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❏ | 𝐆𝐔𝐄𝐒𝐓𝐒

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Para Elaine, noviembre pasó como una brisa, todo fue muy efímero pero estuvo cargado de muchas cosas para contar: La primera es que Eri quedó a cargo de la UA a finales de mes, la menor no podía quedarse en el hospital por siempre, agregando que había sido abandonada por sus padres y su único pariente es el líder del Shie Hassaikai, el cual llevaba mucho tiempo en coma, dejando a la niña sin nadie que pueda hacerse cargo de ella. Aunque el tema de su singularidad influenciaba en la decisión tomada por la UA, pues Eri no sabía controlar su particularidad, ¿Qué mejor lugar para aprender que la mejor academia de héroes del mundo? Ninguno, la infante estaría a salvo allí.

— Es un poco duro saber que no te veré tan seguido como antes. — murmuró la pelirroja, recostando la cabeza sobre el hombro de su amigo.

— Eri me necesita, si quiero cuidar de ella tengo que dejar la academia. — responde, acariciando la espalda de la más baja. — Al menos temporalmente, sé que logrará regresarme mi don.

— Te voy a echar de menos. — confesó, provocando que Mirio sonriera.

— Yo también. — dijo, desviando sus ojos azules hasta ella. — Sé que estarás ocupada pero intenta visitarme, ¿sí? — cuestionó, picando una de sus mejillas.

Elaine se ríe.

— Claro. — asintió. — Voy a dejarte como padre soltero. — bromeó, logrando sacarle una carcajada.

— Ven a visitarnos pronto. — pidió, dándole un último abrazo. — Eri ama jugar contigo.

— Lo haré. — soltó un suspiro. — No hagas de esto una despedida, creo que voy a llorar. — la fémina terminó soltando una risa que se mezcló con un sollozo. — Idiota.

A pesar de que Elaine no era lo que se llama cercana al trío, era totalmente diferente con él. Ambos compartían muchas cosas en común y desde su primer año lo notaron; además de que los dos tenían apellidos que comienzan con la letra "T", los dos compartían un ligero problema con su singularidad, ninguno podía controlarla y habían sido víctimas de ella en algún momento. Elaine siempre fue la compañera de entrenamiento del rubio, los dos se conocían muy bien, habían batallado tantas veces que perdieron la cuenta y aparte de Tamaki, fue una de las primeras personas que confío en él y en su quirk, por eso LeMillion estaba tan agradecido con ella.

Fue duro despedirse de alguien que has visto todos los días durante tres años.

El segundo acontecimiento qué azotó su vida ocurrió después del festival cultural, comenzó a recibir llamadas de un número desconocido, y ella lo ignoró durante un muy buen tiempo ya que simplemente cortaba la llamada o ponía su teléfono en silencio hasta que dejaba de sonar. Probablemente sólo era spam o alguna empresa de telefonía queriendo venderle un plan "mejor" a un precio exorbitante, por lo que nunca le prestó verdadera atención hasta que un día, notó que el número no cambiaba, que siempre era el mismo.

— ¿Hola? — contestó, uno de esos días en donde no dejaba de sonar el móvil. — ¿Hola? — volvió a repetir al no recibir respuesta. — Voy a colgar. — advirtió, antes de oír una ligera risa.

— Creí que me volvería loco. — Un escalofrío recorrió a la menor, reconociendo quién era. — Extrañaba oír tu voz.

Su impresión fue tanta que detuvo su andar y se desvió del camino habitual para llegar a los Height Alliance, no quería que nadie escuchara la conversación que estaba teniendo con el villano. Habían estado sin comunicación por semanas, lo último que supo de él fue a través de su regalo de cumpleaños pero eso fue hace ya tres meses, no se imaginó que volvería a contactar con ella y mucho menos de forma tan directa.

No negó que estaba sorprendida y un poco atontada, durante las casi dos semanas que estuvo distanciada de su novio, pensó muchísimo en él y en su elección, incluso dudó de ello. Las citas que tuvo con Takumi posterior a su encuentro con Dabi en el cementerio fueron abarcando el tema de sus padres y hasta ahora, seguían con eso, pocas veces tocaron el tema de su enamoramiento por el villano y Elaine quería creer que era porque lo había olvidado, pero al parecer no fue así.

— ¿Te gustó mi regalo? — preguntó, su voz sonaba muy suave, casi como un susurro. — Pensé en ti de inmediato al ver los girasoles.

— Voy a colgar. — avisó con la voz temblorosa, sin darle tiempo al villano para decir algo.

Ese tipo de situaciones se repitieron durante todo el mes, pues aunque bloqueara su número de teléfono siempre encontraba la forma de volverse a contactar con ella y al final, Elaine dejaba de responder. Cuando las llamadas no fueron suficientes para llamar su atención, comenzaron a llegar ramos de girasoles con pequeñas notas en alemán; no decían nada en particular, la mayoría sólo tenía una estrella dibujada y a veces — muy raras veces — poemas. Elaine creyó que eran versos sacados de Internet pero al buscarlos, no encontró nada. Lo que significaba que las palabras que el villano dedicaba para ella fueron escritas por él, acelerando el corazón de la pelirroja a más no poder, cada que las releía.

A pesar de todos los detalles que tenía con ella, no se habían vuelto a ver en persona.

Elaine recargó la cabeza entre sus manos mientras miraba con desinterés por la ventana del aula, estaba ida en sus pensamientos, específicamente en los que tenían que ver con el portador de llamas azules, ¿Quería volverla loca? Porque lo estaba logrando con todas las atenciones que tenía con ella, ni siquiera Hawks era tan atento como él y eso comenzaba a provocarle malestar. Ella sabía que no podía comparar a ambos, no podía — ni debía — hacerlo pero en la soledad de su habitación, a las tantas horas de la madrugada era una tarea casi imposible.

Su relación con Keigo iba bien, a pesar de no verse tan a menudo como antes, no habían tenido más problemas como el de la última vez, no podía quejarse. Aún con todo yendo viento en popa, cuando llegaba la madrugada y tenía problemas para dormir, comenzaba a comparar a ambos varones, inclinándose por el villano en muchas ocasiones; en especial cuando se trataba de romanticismo y detalles.

Hawks no es un mal novio pero Elaine no lo notaba igual que al inicio de su relación, cuando era más romántico y detallista. Era comprensiva, sabía que tenía mucho trabajo después de lo sucedido en el campamento de verano, y que el retiro de All might provocó un alza en la tasa de criminalidad pero no podía evitar compararlo con Dabi. Quien a pesar de no verla desde hace ya casi cuatro meses, seguía intentando — por todos los medios — hablar con ella o incluso, demostrarle que lo que sentía no era una broma.

Suspiró.

Honestamente, Sunvely se sentía mal. Estaba tan confundida, sus sentimientos eran un caos y todo había iniciado con las llamadas del villano, antes de eso… Había podido olvidarse de él. Sabía que ocultarle a Keigo — y a todos  — que estaba intentando comunicarse con ella estaba mal pero, ¿Qué podía hacer? Estaba tan cansada de todo, sólo quería desaparecer, tomarse unas vacaciones en algún lugar paradisíaco al otro lado del mundo y olvidarse de todo, de la inminente guerra, de los héroes, villanos, de sus sentimientos.

Incluso llegó a pensar en la muerte.

Estaba agotada psicológicamente y era algo que se venía guardando desde que inició el ciclo escolar, pero aunque Elaine se mintiera a ella misma y dijera que era todo por causa de la aparición de la liga de villanos era falso. No quería admitir que llevaba años cargando el peso de las acciones y consecuencias de los demás, haciéndose cargo de todo y fingiendo una sonrisa.

Tarde o temprano acabaría estallando.




























































Cuando cayó la noche y Elaine estaba resolviendo sus deberes de Inglés, recibió una de las incesantes llamadas del villano, volvió a ignorarlo lo mejor que pudo mientras se colocaba sus auriculares para oír música y así no pensar en él pero fue en vano. No podía oír el tono de la llamada pero si veía la pantalla encendida con el número del varón en ella, se lo había aprendido de memoria de verlo tantas veces.

Molesta, se quitó los cascos de mala gana, desviando la mirada hasta su teléfono y tamborileando los dedos sobre su escritorio. Dudó un poco si contestar o no pero terminó haciéndolo de todas formas.

— ¿Qué quieres? — preguntó con mala cara, ya que no dejaba de llamar, interrumpiendo su tarea. — Mira, yo no sé si no tienes otra cosa que hacer que no sea llamarme pero yo sí, déjame en paz.

— Lo siento. — se disculpó para sorpresa suya, logrando calmar la creciente ira de la pelirroja. — Me acostumbré a oír tu voz, no me hagas repetir eso jamás porque creo que vomitaré. — Elaine se rió, Dabi sonrió al otro lado de la línea. — Esta será mi última llamada. — mencionó, borrando poco a poco la sonrisa de la más alta.

— ¿Te diste por vencido? — preguntó en voz baja.

— Sobre mi putrefacto y maloliente cadáver. — escupió con cierto rechazo — Es la última vez que podré hablar contigo antes de que todo explote y me odies. — sus palabras le confundieron, ¿A qué se refería?

— No te odio. — admitió para dicha del villano.

— Por supuesto que no, estás enamorada de mí. — Elaine replicó con un chillido, presentía que el azabache estaba sonriendo de forma altanera.

— Voy a colgar. — amenazó con cierta vergüenza, cubriendo su rostro con una de las almohadas.

— No frunzas el ceño, te ves más bonita cuando sonríes. — pidió, imaginando a la fémina con esa expresión en el rostro. — Elaine. — le llamó, con una voz más seria.

— ¿Qué? —

— Promete que no vas a odiarme después de saber la verdad. — ella suspira, sin comprender a qué se refiere.

Touya sabía que faltaba menos de una semana para que comenzará su plan, Keigo ya había decidido poner a prueba su lealtad, y su segunda fase era probar el nomu de alta gama que el doctor Ujiko creó para ese momento, ¿Qué mejor ocasión que el debut del héroe de fuego como número uno? Su padre no iba a morir, eso lo sabía muy bien pero tendría un encuentro directo con él si todo salía como lo planeó.

Tenía miedo, no miedo de su plan, no miedo de fracasar o de ser arrestado, todo eso no podía importarle menos. Estaba asustado de que Elaine se enterara de todo y lo odiara de por vida, porque si todo iba al pie de la letra significaba que su venganza — y verdad — saldría a la luz dentro de poco. Había estado llamando a Elaine casi todos los días durante un mes porque le "echaba de menos" — no era mentira — pero sí era una excusa que le ponía diariamente a la pelirroja — y a sí mismo — para olvidarse de clímax que tendría su historia junto a ella cuando el video que estaba preparando para su padre saliera a la luz. Todas las llamadas que compartían— fueran largas o cortas — las grababa, no por algún acto en su contra, sino porque sabía que cuando todo se supiera, jamás podría volver a verla a los ojos y Elaine, probablemente nunca volvería a dirigirle la palabra, ni a oír su voz.

— Ya sé que eres un villano, que probablemente hayas asesinado a esos tres hombres que me atacaron la primera vez que nos vimos, y quién sabe a cuantos más… — mientras le oía hablar no podía esconder su sonrisa. — Y aún así, no te odio.

Y era verdad, a pesar de saber todas las cosas que hizo, a quien — y que — estaba afiliado y el desastre que provocó en el campamento de verano en donde un montón de alumnos fueron heridos, no podía odiarlo. No solamente porque tenía sentimientos por él sino porque  mostraba cierta humanidad — al menos con ella — al haberla salvado varias veces, él antes de convertirse en un villano, fue un niño abusado por su padre y las marcas en su cuerpo eran una prueba ferviente de ello.

A Elaine le hubiese gustado conocerle antes, quizá así hubiese evitado su trágico final.

— Eres demasiado buena como para odiar a alguien, siempre has sido así. — su voz sonaba suave y cariñosa, como si hablara de alguien a quien conoce desde hace mucho. Esto la desconcierta. — Verzeih mir, Mein Stern.

Antes de que pudiera responder, la llamada finalizó. Se quedó muda durante unos segundos, preguntándose si había escuchado mal o él realmente le habló en su lengua materna. Elaine volvió a tomar el móvil para marcarle y preguntar sobre ello, pero justo en ese momento, tocaron la puerta de su habitación, pidiéndole que bajara hasta el lobby porque tenía visitas.

Dudosa y con cierto nerviosismo dejó el teléfono sobre su escritorio, por alguna razón, su cabeza le decía le marcara al villano porque había algo que no quiso decirle, pero finalmente se calzó sus pantuflas y bajó por el ascensor sin mirar atrás.

A pesar de que algo dentro de ella le gritaba por llamar a Dabi y sacarle todas las respuestas que necesitaba.

— ¿¡Kota!? — una sonrisa aparece en su rostro al ver al pequeño niño oculto entre las piernas de Mandalay.

Fue una gran sorpresa ver a las heroínas allí, no se esperaba una visita de ellas y menos del infante. No lo veía desde hace meses y sólo supo de él por medio de una carta que le escribió, agradeciéndole por salvarlo aquella noche, estaba feliz de verlo bien y a salvo. La llegada de las Pussycats  le hizo olvidar el malestar que sintió en su estómago provocado por la charla con Dabi.

— ¡Elaine! — recibió un caluroso abrazo por parte de Ragdoll. — Nos alegra verte tan bien.

— ¡Lo mismo digo! — confesó, mirando al resto de héroes. — Estoy feliz de verlos tan saludables, en especial a ti, Kota. — El varón se enrojece, jugando con sus manos. — ¿A qué se debe su visita? — preguntó con curiosidad, alzando en brazos al menor.

— Volvemos al trabajo. — responde Pixie Bob.

— ¿De verdad? ¡Felicidades! — sonrió levemente, mirando preocupada a Ragdoll.

Se sabía que la heroína había perdido su don hace algún tiempo, por ende, tuvo que retirarse pero ahora estaba allí, explicándole a Elaine que trabajará en la oficina para ayudarlos. Escuchar por la boca de la rubia que según la información dada por Tártaro, AFO había robado el quirk de la mayor sin "razón aparente" le provocó un escalofrío pero lo que la asustó mucho más, fue que el villano estaba dispuesto a devolverlo cuando el quisiera pero tendrían que liberarlo.

— Están tratando de descubrir cuántos dones y de qué clase oculta. — murmuró con preocupación. — Por ahora, la única forma de contenerlo es no dejarle hacer nada.

— Entonces… ¿Por qué regresan ahora? — cuestionó, ansiosa.

— Se anunciará más tarde, pero en la Hero billboard chart JP llegamos al puesto cuatrocientos once del segundo semestre. — respondió Mandalay.

Los hero billboard chart JP es una evaluación bianual de héroes en base a los incidentes resueltos, su contribución a la sociedad y el apoyo de la gente. Es decir, entre más alto queden, más sonrisas y paz trae ese héroe.

— Ya veo… — murmuró, comprendiendo sus razones. — Aún hay quienes están esperando por ustedes, ¿no es así? — preguntó con una sonrisa, mirando a Kota.

— ¡No podemos quedarnos quietas! — asintió la de ojos ámbar, riendo.

Eso significaba que Endeavor sería nombrado oficialmente como el héroe número uno y su novio, sería ascendido al puesto número dos. Sin duda alguna desde el retiro de All might por el accidente de Kamino, habían ocurrido muchas cosas y todo desembocó en este final: Endeavor como el nuevo símbolo de la paz.

Su padre tenía que demostrar que estaba a la altura del título porque no todos creían en él, no todos veían al frío Endeavor como una figura de paz y armonía.

Y llegaría el momento adecuado para ello.















































































El sábado llegó en un abrir y cerrar de ojos, y a eso del mediodía comenzó la transmisión del Hero billboard chart JP. Elaine estaba en su habitación, teniendo el directo como podcast mientras limpiaba un poco. Las veces anteriores jamás prestó atención a dicha evaluación porque los resultados nunca variaban mucho, sólo cambiaban los del puesto cinco hacia abajo pero los primeros lugares siempre se mantenían, así que no tenía sentido ver cada semestre que All might era premiado con el título del héroe número uno y símbolo de la paz. Además, a su padre tampoco le hacía mucha gracia ya que le recordaba constantemente que era el segundo lugar, y el segundo siempre era el primero en perder.

En un inicio quiso asistir a la premiación de forma presencial pero se le negó el permiso, ¿le molestó? Por supuesto, estaba orgullosa de Endeavor y quería estar allí en su nombramiento como héroe número uno, así que se podría decir que sus ánimos no eran los mejores.

El billboard chart JP comenzó tranquilamente, con los top 10 héroes subiendo al escenario de menor a mayor categoría, hasta que finalmente llegó el turno de su padre.

— Tomó el puesto de número uno temporalmente pero hoy de verdad obtiene ese puesto. — narra la presentadora. — ¡Espero mucho! ¡Flame hero: Endeavor! —

Luego de un breve discurso por parte de la directora de la comisión de héroes, cada uno de los evaluados comenta — o agradece — frente a la enorme cantidad de personas que les están viendo, tanto de forma presencial como por Internet.

Mientras Elaine ordenaba su escritorio observó de reojo como su novio se movía de un lado a otro, se veía muy aburrido y las muecas que hacía no ayudaban mucho, ella sólo esperaba que no hiciera alguna idiotez porque ya conocía como se comportaba con los medios de comunicación presentes.

— ¿A quién le gustaría por eso? ¿A Stain? — Sunvely soltó un suspiro y se llevó las manos a la cara.

— Idiota. — pronunció con cierta vergüenza.

El héroe se atrevió a quitarle el micrófono a la presentadora a la vez que extendía sus alas, comenzando así con su discurso.

— Si hablamos de aprobación, Best Jeanist es el número uno por el empujón de estar de baja. — pronunció, causando controversia. — El segundo soy yo, el tercero es Edgeshot y el cuarto es Endeavor. — mientras hablaba sus pies dejaban de tocar el suelo. — Ignoremos al resto.

La mirada que le dio el nuevo héroe número uno no era nada amistosa, y eso su hija lo podía notar a simple vista a través de la pantalla del monitor. Todos estaban en silencio mientras Keigo daba más que unos comentarios, parecía un discurso político o algo más. Ninguno de los demás héroes presentes sabía qué era lo que estaba planeando, ni por qué se comportaba de esa manera y más en esa situación tan delicada.

Había quienes lo consideraban arrogante y prepotente, muchos creían que se debía a que era un héroe relativamente nuevo. Hawks tenía sólo dieciocho años cuando fundó y abrió su propia agencia, fue ese mismo año en el que llegó al top de los diez mejores y antes de los veinte años, ya tenía más logros y reconocimiento que muchos otros que llevaban años en la industria, por eso se le apodaba "el precoz".

«¿Qué demonios está haciendo?» se preguntó al ver que le entregaba el micrófono a Endeavor después de su discurso, no era idiota, todos entendían lo que quiso decir y le sería difícil a su padre continuar después de su discurso.

— Luego de que el joven apagó las llamas, no diré mucho. — dijo, apretando su puño. — Mirenme.

Su expresión tan firme y estoica frente a la cámara le provocaron un montón de sensaciones, llegando a ponerle la piel de gallina pero hubo uno en particular que sintió más que los resto y ese fue el orgullo. Se sentía orgullosa de su padre, de sus logros y de su carrera como héroe. Sí, había cometido muchos errores como persona y como padre, tenía un montón de fallas y eso nadie lo podía negar. Así como nadie podía negar que él era un héroe excelente, Elaine sabía que Enji daría a conocer su valor y su capacidad como nuevo símbolo de la paz.

Cuando la transmisión finalizó, Endeavor llevó a Keigo hasta su sala de descanso, en donde se desquitó con el menor por haberlo puesto en tal situación. Su rostro estaba literalmente ardiendo en llamas mientras tenía al rubio sujetado por el cuello de abrigo de forma amenazante.

— ¿En qué pensabas, mocoso? — cuestionó colérico, aunque Hawks no borraba su sonrisa.

— No hacían nada más que decir cosas aburridas, y pensé que hacía falta impacto. — respondió con naturalidad.

— ¿Me ponías a prueba? —

— Que va, en realidad te ayudé. — el pelirrojo le soltó. — No estuvo mal, ¿no? No soy fan de All Might y nunca quise ser como él. — confesó, quitándose su visor. — Aún así, su retirada fue una sorpresa.

«No digo que tengas carisma, pero creo que de verdad necesitamos un nuevo líder. Estoy aliviado, estuviste genial.»

— ¿No has pensado en ser ese líder? — desconfiaba de él y de sus palabras, no sabía si se estaba burlando de él o no.

— ¿Tengo cara de querer serlo? — carcajeó, estirando sus manos. — Prefiero estar más abajo pero ser libre.

— Odio a la gente como tú. — dijo con rechazo, frunciendo el ceño. — Con tu mentalidad tan mediocre no llegarás a ningún lado, no quiero que arrastres a mi hija a tu camino.

El más bajo borra rápidamente su sonrisa, ya no existe ese aura gentil y despreocupada a su alrededor. Si bien Elaine le aseguró que Endeavor sería el más difícil de convencer para que aceptara su relación, jamás creyó que fuera tan directo y le dijera que no lo quería cerca de ella.

De hecho, le molestó bastante.

— Elaine es mi novia. — al momento de decir esas palabras, siente como la mirada turquesa del héroe penetra hasta su alma.

Lo miró como nunca lo había hecho antes, tenía un rechazo enorme en ellos, como si la sola idea le aborreciera. El fuego alrededor de su cuerpo se extiende de forma violenta e incontrolable, está realmente furioso con aquella confesión y Hawks sabe que ha metido la pata, porque su novia le prohibió decirle algo a su padre.

— ¿Por qué estás tan reacio a aceptarlo? — pregunta con curiosidad, siendo cauteloso.

— Aléjate de mi hija, Keigo Takami. — advirtió, mirándolo desde arriba. — Hazlo antes de que te rostice.

Una risa se escapa de su garganta, divertido.

— Endeavor-san, Elaine no le perdonaría mi muerte. — comenta de forma graciosa, extendiendo sus alas.

— Ya lo ha hecho antes. — Un destello de tristeza se refleja en los ojos del  pelirrojo, recordando a su hijo. — No te creas tan importante. — musitó, dándole la espalda.

Él lo entiende enseguida, quizá en otras circunstancias no lo hubiera hecho pero ahora todo es diferente. Endeavor acaba de asumir la culpa por la muerte de Touya, diciendo que Elaine ya lo ha perdonado por matar a quien ella ama, y eso no deja tranquilo al rubio pero no quiere indagar más, prefiere dejar el tema por la paz.

— Fin de la conversación, discúlpate con los demás. — ordenó dando media vuelta.

— Espera. — le detiene. — Quería hablar contigo.

— ¡Da igual, vete! — gritó.

— Quiero formar un equipo, hay reportes preocupantes en mi zona. — comentó por encima. — ¿Recuerdas los nomus? — la pregunta hizo que Endeavor volteara a verle con sorpresa.

Los varones compartieron una mirada cargada de seriedad, ninguno de los dos estaba bromeando. Los nomus eran un tema bastante serio, aún no tenían información sobre quién o qué los había creado, ni siquiera en donde, ya que eran toda una rareza científica. Sólo tenían la información más básica: son cuerpos modificados artificialmente para mantener múltiples dones, y actúan como soldados sin inteligencia ni conciencia para la liga de villanos.

Así fue como ambos decidieron ir a almorzar — como excusa — para poder entablar una conversación bastante sería acerca de estos humanos artificiales.

Ese día, Endeavor probaría ser merecedor de ser símbolo de la paz sin saberlo.






















































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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

◎ La relación de Elaine y Keigo se mantuvo como secreto para todos, incluyendo a los Wiesse.

◎ Elaine le hizo jurar a Hawks que sería cuidadoso con su comportamiento alrededor de ella, porque no quiere que se haga público.

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˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!

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