Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5


El día siguiente al mediodía, Taehyung, Rach y yo nos sentamos en un banco de terciopelo rojo en el Cafe Mattia, esperando por una mesa. Había sido difícil negar mis sentimientos por Namjoon antes. Ahora que lo había besado, era imposible. Especialmente cuando seguía repitiendo esos besos en mi cabeza.

Sintiéndome desesperado, decidí hablar abiertamente con mis amigos y contarles acerca de lo que había pasado con Namjoon anoche. Justo cuando abría la boca para derramarlo todo, Rach me agarró del brazo.

—He encontrado algo, —dijo, mirándome con los ojos abiertos. —Noah es el que contactó a Kate. No al revés.

Taehyung me lanzó una mirada hostil.

Sintiéndome culpable, tragué. —¿Acaso Noah te dijo que ella lo había llamado a él?

La anfitriona anunció mi nombre y detuvimos la conversación hasta que nos sentamos en una mesa apartada en un rincón.

Rach se sentó y sacudió la cabeza. —Él no dijo quién inició la cena. Pero, ¿no crees que es extraño? Si ella realmente llegó a la ciudad para trabajar, ¿no tendría ella que hacérselo saber a él?

Ser testigo de su paranoia se sentía como mirarse en un espejo. ¿Estaba desconfiando de Namjoon así de irracionalmente?

—Kate podría haber publicado en Internet que tenía negocios en Sacramento, luego Noah llamó. Saber quién inició la llamada, no es prueba de que él esté haciendo algo incorrecto.

—Sé que no es suficiente evidencia. —Rach tragó saliva, entonces miró hacia nosotros lentamente. —Es por eso que irrumpí en la contraseña de su cuenta de tarjeta de crédito.

Los ojos de Taehyung se hincharon. —¿Hiciste qué?

Mi boca se abrió y me cubrí con la mano. Parecía como si hubiera desatado sin querer, el investigador privado en Rach.

—¿Cómo lo lograste?

Probablemente no importaba, pero mi curiosidad había conseguido lo mejor de mí. Rach tenía una siniestra mirada que en realidad, la encontraba un poco intimidante.

—Él sólo tiene dos cuentas de correo electrónico y usó su dirección de correo electrónico. Su contraseña fue difícil de encontrar. Me llevó hasta las dos de la mañana conseguirla. Es su equipo favorito además de su fecha de nacimiento al revés.

Me escondí detrás de mi menú de una página para protegerme de las dagas que Taehyung me disparaba con los ojos. Aunque yo era desafortunadamente el destinatario del fruncimiento del ceño de Taehyung, tenía que estar de acuerdo con él. Había creado un monstruo. Y daba miedo.

La camarera llegó y pedimos lo de siempre. Me aclaré la garganta, pensando en la forma de decir esto gentilmente.

—Sé que te dije que mantuvieras los ojos abiertos, pero irrumpir las contraseñas de Noah, podría ser demasiado. Imagina cómo te sentirías si él te hiciera eso. Creo que deberías tratar de hablar con él en su lugar.

Taehyung dejó escapar un suspiro de alivio. —¿Ves? Te lo dije Rach. Has tocado fondo y necesitas volver a la realidad. Como SeokJin lo hizo finalmente.

Su expresión me dijo que no estaba muy convencido de mi salud mental, sin embargo, estaba ofendido.

—¿Qué te hace pensar que he tocado fondo?

Una carcajada escapó de su boca. —No creo que hayas tocado fondo.

Lo sé. Gina lo sabe. Y Rachel también. Mi boca se abrió con indignación y giré mi cabeza en dirección de Rachel.

—¿Tú también?

Rach puso una mano en su pecho. —Bueno, pareces como una persona diferente desde que te enteraste de lo de Jake.

Mis amigos se habían vuelto en mi contra. Eso era todo.

—Soy la misma persona. Sólo soy más cauteloso.

—Te estás escondiendo. —El tono de Taehyung fue suave cuando dijo esto. —Es como si tuvieras miedo de tomar una decisión en caso de que sea la errónea.

Me recosté en mi silla y crucé mis brazos. —Dos días antes de mi trigésimo cumpleaños y me entero de lo que mis amigos piensan realmente de mí.

