El peliazul se levanta de mal humor ese día.

Su estado de ánimo lo asocia con Logan, tal vez por las palabras que le dijo la noche anterior o simplemente por el horrible olor a habano que ha dejado y aún no se puede ir de la habitación.

Se mira en el espejo y puede ver lo mal que luce. Esas bolsas bajo sus ojos delatan lo poco que ha podido dormir la noche anterior.

Maldice a Wolverine porque sabe que es culpa de él. Maldita sea la hora en que se enamoro de aquel viejo gruñón que solo sabe reclamar y enojarse.

Después piensa en sus clases a las que asiste por desesperación, porque sí, finalmente acepta que esta desesperado por encontrar a alguien quien lo quiera, sin prejuicios y con mucho amor.

Y entonces el objetivo en su mente es claro, va a conseguir las citas necesarias como para poder elegir o desechar a quien se le plazca. Piensa demostrarle a Logan lo deseado que puede llegar a ser y quiere, ¡no!, desea ver su rostro de arrepentimiento.

Cuando Peter baja hacia el comedor para desayunar, atrae la atención de todos por su nuevo color de cabello. Su vestimenta en colores obscuros lo hacen ver elegante y esa sonrisa socarrona que tiene puesta en su rostro lo hace ver como un fuckboy listo para atacar en cualquier momento.

Erik lo ve con sorpresa y sigue analizando lo cambiado que esta su hijo, por otro lado, Charles lo mira con una tierna sonrisa.

—Te ves hermoso cariño—el hombre calvo lo halaga y Peter se contiene de sonrojarse, completamente es un niño de papi y siempre ama los lindos comentarios que este le hace.

—¿Enserio?—pregunta Erik viéndolo pero recibe un golpe de Charles—. Digo—se aclara la garganta y también le da una sonrisa a su primogénito—, ese cambio es... muy... nuevo.

Peter rueda los ojos.

—¿Tratas de copiar el estilo de nuestra hermana Lorna, chico raro?—David se une con sus comentarios tontos que Peter a veces odia.

—¿Y eso te importa?—rueda los ojos, fastidiado. A veces quiere mucho a David pero otras solo quiere romperle la cara—. Simplemente quise cambiar un poco.

—Me parece perfecto Pet—dice Charles aun viendo a su niño.

Wolverine llega al lugar y se sorprende que Peter este ahí tan temprano, usualmente el chico despierta hasta tarde. Las bromas que suele hacer siguen ahí, molestando o haciendo reír a los chicos de la mansión. Gruñe por lo infantil que puede llegar a ser a veces.

Trata de ignorarlo por unos momentos pero es imposible al verlo tan activo y contagiando a todos de un rato agradable.

Siente un toque suave en si brazo y ve que Jean intenta llamar su atención pero, por algún motivo, no puede despegar sus ojos de aquel mocoso que parlotea animadamente en la mesa.

—Por cierto, lo olvidaba—interrumpe el telepata el momento de diversión en la mesa—. Tenemos una nueva alumna—dice mientras ve como la cabellera rubia se acerca hasta ellos—. Familia, denle la bienvenida a Madison.

Peter, quien ha detenido sus bromas para prestarle atención a su padre, dirige su vista hacia la nueva joven que esta en el marco de la puerta. La encuentra atractiva y misteriosa, eso hace que un interés por ella nazca en su interior.

Nunca se ha declarado homosexual, a él siempre le ha gustado experimentar y lo comprueba en aquel instante que la ve, porque le gusta.

—Hola. Soy Madison Montgomery, estrella de cine—se presenta con una sonrisa y definitivamente captura toda la atención del peli azul.

Logan también lo ha notado.

(...)

El castaño menor de la familia Rogers-Stark se dirige sin muchas ganas a Stark Industries.

La cabeza le duele por lo mucho que ha llorado y bebido la noche anterior, avergonzado de su rechazo y sobretodo, recordando su situación con su ex prometido.

Se ha acostumbrado ya a las miradas de lástima que los empleados de la oficina le dan así que simplemente las ignora.

Al llegar a su piso, junto a la oficina de su padre y hermana, Pepper lo saluda con una agradable sonrisa junto a Anne, la nueva secretaria que ha contratado recientemente su padre.

—Te ves terrible, ¿quieres un café o tal vez té?—la pelirroja le acaricia el cabello con ternura y Peter niega.

—Muchas gracias tía Pep pero estoy bien—asiente dándole una sonrisa.

El elevador se abre y por ahí, entra una apurada Morgan hablando por teléfono mientras sujeta la mano de Sarah.

—¡Tío Peteeeeer!—alarga el nombre del castaño mientras suelta la mano de madre y corre hacía él.

—Hola cariño—la atrapa entre sus brazos dándole un sonoro beso en su mejilla.

—¡Oh! Gracias al cielo—dice Morgan—. ¿Podrías cuidar a Sarah? Tengo una junta muy importante, voy tarde y estoy segura que papá va a matarme.

Morgan ni siquiera ha esperado que Peter le responda cuando ya esta esperando que el elevador cierre sus puertas.

—¿Podremos ver una película de Disney, tío Peter?—la niña le lanza una mirada agitando sus pestañas, aquellas que ha heredado de su abuelo Tony, largas y pobladas.

—Claro cariño—le sonríe mientras toma la pequeña mano de la niña para ir hasta su oficina.

Un par de minutos más tarde, se encuentra revisando un par de papeles que ha dejado pendientes desde hace un par de días pero su lectura se ve interrumpida apenas empieza.

—Joven Peter—escucha su nombre y levanta la vista viendo el rostro de la rubia que estaba minutos antes con su tía.

—¿Si?

—Un periodista lo espera afuera—avisa haciendo una mueca—. En realidad, a quién necesita es a su padre pero le he dicho que esta en una junta y...

—Entiendo—asiente—. Hazlo pasar.

La chica asiente y escucha como le indica al hombre que espera a fuera que lo recibirá.

Peter echa un vistazo a Sarah quien ve con entusiasmo la televisión y después dirige su vista al mensaje en su móvil que le ha llegado recientemente.

—Buenos días joven Rogers-Stark—Peter levanta su mirada casi de inmediato al sentirse cautivado por una voz muy varonil—. Soy Eddie. Eddie Brock.

El castaño le da una sonrisa.

—Dime Peter—contesta aun con la sonrisa plasmada en su rostro mientras extiende su mano.

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Perdón por no actualizar antes. Estoy pasando por un bloqueo mental.

¿Cómo va su cuarentena?

Xoxo,
L🥀.