Aquel intento de ayuda por parte de Wade queda en el olvido porque Peter sin tener que mover un dedo, ha conseguido la atención del rubio soltero más codiciado de Manhattan.

Johnny apenas lo vio fue directo hacia donde se encontraba sentado él y ahora, está ahí, viéndolo atento y con esa sonrisa irresistible que, no puede mentir, lo pone muy nervioso.

—Tenía mucho tiempo sin verte—dice Storm mientras bebe de su trago sin quitar esa intensa mirada del menor.

—He tenido algunos problemas—contesta el castaño—. Tú sabes...—omite algo que obviamente el mayor sabe.

—Claro, sobre el imbécil ese que tenías por prometido—Peter trata de sonreír pero solo logra plasmar una mueca en su rostro—. Hey, no es para que te pongas triste cariño—toma la mano que el castaño tiene sobre la mesa y la acaricia con lentitud—. Hay muchas más personas que darían todo por estar contigo.

—¿Cómo quiénes?—la pregunta de Peter puede sonar inocente pero el tono es tan seductor que hace al rubio temblar.

—Cómo yo cariño—devuelve ese tono que hace que el de ojos castaños muerda su labio.

—¿Esa es su técnica con todas sus conquistas, señor Storm?—cruza sus brazos mientras se recarga en el respaldo de la silla, alejándose.

No quiere admitirlo pero, si Storm sigue tomando ese camino de ser un maldito coqueto como siempre lo es, está seguro que mandara todo a la mierda y terminara cogiendo con él sin importar para nada lo que realmente le interesa, una propuesta de que realmente quiere algo serio.

—¿Cuál?, no sé a qué te refieres—niega sin despegar ese contacto visual que hace que la piel del menor se erice por querer sentir el contacto del rubio en su piel.

—Decir lo que cualquiera amaría escuchar.

Johnny ríe.

—Tal vez o tal vez es que realmente siempre me has interesado Peter.

Hasta cierto punto, las palabras del mayor son ciertas. Siempre ha tenido una debilidad por ese chico de rostro y mirada inocente, no sabe qué pero lo enciende hasta los huesos.

—Entonces, ¿qué estarías dispuesto a hacer para tenerme?—lo mira desafiante, con esa actitud dominante que Peter siempre esconde muy bien.

El rubio suspira para después morder su labio en una sonrisa. Se levanta de su asiento y camina hasta quedar frente al castaño que se ha mantenido en ese jueguito de coqueteo.

Lo toma de la cintura, obligando a levantarse y quedar pegado frente a él. Peter da un respingo al sentir la erección de aquel hombre rebelde chocar con su vientre.

—Tú solo pide bebé—el castaño alza la mirada para ver el rostro del mayor, la diferencia de altura es muy notable.

Peter sonríe al sentir la disposición del rubio ante sus palabras y, cree que Johnny podrá hacer cualquier cosa por él, incluso si lleva la palabra compromiso de por medio, algo que definitivamente el hermano menor de Sue Storm no conoce.

(◦◦◦)

—Deja de tener esa mirada—Wade regaña a su amigo quien no ha parado de observar, cada que tiene oportunidad, al hijo de su mejor amigo y su novia.

—Es la que siempre tengo—se defiende.

Wade ríe.

—Claro, siempre estas molesto Loggie pero ahora este celoso—acusa con diversión—. Estás celoso de que ahora esa tonta rubia sea quien tenga la atención de ese chico que te trae loco.

—No estoy celoso Wade, son tonterías tuyas—suelta entre dientes, molesto.

—Si no lo estás, ¿por qué has venido hasta aquí aun cuando odias este ambiente, te pusiste un ridículo disfraz y tienes esa mirada de querer asesinar a la rubia que está sobre las piernas de quien antes se sentaba en las tuyas?—el mutante de garras se queda en silencio— ¿O vas a decir que has venido aquí por Jean?

—No juegues con mi paciencia, idiota—se gira para tomarlo por el cuello.

—Eso me excita mucho Loggie—Wade muerde sus labios mientras suelta un gemido de broma.

—Eres un imbécil—Lobezno lo suelta y el mercenario tose un poco tratando de recuperar el aire.

—Sólo admite que te duele verlo con ella, admite que te duele haber perdido a la única persona que te amo de verdad.

Logan debe admitir que, muy pocas veces, Wade puede ser un sabio consejero pero él también puede ser tan terco cuando se lo propone.

Peter es feliz con Madison, se ve y lo siente, no puede ser tan egoísta y alejarlo de la persona que le ha demostrado el cariño que él no le ha demostrado en todo el tiempo que estuvieron juntos.

(◦◦◦)

Después de ese coqueto previo que han tenido, Peter es arrastrado hasta uno de los baños del lugar por Johnny Storm.

No pudo evitar caer en los encantos de ese hombre. Es guapo e irresistible. Y sobre todo besa demasiado bien, como lo hace en esos precisos momentos.

El rubio lo tiene arrinconado sobre una de las esquinas mientras devora su boca con desesperación y sus grandes y fuertes manos acarician su cintura apegándolo más a él.

—No sabes cuando había deseado este momento—suelta entre el beso y con voz agitada—. Agradezco que ese hijo de puta de Beck te haya dejado—vuelve a hablar y el castaño olvida a Quentin—. Eres precioso Peter.

Baja los besos a su cuello y toma su mano para arrastrarlo a uno de los cubículos para tener aunque sea un poco de privacidad.

—¿De verdad deseabas esto?—el menor cuestiona, asombrado.

Storm como el soltero más codiciado de Nueva York también es el más odiado por todas sus ex parejas, que sea parte de sus fantasías es algo, interesante y nuevo para él. Sentirse deseado le hace sentir bien.

—Por supuesto cariño—se aleja un poco observando esos ojos encendidos por la ilusión y la excitación—. No miento cuando digo que eres precioso—sonríe mordiendo su labio mientras se escucha el zipper del traje ser bajado—. Mírate con ese traje haciéndote ver exquisito—toma la parte superior y lo baja con rapidez, dejándolo solo en su pequeña tanga—. Haciéndole creer a esos idiotas de la fiesta que es solo un disfraz cuando tú eres Spiderman—ríe y desabrocha su pantalón para bajarlo junto a su ropa interior—. ¿Me vas a mostrar quién es el hombre araña en realidad?

El castaño observa asombrado como su pene está completamente afuera, esperando por él. Muerde su labio totalmente excitado y lo único que quiere es ser empalado ahí mismo pero a la vez se siente un tanto dudoso de si esa noche llegará a más lejos. No puede confiar en Storm y tampoco confía en él mismo porque siempre terminando ilusionándose con cosas pequeñas.

No se tarda mucho en pensarlo y toma el miembro del rubio entre su mano y antes de que siquiera pueda comenzar a masturbarlo, el sonido de la puerta se escucha abrirse con brusquedad.

—¡Peter! ¡Sal de ahí ahora mismo!—reconoce la voz de Wade al instante y se vergüenza un poco— Mierda, que salgas ahora.

Johnny lo mira confundido y puede asegurar que la excitación se ha esfumado.

—¿Quién es?—pregunta el rubio.

—Yo me encargo—solo se limita a responder eso.

Peter se sube el traje hasta la cintura y sale del cubículo con las mejillas sonrojadas, los labios hinchados y el cabello despeinado.

—Dile que se vaya—ordena Wade con esa voz autoritaria que causa un escalofrío en el menor.

—¿Qué demonios te pasa?—le reclama con el ceño fruncido.

No sabe porque la actitud del mercenario pero definitivamente le causa mucha molestia.

—Dile que se vaya ya—vuelve a repetir, furioso.

Storm lo ha escuchado y sale con su rostro enojado. Odia las órdenes y mucho más de ese imbécil que ni siquiera conoce.

Cuando sale ve a un hombre que no reconoce pero lo odia, sobre todo por frustrarle esa noche de sexo con el hijo de los Rogers-Stark.

—Cuando quieras buscarme, hazlo sin tu niñera Peter—suelta de mala gana y sale de ahí empujando con su hombro el de Wade.

El castaño lo ve irse y quiere golpear a su compañero. Está demasiado frustrado sexualmente y Johnny Storm era el mejor para ayudarlo en su problema.

—¡Eres un idiota!—grita— ¿Cómo te atreves a irrumpir así? ¿Quién demonios te crees?

Wade acepta sus insultos sin refutar. Sí, sabe que Peter se enojaría pero prefiere eso a verlo llorando. Últimamente se han vuelto muy cercanos después de acompañarlo a patrullar por las noches, sabe que es alguien de corazón sensible, él se lo ha dicho.

Además, haberse enterado por el barman del bar que Peter se había ido con Storm en dirección a los sanitarios no le cayó en gracia, porque sabía de la fama de fuckboy que tenía Johnny Storm, todos lo sabían en Nueva York. Pensar que Peter podía estar con él lo hizo sentir raro, mucho más al imaginarse al castaño haciendo cuantas cosas comprometedoras con él rubio.

Agradecía haber llegado a tiempo, antes de que Peter hubiera tenido algo con ese imbécil.

—Tiene una cita, Peter—dice—. La chica llegó hace unos minutos, la escuche preguntar por Storm y luego ella me lo confirmo—su voz suena calmada y siente pena por el rostro decepcionado que el castaño ha puesto—. Ese idiota solo quería tener sexo contigo, ibas a ser solo uno más de su lista—lo siente tanto por Peter pero a la vez no, que no haya tenido sexo con Storm le alegra mucho—. Yo te di esa opción y tenía que evitar que cayeras con él—porque también la culpabilidad de ver al menor triste por alguien por culpa de él, se hubiera odiado.

Peter se ha mantenido en silencio todo el tiempo que Wade ha estado hablando.

—Supongo que gracias—dice después de unos minutos—. Puedes irte.

—No voy a dejarte solo—niega y tiende su mano—. ¿Te parece si damos un paseo esta noche?

Peter lo mira con esos profundos ojos chocolate y le da una media sonrisa mientras asiente.

Definitivamente nadie de los imbéciles con los que había estado Peter lo merecían y, él se iba a encargar de encontrarle al marido perfecto con tal de no ver ese rostro triste que, de alguna manera, le afectaba verlo así.

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¿Se pasaría por el nuevo fanfic que publique? Es Spideypool, "Untill We're Complete."

Xoxo,
L🥀.