—Creemos que el mundo es tuyo, nene. —Rach parecía ofendida que yo pensara lo contrario. —¿Por qué más podríamos decirte que lo superes?

Mis cejas se juntaron. —¿Qué?

Fue Taehyung quien habló. —Empieza a hacer decisiones que muevan tu vida hacia adelante. A todos nos han jodido en un momento u otro, pero es como si te hubieras rendido.

Negué con la cabeza. —Estoy reconstruyendo mi vida.

—Manteniéndote alejado de lo que te importa. —Taehyung puso una mano sobre mi brazo. —Tu carrera. Salir con…

Enderecé mi espalda y le dije. —Fui a una cita anoche.

Las mandíbulas de ambos casi cayeron al suelo.

—¿Qué? ¿Con quién? —Dijo Taehyung.

Me mordí el labio. —Namjoon. Realmente era más como una no-cita.

Mi distracción había funcionado, pero parecían demasiado entusiasmados con mi débil error.

—¿Qué es una no-cita? —Rach parpadeó, como si estuviera confundida. —¿Es esto algún tipo de juego previo, como cuando Gina y Chris pretendieron ser novia y novio simplemente porque no podían admitir que estaban ardiendo el uno por el otro?

—No. —Negué con la cabeza firmemente. —Fue sólo una cena y vino en un barco y... podríamos habernos besado.

Rach chilló.

Las manos de Taehyung volaron a sus mejillas. —¿Cómo estuvo?

—No lo haré de nuevo.

Hicimos una pausa por un momento mientras la camarera ponía nuestras comidas frente a nosotros.

—Gracias. —dijo Taehyung, entonces arrugó su nariz. —No muy bien, ¿eh?

Recordar la sensación de la boca de Namjoon en la mía, me dio escalofríos. —Oh, fue increíble.

Sus cejas se juntaron. —Entonces, ¿por qué no sales con él de nuevo?

Mis ojos ardieron. —Así no tendré que quedarme despierto toda la noche irrumpiendo en las contraseñas de sus correos electrónicos.

—Fue en su cuenta de tarjeta de crédito. —Señaló Rach.

—Lo que sea. —Imaginé a Namjoon engañándome y mi corazón se rompió un poco y ni siquiera lo amaba todavía.

—Confío en Hoseok con todo mi corazón. —Los ojos chocolate de Taehyung me miraron primero, luego los de Rachel y finalmente, su boca se curvó hacia arriba. —Estoy embarazado.

El chillido de Rach fue penetrante. —¡¿Lo estás?!

—Felicitaciones. —le dije, mirando a Rach lanzar sus brazos alrededor de Taehyung.

Yo no podía dejar de pensar en todas las subidas y bajadas que Taehyung había pasado con hombres. Tanto, que había recurrido a buscar en interminables perfiles del sitio web de Citas Detalladas de Sacramento, para tratar de encontrar a su pareja perfecta. Entonces él conoció a Hoseok en el lugar más improbable: una clase de obediencia para perros.

Para Taehyung y Hoseok, había sido amor a primera vista. Cuatro meses más tarde ellos estaban casados. Ahora él tendría su bebé. Las lágrimas llenaron mis ojos. Quería creer que ellos durarían.

Levantándome de la silla, me incliné y le di un apretón. —¿Cuántos meses tienes?

Él abrió su mochila, sacó un pequeño trozo de papel y me lo entregó.

—Ocho semanas. Ésta es la primera ecografía del bebé.

Rach hizo un sonido de arrullo. —Por eso es que tenías una cita con el médico ayer. No puedo creer que no nos lo dijeras antes.

Taehyung se retorció un mechón de cabello castaño oscuro. —Hoseok quería esperar.

Empecé a mirar la imagen de lo que parecía un borroso, abanico blanco, el cual iluminaba un óvalo negro, que cubría un largo mechón de color blanco difuso.

—Tu bebé se parece a un cacahuate.

Taehyung se rió. —Él realmente lo parece.

Los ojos de Rach se abrieron. —¿Él? Pensé que no se podía diferenciar el sexo por meses.

—No se puede— dije, recordando todas las parejas embarazadas que aconsejé, quienes discutían porque una persona quería saber el sexo y el otro no.

—Jin tiene razón. —Taehyung le dió una sonrisa de satisfacción, luego pasamos el resto de la comida charlando sobre sus planes para el bebé y de cómo Hoseok seguía masajeando sus pies todas las noches a pesar de que él le decía una y otra vez, que ni siquiera estaban todavía hinchados.

Hoseok era un tipo dulce. Y, en muchos sentidos, me recordaba a Namjoon, a quien me imaginaba totalmente adorando a su embarazada esposa.

Mi mente inmediatamente evocó imágenes de Namjoon masajeando mis pies, sus ojos atentos y enfocados en mí. En el camino de regreso a la oficina, mi imaginación jugó más trucos conmigo. Una imagen destelló en mi mente sobre Namjoon, yo y una niña de pelo negro con ojos de color marrón. Estábamos en el barco de Namjoon. Atravesando un lago. Éramos muy felices.

Se me anudó la garganta, pensando en todo el dolor que había pasado el diciembre pasado. Entonces me acordé de Namjoon poniéndome el salvavidas rojo y blanco alrededor de mí anoche, así podría rescatarme a mí mismo de morir ahogado. Mi estómago se hundió. Si sólo hicieran flotadores pequeños para salvar el corazón.

—Tu lista de ideas funcionaron. —La sonrisa de Chloe radiaba, mientras estaba sentada detrás de su escritorio justo antes de las cinco de ese día. —Mi sueño nunca había sido una carrera. Había trabajado duro en la universidad y luego fui capaz de mantenerme a mí misma, pero lo que siempre había soñado era tener una familia. Estar con mis hijos y mi esposo es mi prioridad. Di la noticia hoy. Nos mudaremos a Oregon en un mes.

—Estoy muy feliz por ti. —Una sensación de calor fluyó a través de mí, del tipo que solía tener cuando uno de mis pacientes tenía un gran avance. —¿Es ahora un buen momento para explicarte que podría ser un excelente Gerente de Recursos Humanos?

Chloe abrió una carpeta y sacó una hoja de papel. —Ya hablé con Rich Woodward. El trabajo es tuyo si aceptas nuestra oferta.

—Gracias. —Revisé dos documentos duplicados, destacando las expectativas de la empresa, el contrato de dos años y un impresionante salario. Esta era una muy buena oportunidad con una impresionante compañía, era exactamente lo que había estado buscando. —¿Debo firmar ahora?

—Por supuesto. —Ella me dio una pluma— Entrevistaré a otra persona temporal para la recepción, pero puedo tener a Elijah haciéndolo si es necesario, así tú y yo podemos empezar a entrenarte el lunes. Quiero hacer esta transición lo más suave posible para la empresa. Aunque... legalmente, tienes tres días para cambiar de opinión.

—Muy bien. —Firmé y feché la carta de aceptación, pensando acerca de lo extraño que había sido su tono cuando me informó de mis derechos legales.

Le entregué una de las cartas firmadas, le di nuevamente las gracias y luego me dirigí de nuevo al escritorio de la recepción. Debería haber estado eufórico de que había encontrado una nueva carrera, una con un generoso salario para arrancar. Pero, en cambio, me sentía entumecido.

Namjoon me envió un mensaje de texto, preguntándome cómo estaba hoy. Quería hablarle de mi nuevo trabajo, pero necesitaba mantenerme alejado de él.

Esperé el resto del día para que la emoción de mi nueva carrera me pegara.

Nunca pasó.

Cuando llegué a Totally Fit esa noche, le di a los músculos de mis piernas un descanso, evitando las pesas antes de la clase de Zumba. Mis piernas estaban agradecidas, lo sabía, porque después de una hora de bailar cha cha cha, salsa e incluso hip hop, no se derrumbaron debajo de mí.

Mel me saludó con la mano mientras charlaba con un hombre después de la clase.

—SeokJin, me gustaría presentarte a mi hermano, Jimin.

—Hola, Jimin. —Le sonreí al alegre pelirrojo, notando que Mel se había referido a él como su hermanastro cuando estábamos a solas, y ahora lo hizo como su hermano frente a él.

Interesante dinámica y yo tenía curiosidad por saber más. Las relaciones con diferentes padres tendían a ser más complejas y el comportamiento humano me fascinaba.

