Peter sale de su hogar antes de que lleguen todos los invitados a la cena de su hermano tratando de evitar preguntas sobre su salida. No quiere dar explicaciones.

Toma las llaves de su automóvil y sube a él arrancando casi de inmediato. Acelera sin importar los límites de velocidad y se siente bien por un momento.

Una vez llega a la dirección donde Eddie y él han quedado, ve al pelinegro con su look de chico malo esperándolo cerca de la puerta. Se mira muy atractivo y le gusta la idea de poder pasar la noche con él.

—Buenas noches señor Brock—saluda y le da una ligera pero seductora sonrisa.

—Buenas noches Peter—se atreve a llamarlo por su nombre y eso al castaño le gusta.

—¿Entramos?—sugiere— Este restaurant es muy solicitado y si no llegamos a tiempo a nuestra reservación pueden quitárnosla.

—Por supuesto, adelante—Eddie abre la puerta y deja que el menor pase primero.

Caminan hasta la entrada y los guían a su mesa, la cual esta al fondo y justo a un lado del gran ventanal con vista hacia la calle. Bonita vista, el lugar favorito de Peter por la discreción y por las cosas que puede hacer sin que la gente se percate de absolutamente nada.

La entrevista mientras llega la cena es relativamente corta pero sabe que el señor Brock ha obtenido suficiente información como para hacerlo tendencia en esos próximos días. De todos modos, su vida siempre ha estado expuesta.

—Me gustaría complementar la entrevista con una sesión de fotos, ¿te parecería bien?—Eddie cuestiona bebiendo de su copa de vino.

Peter se muerde los labios y sonríe de lado.

—No hay problema. Tienes mi número, puedes avisarme que día y estaré disponible—se reprende mentalmente al analizar las palabra de que ha dicho. No puede simplemente decir aquello, pareciera como si estuviera desesperado por algo.

—Me parece perfecto—dice el mayor.

La cena llega y ambos degustan la exquisita comida que les han servido. Eddie no puede dejar de ver a Peter, los gestos que hace al probar la comida, la copa de vino entre sus labios, el hijo menor de los Rogers-Stark es muy atractivo.

Puede jurar que tiene una erección en sus pantalones. Realmente no sabe si Peter lo ha estado provocando toda la noche durante la cena con sus roces indebidos debajo de la mesa o simplemente es su imaginación que le esta haciendo una mala jugada.

—¿Esta nervioso Señor Brock?—Peter pregunta con su rostro bañado en inocencia.

El pelinegro se siente mal por estar deseándolo en ese momento.

—¿Por qué lo dices?—trata de ocultar su incomodidad.

—No lo sé... simplemente se ha quedado en silencio de un momento a otro—estira su mano y toma la del mayor, acariciandola con delicadeza—. No muerdo señor Brock, a menos que eso implique placer—suelta lentamente la última palabra en un susurro.

Se ha atrevido. Ha atrevido a ser un descarado y seductor con aquel hombre que tiene frente a él. ¿Lo peor de todo? Es que le ha gustado ver como ese periodista se ha tensado y ha reaccionado a sus palabras.

—Yo...—Eddie no sabe que decir pero entonces alguien lo salva.

—¿Peter?—la sonrisa del castaño se borra casi al instante al escuchar aquella voz tan conocida tras sus espaldas.

Apenas gira un poco y divisa por el rabillo del ojo al causante de su desdicha amorosa.

Traga saliva y trata de que sus nervios no ganen. El juego ahora ha cambiado.

Ya no es Eddie quien sufre incomodidad sino él.

—Quentin—apenas pronuncia su nombre en un hilo de voz como saludo.

—Sería una sorpresa encontrarte aquí si no supiera que es tu restaurant favorito de la ciudad, así como el de nuestra primera cita—Peter se incomoda por el comentario pero no dice nada al respecto. Ese tema aun lo pone muy sensible. Beck nota la molestia del menor y dirige su vista al hombre que lo acompaña—. ¿Y tú eres?

El pelinegro ve por unos segundos a su acompañante y después extiende su mano hacía el hombre de ojos azules.

—Eddie Brock, mucho gusto—pero sus palabras son forzadas y todos lo notan.

Quentin ríe con ironía y una mezcla de molestia.

—Ah, sí. Tú eres el periodista que rogaba por una entrevista con Tony Stark, lo recuerdo—su tono de voz es grosero, pero no son más que celos inminentes.

Peter frunce el ceño y defiende al pelinegro casi de inmediato.

—Podrías dejar de comportarte como un idiota frente a mi cita.

—¿Tú cita?—saborea las palabras mientras alza una ceja sin poder asimilar.

No puede aun creer lo rápido que Peter se ha movido, no cuando él sabe lo tímido que es y lo difícil que es que el chico se relacione con otras personas y sin embargo, desde el momento que los volteo a ver los vio tan alegres compartiendo risas y una platica amena.

—Así es—afirma el castaño con seguridad—. Ahora si no te importa, ¿podrías retirarte?

Quentin le lanza una mirada indignante pero no piensa discutir. Ya podrá hablar a solas con su ex prometido en otro momento.

—Claro Peter, fue un gusto verte—trata de sonreír pero una mueca es lo que se plasma en su rostro—. Señor Brock—hace un ademan con su cabeza y sale lo más rápido que puede de ahí.

Apenas Peter se siente alejado de la presencia de aquel hombre, da un gran suspiro, como si dejara escapar las emociones que esta conteniendo en su interior.

¿Pero es que a quien iba a mentir? Quentin Beck aun significa mucho para él a pesar de todo lo que le ha hecho.

—¿Estas bien?—pregunta el pelinegro alcanzando su mano y acariciandola con delicadeza.

—Lo estoy—asiente levemente—. Perdón por decir que esto era una cita yo...

—No me molesto—niega casi de inmediato regalándole una tierna sonrisa al menor—. Entiendo que hayas querido poner un poco celoso a ese cretino y creo que lo lograste.

—¿Lo crees?—pregunta con un énfasis de interés.

—Lo creo—afirma sonriéndole—. Y... ¿por qué no hacemos caso a tus palabras y lo tomamos como una cita?

Peter lo mira sorprendido pero asiente feliz.

(°°°)

El peliazul se encuentra nervioso esperando a su cita cerca de la entrada de la mansión.

Se ha vestido con unos pantalones un tanto apretados, una camisa de pinkfloyd y una chaqueta de cuero que lo hacen ver como toda una estrella de rock.

—¿A que estas jugando Peter?

El peliazul escucha la voz de Logan frente a él.

El mutante ríe.

—¿A que se supone que debería jugar?—cuestiona alzando los hombros, curioso.

—Vas a salir con esa niña nueva—afirma con seguridad.

—Sí—responde dándole una sonrisa burlona—. ¿Por qué? ¿Te molesta?

Y realmente, en el fondo, quiere que Logan le diga que sí. Que el simple hecho de pensar que él saldrá con alguien más lo llena de rabia. Pero no sucede.

El mayor simplemente le devuelve la sonrisa.

—Alucinas mocoso. Solo cuídate Peter, no creo que ella sea una buena chica.

—Logan—arrastra su nombre como queja—. No me digas eso pretendiendo que no estas celoso. Ni siquiera conoces a Madison.

—¿Y tu sí?—alza una ceja—. Me preocupa porque eres el hijo de un buen amigo. Y recuerda que tengo mucha más experiencia que tu niño. Se cuando las personas pueden hacer daño.

—¿Y por qué no me dijiste entonces que tú ibas a terminar haciéndome daño a mi?—lo enfrenta el peliazul y Lobezno calla.

Peter retrocede cuando escucha unos pasos en la planta de arriba. Ve a su padre bajar las escaleras y darle una mirada llena de intriga.

—¿Vas a salir?—pregunta Erik con el ceño fruncido observándolo a él y al mayor.

—Sí—responde asintiendo con una sonrisa.

—¿Y podría saber con quien?—el alemán se pone frente a él mirándolo detenidamente.

Logan se ha mantenido en silencio todo el rato, aun pensando en las palabras del menor.

—Bueno...

—Estoy lista Peter—se escucha una voz suave a espaldas de Magneto y el peliazul sonríe, feliz—. Buenas noches señor Lehnser. Profesor Howlet.

La rubia viste un conjunto negro, un poco corto y pegado. Su cabello esta suelto aunque perfectamente lacio.

Ambos hacen una buena pareja.

Lobezno también ha notado lo bien que se ven pero simplemente no quiere aceptarlo.

Erik está sorprendido que su hijo este saliendo con la nueva jovencita que ha llegado a la mansión pero en el fondo le pone contento que su hijo finalmente se haya animado a salir con alguien.

—Buenas noches Madison—saluda con una sonrisa—. Toma hijo—extiende las llaves de su auto y se las entrega al peli azul—. Espero que se diviertan.

—Gracias papá—Peter lo abraza y toma la mano de Madison con entusiasmo para salir de la mansión.

Esta seguro que esa noche saldrá perfecta.

—Hacen linda pareja, ¿no lo crees Howlett?—Magneto dice con orgullo.

Logan se muerde el interior de la mejilla para gritar que no, que esa rubia mocosa no se ve bien alado de Peter pero solo asiente.

—Creo que sí.

—Estoy seguro que Charles se pondrá feliz de saber que nuestro hijo tiene novia.

El entusiasmo de Erik es tan visible casi tanto como la amargura que Logan trata de ocultar en su rostro.

(°°°)

La caminata por Central Park se ha alargado. Probablemente el reloj marque cerca de la media noche y el celular de Peter no ha parado de sonar desde hace media hora.

Ha visto las incontables llamadas de Wade, sabe que le toca patrullar con él esa noche pero ha estado tan perdido en su plática con Eddie que le toma poca importancia.

Sobretodo lo ignora cuando esta en una sesión intensa de besos ardientes con el mayor, dónde el se encuentra encima de Brock en el auto de este y el periodista acaricia su redondo trasero a su antojo.

Tratan de separarse por unos momentos, sus labios están rojos e hinchados pero al mismo tiempo demandan los de Eddie con necesidad y deseo.

Definitivamente esa noche tiene una misión y no necesariamente es ir donde Wade.

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Una discusión si hay horrores de ortografía, Wattpad no me deja iniciar sesión en la computadora y tengo miedo de cambiar la contraseña y no me deje entrar más a la cuenta 🥺

Tenía escrito el encuentro entre Peter, Quentin y Eddie desde abril pero no sabía como estructurar el capítulo anterior para llegar a este.

Hoy simplemente la inspiración me ha llegado y me han motivado los comentarios que han puesto en el capítulo que publique.

Debería estar terminando mis trabajos finales pero quise desestresarme un poquito escribiendo.

¿Que les parece la historia?

Gracias por el apoyo.

Xoxo,
L🥀.