❏ | 𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐆𝐈𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐀 𝐖𝐀𝐑
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𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐆𝐈𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐀 𝐖𝐀𝐑
❝ Han estado actuando en secreto, ellos saben quien es el enemigo. ❞
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Está despierta desde hace poco más de quince minutos, durante todo ese tiempo ha estado mirando el techo de su habitación en la agencia. De los siete días de la semana, estudia cinco en la academia, en tres de ellos trabaja como interna y los fines de semana — generalmente — son sus días libres.
Hoy es uno de esos días de trabajo.
Voltea hacia la izquierda, abrazando la almohada más cercana. Lleva perdida en sus pensamientos desde hace un buen rato, han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que a su cerebro le está costando asimilar todo. Su sesión con Takumi le aclaró muchísimo la cabeza, ha tomado varias decisiones en torno a las cosas que le dijo, y una de ellas es enfrentar a su padre y exigirle explicaciones de una buena vez.
El actuar de Keigo la dejó pensando durante algunos días, sobre todo por esa actitud tan extraña e impropia de él. Ya no tiene ninguna duda, le está ocultando algo, algo sabe que no le ha dicho y está segura de que Enji está en el medio de todo esto.
En torno al varón, tomó la decisión de terminar con él, ¿cuándo? Lo más pronto posible, no quería hacerlo por mensaje, eso es de cobardes. Lo citará en algún lugar privado, tendrán una comida amena y después de eso le explicará punto por punto las razones del porqué lo está dejando. Quiere ser lo más sincera que posible, poner todas las cartas sobre la mesa y disculparse por todo lo que causó, porque es su culpa, quizá parcialmente pero también es culpable.
Se levanta con pereza, caminando hasta el baño para darse una ducha. Después de vestirse, hablará con su padre; según la hora del reloj sobre su mesa de noche, aún es demasiado temprano como para que el héroe se haya marchado. En caso de que no esté, lo esperará hasta la hora de almuerzo, no va a rendirse, no esta vez.
Se ata el pelo en una coleta alta, dejando suelto el fleco. Mientras espera el ascensor, ordena sus ideas y repite mentalmente lo que tiene que decir; recordando lo hablado con Takumi. Debe ser acertiva, expresar con calma como le hace sentir que le oculte cosas “por su bien”, y que está en su derecho de saberlo.
— ¿Está Endeavor? — cuestionó, notando la flamante cabellera de Burnin.
— Sí, se irá en unos minutos. — responde, alzando las cejas. — ¿Por qué? —
— No dejes que nadie entre a la oficina. — ordenó, confundiendo a la mayor. — Sino es una emergencia, que no nos interrumpan.
La fémina está a punto de replicar, pero la menor no le da tiempo; pues ya ha cruzado la puerta. Burnin observa con desconcierto la espalda de la pelirroja, se pregunta qué diablos le sucede a Elaine ya que la mirada que tiene está llena de determinación.
Tal como dijo su asistente, Enji está ordenando un par de cosas en su escritorio y parece estar a punto de salir. El patriarca levanta la mirada al oír el sonido de la puerta, sus cejas se alzan en cuanto ve a su hija allí, él también se pregunta la razón de su visita. Es el último día de la semana que permanecerá allí, por lo que ya debería de estar empacando para volver a la academia.
— ¿Pasó algo? — cuestionó, acercándose.
— Sí, de hecho. — responde, sentándose en el sofá. — Quiero hablar contigo sobre algo importante.
El héroe deja los papeles de lado, sirviendo un par de vasos con agua. Le tiende uno a su hija antes de sentarse frente a ella, bastante curioso; es la primera vez que ve ese brillo en los ojos de Elaine, esa es la mirada de alguien que está dispuesto a conseguir algo por el medio que sea.
— No voy a extender esto más de lo necesario. — murmuró, entrelazando sus manos. — Así que espero que tú tampoco lo hagas, papá.
