ꗃ¸𓏲࣪ʾ ⩩ 𝐒𝐖𝐄𝐀𝐓𝐄𝐑 𝐖𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑◞ ʾ ◟
🌪️⌇↬ 𝗮𝗰𝘁 𝙤𝙣𝙚 . . .
▰ 𝘤𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 .𝘰
❝ kill all of them ❞

EL MUNDO NO ESTABA HECHO PARA MUTANTES: PORQUE CUANDO EL SER HUMANO LE TEME A LO EXTRAÑO, NO DUDA EN DESTRUIRLO.

Su cuerpo yacia inerte y magullado en el duro suelo rocoso, acostada en posicion fetal, mientras que su cuerpo recibía la fria brisa del viento que traspasaba las barreras de su celda. Con cada brisa, su cuerpo temblaba un poco.

Los ruidos a su alrededor causaban que sus oidos se volvieran sordos, pues ya estaba acostumbrada a las constantes torturas auditivas a las que era sometida todos los días, sin falta alguna. Su mirada, al igual que su mente, estaba en algún lugar perdido, esperando a ser ordenada por alguien.

Los ecos de sus pensamientos desesperados que gritaban por auxilio, se entrelazaban con el silencio pesado h opresivo de la celda, como dos almas que danzaban en medio de una oscura e inmensa penumbra. Al exterior de la celda, pasos y más pasos resonaban entre sí contra el suelo, un recordatorio de que aquellos que les gustaba verla sufrir, nunca la dejarían en paz, en medio de todo su tormento. En su mente, fragmentos de recuerdos de un mundo que alguna vez conoció luchaban por aferrarse a sus pensamientos, queriendo dar algún tipo de sentido a su sufrimiento.

Sus manos temblorosas y cubiertas de herida, buscaban confort en su propio cuerpo, abrazándose a si misma, en busca de así aliviar tan solo un poco de todo el dolor que estaba sobrellevando. El frío calaba demasiado en su cuerpo, pero aún así, si corazón latía contra su pecho, tratando de aferrarse desesperadamente a la vida, a pesar de que si su corazón dejará de latir, por primera vez después de mucho tiempo, Elara tendría la paz y libertad que tanto había deseado.

De pronto la puerta chirro contra el suelo, causando un ruido agonizante para los oidos de Elara, eso solo causó que ella se envolviera aún más en su cuerpo, tratando de superar todos los dolores que sentía en este momento.

──Nos vemos de nuevo, 45 ──Dijo aquel soldado que tanto repudiaba mientras se acercaba a su celda con barrotes mientras que otros tres lo seguían por detrás.

Su cuerpo solo podía seguir temblando, pues no tenía las fuerzas para hablar, y tampoco quería hacerlo, al menos, no con estas personas.

Los tres susodichos soltaron risas al notar como la mujer comenzaba a temblar aun más mientras que se retraia un poco más en su cuerpo, como cualquier persona enferma de la cabeza, les gustaba ver como ella sufría.

──Oh, ya veo, ¿no hablaras
esta vez? ──Sus burlas hacia ella solo aumentaban un poco cada vez que volvían a hablar.

Todo esto mientras que Elara seguía en la misma penumbra que antes, deambulando en busca de ayuda por ser encontrada.

Ella solo podía aguantar sus burlas y humillaciones, no era nada nuevo, pasaba por ellas día a día sin alguna falta, era más que otra costumbre en su solitaria vida. Solo eran voces en su mente, como todas las demás.

Uno, dos, tres, era lo que su mente repetía con tal de aferrarse al mundo exterior, ella no quería perder el control, no otra vez, a pesar de que ellos ya estaban aquí, para experimentar con ella nuevamente, para hacerla perder el control, porque ese era su propósito con ellos, perder el control, sin importar qué.

( • • • )

Las luces le calaban las pupilas oculares, mientras que los duros metales que sostenían sus extremidades dejaban marcas rojas y dolorosas en su piel, algo a lo que ya estaba acostumbrada.

Con sus pantalones cortos llenos de suciedad y sangre, y con su camisa de tirantes rasgada por algunos lados, ella ya iba recostada sobre la camilla de metal. Aquella que le causaba aún más dolores para su espalda, pues para eso estaba hecha, para causarle más dolor del que ya padecía. Pero todo esto solo era una pequeña parte de todo lo que ella pasaba a manos de estas personas.

──Ya era tiempo de que nos volviéramos a encontrar, Elara ──Dijo aquel hombre de ya una edad avanzada y lentes redondos, mientras que en una de sus manos sostenía una jeringa, aquella jeringa suelen inyectarle para que sus hormonas lleguen al mismo máximo, pero lo que al mismo tiempo, le causaba un agotamiento inmenso.

Ella se volvió a poner inquieta en cuanto volvió a ver aquel rostro que tanto temía y despreciaba, comenzando a entrar en un pánico inmenso mientras que sus primeros instintos eran intentar sacarse de las ataduras que la encarcelaban a aquel oscuro y retorcido lugar.

Su cuerpo seguía vivo, si, magullado, pero seguía vivo, ¿Pero si alma?, su alma ya estaba muerta desde hace mucho tiempo, ni siquiera quedaban restos de aquella alma dulce y tímida que poseía la muchacha, ahora solo quedaba la máquina de matar que habían construido.

El pánico la inundó por completo al verlo, todos se dieron cuenta de ello, por lo mismo se pusieron alertas en caso de que la mutante quisiese atacarlos. El Científico simplemente la examinó de arriba abajo mientras se acercaba lentamente a ella, una vez que estuvo a centímetros de la mujer, comenzó a acariciar su cabeza lentamente, como si de un padre con su hija se tratase, a pesar de lo retorcido que era este momento.

──Shh, no tienes por qué alterarte, muy pronto terminará ──Su voz baja y entre susurros mientras distraía a la castaña.

Eso solo la confundió aun más, pero se calmó un poco, con tantas preguntas en su mente era imposible que no hiciera.

Después de eso, no sintió nada más, sus ojos se cerraron. Aquella luz ya no estaba irritando sus ojos, mientras que lo único que podía sentir era el líquido transparente inyectandose en sus venas, mientras que volvía a caer en sus mismas pesadillas una y otra vez.

( • • • )

Había gritos desesperados de personas por todos sus alrededores, junto con súplicas por piedad, pero ella no escuchaba nada de eso, lo único que podía escuchar en su mente eran aquellas voces, aquellas voces que se encargaban de darle órdenes.

──Matalos a todos ──Era lo que se repetía en su mente una y otra vez, su único motivo y objetivo de estar aquí. Ella no podía desobedecer sus órdenes, ese era su propósito, por ello seguía viva, y si no obedecía, lo pagaría aún más caro.

Ignoró todas las súplicas y miradas llorosas de las personas, junto con sus gritos de dolor y sufrimiento, mirándolos fijamente a los ojos mientras acaba con la vida de todos, uno por uno, sin siquiera importarle las súplicas aterradas que salían de sus bocas, con su mirada fría fija en ellos mientras se encargaba de terminar con su misión.

La sangre salpicada estaba exparsida por todo su cuerpo, pero nada de eso le importaba si quiera un poco a ella, no es como si pudiera preocuparse por algo, porque en este momento, no había más rastro de ella, no podía sentir ninguna emoción ahora. En este momento solo era la máquina de matar que habían construido, no la mujer que antes solía ser. Ahora solo era un objeto a los ojos de todos, un objeto con el cual podrían beneficiarse si lo aprovechaban al máximo.

Y así continúo, deshaciendose de aquellas almas una por una, sin remordimiento alguno. Ese era su propósito ahora.

🌪️🌪️🌪️

── AUTHOR'S NOTE

Hiii, it's me, finalmente les tengo
el prólogo de este fanfic que tanto me
tiene emocionada.

Que tal?, les gustó? Espero de verdad
que les haya gustado tanto como
me gustó a mi escribirlo, y si es así
no sé olviden de votar y comentar,
para así ahorrarme las molestias de
lidiar con lectores fantasmas.

Prólogo dedicado a: star6girl_,
Oceanyctt, naevisgraphics, -cryxbaby,
WhoKilledMisha, -ChloeWinthrop-,
itsswiftiewtp y a Reeserdxs.