01. 𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀.
— ¡THOMAS! — Grito Astrid sacudiendo al chico, haciendo que despertará. — ¡TENEMOS QUE IRNOS!
La rubia es sacada con cuidado por uno de los hombres que estaba allí, mientras escuchaba el disparo de las pistolas, todos corrían seguidos de varios hombre que los protegían, Astrid miro hacia adelante viendo un lugar lleno de luces, Thomas los seguía corriendo detrás de todo el grupo.
— ¡Dile que despegue! ¡Ya están todos a salvó! — Da la orden uno de los hombres presentes.
Todos entraron en el lugar mientras que miraban sorprendidos a su alrededor, jamás habían visto tantas personas reunidas, aquello era nuevo para los chicos. Astrid se aferra a la mano de su mejor amigo quién no la piensa soltar y menos ahora.
[...]
Estaban todos esperando en una sala, Astrid miraba un punto fijo distraída del mundo, el rubio se percató de aquello pero no dijo nada solamente dedujo que la menor quería un momento, se abrió una puerta haciendo que todos incluyendo Astrid mirarán hacia ella viendo que un hombre entraba al lugar.
— ¿Están todos bien? — Pregunta al hombre. — Disculpen tanto ajetreo. Había una multitud.
— ¿Quien es usted? — Pregunta Thomas con cautela.
— La razón por la que siguen con vida. Y mi intención es que sigan así. Bien, vengan conmigo. Los llevaremos a instalarse. — Habla el señor mientras camina por el pasillo.
Todos siguieron al hombre algo desconfiados, Astrid miraba a su alrededor sin evitar pensar en cómo sobrevivieron todas aquellas personas si la llamarada arrasó con todo o eso pensaba ella.
— Pueden llamarme señor Janson. Yo dirijo este lugar. Para nosotros es un santuario a salvó de los horrores del mundo exterior. — Janson hablo mientras caminan por las instalaciones. — Considérenlo un parador de descanso. Algo así como un hogar mientras llegan a su hogar.
— ¿Es decir que nos llevará a casa?
— A una especie de casa. Tristemente, no queda mucho de sus lugares de origen. Pero tenemos un lugar para ustedes. Un refugio, fuera del desierto, dónde CRUEL jamás los hallará de nuevo, ¿qué tal suena eso? — Inquiere Janson mientras siguen con el recorrido.
— ¿Por qué nos ayudan? — Habla Astrid por primera vez en todo estas horas.
— Digamos que el mundo exterior está en una situación precaria. Sobrevivimos a duras penas. El que sobrevivan al virus de la llamarada los convierte en la esperanza de la supervivencia de la humanidad. Por desgracia, también los convierte en un blanco, cómo sin duda, ya habrán notado. Detrás de esta puerta está el comienzo de su nueva vida. — El hombre abre una puerta con su tarjeta dejando ver un pasillo largo. — Pero primero, hay que hacer algo con ese olor.
Dicho aquello, caminaron por un pasillo para luego ver al fondo varios baños, Janson les dió las instrucciones para luego dejarlos solos unos minutos.
Todos estaban felices por la ducha, exclamando lo genial que se sentía tener agua caliente y algo con que bañarse, en cambio Astrid sentía todo lo contrario, el agua golpeaba su cuerpo con delicadeza mientras miraba sus manos las cuales estaban llenas de sangre, estaba temblando, nunca se había sentido tan impotente como se estaba sintiendo ahora mismo, solo por un simple error y un mal cálculo. Tuvo que haber sido ella la que tendría que haber recibido el disparo, no Lucas, sin embargo, la chica jamás se perdonaría por aquello.
Cerro sus ojos tratando de evadir todo, para luego ver un recuerdo en su mente.
— Gracias, Asty. Gracias por hacerme feliz estos años, gracias por hacerme sentir la persona más valiosa de todas. Manténlos a salvó.
Abrió los ojos rápidamente, sintiendo que su pecho se apretaba, se miro las manos temblando para luego lavarse estás rapidamente dejando caer toda la sangre la cuál se mezcló con el agua, al terminar cerró la llave del agua, sacando la toalla que le dejaron colgada junto a la ducha para luego envolverse en está cambiándose de ropa lo más rápido posible tratando de evadir cada recuerdo que se le cruzaba en el camino.
De pronto siente que alguien se acerca cuando ya estaba terminando de ponerse la camiseta, dándose vuelta encontrándose con Newt quién la mira con una débil sonrisa, la peliroja lo miro cabizbaja.
— ¿Necesitas un abrazo? — Murmura Newt.
Newt y Astrid se entendían mejor que nadie, Newt sabía leer a la perfección a Astrid sabía cuándo estaba mal o cuando le sucedía algo, y Astrid sabía lo que pasaba con Newt, sabía por lo que había pasado y quizá por eso ambos eran el soporte del otro.
La menor no se contuvo más, no podía seguir fingiendo que todo estaba bien cuando en realidad era todo lo contrario, así que se acercó al rubio y lo abrazo con demasiada fuerza como si toda su existencia dependiera de aquello, el rubio la abrazo evitando que se cayera para luego cerrar sus ojos siendo la zona segura de Astrid.
— Tuve que haber sido yo. — Murmura Astrid mientras siente sus lágrimas correr por sus mejillas. — Él no merecía eso, él merecía más, merecía vivir, le prometí sacarlo de aquel lugar pero ni esa promesa pude cumplir.
Newt dejo que la chica siguiera hablando, necesitaba hacerlo, sabiendo lo doloroso que era para ella, había perdido a Derek, luego a Ben, Alby y ahora a Lucas, ¿a quien más podía perder?
[...]
Ya estaban en un especie de laboratorio dónde le hacían algunas pruebas para saber que tan bien estaban, la chica estaba sentada y al frente estaba Newt al cual le estaban haciendo algunos exámenes. La doctora que atendía a la pelirroja, saco una aguja, la menor miro algo desconfiada aquella aguja, la mujer al notar aquello mira a la chica sonriendo amable.
— Tranquila. Esto es un pequeño cóctel. Tiene calcio, ácido fólico, vitaminas de la A a la Z. Todo lo que les hizo falta allá afuera. — Dice la doctora tranquilamente mientras toma el brazo de la chica inyectandole el líquido.
La chica sintió el pinchazo mientras suspiraba para luego ver un pequeño parche en el punto donde le habían pinchado, la doctora le dice que debe hacer unas pruebas de como estaba su estado físico así que se gana en una de las trotadoras junto a Minho.
La mujer le pidió que empezará cuando la rubia quisiera así que la chica empezó al instante necesitaba gastar sus energías de alguna manera así que la mujer programo la máquina haciendo que Astrid empezará a correr a un ritmo que ella aguantará.
— Buenas noches. ¿Cómo están los recién llegados? — Pregunta una doctora que entró al laboratorio.
— Hasta ahora, todo bien. — Le responde el doctor que atendía a Thomas.
Astrid corría sin parar mientras miraba a Thomas quien miraba que Teresa era atendida por la misma doctora que había saludado hace unos momentos, la chica suspiró mientras seguía corriendo, Minho ya se había detenido siendo atendido mientras que Astrid corría sin parar necesitaba distraerse de todo lo que había estado sucediendo.
[...]
Luego de que todos estuvieran listos con sus exámenes, los guardias los llevaron al comedor donde habían más adolescentes, todos estaban hablando entre sí, Astrid miraba asombrada todo aquello jamás pensó en qué iba a tener una posibilidad de poder conocer a más chicos aparte de sus amigos.
La chica siente que alguien toma su hombro viendo a Newt quien la guiaba a la mesa que estaba casi vacía, ya que se encontraban los tres chicos. Astrid mira a una chica peliroja qué estaba sentada justo en la misma mesa dónde era guiada por Newt, la peliroja al sentir la mirada de Astrid en ella, la mira sonriendo de forma amable, Astrid al notar aquello desvia su mirada sentandose junto a Newt, dejando el puesto de alado vacío para Thomas quién aún no terminaba sus pruebas.
— ¿Ustedes son los nuevos? — Pregunta la chica en frente de ellos.
— Si, soy Newt, ellos son Sartén, Minho, Winston. — Empieza a nombrar uno por uno presentándolo. — Y por último pero no menor importante, Astrid, la única chica de nuestro laberinto, bueno hasta que llegó Teresa.
Astrid mira a los chicos quienes la observan para luego desviar su vista a su plato comiendo una cucharada de puré. No era desagradable el sabor de aquel puré pero elegía mil veces la comida de sartén antes que ésto.
— Soy Alanah, ellos son Jackson y Lilith. — Se presenta la castaña mientras mira a los chicos.
Astrid siente la mirada del chico que estaba frente a ella para luego levantar la mirada encontrándose con la de él, levantando su ceja algo curiosa por la mirada del castaño sobre ella.
— ¿Que se siente estar en un laberinto con puro chicos por tanto años? — Pregunta Jackson con algo de curiosidad.
— La verdad de primera fue extraño, pero con el pasó de los meses te vas encariñando y te acostumbras. — Explico Astrid mientras se encoge de hombros.
Thomas llega junto a ellos sentandose junto a Minho, esté último mira a Astrid quién mira a Thomas con indignación, dejando el lugar alado de Astrid solo así que la peliroja mira aquel lugar y se va a sentar al lado de la pelirroja haciendo que Jackson la mire de forma extraña.
— Un gusto, soy Lilith cómo tuviste que haber escuchado. — Se presenta la chica mirando a Astrid.
— Un gusto Lilith.
— Te tengo una pregunta, Astrid. Si no te molesta claro, soy muy curiosa en este tema ya que estos dos días no he estado con más gente que con Ali y Jack así que tengo una pregunta, — dice de forma rápida haciendo que Astrid alzará una ceja — ¿Ustedes fueron los únicos que sobrevivieron al escapar? — pregunta algo curiosa.
— Si bueno, se hizo lo que pudo. — Habla la rubia mientras toma un sorbo del jugo de manzana.
— Entiendo. — Dice la peliroja mientras escucha la otra conversación.
— Hubo una gran explosión y esos tipos aparecieron de la nada, empezaron a disparar de la nada. — Explica Alanah.
— Fue horrible. — Murmura Jackson.
— Nos sacaron del laberinto y nos trajeron aquí. — Termina de explicar la castaña.
— ¿Y los demás? — Habla Astrid llamando la atención del chico. — Los que quedaron en el laberinto ¿Que paso con ellos?
— No lo sé. Supongo que aún los tiene CRUEL. — Jackson responde.
— ¿Cuánto llevan aquí? — Pregunta Newt.
— No mucho. Uno o dos días. El chico de allá es el que más tiempo lleva aquí. — Inquiere Lilith desviando su vista hacia un chico con una capucha en la cabeza mirando su plato de comida. — El chico de allá es el que más tiempo lleva. Casi una semana.
— En su laberinto solo había chicas. — Comenta Alanah.
Todos quedaron mirando al chico que habla haciendo que Astrid alzará sus cejas. Que suerte tener a más chicas en un laberinto, ojalá ella hubiera tenido esa suerte, aún que no se quejaba los chicos la entendían y la ayudaban cuando lo necesitaba.
— ¿En serio? — Pregunta Astrid aún sorprendida.
— Algunos solamente tienen suerte. — Dice Lilith sonriendo.
—Buenas noches, caballeros. — Habla Janson llamando la atención de todos. — Señoritas. Ya saben cómo funciona. Si oyen su nombre vengan con mis colegas de forma ordenada. Ellos los llevaran al ala este. Su nueva vida está por comenzar.
Algunos aplauden pero otros solo se quedan en silencio Astrid mira atenta a todo, tenía un rato presentimiento con lo que había dicho el señor.
— Connor; Evelyn; Justin; Peter; Allison; Squiggy; — Empieza a nombrar mientras todos se van parando de sus lugares. — Franklin y Abigail. — Termino de nombrar cerrando su cuaderno, escuchando el sonido de quejas del resto de los chicos. — No se desanimen. Si pudiera llevarme a más, lo haría. Siempre hay un mañana. Llegará su momento. Adelante, sigan comiendo. — Dice el hombre saliendo del comedor.
Todos aplaudieron mientras seguían con sus cosas, Astrid mira a los chicos para luego ser el turno de que minho hablará.
— ¿A dónde van?
— Lejos de aquí. — Responde Jackson mirando hacia la puerta. —Malditos suertudos.
— A una especie de granja, un lugar seguro. Solo pueden recibir a unos cuantos a la vez. Eso fue lo que logré averiguar. — Comenta Lilith encogiendo sus hombros.
Astrid mira hacia una ventana viendo a Teresa junto a una doctora, Astrid mira a Thomas quien mira hacia la ventana, parándose de su lugar.
— Teresa. — Susurra esté.
—Oye, Teresa. — Alza la voz el chico. — ¡Teresa!
— ¿A dónde la llevan? — Pregunta Thomas.
— Le harán más pruebas, no te preocupes. Terminarán pronto. — Le informa.
— ¿Ella está bien?
— Está bien. — Le contesta uno de los guardias.
Astrid miraba la escena desde la mesa mientras suspiraba agotada, para luego apoyar su cabeza en el hombro de Newt.
[...]
Un guardia abrió la puerta mientras el grupo de chicos era guiado hacia su nueva habitación, Astrid venía detrás de todos perdida en sus pensamientos.
Todos entraron y miraron sorprendidos el lugar con excepción de Astrid quien no estaba atenta a nada, todos estaban guardando una cama así que Astrid lo primero que hizo fue saltar a una de las camas de arriba acostándose en ella.
— Te dormiste. — Se escucha hablar a Minho mientras se subía a la cama de arriba.
— Podría acostumbrarme a esto.
— Si, no está mal. — Habla Newt.
Astrid voltea su vista al techo quitándose el collar que le había dado Lucas antes de cerrar sus ojos, lo tomo entre sus manos y lo miro unos segundos, sintiendo sus lágrimas amenazar por salir, la menor cierra sus ojos sintiendo sus lágrimas recorrer sus mejillas, secando las lágrimas con su mano de forma rápida.
— Oye, ¿Estás bien? — Pregunta Minho acercándose a la cama de la menor.
— Todo bien. — Murmura la menor mirando el collar de Lucas con una forma de pluma de madera.
— ¿Segura?
— Totalmente segura. — Habla sin apartar la vista del collar.
— Cualquier cosa, me hablas, ¿Si? — Murmura Minho volviendo a dónde los chicos.
La chica solamente asiente mientras suspira volviendo a ver el collar viendo la pequeña notita que había dentro de éste, alzó sus cejas algo confundida para luego quitarle el pequeño tapón que había en éste, sacando el papel bien puesto.
La menor abrió el papel donde venía una carta, sentandose en la cama para poder leer mejor. Suspiro empezando a leerla.
"Querida Astrid:
Quizá está es la primera carta que he escrito o quizá antes del laberinto escribí alguna carta pero, está contara como la primera que he escrito desde que entre en el laberinto hace 3 años y es la última que escribiré para mi pequeña arquera.
Desde que te ví la primera vez en la caja supe que tenía que cuidarte cómo nunca lo hice con nadie. Fuiste la primera persona en la cuál pude confiar completamente, me sentía seguro a tu lado, y sabía que tú me veías como un amigo pero me conforme con eso, con ser tu amigo.
Mi Asty gracias por ser mi pilar que asujetaba mi vida, por aguantar todos mis celos hacia ti, por siempre estar ahí cuando te necesite.
Desde que me enteré de que tú estabas enamorada de Derek supe que tenía que dar un paso atrás y ser solamente tu amigo, te veía tan felíz con él y sabía que tu destino era estar con él. Luego de lo que pasó aquel día sabía que tenía que protegerte como él lo hizo contigo, tenía que protegerte aún que eso significará perder mi vida solo para salvarte y eso hice, te salvé, como tú me hubieras salvado a mí, si así fuera necesario. Por eso ahora estás leyendo esta carta.
Por favor, no dejes que tus sueños se detengan por la causa de mi muerte. No dejes que nadie te detenga, Astrid, sigue tus sueños, cumple cada una de tus metas, sigue corriendo, y luchando por tus objetivos.
Por favor nunca te rindas, nunca dejes de luchar, encuentra a esa persona que te alumbre el camino, como tú alumbraste mi camino. Protege a todos por mí. Se fuerte y valiente, mi pequeña arquera. Gracias por confiar y dejar que te amará. Siempre mantén esa sonrisa que tanto amo, aún que no seas feliz a mi lado, se felíz con alguien que te sepa amar y te de esa paz que yo te di en su momento.
Esto no es un adiós, es un está luego.
Lucas."
Astrid mientras leía sentía sus lágrimas derramarse, sentía que no podía detener sus lágrimas. Sabía que tenía que luchar, por Lucas; por Derek; por Alby y por Chuck.
Todos la miraban desde lejos, Newt miro a Minho quien le hizo una seña para luego ir a la cama de Astrid y subirse a esta, dándole apoyo a la rubia.
— Todo estará bien, ¿Si? — Murmura Newt mientras miraba a la menor.
— Eso espero. — Murmura ella sin apartar la mirada de la carta. — No quiero perder a nadie más.
— Y no los perderás. Vamos a sobrevivir. — Dice minho.
Y eso esperaba que sucediera. La chica necesitaba urgentemente una luz de esperanza.
❪ 🌪️ ❫
nota de la autora. me dió penita ver a Astrid de tal forma, ella solo quiere ser feliz y sobrevivir con su familia):
bueno, espero les haya gustado el primer capítulo del segundo acto, no olviden votar y comentar.
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