Aunque estoy seguro que explicarles los beneficios médicos a los nuevos empleados, podría ser interesante también. O el supervisar que la empresa se adhiera a las leyes de seguridad para los empleados, ya que el túnel carpiano puede ser muy doloroso. Y coordinar programas vacacionales podría ser divertido, dependiendo de a dónde se dirigiera el empleado. No es que me pueda ir con ellos o hablar de los sitios históricos que veían, como parte de mi trabajo.

Eh. No me extrañaba que no estuviera saltando de alegría por mi nueva carrera.

—¿Adivina qué? —Los ojos de Mel se iluminaron y ella puso una mano en mi brazo mientras hablaba. —Mi mala racha de citas parece haber terminado. Brad y yo pasamos un rato increíble en el juego de los River Cats ayer y me va a llevar más tarde a cenar esta noche. Él es tan de ensueño.

—Eso es grandioso. —Parecía demasiado pronto para preguntarle si había roto el patrón de las citas con fobia al compromiso, pero no quería hacer estallar su burbuja. Si su comportamiento era el mismo, era probable que obtuviera los mismos resultados que antes. —Así que, ¿te gusta mucho?

—Ellos se adoran el uno al otro. —Dijo Jimin, sus manos se unieron contra su pecho como si supiera que ellos eran una pareja ideal después de solo una cita. —Los vi en acción antes y él sólo transmite esa vibra de chico bueno. Además, tiene un cuerpo como Vin Diesel. Yumy.

Tiré mi cabeza hacia atrás y reí. —Eso lo asegura, ¿eh?

—Hablando de yumy, voy a refrescarme para mi cita. ¡Deséame suerte! —Mel movió sus dedos hacia nosotros, luego se fue brincando.

—Ella tiene ese entusiasmo por la vida, ¿no? —Jimin miró después a Mel como si admirara a su hermana (o hermanastra, como sea el caso). —Se necesita un gran esfuerzo de mi parte para ejercer tal energía.

—Mel definitivamente tiene agallas. — Estuve de acuerdo y luego miré el reloj. —Iré a trotar en las cintas de correr por algunos minutos más para enfriarme. Fue un placer conocerte Jimin.

Él dio una sonrisa que no alcanzaron a ver sus ojos. —Tú también.

Cuando llegué a las cintas de correr, examiné a los caminantes y corredores buscando un determinado tipo, alto moreno y musculoso, al cual preferiría evitar. ¿Por qué tenía que ser Totally Fit el que tuviera la mejor ubicación y precio en el centro de Sacramento? Suspiré.

Por suerte, Namjoon no estaba por ningún lado. La punzada de decepción que sentí me molestó e hice una caminata de media hora en lugar de los quince como castigo. El que él no estuviera aquí, era una buena cosa y aunque, bueno, ahí hubiera una enorme cantidad de atracción física, eso no significaba nada. Era sólo química.

No es que fuera a hacer algo. Quiero decir, una vez más. Así que, ¿por qué no podía dejar de pensar en él? Presioné el botón para terminar mi enfriamiento. Mientras mantuviera mi cabeza bien puesta, estaría bien.

Me di la vuelta para salir de la cinta de correr y casi me estrello contra el hombre que esperaba en la línea. Llevó sus manos hacia mí para estabilizarme y cuando levanté la vista para darle las gracias, mi voz se quebró en la garganta.

—Hola —dijo Namjoon, sus profundos ojos marrones me miraban.

Tragué saliva. —Hola.

Él me miró de arriba abajo de una manera que me hizo desear ponerme más de mis camisetas deportivas fluorescentes amarillas y pantalones negros ajustados que, aunque cómodos para la clase de baile, me hacían sentir demasiado desnudo bajo la mirada de Namjoon.

Había una frialdad en su voz cuando dijo: —No me contestaste mi mensaje de texto.

Al escuchar el dolor en su voz, se derritieron mis defensas. —Lo siento.

Se hizo a un lado para que la siguiente persona en la línea pudiera reclamar mi cinta desocupada.

—No quiero que me evites. Seguimos siendo amigos, ¿no?

En lugar de reafirmar que quería ir a una galaxia muy, muy lejos de él, le dije: —Por supuesto.

La tensión en su rostro se relajó. —Me alegro. Odiaría pensar que no podríamos pasar más el rato, debido a un desliz.

