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𝐃𝐈𝐒𝐂𝐈𝐏𝐋𝐄

❝ Es por eso que necesito de tu ayuda, de los cuatro grandes, eres la más responsable. ❞
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Las clases por fin habían terminado, pero Elaine tuvo que quedarse un poco más para cumplir su castigo. Aún así, el trabajo no es complicado, ya que sus compañeros son bastante pulcros y limpios; Sólo debía barrer, pasar la mopa y ordenar los pupitres antes de irse. Cumplía con su tarea llevando los audífonos con el volumen al máximo, tararea las canciones en voz baja mientras limpia, está tan enfrascada en sí misma y en lo que está haciendo, que no es capaz de notar la presencia de Erased. El hombre la observa durante unos segundos en silencio, siguiendo sus “maravillosos” pasos de baile con la mirada, se le ve bastante entretenida a pesar de que aquello era un castigo.

La menor lo estaba dando todo al ritmo de «Crazy» de ITZY, hasta que al voltear, se quedó cara a cara con su profesor. Elaine soltó la escoba del susto y por poco ella también cae al piso, pero para su suerte, ya no podía humillarse más frente a nadie.

El adulto suspiró.

— ¿Ya has terminado? — preguntó con su usual tono cansado.

— Casi termino. — respondió, sentía el rostro caliente debido a la vergüenza. — ¿Hay algo que necesite, Aizawa-sensei? —

— Necesito un favor. — contestó, rascando su nuca. — Después de que termines, ve a la sala de profesores.

La menor ladea la cabeza, preguntándose de qué se trata. Eraser no era del tipo de maestros que pidiera favores o ayuda a otros estudiantes, prefería hacerlo por el mismo; así que su petición se le hizo curiosa y no dudó en aceptar. Incluso, llegó a pensar que se trataría de algo relacionado con Eri, ya que la última vez que la llamó a su oficina fue por eso.

Elaine sonríe, contenta.

— Claro, allí estaré. — ambos vuelven a intercambiar una mirada, logrando que ella sienta vergüenza por el espectáculo que dio.

— Eres buena. — murmuró antes de irse, refiriéndose al baile.

El rostro de la fémina le hizo competencia a su cabello, soltó un chillido mientras se cubría la cara con las manos, dejando caer la cabeza contra el primer pupitre que se cruzó por su camino, ¡no podía más con la vergüenza! Debería de haberse asegurado de cerrar bien la puerta o al menos, no tener el volumen al máximo, quizá así hubiera notado que su profesor estaba allí, ¡Ojalá la tierra la tragara! ¿Cómo iba a verle la cara a Aizawa-sensei?

Suspiró.

Se dio ligeras palmaditas en las mejillas, soltando todo el aire retenido y se dijo a sí misma que debía calmarse. Después de ello, recuperó la compostura y continuó con su labor sin más complicaciones, terminando en menos de veinte minutos.

Luego de guardar los instrumentos de limpieza en el armario, se dirigió con rapidez hasta la sala de profesores. Todavía se preguntaba cuál era el favor que el mayor quería pedirle, sin dudas estaba muy curiosa.

Al llegar, asomó la cabeza después de tocar, encontrándose de espaldas a dos varones, uno de ellos era su profesor pero al segundo no lo conocía; era un joven de primer año, eso lo sabía por la cantidad de botones en sus hombreras. Su piel es pálida y al igual que el héroe, tiene unas ojeras bastante marcadas, como si el descanso le faltara; su rasgo más llamativo era su esponjoso cabello lila, color que compartía con su iris.

Al momento en el que sus ojos chocaron con los de él, bajó la mirada y realizó una reverencia muy respetuosa.

— Adelante, Elaine. — asintió, cerrando la puerta detrás de ella. — Déjame presentarte a Hitoshi Shinso, de la clase C. —

— Es un placer. — murmuró el menor, agachando la cabeza.

— El placer es mío. — respondió con una sonrisa, provocando que el más bajo desviara la mirada. — ¿El favor que tiene que pedirme se relaciona con él? — preguntó directamente, curiosa.

Él de cabello azabache se tomó del puente de la nariz, pero no lo negó, ella siempre estaba un paso adelante.

