Capítulo 21. "Lo pasado, ¿pasado?"
El mercenario se ha sentido aturdido desde que salió de Industrias Stark, sobre todo por ver a ese rostro tan conocido para él y recordar aquellos dolorosos momentos vívidos.
Ha salido sin darle explicación a Peter, el castaño apenas entro a su oficina, él salió y el menor solo le dio una mirada llena de confusión.
Pero, ¿qué se supone tendría que decir?
Ese hombre le había dejado todo muy claro en el pasado y ahora no pensaba arruinarle su vida perfecta aunque quisiera.
Apenas llego a su departamento, fue hacia su habitación y dejo caer un suspiro pesado permitiéndose sacar todos esos sentimientos que tuvo desde que lo vio.
Voltea su cabeza hacía el closet y camina hacia él.
En el rincón, puede ver la caja que ha guardado con recelos por años. La misma que no ha abierto desde la primera vez que la puso ahí.
Está llena de polvo, tan olvidada.
La toma entre sus manos y, sentado en el piso, la abre.
Su contenido guarda los recuerdos de una relación dañina de años atrás. Entre fotografías, cartas, objetos pero sobretodo esa pequeña caja que no duda en tomar.
Aquella de la que le ha costado tanto deshacerse y que guarda sin querer.
El anillo de compromiso que compró para esa noche tan especial.
La abre, observando el contenido con detalle mientras toma la última fotografía de ellos dos juntos, sonriendo.
Lo compara por unos segundos al recordar que lo vio en la oficina de Peter ¡Dios!, parecía que los años no pasaban por él, se miraba tan atractivo como la primera vez que lo vio o hasta incluso más.
Flashback
Wade ha cumplido uno de los trabajos que le han encargado y apenas termina de meter un par de balas en el cuerpo de su víctima, ya ha recibido instrucciones para el próximo, pero por esa noche ha sido suficiente y solo quiere relajarse un poco.
Se dirige a un club nocturno que ha estado de moda en la ciudad por las últimas semanas, esperando poder emborracharse o tal vez conseguir una buena noche con alguna chica.
Apenas entra al lugar puede escuchar la música que resuena a todo volumen. Hay una multitud de gente bailando, toqueteándose o simplemente consumiendo sustancias demasiado dañinas para la salud.
Algo que ha frecuentado antes y es muy su estilo definitivamente.
Ese lugar parece la puerta al pecado y le gusta demasiado.
Pide un trago en la barra, lo más cargado queriendo emborracharse esa noche aunque, definitivamente no quiere irse a casa solo.
Ve a unas cuantas chicas bailando en la pista, algunas de ellas le lanzan miradas sugerentes invitándolo para que se acerque, él sonríe y hace un moviendo de cabeza para que lo acompañen a él.
Nunca ha sido muy bueno bailando.
Las chicas ríen y siguen moviéndose con lentitud sin despegar su mirada de él.
Está feliz porque quizás consiga un trío esa noche.
Apenas voltea para pedir su segundo trago, escucha el bullicio de gente gritar animadamente en la pista.
Voltea y ve como un chico mueve sus caderas con sensualidad. Se está dejando llevar por un tipo de música latina que está seguro no puede entender por completo aunque algunas palabras las sabe por sus constantes visitas a ese restaurante mexicano.
El chico baila, sólo, mientras las miradas están puestas en él por la gran vibra que tiene, pero sobre todo por ese atractivo rostro que se deja llevar con una linda sonrisa.
La música termina y él castaño se dirige hacía una de las mesas VIP del lugar. Puede ver que está acompañado con otro chico de cabello rizado castaño claro.
Pide otro trago más sin perder un solo movimiento del chico que sin querer ha caminado hasta él.
Lo reconoce cuando está a unos cuantos pasos, claro que lo hace. Las noticias solo hablan de los Rogers-Stark, de los hijos prodigios de los superhéroes más famosos.
—Dame una botella de tequila, por favor Maze—hasta su voz se oye atractiva, piensa.
—Gran espectáculo esta noche, ¿no?
—Papá está jodiendo mucho—se encoge de hombros—. Si la prensa le arma otro escándalo mío, estaré feliz por ello.
La chica ríe, negando.
Accidentalmente, Wade se gira logrando que el chico casi tire la botella y cuando el castaño está a punto de reclamar, lo olvida al ver aquel hombre mayor que lo mira con intensidad y deseo.
No paso mucho tiempo para que el menor lo invite a su mesa para conversar.
El mercenario nunca ha experimentado con hombres pero ese chico ha removido mucho en su interior y también en sus pantalones.
Por el contrario del mayor, el chico ha experimentado mucho a su corta edad, tanto con mujeres como con hombres, solo es un alma libre que se deja llevar por los placeres de la vida.
A veces se parece tanto a su padre, la sangre Stark definitivamente hace de las suyas.
—Me gusta esa canción, ¿quieres bailar?—su rostro de emoción e ilusión cautivo al mayor.
—No, yo no-
Al castaño no le importa la respuesta del mayor.
Lo toma de la mano y lo jala hacía la pista de baile junto a él.
Siente las caderas del menor apegarse a su cuerpo y él, inconscientemente, se deja llevar por el ritmo de la música.
Claramente ese chico se ha convertido en toda una tentación para él y sabe que él se da cuenta cuando se mueve con sensualidad pudiendo notar su miembro duro.
El adolescente se mueve con sensualidad al saber lo que ha provocado, intenta generar más contacto entre ellos, cumpliendo ese deseo que ambos tienen. De un momento a otro lo siente girarse, quedando su rostro tan pegado al de él, viendo esos ojos que, en vez de mirar los suyos ven sus labios, saboreándolos.
Sabe lo que quiere, quiere probarlos, aunque sea una vez. Quiere buscar un motivo para volverlo a ver y él, sabe que también desea lo mismo.
Cuando está demasiado cerca, el castaño se aparta mientras suelta una ligera risa, burlándose. Wade no puede evitar reír también.
No pasan mucho tiempo en el club, ambos salen de ahí, corriendo, como si fueran dos fugitivos. Sienten como el aire golpea sus rostros y van sin rumbo fijo.
Caminan por el resto de la noche, compartiendo momentos agradables que los hacen reír, al parecer les gustan las cosas simples, lo comprueban cuando están en lo alto de uno de los edificios abandonados de la ciudad, solo ellos dos, callados mientras admiran las luces de Manhattan.
El chico se acerca con inocencia hacia el pero a esas alturas, Wade sabe que puede ser todo menos alguien inocente.
Ve como el castaño lo voltea a ver mientras muerde sus labios.
La tentación es demasiado grande para ambos, siente como el chico se acerca y roza sus labios. La curiosidad le gana y lo besa, se apodera de esos belfos que lo han esperado toda la noche para recibirlo con gusto.
Siente un gran conexión entre los dos y solo deja que lo que sea que están teniendo fluya, no quiere pensar en nada más que no sea en ese chico que lo besa con desespero.
Sus labios son tan suaves que lo cautivan desde el principio. No hay palabras entre ambos solo el deseo de sentirse piel a piel con gran anhelo.
No les importa que estén al aire libre arriba de una azotea, sus ropas comienzan a desaparecer poco a poco.
El chico lo empuja al borde de la azotea mientras desabrocha con ansias el cinturón del pantalón que desprende en cuestión de segundos junto a la ropa interior.
Ve el miembro erecto del mayor, hinchado y goteando esperando solo por él.
No basta decir nada más, lo entiende con la mirada pero antes de poder hacer cualquier acción, el mercenario lo toma de la mano, deteniéndolo.
—¿Si eres mayor verdad?—aunque sabe que lo es, porque su fiesta de dieciocho fue muy sonada en todos los medios, quiere reafirmarlo para evitar posibles problemas.
—Por supuesto, tengo mi ID—dice con una sonrisa traviesa y Wade solo lo alienta a que siga con su acción.
Abre su boca y lo engulle con rapidez atragantándose en el proceso pero disfrutándolo en todo momento. Toma la base entre su mano mientras empuja su cabeza de arriba abajo sin dejar de mirar aquellas orbes oscuras por el deseo.
El mayor jala al chico y termina de desvestirlo para después ser él quien lo domine y lo apoye en donde antes estaba él.
Mete dos de sus dedos intentando preparar al castaño, quien estira la cabeza hacia atrás y maldice por unos segundos al tratar de acostumbrarse a los largos dedos del hombre, no dura mucho tiempo en ese juego, ambos están ansiosos.
—Por favor, hazlo ya—suplica en un gemido.
Wade lo mira y asiente.
Hace que enrede sus largas piernas en su cintura y se empuja dentro de él.
El chico se aferra con una mano a su cuello y la otra a su espalda, mientras su rostro se desfigura por el placer que está sintiendo.
—¡O-h! ¡Jo-d-errr!—maldice mientras disfruta el empuje de las caderas del mercenario.
—¡Ah! Eres tan lindo cariño—dice Wade mientras intenta quitar uno de los cabellos sudorosos de la frente del chico.
El vaivén empieza lento pero después las embestidas comienzan siendo más rápidas hasta que el rubio encuentra la próstata de quien suplica por más bajo él.
Lo tortura con movimientos certeros en ella hasta que no aguanta ni un segundo más y se corre entre sus abdómenes mientras muerde sus labios y él, con un par de embestidas más, se viene dentro del interior del primogénito Rogers-Stark.
No pueden evitar sonreírse después de ese alocado encuentro, ha sido fascinante.
Comparten un beso, esta vez, lento y hasta significativo.
Un par de minutos después ambos deciden vestirse sin decir nada, cuando terminan de abrocharse el cinturón, siente una mirada sobre él.
Su amante tiene las manos en sus pantalones mientras muerde sus labios esperando algo.
—¿Puedes-?
—Si quieres mi número no hay problema—completa Wade.
El castaño ríe mientras baja la cabeza, sonrojado.
—Si quiero—responde.
Le pasa el teléfono y el mercenario anota su número.
—Puedes llamarme si quieres volver a repetir esto, si quieres simplemente sentarte en algún edificio y observar la ciudad o si me echas de menos—se encoge de hombros mientras sonríe y le guiña un ojo.
—Lo tomare en cuenta Wade—camina hacia la puerta de salida.
—Adiós Andrew—susurra e inconscientemente sonríe como adolescente enamorado.
Wade nunca ha pensado en tener sexo con hombres pero esa noche le ha gustado y más si es con ese chico de rostro inocente pero tan bueno en el sexo.
Nunca pensó que el hijo de Tony Stark y Steve Rogers iba a significar tanto para él.
Fin del flashback
Al terminar su recuerdo se siente fatal y un poco frustrado.
Masajea sus cienes y espera que verlo nuevamente no haya significado nada para él pero sabe que es imposible mentirse.
¿Por qué los Rogers-Stark tenían que ser tan malditamente atractivos?
¿Por qué tenían que ser su perdición?
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Inspirado en la canción de Baila Conmigo de Selena y Raw Alejandro.
No quise adentrarme tanto en el SMUT porque no soy muy buena escribiendo eso y solo me gusta escribirlo e inspiro con las parejas que son mi OTP.
Estaba pensando en hacer un plot twist y cambiar a Andrew por Tobey o Harley pero con el giro que vamos a tener al final va a ser más que suficiente.
Btw, guysss ya entre a la universidad la semana pasada so, las actualizaciones serán un poco lentas pero créanme que si la seguiré porque tengo muchas ideas para esta fanfic.
Xoxo,
L🥀.
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