«¿Qué es lo que dice el libro? Quiero la verdad»
Enji se petrifica unos segundos, recomponiéndose rápidamente ante la atenta mirada de la menor. No quiere responder, pero sabe que debe hacerlo en algún momento. Él aún piensa que no es adecuado comentarlo ahora mismo, aunque la mirada de su hija dice totalmente lo contrario.
— Papá, he sido muy sincera. Es momento de que dejes de protegerme y me digas que es lo que está pasando. — argumenta, decidida a obtener la verdad. — Si tiene que ver conmigo… Quiero que me lo digas.
Suspiró.
Ella tiene razón, no va a poder protegerla por siempre; y ocultarle información relevante tampoco es una forma de protegerla, sólo la mantiene ignorante.
— Tenías razón. — señaló. — Todo lo que has teorizado hasta ahora, es verdad. — los ojos de la pelirroja se abren, horrorizada.
— No… — exclamó, negando con la cabeza.
— Hawks trabaja junto a seguridad pública, ellos lo sabían desde antes. — comenzó. — Han estado actuando en secreto, ellos saben quien es el enemigo. Es por eso que la directora de la comisión me ha pedido que instruya a los estudiantes, comenzando las educación es laxas antes de tiempo.
Se pone de pie, yendo hasta su escritorio y sacando el libro que el rubio le entregó. Elaine lo recibe con las manos temblorosas, y al abrirlo nota que está destacado con rotulador amarillo.
— El segundo carácter de cada frase. — explica, Endeavor.
Elaine abre los ojos con pánico, ojeando el contenido con rapidez, sin esperar confirmar su teoría. «El enemigo es el ejército de liberación paranormal. En total son más de cien mil, en cuatro meses entran en acción». Pasa página tras página, leyendo el contenido con rapidez, hasta que finalmente comprende el mensaje. «Te enviaré una señal antes, si fallamos, prepara más…» Se derrumba allí mismo, sin poder creerlo. Durante todo ese tiempo siempre tuvo la razón, la comisión está involucrada en el adelanto de las pasantías. Eso significa que los menores son repuestos en caso de que los profesionales fallen, por lo que lo sucedido en Deika no fue una coincidencia — tal como pensó — sino un hecho premeditado, algo que ya sabían y que nadie jamás les dijo.
¿El resto de héroes sabe sobre esto? ¿Están de acuerdo con usar a unos niños en una guerra? ¿Por qué nadie dice nada? ¡Son niños! ¡Tienen máximo dieciséis años! Sus manos tiemblan tanto que no puede sostener el libro, y mientras muerde su dedo pulgar, piensa en qué demonios va a hacer con esa información.
De inmediato, el nombre de su novio vuelve a su cabeza, poniéndola furiosa, ¿Cómo mierda no le dijo algo tan importante? ¡Confió en él! ¡Le preguntó una y otra vez, fue incapaz de decirle algo! Abre sus ojos, haciendo click en un instante. Él lo sabe, es más que obvio, la verdadera pregunta es: ¿Cómo lo sabe? Las lágrimas comienzan a caer lentamente mientras niega, queriendo que lo que se imagina no es la verdad, Keigo sería incapaz de hacer algo así, ¿verdad? Quiere convencerse a sí misma de ello, pero Elaine sabe que Hawks fue entrenado por la comisión de héroes y que su deber es ser un excelente espía, él mismo se lo dijo.
— Dime que es mentira. — rogó, encontrándose con la mirada de su padre. — Papá… — suplicó.
— No hay nada que pueda hacer, Elaine. — volvió a sentarse, derrotado. — Nos superan en número, no tenemos mucha información de sus dones, así que la guerra es inminente.
No, no, ¡no! Debe ser una broma, ¿Cómo pretenden enviar en primera línea a unos niños? Son inexpertos, jamás han luchado con villanos de ese calibre, cualquiera de ellos puede morir en cuestión de segundos, ¿acaso es la única que razona? Se niega a imaginar a Shoto luchando contra la liga una vez más, teniendo en cuenta de que los separaran en escuadrones, no importa como se dividan, no podrán escapar de la muerte. Piensa en su familia, especialmente en sus abuelos. Tiene que sacarlos del país antes de que todo estalle, debe ponerlos en algún lugar seguro para que su profesión no repercuta en ellos. Si ellos llegasen a lastimarse por su culpa, no se lo perdonaría jamás.
— Hawks es un doble agente, ¿verdad? — preguntó con la voz rota.
— Sí. — confirmó su padre. — Todo este tiempo intenté protegerte, manteniéndote bajo mi alcance por si algo llegaba a suceder.
Termina por quebrarse con su respuesta, no es cierto, no puede ser verdad, ¿Es una broma? El aire comienza a faltarle al pensar en todos los momentos y secretos que compartió con él, y que ahora el frente de liberación paranormal sabe, ¿Hace cuánto tiempo es un doble agente? ¡Necesita saberlo! Le contó muchísimas cosas sobre Shoto, sobre la academia, sobre su familia, Touya, ¡Todo! ¿Cómo fue tan estúpido de no decirle antes? Le importa una mierda las excusas que tenga que darle, se lo preguntó un montón de veces, y en todas esas ocasiones le mintió en la cara, ¡no le interesan sus justificaciones! No quiere saber nada de él ahora mismo.
La ha puesto en peligro, los ha puesto en peligro a ambos, ¿no pensó en eso antes? Se supone que son una pareja, ella fue sincera en todo momento, no mintió, ¡le dijo la verdad! ¿Por qué él no pudo hacer lo mismo por ella? Tener que enterarse de todo por su padre es horrible, siente como si la hubiesen traicionado… En ese caso, ¿Qué lo hacía diferente a Dabi? Después de todo, los dos le mintieron durante mucho tiempo y si es sincera, lo del villano es mucho menos grave.
La ira brota de su cuerpo, emergiendo a través de su cabello en furiosas y violentas llamas anaranjadas. Keigo le ha estado mintiendo de forma descarada durante meses, poniendo en riesgo su integridad física y psicológica. Siente ganas de gritar, de patalear como si fuera una niña; La temperatura dentro de la oficina aumentó dramáticamente, poniendo en alerta al patriarca quien intenta calmarla.
— Voy a terminar con Keigo. — murmuró con la mirada perdida.
Endeavor abre la boca, sorprendido.
— Elaine, no tomes decisiones con la cabeza caliente. — dijo, acariciando sus hombros.
— Es algo que decidí desde que visité a Takumi. — reconoció con los labios temblorosos.
Intenta limpiarse las lágrimas aunque no sirve de nada, pues su ojos se vuelven a llenar de ellas cuando abre la boca; contándole la verdad a su padre. Explota, las palabras fluyen como el agua, contando absolutamente todo; admite que su relación ha pasado por muchos bajos últimamente, que lo suyo con Keigo no está funcionando y que fue la misma Takumi, quien le hizo abrir los ojos y aceptar la realidad. La fémina confiesa entre lágrimas lo mucho que se arrepiente de haber escogido al héroe, que realmente está enamorada de Dabi y que se siente muy mal por ello, porque le gusta el enemigo. Se llama estúpida a sí misma por caer en sus brazos, por no poder odiarlo como debería. Es tan difícil para ella verlo como un hombre cruel cuando a su lado siempre se mostró como alguien dulce y atento, eso hace que llore más fuerte.
Elaine se ahoga con el llanto, y las palabras comienzan a ser inaudibles para él.
— Apoyaré cualquier decisión que tomes. — dijo, poniéndose de cuclillas frente a ella. — No estás sola en esto, Elaine.
Como padre, es bastante doloroso ver a tu hijo sufrir de esa manera por alguien más y si es sincero, quiere golpear a Hawks. No sólo a él, también quiere atrapar y poner a ese villano entre rejas de una buena vez, para que no pueda volver a acercarse a su hija nunca más.
Ahora mismo puede decir que está muchísimo más tranquila que en la mañana, apenas su turno terminó, tomó sus pertenencias y volvió a la academia; no sin antes pasar por una librería y comprar el mismo libro que Hawks le entregó a su padre. Pretende terminar con él cara a cara, dándole razones genéricas — pero ciertas — y remarcando la verdad de la misma forma en la que le dio el mensaje a Endeavor.