— Así es. — responde, observando al menor. — He estado entrenando a Shinso desde el festival deportivo, pues tiene gran potencial para unirse a la clase de heroísmo. — la fémina le da una mirada significativa, alzando una ceja.

— ¿Qué es lo que debo hacer? — el menor abrió los ojos con sorpresa, no esperaba que ella aceptara tan rápido.

— En unos días se realizará la prueba para medir las habilidades de ambos salones, lo sabes, ¿no? — Sunvely asintió. — Pretendo que él use esa oportunidad para demostrar su valía, y decidir, dependiendo de su desempeño, en que clase se adaptará mejor.

«No planeo que lo entrenes o le enseñes técnicas nuevas en tan poco tiempo, porque es algo que he estado haciendo desde hace meses.

El problema es que aprende demasiado rápido, y está comenzando a imitar mis movimientos, por lo que cada vez es más difícil tomarlo por sorpresa.»

— Y también existe el problema de que no conoce a nadie más que a usted. — dijo, mirando al menor. — Es decir, a diferencia de las otras clases que se conocen los unos a los otros, y saben como contraatacar, Shinso no conoce a nadie más que a usted en ese ámbito.

— Correcto. — contestó cruzando sus brazos. — Es por eso que necesito de tu ayuda, de los cuatro grandes, eres la más responsable.

Y no mentía, a los ojos de Shota, Taiyō cumplía con la mayoría de características. No podía pedirle ayuda a Togata porque se encontraba cuidando de Eri, Tamaki es demasiado ansioso y tímido como para siquiera preguntarle; ni hablar de Hado, que es muy parlanchina, no se toma las cosas en serio y se distrae con facilidad.

— Está bien. Déjemelo a mi Aizawa-sensei. — aceptó, tomando las manos de Shinso, decidida. — Me encargaré de su entrenamiento por hoy, espero estés listo porque no seré nada blanda.

Él varón parpadeó un par de veces, desviando sus ojos desde su maestro hasta la pelirroja. Erased asintió levemente hacia él, dándole a entender que confíe en su criterio y que obedezca a la fémina en lo que sea necesario.

— Cuide bien de mi, Taiyō-senpai. — pronunció con timidez.

Después de todo, ella fue instruida y entrenada por el actual número uno, no es algo a mirar en menos, pues a pesar del renombre de Enji Todoroki, ella llegó a donde está por mérito propio. No entró por recomendación a diferencia de Shoto, y sus calificaciones son muy buenas, cada año se supera más y demuestra sus habilidades como futura profesional, sin duda es una de las proezas más grandes que tiene la UA junto a Mirio.

— Te veo en el gimnasio gama en quince minutos. — ordenó, guiñandole un ojo. — Si llegas tarde, te castigaré.

Pasó saliva.

«De cierta forma eso sonó como una amenaza» se dijo el varón a sí mismo, observando como Elaine salía de la sala con una enorme sonrisa, como si diera saltitos.

— Te aconsejo no llegar tarde. — murmuró el azabache, metiéndose en su saco. — Elaine no es alguien a quien tomar en broma.

Shinso observó detenidamente al mayor, él no estaba mintiendo, se lo decía completamente en serio… ¿En realidad era tan severa como decían? Su apariencia y personalidad distaba mucho de lo que decían de ella, lucía realmente amable, no podía creerse las palabras dichas por la clase B después de haberla conocido en persona, es decir, ¿Cómo podrían llamarla monstruo cuando en realidad parecía regalar besos y abrazos? Aunque no la había podido conocer durante el campamento de verano, no podría ser tan severa, ¿o sí?

Shinso esperaba que no.

Suspiró.

Mientras ella esperaba al varón, estiraba su cuerpo y hacía calentamiento previo, no quería tener alguna lección, pues se propuso luchar de forma seria con él. Quería comprobar con sus propios ojos si es tan bueno con Erasedhead, después de todo, no cualquiera podía darse el lujo de ser discípulo suyo. Su maestro es una persona reservada, alejada del ojo público y que trabaja en silencio, es difícil incluso tomarle una foto en acción, sin duda alguna, Shinso debe tener algo muy especial como para que Shota decidiera ponerlo bajo su ala.

— Justo a tiempo, entra. — dijo, invitándolo a pasar.

Ya estaba cambiado, al igual que ella, viste su uniforme deportivo y algo que se le hace curioso, es la máscara negra que lleva puesta, justo a unos artefactos que conoce muy bien; un arma de captura hecha con fibra de carbono, la cual es usada por el mayor tanto de forma ofensiva como defensiva, además de ayudarle a capturar villanos.

— Déjame presentarme de nuevo. — sonrió, acercándose hasta él. — Taiyō Elaine, hoy estaré a cargo de ti, es un gusto.

— No hace falta que se presente, Taiyō-Senpai. — contestó con timidez. — Es imposible que alguien no la conozca, fue muy popular durante el festival cultural. — eso le hizo reír, relajando a Shinso.

— Muy bien, entonces comenzaremos de inmediato. — dicho esto, le pidió que calentara unos minutos antes de empezar.

Mientras el menor calentaba, la fémina explicaba lo que harían a continuación. Elaine quería comprobar su lucha cuerpo a cuerpo, desconocía su singularidad pero podía darse una idea de cómo funcionaba debido a máscara, por lo que suponía que era algo más asociado a lo mental que a una de tipo emisor. Entonces, le propuso a Shinso luchar sin sus singularidades, pero dejando que él use las armas de captura, pues quería saber qué tan bueno era con ellas y cuánto había aprendido de Aizawa.

La pelea comenzó con un ataque frontal por parte del varón, debía admitirlo, era muy veloz pero no más que ella. Era bueno usando el arma de captura, lo que demostraba lo mucho había entrenado para dominarla.

Comenzaba a notar lo mismo que su maestro notó en él, no cualquiera lograba seguirle el ritmo a Shota, y menos aprendía a usar su arma en tan poco tiempo, en menos de un año logró un manejo casi impecable, sin dudas Shinso tiene muchísimo potencial. También es rápido para leer el panorama, a pesar de que nunca se ha enfrentado a ella, es muy cauteloso y no se arriesga más de lo necesario, algo que le gusta, es precavido.

Finalmente, ella decide dejar de jugar y ponerlo a prueba, terminando la pelea pocos minutos después. Tenía el cuerpo del menor sobre el piso, con ella sobre su espalda al haberlo inmovilizado con una llave, y aunque él intentó safarse no pudo, Elaine le gana en fuerza y tamaño.

— Debo admitir que eres muy bueno. — confesó, liberando al varón. — Tienes talento.

Las mejillas del menor se colorean de un tenue color rosa, pues no estaba recibiendo halagos de cualquier persona, sino de Elaine: Una de los integrantes de B4. Además, todos en la academia la conocían, no sólo por su desempeño dentro de esta, sino por todo lo que había logrado a su corta edad, él la admiraba muchísimo.

— Gracias. — murmuró con vergüenza. — He estado entrenando muy duro porque quiero unirme al departamento de heroísmo. — comentó, tomando la mano que ella le ofrecía para levantarse. — Y Taiyō-senpai es mi último obstáculo por decirlo de alguna manera.

— Te deseo muchos éxitos, Shinso. — sonrió, acariciando su cabellera. — Estoy segura de que vas a lograrlo.

Dicho esto, volvieron a luchar un par de veces más, en donde Elaine corrigió algunas de sus posturas y le enseñó técnicas nuevas. No sabía si contaba como trampa, pero le comentó sobre las singularidades a las cuales se enfrentaba, para que pudiera prepararse. No recordaba a todos los estudiantes de primer año, pero si a los más destacados, quienes serían la piedra en el zapato del varón.

En medio de un pequeño descanso, el varón le explicó como funciona su singularidad y la sorpresa en el rostro de Elaine era evidente, es decir, ¡Era increíble! Era perfecta para la lucha contra villanos, si lograba hacer que alguno de ellos le respondiera, quedaba inmediatamente bajo su lavado de cerebro. Entonces, la pelirroja se preguntó por qué un don como el suyo acabó en la clase C, cuando en la clase A está el imbécil de mineta, con una singularidad mediocre e inútil.

