33.
Roier llegó a lo que regresó, matar a Quackity y ____, pero verlos tan callados, mientras estaban sentados en el sofá fue extraño, siempre los quiso en silencio, pero ahora extrañaba llegar y que ambos apenas lo vieran solo fueran a molestar.
—¿Pasó algo?
—Sam piensa que Quackity y yo tenemos algo.
—¿Y tienen algo?
Ambos se miraron.
—No.— Dijeron al unísono, provocando una carcajada por él. Acomodó sus gafas (que hace poco se había comprado porque descubrió que las necesitaba) y suspiró.
—¿Por qué piensa eso?— Cuestionó mientras se sentaba en el sillón de enfrente. —¿Los vio y sacó la situación de contexto?—
Los menores asintieron rápidamente, y Roier rio de nuevo.
—Entiendanla. Le diré más tarde que fue un malentendido y listo.
—¿Por qué te escucharía?, no nos hizo caso a nosotros.— Ahora ____ habló cruzando los brazos y poniendo un puchero.
—Ah, ¿no se los dijo?
—¿Decir qué?
Roier negó con cuidado, alzo la manga de su sueter negro y se levantó de allí.
—Iré con ella a su habitación. No hagan ruido, ¿está bien?, prendan stream o hagan lo que quieran, mi tarjeta está en la mesa.
Se quedaron sentados, viendo como subía las escaleras hasta la habitación de Samantha.
—Y yo pensando que el que nos mantenía eras tú.
—Lleva meses ganando mucho más que yo, ¿noblo sabías?
—¿Tú que crees?— Quackity acomodó su gorro, viendo la tarjeta sobre la mesa de cristal frente a ellos. —¿Qué piensas?—
—Que deberíamos aprovechar tener su tarjeta.— Pensó un poco, para luego sonreír y tomarla. —Tengo hambre, ¿una pizza está bien?—
—Hawaiana no, ¡de queso!
—Puras mamadas, será Hawaiana.— Se cruzó de brazos, sacando su lengua en un gesto infantil de pelea.
—Combinada será.— Suspiro y pidió, pagando. —¿Qué crees que se supone nos diría Sam?—
—Umh, no lo sé. ¿Tú qué piensas?
—¿Será que regresaron?
Guardaron silencio por un rato. El departamento estaba en completo silencio.
—Probablemente.— Afirmó el de gorro, mirando por la ventana tras el televisor. —Este lugar cambio demasiado. Antes estaba pintado de blanco, fotos de boda, juguetes y cosas de bebé por todos lados, una cuna allí. Y, ahora es gris y todo es negro. ¿Roier se hizo emo o algo?—
—Simplemente dijo que no le gustaba la casa así y la mantendría de esta forma hasta que Sam diga que es momento de adaptarla para el bebé.
Quackity asintió.
—Bueno, ¿quieres ver algo?
Negó con la cabeza.
—No, quiero acomodar mi set-up, tu espera la pizza, ¿bien?— Habló mientras se alejaba, dejando a Quackity completamente solo.
Suspiró, le recordaba a cuando sus padres se iban al trabajo y el se quedaba solo, no tenia hermanos, ni mascotas, solo era el y su reflejo, tqmpoco culpaba a sus padres, gracias a ellos Roier logró salir de su hogar y el pudo terminar sus estudios.
Personas mayores pero con mente abierta, realmente eran un modelo a seguir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro