo al frente de la masculinidad del mismo.
— No bajes la guardia cariño— le dijo el omega, Taehyung podía percibir un tono orgulloso y arrogante en su voz. — Desde aquí te ves más bonito alfa— el aludido jadeó y apretó sus dientes cuando el aliento del omega en su entrada le llenó el cuerpo de escalofríos. — Abre la boca— y cuando lo hizo, la polla del omega violó sin detenerse su maltratada garganta.
Siendo que su pene y su entrada estaban siendo estimulados por igual, el alfa ni siquiera se sorprendió cuando las lágrimas humedecieron sus mejillas, estaba sobre estimulado, gimiendo, gritando, jadeando y temblando mientras el omega le hacía suyo. Su orgasmo estaba llegando a su cúspide, y se lo hizo saber al menor al apretar sus muslos alrededor de su rostro.
Sus manos ahuecaron el culo de Jungkook y ayudó con las embestidas en su boca, buscando su anhelada liberación y la del contrario. Pero el omega era más inteligente y cruel de lo que parecía, cuando su cuerpo volvió a la cama sin la más mínima delicadeza, las lágrimas de frustración y de dolor llegaron al cuello del alfa.
— No p-puedo m-más— Taehyung cubrió su rostro húmedo con sus manos de pronto, sintiéndose tímido y avergonzado como para que el omega lo viera, su alfa en su interior aullaba con fuerza su pecho necesitando salir para reclamar al omega por su tortura, deseando domarlo hasta que le rogara perdón y obtuviera su dignidad.
— ¿Qué no puedes bebé? Claro que sí, ya casi, aguanta un poco más— Jungkook vio al alfa liberar su rostro y observarle con ojos húmedos y tímidos mientras negaba entre lágrimas, la vista de su rostro acongojado y sonrojado le dio directo en su polla, misma que se alzó más dura contra su abdomen incentivada por aquel gesto tan íntimo y susceptible en el rostro del bonito hombre.
Taehyung se veía tan maltratado y desecho en la cama, tan dominado y sumiso, un alfa sumiso y sensible por sus manos, su lengua y su culo. Jungkook no podía sentirse más elogiado.
— Lo haré despacio, ¿sí?— aseguró, mirando dulce al alfa, tomó cuidadosamente su erección sensitiva llevándola a su entrada, Taehyung gimió con sus ojos cerrados en todo el proceso mientras se dejaba llevar una vez más por el nirvana que era Jeon Jungkook. — Dime si te gusta así, mi Taehyung— pidió en vano, casi en un susurro, porque sus labios abrazaron los del alfa impidiéndole hablar.
Su cuerpo se meció sin premura sobre el de Taehyung, jadeando cuando el alfa abrazó su cintura y apoyándose en sus talones, movió sus caderas al unísono con él. La situación era demasiado íntima, la habitación se llenó del calor y de los aromas de los dos lobos, mareándolos a ambos por el nivel de feromonas y hormonas que fueron intercambiadas.
— Nunca me había sentido así Taehyung, me complementas tan bien, te quiero para mí, todo de ti para mi alfa— suspiró en su boca, acelerando el ritmo de sus embestidas.
Taehyung gruñó cuando el cúmulo de sensaciones golpeó su vientre, afincó sus manos a las caderas del omega, impidiéndole escapar por tercera vez. Jungkook lamió su cuello y gimió con fuerza en su oído, cuando le enterró las uñas sin demasiada fuerza en su espada baja para tomar el control de las penetraciones. Lo folló fuerte, rápido y duro, justo como el omega le había pedido en un inicio, sintiéndole temblar contra su cuerpo sudado y sollozar su nombre necesitado.
— Ah, ¡Taehyung! Joder, ¡Tae!— Taehyung aceleró el proceso y enterró sus dientes superficialmente en el hombro del omega, Jungkook no pudo aguantar tal sobre estimulación, terminando en ambos abdómenes y en su polla, el gemido que soltó en el oído de Taehyung terminó por llevar al alfa a su propio orgasmo.
Taehyung liberó toda su excitación en el culo del omega, acariciando luego su espalda baja y dejando suaves besos por todo su rostro, cuando esta vez, Jungkook fue quien lloró debido a la sensibilidad de su cuerpo reaccionando a su nudo. Su estado emocional estaba débil, aún impresionado por el nivel de los sucesos.
— Estaremos así entre veinte y treinta minutos, por favor intenta relajarte cariño— animó, secando los restos de lágrimas de las mejillas de Jungkook. El omega se sonrojó ocultando demasiado tímido el rostro en su pecho, y el alfa no pudo evitar preguntarse si esta era la misma persona que anteriormente lo había dejado sin aliento y lo había dominado en la cama. — ¿Qué sucede Jungkook?
— Quería darte las gracias por esto, Taehyung, nunca había conocido a una persona como tú, tan increíble y única.
El alfa sonrió enternecido, besando la bonita nariz contraria, Jungkook se sonrojó nuevamente mordiendo sus labios.
— Las gracias las debería dar yo mi amor— aseguró tomando las manos del omega, mirándole con un sentimiento genuino en sus pupilas. — Estaría bien, poder conocer más de ti, Jungkook.
El omega asintió acurrucado en su pecho, más que de acuerdo por las palabras de alfa. Besó con algo de nerviosismo los labios de Taehyung, dispuesto a hablar, a hacerle saber al alfa lo maravilloso y especial que se había sentido a su lado, pero una voz conocida interrumpió su próxima y necesaria oración.
— ¡Apúrate y dile que sí Jungkook!— la voz de su primo Jimin le dejó helado en su momento romántico y placentero, ay. — Estoy cansado de esperarlos. ¡Por cierto Taehyung! ¡Cómo gritas hombre! ¡Finalmente, cumpliste tu sueño Jungkook!— el alfa enterró su rostro en la almohada ocultando unas risas divertidas y el omega golpeó su hombro en regaño demasiado abochornado como para salir y verle la cara a su primo Jimin.
— ¡¡¡Salgan ya por favor!!! ¡¡¡Que ya Nam y yo nos cansamos de pensar como decirle a tu madre que, posiblemente, tendremos a un embarazado Jungkook!!!
Joder, al menos podría decir que había sido influenciado por el carácter hedonista y malvado de su primo Jimin, quizás así lograba salir algo ileso de esta.
— ¡¡¡Y ni se te ocurra echarme la culpa con la tía, que no fue mi error, que no usaras condón!!!
Jungkook estaba muy jodido, pero... extrañamente se sentía feliz.
•𝐒𝐞𝐧𝐬𝐢𝐭𝐢𝐯𝐞 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚•
¡¡¡Es todo!!! Aunque quizás me anime y el próximo año le haga un extra, digo un año porque llevan justo un año esperando por el extra de Apolíneo y Diosiníaco jsjs, perdón.
Si se han dado cuenta en mis últimas actualizaciones estoy practicando mucho mi smut, ¡espero este haya sido de su agrado!
Detalle random, estoy algo confundida estos días.
:(
¿Creen que se pueda amar a una misma persona toda la vida? Estoy algo jodida, y que sé yo. ¿Cómo saber si debo rendirme?
Me gustaría entender tantas cosas, pero a veces pienso que es mejor dejarlas ahí, sin saberlas.
La luna ya no quiere ser el satélite natural de la tierra
:(
mcridhe
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