— Gracias por ayudarme, Taiyō-senpai. — agradeció, secándose el sudor. — Aprendí mucho, lo pondré en práctica.

— Puedes dejar de ser tan formal. — dijo, restándole importancia a los honoríficos. — Llámame Elaine.

— Es un poco nuevo para mí, pero lo intentaré… — la más alta carcajea, divertida.

Después de terminada la lección, pudo volver de una vez a su habitación. Estaba exhausta, y lo único que quería era poner la cabeza en la almohada y dormir hasta el día siguiente. Elaine espera de todo corazón, que Hitoshi pueda ser transferido de salón, porque se lo merece, ella cree fielmente que hará un gran trabajo el día de la prueba, y si es sincera, sería lindo tenerlo en la Clase A, para que sea amigo de Shoto.

De regreso a su habitación recibe un mensaje de su madre, recordándole  que ese fin de semana tienen su primera cena familiar. Si es honesta, no siente tanta ansiedad como al principio, tener esa conversación con sus padres y dejar las cosas claras fue positivo para ella, pues, a pesar de que sigue siendo incómodo convivir con ellos, y que el resentimiento por haberla abandonado sigue allí, sigue adelante sin dejar que eso vuelva a afectar como antes, y está orgullosa de eso.

Dos días después de aquello, mientras se encontraba en medio del descanso antes del almuerzo, es interceptada por el menor, quien corre hacia ella con una enorme sonrisa.

— ¡Taiyō-senpai! — le llama, deteniéndose frente suyo.

Alzó las cejas, curiosa y esperando que Shinso recupere el aliento.

— Hola. — saludó con una risita.

— Taiyō-senpai… — volvió a repetir, ahora más calmado. — Muchas gracias por sus consejos, los he aplicado bien. — dijo, especialmente feliz. — He sido transferido de clase, estoy muy feliz, ¿puede creerlo? — cuestionó con ilusión.

— Por supuesto que lo creo. — le guiñó un ojo. — Te dije que ibas a lograrlo, y bien, ¿En qué clase quedaste? —

— Clase B. — contestó sin perder la sonrisa, aunque ella hizo un puchero. — ¿La decepcioné? —

— ¡Claro que no! — negó de inmediato. — Es solo… Esperaba que fueras amigo de Shoto. — admitió, derrotada.

Hitoshi se echa a reír, entonces era verdad lo que decían de ella. Todos comentaban que Taiyō Elaine se preocupaba al extremo por Todoroki Shoto, hasta el punto de intentar buscarle amigos. De cierta forma, esa actitud se le hizo muy tierna, era la primera vez que veía a una relación de hermandad tan cercana como la que ambos compartían.

— Shoto ya tiene buenos amigos. — respondió, provocando una sonrisa en ella.

En medio de su plática, el menor le explicó con mucha ilusión como funciona la transferencia entre clases, lo que la llevó a pensar inmediatamente en su hermano menor: Frey. Él deseaba convertirse en héroe, pero ya tenía diecisiete años y no había entrado a ninguna academia de heroísmo. Después de aquella conversación, se quedó pensando en ello, preguntándose si el rubio podría postular a ese beneficio al demostrar su valía; tendría que averiguarlo.

Cuando regresó a su habitación después del almuerzo, se dispuso a escribir una carta para su hermano menor, comentándole de forma breve lo que sucedió con Shinso. Volviendo a preguntar si él realmente quería convertirse en un héroe, si era así, Elaine lo apoyaría lo más que pudiera para que cumpla su sueño. Incluso si tiene que entrenar con él, y ayudarlo a estudiar para el examen de ingreso lo haría, porque es su hermano, y no se le hacía justo que abandonará su deseo por culpa del egoísmo de Frejya, quien es Quirkless.

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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

◎ La escena del inicio está basada en un hecho real, pues una trabajadora de una cafetería en Corea, fue grabada — y pillada — por su jefe bailando la misma canción de Elaine y teniendo su reacción.

◎ Se me hizo muy gracioso en su momento, por eso decidí agregarla. Además de que Elaine es gran fan del Kpop, por lo que sí escucha a Itzy.

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+105 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 160 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.

˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!