𝟎𝟕: final
Final
Después de despedirse de Qetsiyah, los Mikaelson y Elena se fueron de ahí con Nik.
El resto de los presentes volvieron al lugar donde Qetsiyah los sacó al principio.
Elena había invitado a los Mikaelson a quedarse a su casa por un tiempo indefinido ya que ellos aún no tenían una casa por todo lo sucedido qué había pasado en Nueva Orleans con Marcel antes de que Qetsiyah les hiciera ver el futuro.
Nik era el que más le emocionó que su padre estuviera viviendo con ellos ya que pasaría tiempo con Klaus ahora que lo conocía y también con sus tíos al tenerlos cerca.
La relación de Elena con Klaus había sido tensa al igual que con los demás Mikaelson desde que se despidieron de Qetsiyah y fueron a su casa.
Elijah y Freya habían comenzado a planear algo con rapidez para derrotar a Marcel para así poder volver a su hogar de nuevo en el futuro junto a Nik.
Klaus por el contrario a ellos no pensó en nada de eso, su mente estaba en otra cosa, quería pasar tiempo con Nik ahora que podía, ya después haría algo para recuperar su ciudad y la de familia e hijo también.
─ ¿Papá? ─ Nik habló en voz baja hacia él al salir del baño después de cambiarse para dormir cómodo esa noche.
Klaus lo miró al escucharlo, sonrió con un poco de ternura al ver el pijama de su hijo con dibujos de lobo.
Para Klaus aún todo eso era como un sueño el cuál si lo era no quería despertar.
Nunca en mil años pensó tener un hijo propio de él al ser un vampiro, pero ahí estaba Nik delante de él que era la prueba de que eso era real.
Él era su hijo...
El hijo que tuvo con Elena.
Klaus suspiró con frustración por perder tanto tiempo de su hijo, ni siquiera lo había podido tener entre sus brazos cuando Nik era un bebé, ni tampoco lo vio crecer.
Eso era lo que a Klaus más le dolía, haberse perdido parte de la vida de su hijo le afectó demasiado ya que ese tiempo no lo iba a poder recuperar nunca.
Si tan solo hubiera sabido que Elena estaba embarazada de él desde un principio pensó que tal vez las cosas pudieron ser posiblemente diferentes.
Marcel...
Klaus ya no tenía nada de aprecio por ese niño que un día vio siendo maltratado y luego lo protegió como si fuera su hijo.
Marcel había dejado de ser ese niño que un día conoció y después se ganó un lugar en su frío corazón. Para Klaus, Marcel ya no era como un hijo para él, ahora era su enemigo.
Ahora Nik era su único hijo el cual cuidaría y protegería por siempre y para siempre.
─ ¿Si cachorrito? ─ Klaus se acercó hacía él sentándose en la cama de su hijo.
Nik sintió su cara un poco roja al escucharlo ya que no estaba acostumbrado a que le dijeran de esa forma sin embargo le gustaba pero no sé lo diría aún.
─ ¿Puedes dormir conmigo está noche por favor? ─ preguntó Nik.
Para él todo eso también era como una especie de sueño, Nik temía despertarse y que su padre nunca hubiera estado ahí realmente.
Él no quería pasar por esa decepción ya que sabía que sería duro y no quería darle problemas a su madre.
─ Si ─ Klaus asintió.
Klaus se quitó su zapatos y luego se acomodó al lado de la cama donde Nik estaba acostado, el menor se acercó a él y se acurrucó a su lado durmiendo en pocos minutos.
El original cerró sus ojos también mientras abrazaba a su hijo, escuchar los latidos de su corazón lo tranquilizó hasta que se durmió.
El cansancio que tenía encima por todo los problemas por resolver, y al estar finalmente tranquilo junto a Nik en ese momento lo hizo dormir rápido, Klaus ni siquiera escuchó los pasos de Elena entrando a la habitación.
Ella había ido a darle las buenas noches a su hijo como siempre lo hacía, ver a Klaus junto a Nik no fue lo que esperó ya que pensó que él dormiría en la habitación que le había preparado como a los demás Mikaelson .
Ver esa imagen de Klaus y Nik juntos le causó muchas cosas, siempre había soñado con un momento así aunque jamás hubiera pensado que eso se hiciera realidad en algún momento como ese.
Elena podía ver que no solo Klaus estaba feliz con Nik, sino también su hijo con Klaus.
Ella sabía lo importante que era todo eso para Nik, él había estado esperando a su padre por lo que parecía ser mucho tiempo.
Elena suspiró sonriendo para luego apagar la luz de la habitación y cerrar la puerta para dejarlos descansar. Ella haría lo mismo al saber lo agotador que serían los siguientes días.
UN AÑO DESPUÉS
Muchas cosas habían pasado en el lapso de un año, los Mikaelson finalmente habían derrotado a Marcel después de varios meses con la ayuda de Freya como lo hicieron en su momento años atrás con Lucien.
Nik con los días después de conocer a su padre se había vuelto más cercano a Klaus, a esas alturas ya no le tenía timidez ni vergüenza como antes.
Eso había hecho feliz a Klaus ya que quería que su hijo se sintiera cómodo a su lado.
La relación con sus tíos también había progresado mucho, Nik incluso ya tenía a su favorito que era Elijah aunque nunca lo diría a los demás al ver lo competitivos que eran.
Klaus por otra parte cada día amaba más a su hijo, claramente había llevado a Nik a vivir con él a Nueva Orleans y por supuesto Elena fue con su hijo ya que no se alejaría de él.
La convivencia con los Mikaelson y Elena fue un poco tensa al principio por el pasado que tenían sin embargo Elijah tuvo mucho que ver para que se pudieran llevar bien entre todos por el bienestar de Nik que era quien estaba en medio de todos ellos.
Eso había dado buenos resultados ya que Elena comenzó a llevarse bien con todos los Mikaelson.
Klaus al principio solo se había dedicado a su hijo y también a poder destruir definitivamente a Marcel para volver a su ciudad y que su hijo conociera el lugar que él y sus hermanos construyeron muchos años atrás.
Cuando finalmente logró eso, Klaus planeó poder retomar su relación con Elena no solo por su hijo si no también porque aún la amaba a pesar de que por un momento le guardó rencor por ocultarle a Nik.
Lamentablemente para él no fue fácil ya que había perdido demasiado tiempo en varias cosas y cuando quiso hablar con Elena sobre su relación, ella ya había conocido a alguien más, era un brujo de Nueva Orleans de nombre Kaleb Westphall.
Elena tuvo una relación con él e incluso lo presentó con su hijo, para desgracia del híbrido a Nik le alegró Kaleb, pero como él era Klaus Mikaelson no sé dio por vencido fácilmente y no dejó que ese sujeto que su hermano Kol una vez poseyó se robará a su doppelganger.
Klaus jamás hubiera permitido eso por dos cosas, la primera porque no quería que su hijo tuviera una especie de padrastro por así decirlo y otra porque amaba a Elena y no iba a dejarla ir fácilmente.
Klaus tuvo que ver mucho en la ruptura de ellos por lo cuál la relación de Elena con Kaleb había durado pocos meses gracias a la cizaña que Klaus había metido entre ellos.
─ Qué lástima que terminarán, se veían tan bien juntos ─ le dijo Klaus en una ocasión a Elena.
Aunque actuó bien y fingió estar triste por ellos, Elena poco le creyó ya que sabía que gran parte de todo eso era por su culpa y la otra de ella.
─ No finjas que no te creo absolutamente nada ─ murmuró Elena mirándolo.
Klaus se acercó a ella con su típica sonrisa encantadora que tanto le gustaba a Elena.
─ Nunca hubieras sido completamente feliz junto a él, amor ─ aseguró Klaus.
Elena levantó sus cejas al escucharlo decir eso, ella se cruzó de brazos.
─ ¿Y por qué crees eso? ─ preguntó el doppelganger
─ Porque me sigues amando a mí, nunca me has dejado de amar, no puedes ser feliz con alguien más cuando amas a otra persona ─ respondió él.
Klaus estaba seguro de sus palabras, sabía que Elena lo seguía amando a pesar de los años que habían pasado, había algo que los unía y no era solamente Nik, era el amor que se tuvieron mientras estuvieron en Mystic Falls.
Elena tragó saliva al escucharlo ya que sabía que él tenía razón, nunca podría rehacer su vida con otro hombre porque siempre pensaría en Klaus, aún con los años lo seguía amando como la primera vez que lo hizo.
─ Dime, ¿tengo o no razón? ─ preguntó Klaus mirándola.
Elena ni cuenta se dio cuando Klaus llegó tan cerca de ella invadiendo su espacio personal.
Ella quería responderle que no lo amaba, que lo de ellos ya había sido historia años atrás pero le dolía pensar en eso aún sabiendo que no era real.
─ Estás muy cerca ─ murmuró Elena desviando la conversación al verlo cada vez más cerca de ella.
Klaus sonrió de lado, la reacción de Elena le hacía dar cuenta que lo que dijo anteriormente era real, ella no lo había olvidado.
Klaus se atrevió a hacer algo que tal vez pudo ser un paso en falso para iniciar nuevamente su relación o tal vez podría ser una iniciativa para comenzar de nuevo, la atrajo hacia él tomándola de su cintura.
─ ¿Qué es-tás ha-ciendo? ─ balbuceó Elena.
─ Lo que debí hacer ─ dijo Klaus acercándose a ella para luego besarla.
Elena intentó resistirse empujándolo pero Klaus no se la dejó fácil y ella no pudo soportarlo más y finalmente le correspondió el beso.
Elena sentía que los besos de Klaus la hacían tocar las nubes en ese momento, había extrañado demasiado besarlo desde la última vez en Mystic Falls.
Klaus con rapidez se había llevado a Elena de la sala para evitar que si su hijo pasará por ahí los viera en esa situación comprometedora.
Cuando llegaron a la habitación de Klaus, el mismo fuego de la pasión que un día se había encendido entre ellos en Mystic Falls, volvió resurgir nuevamente ese día en Nueva Orleans.
A la mañana siguiente cuando Elena se despertó lo hizo entre los brazos de Klaus quien había despertado minutos antes que ella.
─ Buenos días, amor ─ saludó Klaus.
Elena aunque se sintiera un poco avergonzada debía admitir que estaba muy feliz del momento que pasó junto a Klaus.
─ Hola ─ murmuró quitando su cabeza de su pecho para mirarlo mejor ─ ¿Y Nik? ─ preguntó.
Estaba preocupada por él ya que en la noche anterior no lo había visto por todo lo sucedido con Klaus, eso un poco la hizo sentirse mal por descuidarse de su hijo.
─ Con Rebekah, él se lleva muy bien con mi hermana y ella adora a los niños pequeños ─ dijo Klaus.
Él había escuchado a Rebekah decirle a Elijah que estaría con Nik esa noche al haber escuchado unos ruidos en la habitación de Klaus, Rebekah al no ver a Elena en ninguna parte de la casa supuso que era ella y su hermano que estaban juntos por lo cual se encargó de Nik.
Elena apoyó de nuevo su cara en el pecho de Klaus más avergonzada que antes al suponer que Rebekah ya sabía todo por lo cuál no tardaría mucho en llegar eso a los demás también.
─ ¿Ella se lo dirá a los demás cierto? ─ preguntó Elena.
─ Si, ¿qué tiene de malo? ─ Klaus la miró confundido.
─ No quiero que Nik escuché algo y se haga ilusiones al creer que estamos juntos, Klaus ─ respondió Elena.
Ella se levantó de la cama cubriendo su cuerpo con una sábana en el proceso.
El original frunció el entrecejo al escucharla ya que pensó que lo de ellos ya había vuelto de nuevo después de esa noche.
─ ¿Estás hablando en serio? ─ preguntó él.
─ Si ─ dijo Elena.
─ Creí que lo que había pasado en la noche había cambiado algo entre nosotros ─ mencionó Klaus mirándola.
Elena suspiró, «claro que había cambiado algo» pensó al escucharlo.
─ Y lo hizo pero... ─ Elena detuvo su hablar.
─ ¿Pero? ─ Klaus la incentivó a qué siguiera.
─ Tuvimos sexo, ¿Si?, no pretendas que todo sea como antes solo por esa razón, necesitamos tiempo para ver si realmente esto funcionará de nuevo, no quiero que Nik piense que estamos juntos ahora y que se haga ilusiones y luego las cosas entre nosotros cambien y él salga lastimado, es solo un niño y los niños se ilusionan rápido Klaus, no quiero que él sufra por nuestras decisiones ─ le dijo Elena.
Klaus quedó en silencio al escucharla decir eso, él no había pensado en eso porque en su mente todo estaría bien con él y Elena sin embargo sus palabras le hicieron ver la realidad que vivían.
Él tampoco quería que las cosas no fueran a funcionar y Nik se ilusionara y luego sufriera.
Elena lo miró en silencio por unos segundos antes de salir de la habitación de Klaus para irse a la suya.
Si había algo que representaba a Klaus Mikaelson era que nunca se daba por rendido cuando quería algo o a alguien en este caso que era Elena Gilbert.
Así cómo se vio junto a ella en el futuro que Qetsiyah les hizo ver, Klaus pensaba repetir eso en la actualidad, quería demostrarle que todo eso iba en serio por su parte y así lo hizo durante un par de meses.
Elena había tratado de mantener su relación con Klaus en secreto por un tiempo de su hijo ya que tenía miedo de que algo pasará y ellos terminarán, Elena no quería que Nik estuviera involucrado en todo eso por el momento hasta que sintiera que todo estaba bien con Klaus y así finalmente hablar con su hijo.
A Klaus le desesperó un poco la situación porque tenía que estar escondiéndose, no de sus hermanos sino más bien de su propio hijo pero como Elena era terca, él tuvo que hacerle caso.
Claro que lo que ninguno de ellos imaginó fue que Nik ya sabía todo desde mucho tiempo atrás.
Nik no era tonto, se había dado cuenta con el pasar de los días y meses que había algo entre sus padres con solo ver las miradas que se daban aunque no entendía por qué no le decían nada a él sobre eso.
Nik amaba a su madre y era feliz si ella era feliz, no le importaba con quién estuviera, incluso la había apoyado en su relación con su ex novio Kaleb, siempre apoyaría sus decisiones aunque claramente la idea de que sus padres estuvieran juntos le gustaba mucho más porque le encantaba que su padre estuviera con su madre.
─ Mamá... ─ murmuró mirándola.
En ese momento desayunaba junto a sus padres ya que sus tíos habían salido en la mañana temprano a hacer algunas cosas pendientes.
─ ¿Si? ─ preguntó Elena sonriendo hacia él.
─ ¿Kaleb ya no vendrá más aquí? ─ murmuró Nik haciéndose el desentendido.
Tanto Elena como Klaus se ahogaron con sus desayunos al escuchar a Nik.
Nik bajó su cabeza para evitar reírse al verles las cara a los dos.
─ No cariño, él ya no vendrá, recuerda que ya no estamos juntos ─ dijo Elena mirando de reojo a Klaus.
Klaus frunció el entrecejo un poco ya que no le gustaba que mencionaran a Kaleb.
─ Que lastima, se notaba lo mucho que lo amabas, ¿Verdad papá? ─ Nik sonrió hacia Klaus.
Elena quiso escapar de ahí o que alguien entrará e interrumpiera la conversación.
Klaus miró a su hijo con incredulidad por su pregunta, él no podía creer que estuviera pasando por una situación así solo porque Elena tenía miedo de decirle la verdad a Nik.
─ No creo que lo amará tanto, cachorrito, tú madre le tenía estima solamente ─ dijo Klaus con una tranquilidad fingida.
Él ni loco iba a decir que Elena tal vez pudo sentir un poco de amor por Kaleb.
─ Pues claro, se nota que mi mamá al que siempre amará será a ti papá ─ soltó Nik.
Los dos mayores se le quedaron mirando en silencio durante un rato al escuchar sus palabras.
Klaus sonrió al ver que su hijo se había dado cuenta de las cosas aunque Elena quiso esconder eso.
Klaus estaba feliz con eso porque ya no tendrían que andar a escondidas como dos adolescente cuando ya eran adultos.
Elena después de procesar en su mente las palabras de su hijo abrió sus ojos más de lo normal en pánico, algunas preguntas se le vinieron a la mente en ese instante.
¿Qué sabía su hijo?.
¿Acaso la vio junto a Klaus haciendo o hablando algo comprometedor?
Elena estaba entrando en pánico en ese momento lo cuál hizo reír a Nik al ver su cara de susto.
─ Mamá no te pongas así, si quieres puedo fingir demencia de lo que pasa entre tú y papá ─ dijo Nik.
Klaus y Elena se miraron mutuamente, con su mirada él le hizo saber que no guardaría más eso después de todo no tenía caso ya que Nik lo sabía.
Elena suspiró, había pensado en un momento así aunque más adelante, mucho más adelante de lo que ahora era.
─ ¿Nik qué sabes exactamente? ─ preguntó Elena.
Ella tenía que estar segura de lo que su hijo sabía para hablar con él junto a Klaus.
─ Pues que papá te ama mucho y tú también a él ─ respondió Nik.
«Chico inteligente». Pensó Klaus sonriendo al escucharlo.
─ Ven aquí, Nik ─ Elena lo llamó corriendo su silla para sentarlo en sus piernas.
Nik le hizo casó y fue hacia ella sentándose encima de sus piernas.
─ Mira... ¿Cómo empiezo? ─ murmuró insegura Elena.
─ Mejor lo digo yo ─ tomó la iniciativa Klaus al ver un poco nerviosa a Elena. Ella asintió en acuerdo para que Klaus hablará, el original tomó una de las manos de su hijo ─ Nik, tú madre y yo estamos juntos en una relación, íbamos a decírtelo pero quisimos esperar un tiempo para eso ─ le dijo.
Nik asintió.
─ Tanto no creo que quisieron esconder su relación si andaban dándose besos hasta por los pasillos ─ susurró Nik un poco apenado.
Elena llevó sus manos a su boca mirando mal a Klaus de reojo ya que fue él quien siempre quería besarla en cualquier parte de la casa.
Klaus se rió por lo directo que era su hijo al decir eso.
─ Eso es porque nos amamos mucho ─ mencionó Klaus.
Nik sonrió mostrando sus dientes al escucharlo ya que le encantaba saber que sus padres estaban juntos.
─ ¿Mamá tú lo amas? ─ le preguntó al verla callada.
Elena asintió con su cabeza.
─ Si ─ respondió el doppelganger.
Nik volvió a sonreír pero al escuchar esta vez a su madre.
─ Es una lastima que no me puedan dar un hermanito, ¿No? ─ dijo de repente Nik después de unos segundos de silencio.
Klaus casi se va de espalda al escucharlo ya que no se esperó eso, Elena por otra parte se atragantó con su saliva.
─ ¡Nik! ─ gritaron al unísono los dos mayores.
El menor se bajó de las piernas de Elena soltando una risa para luego salir corriendo por la puerta de la entrada.
─ Ve por él ─ pidió Elena a Klaus.
─ ¿Por qué yo? ─ el original frunció el entrecejo al escucharla.
─ Porque es tu mini copia ─ respondió Elena.
Klaus suspiró asistiendo para no iniciar una discusión que seguramente perdería por cómo iban las cosas.
Él salió al jardín pero no vio a su hijo ahí sin embargo escuchó el latido de su corazón.
─ Cachorro estoy grande para las escondidas, sal por favor ─ pidió Klaus.
Lo único que Klaus obtuvo fue una risa infantil que provenía de Nik.
En ese momento Klaus supo que su hijo no saldría hasta que lo buscará, entonces se convirtió en lobo para "buscarlo" mientras jugaba con él en el proceso.
¡FINAL DE SZIVEM!
Está fue una historia corta pero me encantó en lo personal, si les soy sincera no me suelen gustar mucho mis propias historias pero está fue una excepción.
Gracias a todos los que apoyaron a esta historia desde un comienzo, sobre todos los que aman a Klena.
Espero que les haya gustado y nos vemos pronto con otra historia, adiós.
💕❤️
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