Después de escapar de aquella fiesta, Wade pretende subir los ánimos de su compañero haciendo que su noche olvide el trago amargo con el idiota de Johnny Storm.

El mercenario observa en silencio como Peter disfruta tal como la primera vez, esa comida mexicana que le ha encantado, a diferencia de aquella vez, esta se encuentran como un par de personas normales cenando en una tranquila noche de Halloween. Como si fuera una cita.

—Soy un idiota, puedes decirlo—dice el menor mientras limpia su boca—. Tienes permiso de burlarte solo esta noche del desastre que soy.

—No voy a burlarme y tampoco necesito tu permiso para hacerlo—lo mira con una sonrisa burlona. Peter no protesta y también ríe—. Entonces Storm queda borrado de la lista.

El castaño mira como Wade borra el nombre de la pequeña libreta que lleva consigo.

Alza una ceja, sorprendido.

—Veo que te estas tomando el trabajo muy enserio—bebe de su cerveza tratando de ignorar el sentimiento que le genera el que el mercenario realmente quiera deshacerse de él.

—Siempre cumplo mi palabra Petey pay—sonríe—. Y cuando digo que voy a conseguir al hombre perfecto para que se case contigo, no estoy mintiendo—lo mira y el menor puede notar que no hay ni una pizca de mentira en sus ojos.

—¿Y tú no piensas casarte algún día?—no sabe con qué intención lanza esa pregunta pero si está muy interesado en saber la respuesta, sobre todo cuando nota como Wade se tensa pero trata de disimularlo casi a la perfección con ese tono burlón que lo caracteriza.

—Lo haré cuando encuentre a la persona que me regrese la cordura que perdí hace tiempo—Peter aprieta los labios y asiente—. Entonces... Danny Rand es el siguiente en nuestra lista, por lo que sé, tiene algunos negocios con tu padre.

—Sí—asiente—. Lo he visto un par de veces por la empresa y en SHIELD. Se ve buen tipo.

—Entonces tenemos a nuestro siguiente objetivo, conseguir una cita con Danny Rand.

El entusiasmo del mayor es palpable, Peter no lo está tanto y no entiende el por qué, si su objetivo después de que Quentin lo dejo ha sido conseguir una propuesta de matrimonio.

—Supongo que sí—susurra.

Lo siguiente que hacen esa noche, es ser ellos mismos, sin máscaras, solo ellos dos pasando un momento divertido.

Las calles están iluminadas por esas luces intensas que hacen notar esas sonrisas plasmadas en sus rostros. Wade hace una que otra locura por las calles o simplemente baila alguna tonta canción que suena por ahí.

Pasar tiempo con ese mercenario le hace sentir un agradable sentimiento en su interior, podría estar con él toda la noche sin cansarse. Hace que quiera estar con él más tiempo del que debería.

Arriba, en una azotea de algún edifico alto de la ciudad puede sentirse como en las nubes, tal vez por el par de cervezas que tiene en su interior pero tiene una sensación de calidez que no quiere que termine nunca.

—Esta canción me encanta—grita con entusiasmo y toma la mano del mercenario, quiere bailar con él—. "When the lights go out, run away with me..."

Canta fascinado, como si estuviera solamente él y, de alguna manera, a Wade le da felicidad verlo así, tan despreocupado y sonriente. Peter es feliz en ese momento.

El mundo es solo de ellos dos esa noche. Solo de ellos.

Así como Peter ha conocido esa faceta tierna y divertida a través de todo ese tiempo que lleva conviviendo con Wade, dejando atrás esa máscara de hombre rudo y difícil, el mercenario ha conocido que no todos los Rogers-Stark son como él creía.

Peter no es como él. No es como Andrew.

Cuando llegan al departamento del castaño, este se ríe por cualquier idiotez, está un poco borracho y no deja de decir incoherencias mientras maldice al idiota de su ex por ser un completo idiota.

Wade está de acuerdo con eso.

Apenas Peter abre la puerta de su departamento, el mercenario entra tras de él. Observa la perfecta decoración del lugar donde vive su compañero y definitivamente es mucho mejor que el suyo.

