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❏ | 𝐏𝐄𝐀𝐂𝐄 𝐒𝐈𝐆𝐍

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Elaine miró el GPS en su teléfono, siguiendo la ruta que le marcaba para encontrarse con sus hermanos. Había quedado con Natsuo y Fuyumi en la estación de metro más cercana a Kyushu, ya que desde allí partirían hasta la clínica para visitar a su madre. Shoto no había obtenido permiso para salir de la academia debido a las tareas pendientes que tenían los de primer año, así que se sentía un poco incompleta.

Llevaba viviendo en Japón desde hace catorce años y todavía no sabía ubicarse por la ciudad sin mirar el Google maps, ella no era buena recordando los nombres de las calles o grandes avenidas, Elaine usaba edificios o tiendas para ubicarse, tenía una memoria fotográfica bastante buena.

Mientras caminaba por la acera con los audífonos puestos, notó un pequeño revuelo a su alrededor. En primera instancia pensó que se trataba de un villano haciendo de las suyas, así que se deshizo de sus auriculares, lista para actuar si era necesario. Al seguir las miradas poco indiscretas de los civiles, se topó con algo que no creía ver nunca en la vida: era su padre, pero no estaba solo, a un lado suyo se encontraba Hawks, saludando y tomándose fotos con sus fans.

«¿Qué están haciendo aquí?» se preguntó, Endeavor nunca abandonaba la agencia y menos a esa hora, siempre comía dentro ya que detestaba salir o dejarle todo el peso a alguien más. Enji era un hombre que prefería trabajar sólo ya que los demás sólo eran un estorbo para él, un pensamiento que terminó inculcándole.

Enji miraba de reojo al héroe alado mientras interactuaba con sus fans, se le notaba incómodo a simple vista y la razón era obvia: A diferencia de otros héroes, él nunca fue cercano a las personas, siempre rechazó tener cualquier contacto con ellos para mantenerse alejado, ni siquiera autógrafos regalaba.

—Es Endeavor… —

— Su cara da miedo. — murmuró alguien de la multitud.

— Su presencia impone.

Elaine se acercó a paso lento hasta la aglomeración, mezclándose entre la multitud y oyendo lo que decían de su padre. Había un chico de cabello rosa pastel a su lado que estaba siendo incentivado por sus amigos a pedirle un autógrafo al mayor, pero él se negaba entre chillidos ya que decía que Endeavor no era esa clase de héroe.

No pudo evitar la risa.

No fueron para nada disimulados, porque el nuevo símbolo de la paz los había escuchado y ahora caminaban directamente hacia ellos. Elaine no se movió y simplemente permaneció allí, fingiendo mirar hacia otro lado, quería ver cuál sería el próximo movimiento de su padre.

— ¡Ahí viene! ¡Se acerca! — Exclamó con pánico. — ¡No puede ser! ¡Su traje es genial! —

— No tienes que contenerte. — dijo el mayor, extendiendo su mano.

— No.

— ¿Eh? ¿No? — la sorpresa fue tanta, que mostró su lado más real de sí mismo.

— Endeavor no consiente a la gente. — contestó, parecía que iba a echarse a llorar. — ¡No! ¡Has cambiado! — gritó, echándose a correr en dirección opuesta.

La expresión en el rostro del pelirrojo no tenía precio para ella, fue una situación muy cómica pero sabía que el rechazo de ese niño había confundido al más alto. Apiadándose de él, Elaine tocó su hombro suavemente para llamar su atención. Si antes el rostro de Enji era cómico, ahora lo era aún más, pues no podía creer que su hija lo hubiera visto en tan deplorable situación.

— Yo quiero una foto con el héroe número uno. — pidió con una enorme sonrisa. — ¿No es un problema? — cuestionó, bromeando con él.

El Todoroki se olvidó por completo de lo que conversó con Hawks el día anterior, referente a la relación que mantenía con su hija. Quería hablar con ella sobre eso, preguntarle si era verdad y encararla de una vez por todas; él siempre creyó que Elaine sería incapaz de ocultarle algo porque había mucha confianza entre ellos, así que la noticia de su noviazgo con el héroe número dos le pegó duro, fue como sentirse traicionado. Quiere convencerse de que no es el único ignorante del tema, y que nadie más en la familia lo sabe, porque sino, se estaría repitiendo el mismo ciclo de diez años, donde toda su familia le ocultó su relación con Touya.

Soltó un suspiro.

— Por supuesto que no. — contestó, tomando el teléfono de la pelirroja.

No era la primera foto que se sacaban juntos, Elaine tenía como hobby la fotografía y nadie estaba exento de ella. Se podría decir que la única persona que podía darse el lujo de presumir sus selfies con el héroe número uno ella era, aunque eso ya lo hacía, tenía varios Highlights en Instagram con fotos randoms que le tomaba a su papá en cualquier ocasión. Sus seguidores adoran ver una faceta más relajada y humana de Enji, en especial cuando Sunvely subía stories en la cocina mientras él lavaba los platos.

— ¡Pichoncito! — Antes de que Hawks arruine el secreto de su relación, detiene su actuar con una mirada de advertencia.

No se encuentran solos —  no sólo está Enji —  sino un montón de civiles más observando sus interacciones. A veces le molesta lo poco discreto que es su novio, es agotador tener que estar pendiente de sus acciones 24/7 porque a él parecía no importarle los rumores o farándula.

— ¡Es Sunvely! —

Poco a poco más personas comenzaron a acercarse a ella, su cara estuvo empapelando los noticieros y la ciudad completa por tres días cuando ocurrió el secuestro, era más que obvio que la reconocerían. A pesar de eso, mantuvo su sonrisa y una actitud agradable hacia quienes se acercaban a ella para pedir alguna foto o autógrafo. Antes de la tragedia era más conocida por los niños o jóvenes, eran pocas las veces que adultos la detenían para tener alguna interacción con ella pero después del secuestro, todos parecían saber su nombre. Era agotador, porque con el reconocimiento vienen las expectativas y eso conlleva a tener una carga sobre sus hombros, porque las expectativas que las personas tenían sobre ella le provocaba presión, presión para convertirse en la mejor, para nunca perder y nunca fallar.

Era un ciclo sin fin.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? — preguntó por fin, curiosa.

—Iremos a comer. — responde el rubio con una sonrisa, abrazándola por los hombros.

Elaine alza las cejas.

— Nunca sales de la agencia para comer. — entrecerró sus ojos, sospechando.

— Hay algunos temas que tenemos que tratar. — comentó Hawks con tranquilidad, dándole una mirada cariñosa.

— ¿Quieres venir con nosotros? — cuestionó el héroe, mirando de reojo al rubio y diciéndole con un gesto que dejara de ser tan evidente.

— Me encantaría pero no puedo. — hizo un ligero puchero. — Tengo que reunirme con Natsuo y Fuyumi. — ambos varones asienten, comprensivos. — ¡Espero disfruten su comida! —

De esa forma la fémina se despidió de los dos, ajustando su bolso y volviendo a ponerse los auriculares, dispuesta a seguir con su camino. Le envío un par de mensajes a sus hermanos pidiéndoles perdón por el retraso, explicando que se había encontrado con su padre por el camino y se quedaron charlando unos minutos. No esperó encontrarse con el mayor si era sincera, menos verlo acompañado de su novio. Esos dos no se llevaban nada bien, a su padre no le agradaba el pensamiento que Keigo tenía sobre la sociedad de héroes, para él, quien se había esforzado más que nadie por llegar al lugar en el que está, le molesta la mediocridad de Hawks, quien quiere un mundo más relajado y sin ataduras.

Eso la dejó pensando, ¿Qué era tan importante como para que Endeavor dejara su orgullo de lado y cenara con Hawks? En ese momento no pudo encontrar una respuesta clara a su pregunta.

— Hola. — saludó,antes de subir al coche. — ¿Los hice esperar mucho? —

— Bastante. — Natsuo recibió un golpe en el brazo por parte de la albina ante su sinceridad. — Ugh.

— No le hagas caso, Elaine. — dijo con dulzura, encendiendo el coche. — Lo importante es que ya estás aquí.

Kyushu era uno de los distritos más cercanos a UA, por esa razón decidieron reunirse en ese punto, el problema era que estaba lejos de la clínica psiquiátrica así que el viaje hasta allí sería un poco largo, pero a ninguno le importó realmente. Estaban felices de estar juntos una vez más — aunque faltara Shoto — ya que no se veían desde el cumpleaños de Elaine.

Era difícil concretar una reunión debido a lo diferente que eran sus  horarios, Fuyumi al ejercer como maestra tenía los días de la semana ocupados, donde el horario de Natsuo era más flexible debido a los grandes recesos que tenía en la universidad, y ni hablar de Shoto o Elaine, quienes tenían poca flexibilidad en cuanto a sus horarios.

— Nos hubiera encantado asistir al festival cultural. — admitió la mayor, cambiando de carril. — Ver a Shoto actuar en el escenario fue increíble.

Por supuesto que la pelirroja no perdió la oportunidad de grabar el concierto de la clase 1-A, lista para enviárselo a toda la familia.

— Yo prefiero el café. — murmuró el varón. — Aunque la verdad me hubiese reído de ti. —

— ¡Hey! — se quejó falsamente, pellizcando su mejilla.

Las risas inundan el coche, al bromear de esa forma, los recuerdos brotan de su cabeza instantáneamente. Cuando eran niños solían hacer ese tipo de bromas mientras iban camino a la escuela, Fuyumi era quien los detenía cuando los chistes escalaban de nivel porque sino los frenaba, Touya acababa molesto con Natsuo.

La albina sonrió levemente a la vez que miraba a sus hermanos jugar en los asientos traseros, recordando aquellos tiempos donde eran más unidos y mucho más felices.

«Me gustaría poder regresar el tiempo atrás» pensó con tristeza, regresando la mirada a la carretera. «Hubiese disfrutado más junto a ustedes»







































































































































La voz de Taylor Swift con el tema Lover de fondo resonaba en sus oídos, mantenía su cabeza recostada en la ventana, observando el bello atardecer que estaba frente a sus ojos. Ese día, el cielo se veía diferente a lo habitual, había un hermoso color violeta mezclándose con el anaranjado; las vistas eran tan hermosas que Elaine no pudo evitar tomarle una foto al lindo paisaje.

Sonrió, era una toma perfecta para su Instagram.

Estuvo a punto de publicar aquella storie enseñando el atardecer, hasta que algo le hizo borrar su sonrisa poco a poco. Había una figura enorme y negra en una de las esquinas de la foto, Elaine le hizo zoom lo más que pudo y un escalofrío recorrió su columna, provocando miedo en ella. La silueta no es clara y no se ve qué o quién es exactamente pero hay algo en ella que llama su atención de forma alarmante, y es su forma humanoide.

— Un nomu… — murmuró, totalmente disociada.

— ¿Qué dijiste, Elaine? — preguntó la fémina, curiosa.

A su mente llega la conversación que tuvo el villano la otra noche, la voz de Dabi diciéndole que esa sería la última vez que hablarían antes de que ella lo odie le hace entrar en pánico. Era cierto que luego del accidente en Kamino, la liga se había mantenido bastante inactiva, lo más llamativo qué hicieron fue atracar el vehículo donde transportaban a Chisaki Kai, asesinando a Snatch en el proceso. Después de eso se les había perdido el rastro, estando completamente inactivos.

«Hay algunos temas que tenemos que tratar» La voz de su novio resuena en su cabeza como un eco, uniendo los cables rápidamente. Tras el incidente en Kamino se habían desmantelado un par de laboratorios que usaban para la creación de Nomus, lo recuerda bien porque habló de aquello con las pussycats la otra noche, pero su preocupación más grande era que no sabían si existían más y en dónde los mantenía oculto AFO. Era más que probable que el tema a tratar tuviera que ver con los nomus, y ahora mismo, de forma tan sospechosa y extraña, aparecía uno sobrevolando hacia kyushu.

Elaine abre los ojos con terror.

«¡Van por papá!» aquel grito por parte de su conciencia le hizo despabilar.

— ¡Detén el coche! — pidió con un chillido, asustando a Fuyumi.

— ¿Qué sucede? — obedeció las órdenes de su hermana, volteando hacia ella.

— ¿Estás bien? Luces asustada. — el albino toca su rostro, preocupado.

No quería alarmar a sus hermanos, no deseaba que experimentarán de primera mano lo que era el mundo de los héroes, si mentir los mantenía a salvo, eso haría. Todavía no se alejaban lo suficiente, si su teoría era correcta, podrían verse envueltos en la batalla que se libraría dentro de poco, así que tenía que actuar con rapidez.

— Acabo de recordar que olvidé el álbum de fotos para mamá. — mintió con maestría, fingiendo un suspiro. — Lo dejé en la agencia de papá, no tardaré nada en ir y volver.

— ¿Estás segura? — cuestionó alzando las cejas. — Podemos acompañarte.

— No es necesario. — negó rápidamente. — Además, en ir y venir nos tardaríamos demasiado y la hora de visitas terminará. — argumentó, convenciendo a Fuyumi. — Dejaré mi bolso aquí, no tardaré, lo prometo. — sonrió.

Natsuo miró detenidamente a su hermana, él no estaba muy convencido, la notaba ansiosa pero la sonrisa que les dedicaba Elaine decía todo lo contrario.

— Ve, nosotros nos adelantamos. — la menor sintió como si un peso desapareciera de sus hombros.

— Dense prisa, quizá yo llegue antes que ustedes. — bromeó, lanzando una indirecta.

— Le diré a Fuyumi que deje su paso tortuga y le meta el pie al acelerador. — contestó con gracia, relajando a la pelirroja.

Está consciente de que el permiso que le entregó UA es solamente para ir a ver a su madre pero esto es algo que no puede ignorar, tiene su licencia provisional activa, eso significa que puede luchar en caso de ser necesario y no debería de traerle consecuencias mayores. Si era sincera, las consecuencias o regaños que recibiría por lo que estaba a punto de hacer no le importaban, para ella era más importante la seguridad de los civiles que un tonto permiso.

Elaine caminó a paso lento por la avenida hasta que divisó que el coche de Fuyumi dobló en la esquina, perdiéndose de vista. Sin perder más tiempo corrió hasta el callejón más cercano, en donde deshizo la ropa que tenía puesta con su singularidad, reduciéndose a cenizas. Debajo de su ropa de civil siempre llevaba su traje de héroe pero nunca estaba completo, en esos momentos le faltaban las botas y otros accesorios pero eso no era lo importante, lo crucial era no estar desnuda en plena batalla.

Miró su reloj inteligente con preocupación al ver la hora, había intentado llamar a Keigo a través de él pero no hubo respuesta alguna y su novio siempre le respondía al instante, en caso de que no, le enviaba un mensaje pero este no era el caso.

Sentía los latidos de su corazón palpitar violentamente contra sus oídos mientras surcaba los cielos, buscando con sus ojos el origen de la tragedia pero nada aparecía en su rango de visión, ¿Se había equivocado? ¿Su padre había vuelto a la agencia? ¿Qué debía hacer? La ansiedad estaba ganando terreno en su cuerpo pero ella la mantenía a raya, diciéndose a sí misma que sólo eran pensamientos intrusivos, que no creyera lo peor sin antes comprobar los hechos.

Un gran estruendo hizo eco en sus oídos, llamando rápidamente su atención. Elaine vio a la distancia como un enorme edificio era partido en dos de forma diagonal a la vez que unos fogosos látigos de fuego terminaban por hacerlos añicos.

«Hell spider… ¡Ese es el ataque de papá!»

— ¡Endeavor! — gritó su nombre de héroe, provocando el pánico en el varón.

Ver a Elaine en esos momentos no lo calmó en lo absoluto porque esa bestia quería enfrentarse al más fuerte y a pesar del poderoso don que tenía su hija, ese nomu de alta gama era totalmente diferente a los que se enfrentaron en Hosu, al recordar como acabó Sunvely, se le revuelve el estómago, no quiere que vuelva a ser herida de esa manera, los doctores le advirtieron sobre ello, sus costillas no resistirán un nuevo quiebre.

— ¿¡Qué haces aquí?! — preguntó colérico, notando que ni siquiera vestía su traje completo.

Además de estar descalza, no llevaba sus guantes propulsores, ni su cinturón con equipo médico en la cadera, estaba simplemente con el traje de cuerpo completo y el cabello revuelto.

— ¡Lo vi desde el coche! — dijo, refiriéndose al nomu. — ¡Supe de inmediato que se dirigían hacía ti! — estaban gritando debido a la distancia entre ambos, aún presos del pánico.

Hawks miró a su novia con confusión, ¿Cómo sabía que ese nomu se dirigía hacia ellos? Él tampoco lo sabía, se supone que Dabi probaría a High end en la fecha acordada, ¿Por qué cambió de planes? Nunca mejor dicho, ¿Cómo es que Elaine ató cabos tan rápidamente? Aunque hubiese visto a la bestia surcando los cielos, no podría llegar a esa conclusión tan rápido, había algo más… Y la única persona que podría estar detrás de aquello era Dabi, pero eso significa que se ha puesto en contacto con Sunvely.

Si eso es verdad… Tendrían problemas.

— ¡Encargate de los más débiles! — ordenó el mayor, refiriéndose a los nomus de piel clara que habían salido desde el cuerpo del pensante.

Elaine asintió, lanzándose en picada hacia tierra firme para acabar con ellos sin problema. A comparación de los que había vencido en Hosu, estos eran meras carnadas ya que caían abatidos con unas simples llamaradas, High end buscaba distraer a los refuerzos para que no interfirieran en su lucha con el héroe número uno.

— Mi fuerza no es rival para ellos. — murmuró el varón.

No le gustaba trabajar en equipo pero ahora tendría que hacerlo, había demasiada gente a los alrededores y Hawks no podía salvarlos a todos. Si trazaban un buen plan, él podría dedicarse a evacuar a la población mientras ella exterminaba a las bestias.

El sol todavía estaba presente en el cielo, nutriendo a la pelirroja de su poder a la vez que ella rostizaba uno a uno a todos los nomus que se interponen en su camino. La pelea era dispareja, a comparación de Elaine ellos eran demasiado débiles y caían de inmediato bajo sus vigorosas llamas pero eso no calmaba su nerviosismo. Veía de reojo como su padre iba hasta los extremos, logrando percibir su calor hasta donde ella se encontraba y estaba asustada. El cuerpo de Endeavor podía sobrecalentarse, lo que provocaba que muchas otras funciones fallarán, no quería que nada le sucediera al pelirrojo.

— ¡Endeavor-San! — el grito de su novio la trae de vuelta a la realidad, perdiendo la cordura.

Sólo podía ver a cámara lenta como el cuerpo de su padre caía desde las alturas, no pudo ver el ataque directamente pero con sólo presenciar la caída de Endeavor, algo se quebró dentro de ella. Su rostro estaba cubierto de sangre, con suerte no le arrancó un ojo pero eso no ayudaba para el estado en el que se encontraba la fémina.

Las manos comenzaron a temblarle y el resto de su cuerpo le siguió, la temperatura de su alrededor empezó a aumentar radicalmente y de forma espontánea. Las ondas de calor emitidas por el cuerpo de Elaine se hicieron visibles para el ojo humano y los escombros a su alrededor parecieron fundirse; estaba dejando que sus emociones la consumieran. Ver a Enji tendido en el concreto totalmente inmóvil con esa bestia sobre él, despertó algo en ella, algo que no había sentido en diez años.

— Qué aburrido, ¿No hay ningún héroe más fuerte? — pronunció el ser, moviendo su cabeza de un lado a otro.

— ¡Sunvely! — gritaba Keigo, tratando de llamar su atención. — ¡No lo hagas! —

Ni siquiera lo escuchó.

Estaba en un estado diferente a la consciencia, sentía cada una de sus emociones desbordarse por completo, consumiendo lentamente su cordura.

— ¿Eh? Tú eres fuerte, más fuerte. — la bestia volteó a verla, dejando el cuerpo del varón de lado. — Fuerte… Alguien más fuer… —

La oración fue cortada en segundos por un puñetazo proveniente de Sunvely, fue tanta la fuerza que utilizó en ese simple golpe, que el cuerpo completo del nomu acabó enterrado bajo los escombros. El tiempo en el que High end se tarda en reaccionar y volver a regenerarse, los usa para auxiliar a Endeavor, confirmando que sigue vivo y que el daño más evidente es su ojo dañado.

— Vete de aquí. — le ordena el mayor. — Hablo en serio, Elaine. — su voz suena tosca, está enfadado. — Va a ir por ti y no puedes derrotarlo.

— ¡Lo acabaré con un cruel sun! — Renegó, no quería dejar a su padre solo. — Estoy reuniendo la energía suficiente para crear uno más poderoso. — la voz le salió temblorosa, estaba asustada.

Enji se negaba a dejar que ella se hiciera cargo de High end, era demasiado para su hija. No daba de sus habilidades pero Elaine era terca, y siempre iba más allá, esforzándose al máximo sin importarle su integridad física y eso quedó demostrado en el campamento. No iba a permitir que algo más volviera a ocurrirle, él estaba allí ahora, dispuesto a protegerla al igual que al resto de Japón.

— ¡Vete ya! — gritó, empujando a la menor de su lado, lanzándose contra el nomu una vez más.

Elaine apretó los labios con frustración mientras era retenida por el héroe alado, no entendía porqué su padre no la dejaba ayudar, ¡Podían vencerlo! Sólo debía dejarla al mando, ella lo haría, lo lograría. No había hombre más obstinado qué él, lo sabía bien, era muy orgulloso.

— Vamos, debemos evacuar a los civiles. — el rubio apretó con cariño sus hombros, intentando calmarla. — Sabes bien que no hay hombre más terco que él.

— Lo sé. — admitió con los ojos aguados. — Pero no quiero perderlo, no podría soportarlo.

— Confía en él, pichoncito. — pidió con una sonrisa. — Endeavor-san no puede morir aún.

Tenía razón, ella mejor que nadie conocía a Enji, confiaba en él y confiaba en que saldría victorioso de la batalla. Dejó sus sentimientos atrás y comenzó con su labor, evacuando rápidamente a quienes estaban cerca a la zona de riesgo mientras Endeavor alejaba lo más que podía a High end para disminuir los daños a civiles.

A pesar de la ayuda que recibió por parte de Hawks, el nomu se había convertido en una bestia. Estaba ardiendo desde dentro pero seguía regenerandose, ¿Con qué clase de dones estaba dotada esa cosa? Era increíble que pudiera soportar la temperatura de sus llamas, eso solamente dejaba a Enji con una opción.

— ¡Sunvely! — gritó, llamando a su hija.

«Nomu, tú, que has sido creado con varios dones, que estás obsesionado con la fuerza…» La fémina atendió sin dudar el llamado de su padre, surcando el cielo en segundo hasta llegar junto a Keigo, está lista.

El cielo se llenó de un fuerte resplandor producido por Endeavor, qué a pesar de todo continuaba luchando con todas sus fuerzas. El noticiero repetía lo que sucedía para los espectadores que veían todo desde casa, y por supuesto, toda su familia lo estaba observando, todo Japón estaba siendo testigo del ascenso del héroe número uno.

Ambas figuras se elevaron hasta perderse entre las nubes, Sunshine entendió el mensaje de inmediato: a esa altitud podría liberar todo su poder sin miedo a dañar a nada ni a nadie, ese era el momento que estaba esperando la pelirroja.

«Monstruo, tú eres como mi yo del pasado o lo que podría haber sido».
Y entonces, con la mano izquierda extendida, Elaine liberó una gran llamarada de su poder directamente hacia el héroe, recargando su potencia. «Que mis llamas te den descanso eterno» el cielo volvió a iluminarse con un destello, era él, el nuevo símbolo de la paz. «Siempre he odiado el lema de esa escuela…»

— ¡Plus ultra! ¡Prominence burn! — Exclamó con todas sus fuerzas, apuntando directamente hacia la cabeza de la bestia.

El resplandor del ataque fue de tal magnitud que cegó momentáneamente a todos los presentes, el calor liberado pudo sentirse en segundos y a kilómetros, demostrando el poder y la fuerza del héroe. La multitud estaba sin palabras, totalmente asombrados y con los ojos abiertos a más no poder, era un espectáculo impresionante.
El silencio reina durante varios minutos, hasta que la figura de Enji se alza victoriosa con su puño izquierdo levantado, imitando la icónica pose del símbolo anterior: entonces, la multitud enloquece.

— ¡Endeavor gana! — grita la periodista. — ¡Está posando de pie, con el puño en alto! ¡Una señal de victoria…! ¡No, de su inicio! —

Pese a que All Might se había retirado los héroes tenían que seguir avanzando, y quienes cargarán con su voluntad era la nueva generación. Todos aquellos que estudian actualmente en UA son los que llevan en sus hombros el legado de quienes se retiraron o no están más, por ello, deben estudiar y esforzarse para algún día superar a sus antecesores.

Keigo es el primero en acercarse para auxiliar a Endeavor, el caos ha pasado pero eso no significa que estén fuera de peligro, la niebla generada por los escombros parece subir nuevamente cubriendo la visión del héroe y sus acompañantes. Las pisadas de alguien se abren paso entre todo el desastre, resuenan contra las desérticas calles de Kyushu y finalmente: él hace acto de presencia.

— No sabía que vendrías tú. — confesó el de cabello azabache con una enorme sonrisa.

En un instante son envueltos por una pared de llamas azules, pensada para que los curiosos no intenten acercarse.

— Dabi. — pronunció con molestia. — Oí que tú mataste a Snatch.

— ¿Snatch? ¿Quién? — preguntó confundido. — Olvida eso y hablemos, ya que tenemos oportunidad. —

El mayor intentó ponerse de pie en vano, no podía ni siquiera con su propio peso.

— Endeavor-san. — pronunció Hawks, preocupado. — Tu descansa, yo me encargo.

«Tengo unas alas patéticas pero podré ganar tiempo.» Se consoló a sí mismo, sabiendo que Dabi no los mataría. «Elaine sigue evacuando a los civiles, debo mantenerla alejada de aquí antes de que se encuentre con él.»

— No te pongas así. — sonrió, extendiendo sus brazos — Sólo vine por ese nomu, es imposible que venza a los dos mejores héroes estando tan heridos.

Como si se hubiesen puesto de acuerdo,  Mirko llegó saltando desde las alturas, extinguiendo momentáneamente el fuego del villano con una sola patada que fue capaz de destruir los cimientos y hacer temblar el piso.

— Vine de un salto al ver esto. — confesó la fémina, eufórica. — Eres de la liga, ¿no? ¡Te aplastaré! —

— Ahora que venía lo mejor… — se quejó. — Ujiko. — llamó, de su boca apareció una sustancia extraña similar al slime que lentamente fue envolviendo su cuerpo.

Mientras todo esto sucedía, Endeavor miraba fijamente al villano, tenía ganas de decirle muchas cosas pero la más importante, era preguntar qué tipo de obsesión tenía con su hija, y la razón de haberle salvado la vida. No creía en la teoría de Aizawa, quien argumentaba que Dabi estaba enamorado de su hija — por más loco que suene — y que todos sus actos medianamente heroicos los hizo por ella.

— Ya nos veremos, número uno. — murmuró. — Hablaremos en otra ocasión, hasta entonces… Aguanta. — pidió con burla, suavizando la voz. — ¡No te mueras, Enji Todoroki! — gritó con cólera, librando lo que realmente sentía al tenerlo de frente.

Ver cara a cara a la persona que lo había transformado — indirectamente — en lo que era le provocaba repulsión, no podía ni siquiera ver sus ojos turquesas que eran una réplica de los suyos, saber que poseía rasgos de ese hombre en su ser, le daba asco. Detestaba a su padre, él había sido el causante de todos sus males, y no olvida cada una de las cosas que hizo, cuanto dolor le causó y cuánto lloró por su culpa.

«Porque yo no olvido lo que nos hiciste pasar, Enji Todoroki. No olvido el día en el que me alejaste de Elaine, en donde el último recuerdo que tiene de mí es de ti golpeándome.

Voy a hacer tu vida un infierno, desearás estar muerto pero no te daré ese placer. Voy a vengarme, y por fin tendrás que reconocer a tu defectuoso hijo, aunque tenga que morir en el intento.»













































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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

◎ Elaine fue captada luchando contra High end por las cámaras de los noticieros, debido a esto todo el mundo se enteró que estaba allí, incluida su familia.

◎ Su padre biológico — Haru — no alcanzó a llegar a la batalla, pero ayudó a evacuar a los heridos junto a su hija después de que todo terminara. Afortunadamente, no tuvo heridas mayores y por lo tanto, no tuvo que ir al hospital.

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+100 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 200 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.































































Por temas que aún no quiero tocar, hice otro canal de difusión. Si quieren entrar, respondan aquí y les enviaré el link al DM.









































































˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!

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