1. 𝐍𝐎𝐕𝐀𝐓𝐎.
— VAMOS MINHO, CORRE. — Dijo la rubia corriendo lo más rápido que sus pies le permitían.
— Recuérdame decirle a Sartén que deje de darte tanta azúcar en el desayuno. — Habló el chico ya mencionado mientras corría un poco más atrás que la chica que iba a toda velocidad.
— Tranquilo, no dejaré que le den más azúcar a la princesa. — Comento Ben que venía corriendo a la par de la peliroja, haciendo que Astrid le pegué en la cabeza con su mano.
— No soy una princesa, Ben, y recuerda que siempre te gano en los entrenamientos así que respétame. — Mascullo Astrid mientras veía la puerta de la entrada de su hogar.
— Eso dile al resto de los chicos que te dicen así. — Murmuró Ben por lo bajo.
— Te escuché. — Murmura la ojiverde.
Y al escuchar aquello la chica levanta su lindo y hermano dedo corazón haciendo que Ben se ría negando con la cabeza.
La pelirroja era la única chica de aquel laberinto, pero aquello no impidió que se adaptará a todos los chicos que habían en su laberinto, amaba aquel lugar, había hecho su hogar aquel sitio. Mientras trotaba por el área, la ojiverde veía a su alrededor viendo a todos hacer su trabajo.
— ¡Asty! — Se escuchó un grito de un chico.
La peliroja se detuvo en seco para luego ver a Newt acercarse corriendo hacia ella, la chica sonrió para luego correr hacia el chico y abrazarlo con entusiasmo.
— Te demoraste más que los otros días. — Murmuró el chico mientras abrazaba a la menor.
— Perdón, me distraje con uno de los pasillos. — se excusa Astrid.
Y era verdad lo que decía, uno de aquellos enormes pasillos la distrajo ya que nunca habían andando por aquel asi que decidió averiguar que había en ese sitio.
— Recuerda que aún tenemos cosas que hacer. — Dijo el rubio.
— Lo sé, tenemos demasiadas cosas que hacer, ¿se dió cuenta? — Le murmuró esto último.
— No, no se dió cuenta, le dije que alby te había dicho que necesitaba de tu ayuda y luego siguió en lo suyo. — Comento el rubio.
— Gracias por eso. Te debo una. — Murmuró la menor sonriendo un poco. Ambos jovenes se separaron del abrazo para luego escuchar el sonido tan familiar de todos los meses.
— Nuevo novato. — Dice el rubio mientras miraba hacia donde estaba la caja.
La chica de cabellos rojos asiente para luego correr hacia donde se ubicaba la caja encontrándose con Lucas abriendo la caja junto a Gally. La menor ya sabía la rutina de todos los meses, abrieron la caja por completo, así todos pudieron ver quién venía dentro, aún que ya no era sorpresa para la chica, otro chico llegó al área. Ella desde hace dos años aún esperaba que en algún momento subiera una chica, la menor entro en la caja y miro al novato sonríendo quien estaba confundida, tendiendole la mano.
— Dia uno, novato. — Dijo la ojiverde para luego ayudarlo a salir de la caja dejandolo en el suelo mientras se acostumbraba a la luz.
La peliroja de tan solo 14 años despierta de forma rápida mientras respira aguitadamente, no sabía que estaba pasando solamente sentía que respirar era a lo que estaba sujeta en estos momentos. Tose tratando de recuperar todo el aire, no recuerda absolutamente nada.
« ¿Que está pasando? » Era lo único que le rondaba por la cabeza.
Visualiza su alrededor como puede, tratando de ver dónde está, lo único que ve es la caja de metal la cuál la está transportando hacia su nuevo "hogar" o así sería como lo llamaría por el resto de sus días en aquel lugar. Se para del suelo, algo desorientada tratando de recordar algo pero se le hacía muy difícil, se apoyo en una de las cajas al sentir que la especie de caja está empezando a subir de forma más rápida.
— ¿Dónde estoy? — Cuestiona murmurando, mientras trata de buscar alguna salida de este lugar de manera urgente.
Estaba subiendo cada vez más rápido para luego perder el equilibrio y caer sentada en el suelo viendo que una luz se pone roja y luego se pone de color verde. La menor miro hacia arriba pensando en cómo salir, se estaba empezando a desesperar por estar dentro de la caja, respira aguitadamente perdiendo la visión por completo. Viendo todo en negro, arrastrando junto a ello malos recuerdos que venían como recuerdos de agua a su mente.
En aquel momento se abre una puerta sobre la cabeza de la rubia, haciéndo que se tapara sus ojos con la mano por la luz que atraviesa desde arriba hacia la caja, visualiza varias sombras acercarse para luego parpadear viendo a varios chicos observandola. Sintiendo que una reja se abre mientras entra un chico de cabello castaño.
