06.
7 de la mañana. Decimos hablar en la mañana de ese día, no estábamos bien ayer.
Me desperté antes que ellos y baje a hacerles el desayuno, lo mínimo que podía hacer por causarles tantos daños y tantos males. A veces, pienso que estarían mejor sin mi, pienso dejarlos y que hagan su vida sin mi. No es que me sienta excluida, jamás me he sentido así, pero, les causo tantas preocupaciones.
Saqué mi teléfono, esperando que el hot cake se cocine un poco. Sonreí de manera quebrada al ver la fotografía que me dio Samy de ella y Sebastian. Oh, sin duda le había dolido dármela. Ella siempre se preocupaba por nosotros, y rara la vez que se preocupaba por ella misma, igual con Roier. Eso me hacía sentir como una egoísta. Intentando ponerme de prioridad antes de ver por ellos.
—¿Qué haces despierta, ____?
La voz de Roier hizo que me estremeciera, dando un brinquito.
—¡Roier!, me asustaste.
—¿Yo?, tu me asustaste. Pensé que alguien se metió a la casa y te robo, o, algo así.
Me eche a reír, la imaginación de Roier era divertida, curiosa y extraña. Me gustaba esa combinación. Era definir a Roier en 3 palabras.
—Bueno, ya, perdón.— Apague la estufa, sirviendo jugo de naranja en el vaso de cristal que tenía allí. —¿Cómo dormiste?—
—Hacia frío, y, soñé algo raro. ¿Tu pudiste dormir?
—Algo...¿Qué soñaste?
—Con Sebastián. El...Tenía 5 años, y era su cumpleaños. Y-y...— Solo rio, recargandose en la barra de la cocina. —Y Samy estaba embarazada.— Sonrei al escuchar eso. La imaginación de Roiwr podía ser linda a veces.
—Suena un lindo sueño, amor. ¿Por qué lo consideras raro?
—Samantha no se puede embarazar, _____. Y perdimos a Sebastian.
—No, amor. Perdí a Sebastián. Yo fui la idiota que no cuido su embarazo, no puedes culparte.
Roier suspiro. No tenía ganas de escuchar sus regaños, y estaba segura que el tampoco quería escuchar nada. Una lágrima bajo por mi rostro.
—Perdóname...— Solloze. No podía más con este peso. Sentía que era mi culpa, que ellos pasaban esto por mi culpa. —Si yo no fuera tan débil, podríamos intentarlo de nuevo. Q-quiza si hubiera cuidado más mi embarazo Sebastián sería un niño hermoso a-ahora— Me calle cuando sentí sus brazos abrazando mi cintura con cariño. Gire y me abraze de su cuello.
A veces, para las parejas, la mejor terapia es solo llorar abrazados. O eso nos funcionaba a nosotros. Nada de palabras, solo llorar en silencio.
—No te culpes, cielo. Sam nos dijo claramente ayer que ella lo intentaría. No es cien por ciento estéril, podemos probar suerte. Podemos tener una familia más grande. Y si no podemos, ¿que importa?, tendremos cuantos perros deseen, o gatos, o peces, o hamsters, o cualquier animal. O adoptaremos un niño. Lo que ustedes quieran.— Sus palabras me hicieron sentir mejor. Tenía razón.
Yo no sabía que estaba embarazada, y seguía sin cuidar si comía o no, si tomaba o fumaba. Pero, no lo sabia.
—No se que hice para merecerlos.
El río, y yo solo lo abrace más fuerte.
[🌟.]
Samantha despertó con un ligero dolor de cabeza. No vio ni a ____, ni a Roier en la cama, así que no bajo, si estaban discutiendo, ella no estaba de humor para verlos.
Se echo agua fría a la cara, y se quedó en la habitación un rato. La casa estaba en total silencio, así que bajo, no estaban peleando.
—Huh...¿Chicos?, ¿donde están?
Pegó un brinco al ver a ambos salir de la cocina de repente.
—¡Maldita sea!, ¡avisen, carajo!— Rio, acercándose a ellos. —Andan raros, ¿se Pelearon o algo?—
Sin duda, Samantha los conocía bien. Pero, había fallado esta vez.
—Nope, te tenemos una sorpresa.
Sam arqueo una ceja, y se acercó al comedor. Un desayuno con su jugo favorito (jugo natural de naranja sin pulpa, Samantha odia la pulpa)y un pequeño ramo de rosas. La rubia sonrio.
—¿Y esto porque?
—Bueno, te debíamos una disculpa por las peleas y eso. Así que, esto era lo minimo que podíamos hacer por ti.
Oh, claro que los amaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro