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16.

« Rylee »


















17 MARZO 1978

Desde que Emma Rosier era joven, le enseñaron como una dama debía comportarse, actúar cuando estaba con un hombre hasta cuando tuviera esposo. Hasta actúar como una madre ejemplar.

Pero no esperaba actúar como una madre tan pronto. Demasiado pronto.

Aquella noche que Emma tuvo relaciones sexuales con Rabastan Lestrange, se hiceron adictos el uno al otro. Tenerse cerca y estar al lado del otro.

Ellos creian, o mejor dicho, la Rosier creia que eso era amor. Amor hacia alguien más, amor de parejas. A producto de ese tipo de amor, Emma quedó embarazada. A los dieciséis años, Emma Rosier se convertiría en madre.

Cuando se enteró que estaba embarazada, no podia creerlo. Lo primero que se le pasó por la cabeza fue no tenerlo, ella no deseaba ser madre, no en ese momento, la unica que supo al inicio fue Venus. Pero sabía que tenia que decirle a Rabastan y cuando lo hizo, primero ni se hablaron por una semana, ya que él si lo quería, quería tener a ese bebe, luego ambos volvieron a reunirse y quedaron en aceptarlo. Al final fue la culpa de los dos.

Los meses de embarazo para Emma fueron difíciles, era solo una adolescente. Madame Pomfrey le ayudaba a la Rosier a ocultar su embarazo con pociones y hechizo, pues Emma aun era un niña de quinto año, que había quedado embarazada.

En todo esos meses, Emma no vio a Regulus Black. Y por bien mayor, no deseaba verlo, aún cuando extrañaba sus platicas de libros muggles o simplemente ir de paseo al lago negro.

Rabastan Lestrange estuvo todo momento con Emma, en todo el proceso del embarazo él estuvo con ella. Cada fin de semana en Hogwarts la iba a visitar.

Él y los señores Rosier habian hecho una especie de trato para que a finales de 1978 ellos esten comprometidos y a inicios de años, sean los señores Lestrange—Rosier. La madre de Emma no podia estar mas que orgullosa de su hija, alardeaba con las otras señoras de alta sociedad diciendo que tenia a sus hijos en uno de los mejores  estatus y que su legado de sangre pura duraría mucho más.

Emma Rosier mantuvo su embarazo oculto ante sus padres y la sociedad, solo cuatro personas en el mundo conocia el secreto. Evan Rosier, era su hermano mayor después de todo; Venus Black que era como una hermana para ella y en especial su persona, su otra mitad; Narcissa Black que era como una hermana mayor para ella y siempre contaba con ella para todo y Rabastan Lestrange que a pesar de ser el padre de su hija era su mejor amigo en todo el mundo.

En diciembre, para ser exactos, un quince de diciembre nacio una pequeña niña rubia como su madre, con ojos marrones como los de Rabastan. Pero todo el que viera a la pequeña Lestrange, sabría que es una copia exacta de la Rosier. Ambos habían escogido el nombre llamándola Rylee Victoria Lestrange.

Ambos habían quedado en un acuerdo diciendo diciendo que el mayor había adoptado a la pequeña con tan solo días de nacida para no levantar sospecha ante todo el mundo pues nadie podía enterarse de que la pequeña Rosier había nacido fuera del matrimonio sin haberse casados. Hubiera sido un escándalo para todo el mundo mágico en especial para los Rosier, los Lestrange y los Black, ya que Venus y Evan estaban comprometidos. Por eso habían descartado el apellido Rosier en la pequeña Victoria, ante el mundo ella era solamente una Lestrange.

Habían pasado tres meses desde que la pequeña Rosier había nacido en ese poco tiempo Emma aprendió a cuidar de la pequeña con ayuda de Rabastan, al principio no fue fácil para ninguno de los dos ya que eran padres primerizos, uno era un hombre de 22 años y la otra era un adolescente de solamente 16 años de edad. Pero eso no impidieron para que siguieran intentándolo.

Emma terminó de ponerle el pequeño vestido color celeste a su pequeña Rylee, pues aquel día se celebraría la boda de Narcissa Black, que iba a ser declarada como la lady Malfoy.

La Slytherin termino de ponerse sus aretes y joyas para voltearse cuando la la puerta de la habitación fue abierta mostrando un hombre en traje de gala y ojos marrones.

Rabastan desde la puerta la miró de arriba y abajo observandola, mirandola con cierto cariño en sus ojos, Emma simplemente agachó la cabeza y se miró a sí misma. Aún se sentía rara ante la presencia de él, pues a pesar que era su mejor amigo jamás lo había imaginado como algo más fuera de ello por lo que aún se sorprendía o simplemente le parecía raro estar cerca de él.

El mayor sé que se acercó a ella quedando frente a frente y le depositó un beso en su frente Emma de un largo suspiro para luego alzar su cabeza y mirarlo para darle una sonrisa de boca cerrada.

— Te ves preciosa, Tori. - Dijo Rabastan.

— Tú, te ves guapísimo. — Dijo Emma. Ella se volteo y cargo a la pequeña rubia de solo tres meses acunandola en su pecho. — Y mi pequeña rayito, esta como una princesa. —Le mostró el vestido de su hija.

Rabastan se acercó a ambas y cargó a su hija con cuidado dejando un beso en la coronilla de Rylee, esta solto un pequeño balbuceo.

— ¿Estas lista, Tori? — preguntó Rabastan.

Emma asintió emocionada, iba a ver a su mejor amiga después de casi tres meses desde que dio a luz.

Ambos habían decidido llegar a la ceremonia de casado, juntos. Pues pronto iban a ser comprometidos y era mejor comenzar desde ahora, aún cuando ya se saltaron varias etapas al tener a Rylee.

Emma camino con la pequeña Lestrange en sus brazos mientras que Rabastan le agarraba de la cintura, ambos saludaban con asentimiento y solo una pequeña sonrisa pero con la boca cerrada. La mayoría miraba a la Rosier con indiferencia por la bebe en brazos, aun cuando decian que ella era adoptada por los Lestrange, la miraban por ser una niña fuera del compromiso.

— Odio que la gente me vea —Murmura Emma entregando a Rylee a Rabastan. —Como si yo fuera un pagaso de una de esas ferias muggles.

— Creo que quisiste decir payaso, amor. —Dijo Rabastan con una sonrisa coqueta.

Emma sonrio y soltó una pequeña risa. —Supongo que eso.

Pero eso a ambos no le importaban, ellos sabían la verdad, y solo ellos la valoraban de verdad.

Emma miro a todos lados, buscando a alguien en especifico.

Venus Black.

—¡Victoria!— Emma volteo al escuchar su nombre. Sonrio como nunca al ver a Venus ahi con Evan, su hermano.

—¡Maia!—Emma corrió levantando un poco su vestido para evitar caerse y correr deliberadamente hacía su mejor amiga. Ambas encontrándose en el medio de aquel jardín siendo sostenidas por la otra, como si no se hubieran visto en años. —Te extrañé. —murmuró la Rosier en el oído de su amiga, dejando un beso en su frente para separarse y observar el rostro de Venus.

Las personas la miraban raro, pero a ellas no les importaba.

—Yo también. —Venus le dio una gran sonrisa, emocionada después de no haberla visto por casi un mes. La rubia de ojos grises abrazó a la Rosier una vez más con total felicidad, siendo correspondida. Venus se separó de ella minutos después dejando un beso en cada mejilla de Emma, y observando a todos lados para asegurarse de que nadie más que ellos estaban ahí. —¿Me presentarás a mi ahijada?—Emma asintió con una gran sonrisa emocionada.

La Rosier le habia contado por cartas que ella, Venus Maia Black era la madrina de Rylee Lestrange. No importaba si aún no la conocía, siempre sería ella.

Emma se acercó hasta Rabastan, quien se había quedado al lado de Evan, al no querer interrumpir el abrazo de ambas rubias, Emma y Venus no podrían una semana sin la otra, y así estuvieron siempre desde que se habían conocido, nunca pasaban tanto tiempo alejada de la otra. Ambas eran un alma dividida en dos cuerpos.

Eran su persona.

La rubia de ojos castaños no necesitó de caminar mucho, pues a diferencia de dónde estaban Venus y ella anteriormente, ahora la rubia Black había caminado hasta ponerse al lado de Evan, saludando a Rabastan en el proceso.

—¿Puedo...?—la pregunta de Venus quedó a medias cuando señaló a la bebé con un asentamiento de cabeza. Emma asintió con una sonrisa dejando que la ojigris tomara entre sus brazos a la bebé con delicadeza. —Es preciosa. —acaricio la mejilla de pequeña en sus brazos con una gran sonrisa. Evan sonrió ante la imagen abrazando a su hermana por los hombros. —Hola, bebé, soy tu mami Venus.

Emma sintio como Rabastan posaba su mano otra vez en su cintura, dándole pequeñas caricias.

—Su nombre es Rylee. —dijo Rabastan mirando a la rubia Black. —Tori lo eligió. — Fijo su vista en Emma.

—Es hermoso. —Venus observó a ambos padres con una sonrisa. —Evan. —llama su atención mientras se giraba a él. —Mira esta cosita. —su rostro era dulce y lleno de ternura gracias a la bebé.

Evan sonríe y se acerca lo suficiente a ambas para ver a los ojos a la niña. Emma sonrio al saber que Evan habia quedado embobado con su hija, pues en la forma que la miraba sabia que aquella bebé era su debilidad junto con Venus Black.

—¿Emma?— el corazón de Emma dio un salto como si se hubiera parado.

La voz, esa voz la conocía. ¿Como no hacerlo? Si habia quedado enamorada de aquella voz, con la diferencia que ahora solo tenia odio. Odio hacia el dueño de la voz.

Regulus Black.

Detrás de él, estaba Narcissa enviándole una mueca de disculpas a Emma, quien le asintió y miró con una sonrisa, la cual se esfumó tan pronto Emma miró a Lydia del brazo del menor de los Black.

Narcissa se acercó hasta Venus, cuando miró a la pequeña en sus brazos, Regulus también dirigió su vista ahi. Emma supo que estaba confundido o incluso algo más. Volvió a sentir otra mano en su hombro y supo que Rabastan estaba mirando a Regulus con odio, pues Emma le conto todo lo que Regulus le habia hecho.

Emma puso una cara seria y poso su mano izquierda sobre la mano del Lestrange que se encontraba en su cintura. Dandole a entender que se querían.

—No sabría que vendrías. —murmuró Regulus con voz queda.

—Narcissa se casaría. Es como alguien de la familia para mí. Y si, tal vez no pude asistir a la ceremonia, pero puedo pasar con ella el resto de lo que queda del día. —Emma respondió de la manera más fría que alguien podría tener en su cuerpo, mientras que su rostro se encontraba neutral.

—Emma...

—No. —dijo la rubia de ojos marrones interrumpiendo al Black menor.

—Regulus, este no es un buen momento. —dijo Venus mirándo a su hermano, quien la ignoró.

—Reggie, vamos...—la voz de Lydia se escuchó. —Dijiste que bailarias conmigo.

—Jamás dije eso. Si tantas ganas tienes de bailar ve y baila tú. No me necesitas para ello. —respondió el ojigris mantenimiento su vista en Emma.

Emma trataba de ignoralo, pero se le hacía imposible.

—Reggie...

—¡Guarda silencio por una maldita vez Lydia!—Regulus se giro mirándola enfadado. —Y aleja tus manos de mí. —se separó del agarre de la pelirroja con brusquedad.

Lydia lo miró sorprendida, para después pasar su mirada hacía Emma, y dirigirle una mirada de desagrado, que a Emma, poco le importaba lo que la pelirroja opinara.

Emma en ese momento, ni siquiera había logrado mirar a los ojos del menor de los Black, y quería hacerlo, quería mirarlo, y decir que lo había extrañado, pero no podía hacerlo. No cuando las imágenes de el y Lydia juntos la seguían perturbando.

Eso que se encontraba sucediendo en el jardín de los Malfoy, sin duda era demasiado incómodo, tanto para Venus, Evan, Rabastan y Narcissa, como para Emma y Regulus.

—Solo diez minutos, por favor...

Emma miro a Rabastan ignorando al Black menor, el Lestrange solo miraba atentamente como Regulus rogaba que la Rosier le dirigiera la mirada.

—¿Quieres que me arrodille?—Regulus miró el rostro de Emma, buscando su mirada con desesperación. Quería decirle que nunca había sucedido nada con Lydia. —Si necesito tu perdón yo...

Aunque la idea le gustaba, no lo hiba hacer, eso era caer demasiado bajo para ella misma.

—No es necesario que lo hagas. —Emma por fin conecto su mirada con el. —Solo serán diez minutos. Pero después de que la fiesta de compromiso de Narcissa y Lucius acabé.

La rubia Rosier se acercó al oido de su mejor amiga, le susuro que iría con Narcissa y Rabastan. Venus asintió, dandole a entender que Rylee estaría segura con ella y Evan.

Emma agarro la mano de Rabastan y caminaron lejos de los hermanos Black y de Evan.

— ¿Estas bien, Emma? —Pregunta la nueva señora Malfoy. —Pensé que Lydia se quedaría tznto tiempo pegada a Regulus ero veo que es peor que una garrapata. —Hablo algo enfadada.

—Estoy bien, Cissy. —Dijo ella deteniendo su paso. —Solo que lo odio.

—Creeme que estuve asi, de lanzarme a tirarle un crucios. —Dijo Rabastan serio. —Y sabes que hablo enserio, Victoria.

Emma sabia que cuando él la llamaba Victoria, era porque estaba molesto.

— Deja que hable con él y puedes pelear con él al estilo muggles.

— Emma...

Emma negó y miro a Narcissa. —No, Regulus me lastimo como no tienes idea Narcissa. Él jugó conmigo.












El grupo de amigos habian llegado a la mansión Black en Grimmauld Place. Emma podia sentir la mirada de Regulus a kilómetros de distancia, por lo que con solo mirarlo le dio a entender que podian hablar en privado, los dos solo.

Emma se acercó al pequeño bar que habia en la oficina de Orion Black. Pues ahora los señores Black no se encontraban en casa y era mucho mejor para ellos, pues Emma no se quedaría callada. La rubia saco dos copas de vino y puso en la mesa causando el sonido del vidrio contra la mesa fuera el único sonido de la oficina.

— El tiempo corre desde ahora —Hablo Emma sirviéndose Whisky de fuego.

—¿Tienes una hija? —Pregunto Regulus decaído.

Emma solto una risa amarga y empezó a servir la otra copa.

—Mi vida no es de ti incumbencia. Por lo que no te responderé esa pregunta. —Respondió Emma —Pense que hablarías de la de cabellos de zanahoria.

Regulus paso sus dedos por su cabello, depeinandose. Observando como Emma le daba un sorbo a su copa.

— Lo que paso ese dia fue... Ni yo se como llegamos a estar en la misma cama —Regulus hablaba algo desesperado —Al levantarme tú estavas ahi y juró que...

— ¿Juras? ¿Asi como me juraste que me protegerías? —Solto ella en forma irónica. —Creo que tus juramentos son puras mentiras.

—Tienes que creerme, sabes que yo nunca lo habria hecho estabamos juntos, yo jamás te...

— ¿Juntos? —Emma solto una risa amarga. —¿Como que según tú? No eramos novios, no estuvimos juntos. Solo me hiciste promesa. Promesas vacias.

— ¡No! Carajo, Emma. —Regulus trato de avanzar hacia ella pero ella retrocedió dejando la copa de lado. —Lydia lo planeo todo, ella entro a mi habitación y...

— ¿Y tú qué? ¡Si tanto decias amarme pudiste detenerte! —Grito Emma de igual manera que él. —¿No pusiste? ¿O acaso querías llevarte a tu última conquista a tu cama antes de comprometerte conmigo? —Sabía que las palabras de Emma estaba lastimando a Regulus pero ella sabia que se lo merecía.

— ¡No! Yo estaba ebrio...

—Eso no es una maldita escusa, patética. Fuiste un idiota.

— ¡Lo se! Y se que quisas ya ni me quieras ver pero solo pido tu perdón. Dulce criatura...

—¿Perdón? ¿Mi perdón? —Emma camino hasta Regulus mirandolo cara a cara, ella lo miraba con odio. — Tu nunca merecerás mi perdón, me hiciste creer que podria estar enamorada de ti, dandome libros muggles, regalándome rosas, saliendo en citas a Hogsmeade y muchas cosas más. ¡Me hiciste creeer que eras el mejor hombre que había conocido junto con Rabastan! ¡Renuncie a mi sueño que tenia con él por ti! ¡Por ti y tus malditas mentiras! —Emma lo empujó con las manos pero Regulus ni intento moverse o alejarse. — Luego vengo, a decirte que quería tener algo serio contigo y ¿sabes? Te encontré bien acurrucado con esa zorra. —Ella lo volvia a empujar con más fuerza. — ¿Tienes idea de lo idiota que me sentí por tus mentiras?

— Emma... Yo te amo.

Emma sentia que estaba llorando de rabia y dolor. Se estaba desahogando.

— Yo no te amo, te odio. Te odio, te odio, te odio — Emma golpeo el pecho del Black.

— No me odies.

— ¿No odiarte? ¡Me hiciste sentirme insegura de mi! ¡Te odio Regulus Black! —Emma se alejo de él limpiándose las lágrimas que habian salido de la rabia. —¡No quiero volver a verte!

Emma salio de la casa y divisó a Venus y Rabastan en el patio. Emma decidió que era mejor no intervenir y subio las escaleras para entrar a la habitación donde se suponia que debia estar su hija.

Al entrar se encuentra a Evan que cargaba a su sobrina. Evan frunce el ceño al ver el estado de su hermana. Dejo a la bebé en la cama durmiendo y se acercó a su hermana menor.

— ¿Emma?

Emma desvío su vista a la pequeña rubia en la cama grande. Ella era su pequeño rayito de luz en su vida, era la unica por la que valia la pena pelear en esta guerra que se estaba formando.

— Odio a Regulus Black. —Dijo Emma en murmuró.

— ¿Encerio lo odias? —Dijo el Rosier mayoe algo dudoso.

— Tal y como a nuestro padre.

—Emma...

Emma se acercó hasta la cama, se sentó en el suelo con la mirada en su pequeña.

— Es tan pequeña que me da miedo de ser tan mala madre. Ella es un pequeño rayito de sol. Solo basta con mirarla y darse cuenta que ella no merece unos padres como nosotros.

Evan se acercó a ella y puso sus dos manos en sus hombros de su hermana, se agachó hasta quedar a la altura de ella.

— Creenme que me doy cuenta. Solo tiene unos meses y se nota que es muy buena para este mundo. Incluso para nosotros. —Dijo Evan soltando un suspiro.

Emma y Evan sabian exactamente a los ambos se referían. Ellos ninca tuvieron un ejemplo de unos buenos padres, solo una vez en su vida pudieron apreciar como era una verdadera relación padre e hijos, fue cuando Euphemia y Fleamont Potter los visitaron en una de las reuniones familiares que tuvieron los Rosier cuando murio el abuelo de ellos.

Euphemia y Esteban eran hermanos, por lo que a Emma y Evan les hacían primos con James Potter. Solo que al tener apellido distinto y al ser los Potter traidores, ellos jamás se dirigieron la palabra.

Emma nunca habia visto un amor de madre hacia un hijo, hasta que lo vio en el funeral de su abuelo, cuando Euphemia le limpiaba las mejillas a James que se habia ensuciado con chocolate. Emma en ese momento quería tener esa clase de madre.

Ahora más que nunca la necesitaba para tener una idea de como cuidar a Rylee en un futuro. Tenía miedo de ser como su madre y tratarla solo como un objeto para la sociedad.

—Por ella intento cambiar, intento ser mejor que ellas. Ella es mi pequeño rayito.

— Nuestra, nuestra rayito de luz. —Dijo Evan mirando a Rylee.
























Saben que esto es una Duologia con mi amiguita @Lune_black que ya esta disponible en su perfil.

¿Que les parece Rylee hasta ahorita?

Mi rayito de Luz ❤️‍🩹🛐

Emma intentando ser buena madre por su pequeña 🥺❤️‍🩹

Ojo con la conversación de Venus y Rabastan. Esta en el fanfic de Venus.

Regulus, no te odio pero tampoco te adoro ahora mismo.

Solo diré.

EMMAAAAA

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