— ¿Es una chica? — Se escuchó hablar a uno de los chicos que al notarlo bien era rubio castaño.
— Pensé que nunca vería a una. — Dice otro chico.
— Ya cállense todos. — Hablo uno de los chicos, está vez era rubio completamente.
— Primer día, novata. — Le habla el chico de cabello castaño, para luego ayudarla a levantarla y sacarla del lugar en el que estaba sentada.
— Astrid te dije que no te robaras mi frase. — La regaño Gally mientras se acercaba a ella, sacándola de su especie de trance.
— Oh vamos Gally, a mi me queda mejor. — Dijo la única chica, guiñándole el ojo para luego dirigir la vista hacia el novato quien se levanto del suelo y empezó a correr.
¿Todos los novatos hacían lo mismo? Pues la gran mayoría. Incluyendo a Astrid.
— ¡Tenemos un corredor! — Grita uno de los chicos.
Se escuchó gritar a uno de los habitantes mientras el resto animaba al chico pelinegro, para luego verlo caerse de cara al suelo. Astrid se empezó a reír para luego callarse al notar la mala mirada del líder.
— ¿Que? La verdad fue chistoso. — dice Astrid mientras mira a Alby quién niega ante la actitud de la chica.
[...]
Alby con el novato estaban hablando mientras el primer mencionado estaba dándole el recorrido por su nuevo hogar, mientras tanto Newt junto a la peliroja estaban sentados ambos en una especie de terraza en la altura donde guardaban la comida.
— ¿Alguna vez pensaste en poder escapar de este lugar, Rojita?
La chica sonrió al escuchar aquel apodo, solo dos personas en este lugar le decían así, tenía un significado especial este apodo y un tanto gracioso.
— La verdad jamás me he detenido a pensar en eso, simplemente quiero vivir lo que está pasando ahora, no quiero pensar en el futuro, quizás para ese entonces ni este viva. — Murmuro la peliroja respondiendo la pregunta de su amigo.
— No digas tonterías, Astrid. — la regaña Newt.
— Es que es la verdad, Newt. Todos en algún momento vamos a morir, unos más temprano, otros más tarde. Por eso quiero vivir el presenté, jamás quiero pensar en que pasará en algún futuro porque no sé si estaré viva para ese entonces.
El rubio miro a su amiga mientras suspiraba, la chica siempre decía cosas como esa y en cierta parte tenía razón. Ella siempre vivía el presente, jamás pensó en el futuro, y jamás llegaría a hacerlo.
— Mira allá está el novato. — Habló el rubio mientras dirigía su vista hacia el novato quien estaba hablando con Alby.
— Creo que es hora de presentarnos. — Comento la chica mientras se paraba en la terraza.
El chico solo asiente para luego bajar de la especie de terraza y caminar hacia donde estaba el novato junto a Alby. Pasaron unos segundos cuando ya estaban un poco más cerca de ambos chicos.
— ¿Quien nos puso aquí? — Pregunta el novato.
— No tenemos idea. — Le responde el líder.
— ¿Todo bien, Alby? — Pregunto la peliroja sonriendo mientras se acercaba junto a Newt, hacia ambos chicos.
— Nuevito, ella es Astrid y él es Newt. — Presento Alby a sus amigos mientras sonreía.
Astrid estrecho su mano con el novato mientras que Newt asiente sonríendole.
— Newt es el que se queda a cargo cuando estoy ausente.
— Lo bueno es que nunca te ausentas. — Contesto Newt sonriendo para luego mirar al novato. — Fue increíble como corriste, por un instante creí que tenías espíritu de corredor.
— Hasta que lamentablemente te caiste. — Murmura la rubia ganándose una mala mirada de parte de Newt.
— ¿Un corredor? — Pregunta algo confundido el pelinegro.
— Astrid hazme un favor, busca a Chuck. — Ordena Alby.
— ¿Que? ¿Yo por qué? ¿Por qué no puedo ir Newtie? — alega la peliroja cruzandose de brazos
— Astrid.
— Está bien está bien. — Dice mientras levantaba sus manos caminando hacia donde estaba el pequeño enrulado.
[...]
— Chuck.
Hablo la peliroja acercándose al menor, mientras el menor le sonreía, para luego darle un pequeño abrazo.
— No te ví en toda la mañana, ¿Estuviste en tu rutina en el laberinto? — Pregunto el menor.
— Si, Minho y Ben me arrastraron. No le digas a Lucas, ya sabes cómo es en ese sentido y tampoco quiero que sepa. — Se encogió de hombros la rubia.
— No te preocupes, te voy a guardar uno de tus muchos secretos. — Bromea el niño mientras se reía.
— Gracias, pequeño. Ahora, Alby te necesita.
— ¿Que sucedió ahora?
— Necesita que ayudes al novato, ya que eres el último que llegó necesita a alguien que lo entiende, ya sabes.
— Entiendo, mejor voy antes de que colme su paciencia. — Dijo el pequeño riéndose, mientras empezaba a caminar hacia la dirección contraría en la que estaban.
Luego de que Astrid fuera por Chuck, se dirigió hacía la parte de construcción a ver a Lucas, cuando llegó al lugar sonrió al ver que estaba trabajando para luego alzar una ceja.
— Trabaja esclavo, que para eso te pagamos. — Dice la chica con tono de broma. El chico alzo una ceja para luego bajar de la escalera cruzandose de brazos.
— ¿Fuiste al laberinto, no? — Pregunta Lucas mientras deja de hacer lo que estaba haciendo.
— No, ¿Por qué? — Habla Astrid de forma segura.
— Astrid.
— Que no fuí, Lucas. — Mintió, moviendo su pie como niña chiquita siento regañada por su padre.
El chico alza la ceja desconfiado, él sabía cuando Astrid mentía, la conocía bastante bien, mejor dicho la conocía mejor que ella misma, como para saber que cuándo mentía ella movía su pie en círculos como si la estuviera regañando un adulto.
— Deja de mentirme.
— Que no te miento, Lucas.
Ambos se quedaron en silencio para luego escuchar el suspiro de la menor pasando las manos por su cabello.
— Bien, si fui al laberinto. Y no me pasó nada, es rutina nada más, ver los pasadizos y volver. Siempre voy con Minho el me cuida, ¿ahora sí estás feliz?
— y bastante feliz. — Murmuró Lucas.
La chica alzó una ceja para luego acercarse al pecoso y darle un golpe en la cabeza al chico haciendo que se quejé.
— Tarado. — Dijo esto para luego irse a sentar en una de las mesas que había cerca.
— Eso dolió, Asty.
— Exagerado.
— No lo soy.
— Que si.
El pelinegro se cruzo de brazos para luego notar que la peliroja estaba jugando con la tela de su collar.
— Veo que aún tienes su collar. — Dijo el pecoso mientras hacia una pequeña mueca.
— Si... — Dice la pequeña peliroja mientras pasaba sus dedos por su cuello sin quitar la vista hacía aquella pared.
El pecoso suspiro, sabía cuánto había sufrido Astrid respecto al significado de aquel collar, y sabía cuánto aún le dolía, siempre tenía pesadillas con aquel día. Él pecoso junto a Newt siempre están tratando de que pueda tratar de calmar aquellas pesadillas aún que cuando piensan que ya se calmaron, vuelven a los días después, dejando a Astrid indefensa nuevamente.
Cosa que ella detesta.
El pecoso se aleja de la mesa volviendo a su trabajo, dejando a Astrid sola, sabía que lo necesitaba. mientras tanto la rubia suspiro jugando aún con la tela.
— ¡No me toques! — Se escucha desde el otro lado del laberinto.
Astrid miro hacia donde provenía el grito para luego percatarse que venía del nuevo. Así que se paró y empezó a correr hacía la entrada del laberinto.
— Hey, tranquilo. Relájate. — Le decía Gally tratando de calmar al novato.
— ¿Pero que les pasa a todos ustedes? — Dice el novato algo alterado.
— Solo cálmate, ¿Si? — Hablo el rubio tratando de mantener la calma de la situación.
— ¿Por qué no me quieres que sepa que hay allá afuera? — Exigió saber el nuevo.
— Intentamos protegerte.
— Es por tu propio bien.
Se escuchaba decir de varios habitantes. La de ojos verdes trataba de hacerse paso hacia donde estaba el nuevo mientras que escuchaba todo.
— ¡No pueden encerrarme aquí!
— ¿Por qué no?
Dicho esto, un sonido vino de adentro del laberinto, tirando un fuerte aire haciendo que todos se taparan la cara con el brazo. Astrid llegó al frente viendo la escena desde primera fila.
— ¿Y eso que fue? — Murmuró el pelinegro algo confundido.
La chica iba a contestarle pero luego se empezó a escuchar que la puerta del laberinto empezó a cerrarse haciendo un ruido fuerte. Al cerrarse por completo todos quedaron en silencio mirando al novato.
— La próxima vez, no voy a detenerte. — Se escuchó decir a Gally mientras se alejaba de la escena.
Todos por su parte empezaron a irse del lugar para volver a sus trabajos correspondientes, la rubia se acercó al nuevo para luego ganarse detrás de él.
— Bienvenido al área, novato. — Dicho ésto se alejo del lugar para ir a ver qué podía hacer.
[...]
nota de la autora. definitivamente, Astrid y Newt los amo.
en esta versión de la historia, podremos ver más sobre Astrid y Lucas, que emoción :D
No sé olviden de votar y comentar.
¡ capítulo ya corregido !
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