Está segura de que lo entenderá.
Tiene los ánimos por el piso, se nota a simple vista, por esa razón sus compañeros de clase no se acercan a saludarla cuando la ven entrar a los dormitorios; la expresión de su rostro dice tácitamente que no desea ser molestada. Presiona el botón del ascensor varias veces, como si eso fuera a hacer que las puertas se cierren más rápido. Está claramente frustrada pero, es consciente de que no puede hacer una rabieta dentro de los Height Alliance; a no ser que quiera quemar el complejo entero.
Cierra la puerta de la habitación con cansancio, dejando su bolso en una esquina y lanzándose a la cama. Ahoga un grito con la almohada y se pone de pie, buscando entre su bolso el libro que compró, está lista para dejar fluir todo lo que siente en esos momentos.
Al momento de sentarse, toma un destacador del mismo color y comienza, mientras prácticamente escribe — de una forma bastante extraña — siente muchísima rabia, tanta, que incluso tiene que parar en algunas ocasiones pues se pone a llorar. Sigue cuestionando el actuar de Keigo, ¿Cómo fue capaz de ponerla en peligro sólo por el egoísta deseo de querer mantenerla alejada de todo? Gracias a eso, ahora conocen secretos íntimos suyos, cosas que le confió sólo a él. Se reconforta a sí misma al saber que nunca habló de su singularidad o temas similares, porque en ese caso, estaría jodida. La gran mayoría de personas creen que su don es la pyrokinesis, es decir, que controla el fuego y eso le da mucha ventaja. Si el mundo llegará a saber cómo realmente funciona su don, sería un problema enorme; porque podrían atacar en su estado más vulnerable.
Y aunque no ha pasado, el daño está hecho.
— Odín, no quiero continuar siendo tu mejor guerrera. — murmuró, limpiándose las lágrimas.
El fin de semana pasó sin nada relevante que contar, pero después de una noticia como esa, Elaine no quedó tranquila. Al contrario de cómo creyó que se sentiría después de saber la verdad, su cabeza está al límite; constantemente piensa en escenarios ficticios sobre la guerra. Esto ha provocado en ella el sentimiento de continuar entrenando hasta superarse, por supuesto que no planea hacerlo sola, incluirá al trío en ellos con la excusa de que están bajo la agencia de Endeavor.
Aunque en realidad los está preparando para lo peor.
Los citó después de clases en el gimnasio Gamma, ninguno le preguntó la razón, sólo obedecieron. Agradece no tener que dar explicaciones, porque es incapaz de mentirles con un tema tan delicado como ese.
Cuando los menores llegan, Elaine ya está entrenando. La observan entrenar en silencio mientras utiliza los resultados de robots que les proporciona la academia, y es la primera vez que la ven pelear con varios oponentes a la vez. La pelirroja es rápida, su tiempo de reacción es excelente y hasta el momento no ha sido tocada por ningún láser.
Durante su semana con el héroe número uno, no pudieron verla trabajar, pues ella no estuvo presente en casi ningún momento. Verla en acción, es como ver un reflejo de Endeavor; no quieren decir que sean iguales, pero el parecido entre sus movimientos y formas de atacar son bastante similares. Ese día en el gimnasio de la agencia, no pudieron darse cuenta que era de Elaine de quien hablaba. Shoto no está sorprendido, es su hermana, ya ha peleado con ella antes pero, tanto Bakugo como Izuku no lo han hecho. Es más, ninguno de los dos se ha enfrentado a ella directamente de forma seria; porque la aplastante derrota que le dio a Katsuki en el campamento no fue más que una broma.
Elaine es la clara representación de esfuerzo, perseverancia y legado, porque Enji fue, es y será su mentor.
— ¿Hace cuánto están allí? — cuestionó, caminando hacia ellos.
— Unos minutos. — responde, Shoto. — ¿Para qué nos has llamado? —
— Nos hiciste venir con nuestro traje de héroe, espero que sea importante. — refunfuña el rubio, desviando la mirada.
— Claro que es importante. — sonrió. — Desde hoy, vamos a entrenar todos los días. — dijo, sorprendiendo a los menores.
— Taiyō-senpai, nosotros ya entrenamos… — murmuró el pecoso con timidez.
— Eso lo sé. — admitió, cruzada de brazos. — Pero tienen que entrenar aún más, ¿no quieren ser buenos héroes? — cuestionó con diversión.
— ¡Te patearé el trasero, ojos de farol! — la señaló, molesto. — ¡Me haré más fuerte, ya verás! —
— Esa es la actitud. — volvió a sonreír, aunque esta vez menos tiempo. — Teniendo en cuenta que los dones de fuego son los más comunes, es vital que sepan cómo combatirlos.
«En especial Izuku».
— Esto es por el esperpento, ¿verdad? — Bakugo chasquea la lengua, refiriéndose a Dabi. — Su fuego es de otro color, ¿eso significa que es más fuerte que el común?
Elaine suspira al oír el apodo que le puso al villano, pero no lo negó. En realidad, él sería un gran problema durante la guerra. Los dones de fuego son de alta distancia, y se puede usar de forma ofensiva y defensiva; aunque eso no quiere decir que son invencibles, pero es cierto que el fuego es uno de los elementos más peligrosos.
El fuego destruye.
— Es correcto. — asintió, buscando la pequeña pizarra que trajo para explicarles. — Ya se los he comentado antes, pero para crear fuego se necesitan tres componentes: comburente, combustible y calor.
La fémina comienza a dibujar sobre el pizarrón, explicando detalladamente los componentes que se necesitan. Suena hasta tonto, pero debe enseñarles qué es y cómo funciona el fuego; en palabras simples es una reacción química de combustión, que oxidación rápida acompañasa de una sustancia combustible que genera calor.
— ¿Esto tiene que ver con el esperpento? — cuestionó, la clase es sin sentido para él. —
Suspiró.
Conoce el temperamento y la poca paciencia de Bakugo, pero si esa será su actitud, tendrá que darle una pequeña lección.
Elaine cierne su presencia sobre él, mirándolo desde su altura sin expresión. Decidida, alza la mano izquierda y rodea al trío en un círculo de llamas ardientes, que bailan y se alimentan del oxígeno dentro de la habitación.
Izuku chilla del susto, mientras que Shoto lo observa sin expresión.
— Apágalo. — ordena, mirando al rubio. — Si logras apagarlo sin ayuda, te dejaré irte de la clase.
El varón frunce el ceño, mira a sus dos compañeros y aprieta los puños. Quizá el pecoso podría hacerlo de un sólo golpe, es más que obvio que Todoroki lo haría usando su propio don, pero en su caso, ¿Cómo podría apagarlo? La impotencia en él aumenta, y la furia se refleja en sus orbes rubies.
Dorado y escarlata se encuentran en una pelea que ya tiene un ganador, pues es más que evidente que él no podrá hacerlo. Muerde su lengua, Elaine ya le había advertido antes que su soberbia no lo llevaría a ningún lado, y nuevamente debía darle la razón, porque una vez más volvió a derrotarlo.
— Eso creí. — murmuró, desapareciendo las llamas con un chasquido de dedos. — ¿Creen que sólo por saber usar su don podrán ganar? — cuestionó, molesta. — No es así, tienen que conocer su don y cómo funciona.
Ante el silencio prosiguió, explicando el tetraedro de fuego; el cual es un concepto introducido por Walter Hasserler. El concepto revela cómo el fuego puede propagarse y tener continuidad. Ante la ausencia de cualquiera de los elementos del tetraedro — oxígeno, combustible, calor — el fuego se extingue.
Para que el incendio pase de un triángulo a un tetraedro del fuego, existen cuatro tipos de elementos: combustible, comburente, calor y reacción en cadena. Este último factor hace que el fuego progrese cuando desprende el calor que es transmitido al combustible que se realimenta y continúa la combustión. Es el componente indispensable en el tetraedro del fuego, que ocurre cuando el fuego se autoalimenta y se comienza a propagar rápidamente. Cuando la combustión comienza a producir más calor, se aumenta la temperatura y la velocidad de la reacción en cadena.
— Entonces, nos explica esto porque teniendo en cuenta los factores, sabremos cómo actuar. — recapitula, Deku. Está tomando notas con el teléfono.
— El tetraedro sólo se formará cuando haya una gestión en cadena. — destacó con plumón rojo. — Si lo tienen claro, podrán identificar como extinguir un incendio.
— Nee-san, en cuanto a la pregunta de Bakugo, ¿Las llamas de Dabi son más poderosas? —
— Lo son. — confirma. — Más poderosas, y más peligrosas. — dijo seriamente. — El color del fuego determina su energía calórica.
«Por ejemplo, el naranja arde a 2000° grados Fahrenheit, las blancas hasta 2600° y las azules hasta 5432°. Éstas últimas se usan para la fundición del hierro.»
— Si tomamos en cuenta la apariencia de ese tipo… — murmuró el rubio. — Es más que obvio que se quemó, puede no alcanzar esas temperaturas.
— Eso no lo sabemos, por eso les estoy enseñando. — admitió. — En algún futuro, es posible que tengamos que enfrentarnos a él. — bajó la mirada. — Aunque es más que obvio que no irá por mí, porque sabe que no puede ganarme.
— ¿Y las llamas violetas? — la inocente pregunta del menor le hizo boquear, sorprendida. — Durante el ataque de los nomus en Hosu, Taiyō-senpai usó ese movimiento.
— En ese caso, se necesita de un fuego intensamente caliente para que adquiera ese color. — mordió el interior de su mejilla. — En la naturaleza existen, pero son sólo un poco más fuertes que las azules.
«El movimiento que vieron, no fue especial». Aplastó los labios, pensando en él. «La mezcla de nuestras singularidades lo creó, y lo único que sé es que es más fuerte que cualquiera que haya visto».
Finaliza la clase con un par de combates cuerpo a cuerpo, usando sus dones de por medio. Han mejorado mucho si se toma en cuenta el como llegaron a la agencia, pero todavía dejan muchos puntos vitales accesibles, y eso le está molestando. En cuatro meses la guerra se desatará, no tiene mucho tiempo para prepararlos, por eso debe velar por las alternativas o planes extras; uno de ellos es su compañero.
Si Mirio recupera su Don, quizá podría estar más tranquila. No es que desconfíe de los demás, pero teniendo en cuenta que Shigaraki puede destruir cualquier cosa que toca, Lemillion es el único que puede acercarse lo suficiente sin ser herido. Aún así, no está dispuesta a perder a sus seres queridos; es consciente que necesitarán la ayuda de muchísimos héroes durante la guerra. Sólo los más fuertes podrán enfrentarse cara a cara con los líderes del frente de liberación paranormal, aquellos que puedan atacar de lejos para no salir heridos. A su mente viene Hawks, su novio deberá alejarse de Dabi, porque su elemento lo hará pedazos.
Al salir del gimnasio se desvía de su camino usual, yendo hasta la residencia en donde la pequeña Eri se está quedando. Ella también será de gran ayuda cuando sepa como controlar su singularidad, es una de las piezas más importantes que tiene la academia, y sabe que no van a usarla como un arma, tal cual hizo Chisaki Kai.
Eri es una niña que merece ser amada, ella se encargará de eso.
Antes de que Elaine pueda reaccionar, ve a Aizawa correr hasta la resistencia con la preocupación reflejada en su rostro.
Algo le pasó a Eri.
ᚐᚑᚑ⬪ᚑᚑᚐ
ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s
◎ Después de confesarle a Enji que está enamorada de Dabi, se sintió mucho mejor. A pesar de eso, conocer la verdad por la boca de su padre le provocó mucha cólera.
◎ Fue tanta que estuvo más sensible de normal por varios días, y por eso su paciencia — al lidiar con Bakugo — fue menor.
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+115 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 200 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.
˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!
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