Sigue al más bajo hasta su habitación, quiere asegurarse que el chico se encuentre sano y salvo en su cama para el poder irse a descansar también pero antes de que pueda despedirse de él, la voz del menor lo llama.

—Wade, no te vayas—el castaño lo llama mientras extiende su mano—. Quédate esta noche conmigo.

El mercenario lo mira esperando que se ría y diga que solo es una jodida broma pero eso no sucede, solo la maldita sonrisa tierna con la que Peter puede convencer a todo mundo si quisiera.

—¿Qué estás diciendo?—pregunta, incrédulo— Estas borracho Peter—contesta un poco aturdido por las palabras que ha escuchado y que quizás esta malinterpretando—. Debes descansar.

—Sé lo que quiero Wade—se levanta de la cama con aquella desafiante mirada—. Te desee desde aquella vez que te bese—puede que esté un poco borracho pero, no está mintiendo del todo—. Yo solo...—pone sus pequeñas manos en el pecho del mercenario y lo acaricia con lentitud—. Sé que también sientes lo que está pasando, esta tensión entre los dos.

El mercenario toma las muñecas de Peter con brusquedad, dándole una mirada furiosa.

Tal vez estaba equivocado, todos los Rogers-Stark si son iguales.

—¿A qué juegas Peter?—lo mira a esos ojos castaños que lo miran con deseo y necesidad— ¿Qué mierda quieres?

Definitivamente Wade ha conocido ese lado obscuro de Peter. Ese hombre con su rostro inocente por el día, puede ser todo lo contrario por la noche. Esa mirada salvaje que le da le hace pensar que no es el mismo chico con el que ha estado conviviendo desde que lo conoció.

—A ti—murmura sin despegar su mirada, cerca de sus labios.

El mercenario lo observa tan de cerca y esa invitación tan sugerente que, por primera vez, toma el tiempo de analizar la situación antes de actuar impulsivamente.

Y luego un pensamiento viene a su mente y... tiene a Peter a su merced, puede hacer con él lo que quiera.

—Que tengamos sexo esta noche no quiere decir que te vaya a proponer matrimonio baby boy—Wade se ha rendido pero no solo por complacer a Peter, sabe que hay una razón más grande detrás de todo eso.

—Llamémoslo aventura de una noche, señor Deady—el mercenario no puede evitar sentir un tirón en su entrepierna al escuchar aquel apodo salir de los labios del chico.

Peter ha retrocedido unos pasos en medio de la obscuridad de su habitación.

—¿Ahora te vas a arrepentir?—dice el mercenario sin seguirlo.

Wade lo observa con determinación para después quedarse sin aliento al ver como el traje del hombre araña que llevaba esa noche cae al piso dejando al castaño en una tanga de encaje negro.

—Yo nunca me arrepiento—responde mordiendo su labio.

El mayor se acerca hacia él de forma rápida para después tomarlo de una forma brusca por la cintura. Sentir su piel contra su cuerpo le da una sensación fascinante.

—No juegues con fuego niño—amenaza Deadpool con una mirada furiosa.

—Hace tiempo que perdí el miedo a quemarme—responde para después tomar por la nuca al mercenario y tomar sus labios en un intenso beso que el mayor correspondió de inmediato.

Wade lo aprieta contra su cuerpo mientras Peter enreda sus piernas en la cadera del hombre. Disfruta sentir esa cercanía, sobre todo la erección del mayor chocando contra su vientre y delatando lo duro que lo ha puesto.

Puede que el mercenario está loco pero, la poca cordura que queda en él se pregunta ¿qué mierda está haciendo? Debe parar, debe hacerlo ahora.

Pero los labios de Peter son adictivos, lo supo desde aquella primera vez que el chico se abalanzo en el mismo estado que ahora está. Borracho.

¿Debe parar? ¿En realidad quiere hacerlo?

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Pues no bebes, todavía no es tiempo del smut en este fanfic jsjsjsj.

Xoxo,
L🥀.