¿Un desliz? ¿Qué se supone que significaba eso? No es que yo pensara que besarme hubiera sacudido su mundo, pero... en realidad, sí, debería haberlo hecho. Era seguro que había sacudido el mío.

Apreté los dientes y me encogí de hombros. —No es gran cosa.

—Bien. —Se dirigió hacia una cinta que acababa de desocuparse. —Te veré pronto entonces.

—Está bien —le dije, mientras se alejaba.

Qué exasperante. ¿Había estado aquí (sin saberlo) imaginando nuestro futuro juntos toda la tarde (y la mayor parte de esta noche), y pensaba en ello como un desliz? Lo que sea.

Comencé a caminar hacia los vestuarios para ducharme, luego me di la vuelta y caminé hacia donde Namjoon había comenzado a correr lento. Toqué su brazo, el cual era tentadoramente duro. Él me miró y frunció el ceño.

—¿Se te olvidó algo?

Sí, me olvidé de hacer mi beso memorable, al parecer. Mis cejas se juntaron. —No, pero, como un amigo, creo que es injusto que me hayas mantenido a la expectativa de ese tal secreto toda la semana. Tienes que decirme qué es.

La comisura de su boca se levantó. —No.

¡Argh! ¿Cuándo Namjoon había llegado a ser tan irritante? —¿Por qué no?

Él se encogió de hombros. —Te lo mostraré. Pero cuando por fin admitas que te mueres por verlo.

Aspiré profundamente. Kim Namjoon era el amigo más exasperante de la historia. Pero podría jugar su juego.

—No sólo estoy muriendo por verlo, sino que me quitaría mi ropa interior y correría desnudo por el gimnasio para verlo.

El calor crepitaba en sus ojos, diciéndome que nuestros besos le habían afectado y debió de haberse tragado su lengua, porque sólo hizo un ruido ahogado en respuesta.

Ja. —Muy bien. Nos encontraremos en el vestíbulo después de tu entrenamiento.

Satisfecho porque se quedó boquiabierto atrás de mí, me fui a los vestuarios para tomar una ducha. Una muy fría.

Después de mi ducha en el vestuario, me vestí y estaba a punto de llegar al vestíbulo cuando oí un suave sonido de maullido detrás de mí. En una fila de casilleros abajo, encontré a un pelirrojo, sentado en un banco con la cabeza entre sus manos.

—¿Jimin?

Su cabeza se levantó y se limpió las mejillas. —Lo siento. No sabía que alguien más estaba aquí.

Eh, sí. Había varias duchas funcionando en este momento y hombres alineados cepillandose en el espejo.

—¿Qué pasa?

Él se encogió de hombros. —Nada. Estoy bien.

Sí, me lo dije muchas veces yo mismo. —Puedes hablar conmigo.

Sus ojos se humedecieron. —Me despidieron. He estado tratando de encontrar un trabajo, pero no hay absolutamente nadie en toda la ciudad que esté contratando en Recursos Humanos en este momento.

Todo mi cuerpo se congeló. —¿Recursos Humanos?

Él asintió con la cabeza. —Recursos Humanos. Yo era el Gerente de Recursos Humanos en mi antigua oficina. Me encantaba mi trabajo, pero la compañía combinó la posición de auxiliar ejecutivo con el fin de ahorrar costos.

Una roca se formó en mi estómago y me dejé caer en el banco junto a él. —Tú lo amabas, ¿eh?

—Apasionadamente. —Él sollozó. —Había estado con la empresa desde hace cuatro años, conocía el trabajo por dentro y por fuera, entonces cuando no me necesitaron más, me despidieron.

Sentí que se me arrugaba la frente. —Eso es terrible.

—Bueno, ellos me dieron dos semanas de indemnización, pero eso es cosa del pasado. Por desgracia, no tengo mucho ahorrado así que tendré que regresar a casa de mis padres hasta que pueda encontrar un empleo... no sé, limpiando retretes o algo así.

Escuchar a este chico sacar su corazón conmigo y escuchar lo mucho que él amaba los recursos humanos (eww), una calma se apoderó de mí. Sabía lo que tenía que hacer.

Poniendo una mano sobre el brazo de Jimin, le dije: —Sé de una posición de Recursos Humanos que está disponible.

Y así como así, estaba ahogándome de nuevo.


















































•Kat🐾

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro