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𝐀 𝐇𝐀𝐑𝐃 𝐃𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍

❝ Construiré una casa en un lugar adecuado para todos. Reciban allí a su madre, el médico dice que podrá irse pronto. ❞
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Después del ataque de Ending, Enji regresó a su hijo sano y salvo a casa; sólo en ese momento, Fuyumi se enteró de lo ocurrido. Su primera reacción fue alarmarse pero al notar que estaba bien, sus nervios bajaron gradualmente, allí es cuando une los cables y descubre que la razón por la que Elaine se marchó deprisa y sin siquiera mirar atrás fue por esa.

La albina se tocó las sienes, un poco molesta. Comprende que no le haya dicho en el momento, porque reconoce que no es buena manteniendo la calma y es más que probable que hubiese entrado en pánico. Le hubiese gustado poder increparla en el momento, ya que la tenía literalmente frente suyo pero su padre la interrumpió.

— Fuyumi, a ellos ya se los conté. — dijo, viendo de reojo a los menores. — Estás intentando construir un hogar al que mamá pueda volver tranquila.

«Lo siento. Dejé todo en tus manos, pero ya puedes relajarte.»

La única forma que tenía para compensar todo el daño que hizo, es prácticamente dejar que ellos rehagan su vida sin él. Después de todo, él es el causante del mal, él destruyó a la familia, él comenzó con todo ese ciclo de abusos y es quien va a terminarlo. Es imposible que su esposa llegue a perdonarlo, Enji no está presente en aquel sueño que tiene todas las noches y eso es una señal. La señal que necesitó para darse cuenta de que es quien debe marcharse, porque no merece ser feliz junto a ellos.

— Construiré una casa en un lugar adecuado para todos. — continuó. — Reciban allí a su madre, el médico dice que podrá irse pronto.

«Sé que es repentino, pero prepárense para mudarse». Sin más que agregar, sigue con su camino.

Elaine aprieta el brazo de su hermano, buscando apoyo. Si bien Enji les comentó que construirá una casa donde Rei pueda residir sin problemas, jamás lo planteó de esa manera, ¿Por qué parecía como si se estuviera despidiendo? No le gustó la idea de separarse, no de esa forma. Dejarlo abandonado en esa casa suena horrible, es prácticamente como si lo sacaran de la familia, ¿Cómo podría permitir eso? Ella mejor que nadie sabe cómo se siente, no puede dejarlo pasar.

— ¡Espera! — pidió la mayor. — ¿Y tú, papá? — cuestiona, abrumada.

— ¿Qué harás tú, papá? — intervino Elaine, acercándose lentamente.

Enji ama a sus hijos, también adora a su familia y es por eso que va a dejarlos ir. Él no puede fingir que nada ha pasado, ni espiar los errores que cometió; es incapaz de cumplir el utópico sueño de Fuyumi, no podrán ser una familia feliz y completa, porque él no los hace feliz. Es lo contrario, él no provoca alegría ni risas, su sola presencia mata el ambiente y hace que todos se queden en silencio. Aunque quisiera ser egoísta y disfrutar de aquello, sabe que no se hará realidad, porque aunque intente por todos los medios enmendar su error; las cicatrices no se borran, y el perdón no cambia nada.

Ni mucho menos trae a los muertos a la vida.

— Me quedaré aquí. — contestó, retomando su camino.

Fuyumi ahoga un gemido, petrificada, incapaz de pronunciar palabra. En cambio, la pelirroja negó rápidamente con la cabeza y lo siguió hasta su habitación con el rostro colorado, iba a volver a llorar, ¿Cómo espera que lo deje pasar? Él sabe lo mucho que sufrió cuando la expulsaron de la familia, ¿piensa que va a permitirlo? ¡Ni loca!

Lo alcanza antes de que pueda entrar, Elaine pega su cabeza a la espalda del mayor y lo abraza con fuerza, no puede asimilar la noticia, ¿Abandonar a su padre? ¿Realmente pretende que todos hagan eso? Joder, fue un horrible progenitor pero ella más que nadie sabe lo que se siente ser abandonada como si fuese un perro. Ni siquiera Natsuo fue capaz de decir algo, no pudo hacer contacto visual porque mantuvo su mirada baja, a nadie le cayó bien su decisión, ¿no puede darse cuenta? Sus hijos no están cómodos con su decisión, Fuyumi se ve sumamente afectada y Natsuo ni siquiera emitió palabra, ¿Creyó que era lo correcto? ¿Por qué demonios en esa familia nadie sabe comunicarse de forma normal?

¿Renunciar a esa casa? ¿Mudarse? No, nunca dejaría ese lugar y mucho menos abandonaría a su padre allí. Está repleto de recuerdos de todo tipo, algunos tristes, otros felices y otros muchos divertidos; se niega a dejar atrás el lugar donde ha pasado gran parte de su vida, y sí, es sumamente egoísta de su parte, pero tampoco planea darle una cucharada de su propia medicina a Enji. La venganza no soluciona nada, nunca lo ha hecho.
La violencia sólo genera más violencia, lo único que deben hacer es detener el ciclo y comenzar a sanar. No quiere decir que con una terapia de pareja — para Enji y Rei — vaya a salvar su matrimonio ni a solucionar su vida, pero sí los ayudaría a dejar rencores atrás y a hacer su convivencia más amena. Lo mismo requieren el resto de sus hermanos, ninguno de ellos ha tomado terapia a pesar de saber que la necesitan.

Es empática, no desea que nadie pase por lo que ella tuvo que pasar. No quiere que su padre se sienta desplazado, sabe lo dolorosa que es la soledad; porque ella más que nadie anheló el amor de sus padres y Enji debe querer sentir lo mismo por parte de su familia. Y no, no es lo mismo el tipo de cariño que recibe de ella al que desea por parte de sus hijos biológicos, ella sabe que no puede compararse en ese sentido.

— Si esta es la decisión que has tomado para compensar tus errores, lo acepto. — murmuró contra su espalda, sintiendo al héroe tensarse. — Pero no esperes que te abandone como si fueras un perro. — se tragó las lágrimas. — Dividiré bien mi tiempo, veré a mis abuelos, a mamá y a ti seguido.

«Te lo prometo, papá. Todo estará bien»

Una ligera risa se escapa del mayor, dando media vuelta y alzando el rostro de su hija. Quiso volver a reírse al ver la mueca en su rostro colorado, había llorado tanto horas atrás que ahora sus ojos parecían totalmente asiáticos, se veía ciertamente graciosa pero se tomó en serio sus palabras; y decidió responder de la misma manera.

— Pareces una niña. — murmuró, revolviendo su cabello. — Sé que harás lo correcto, Elaine. — responde. — Y no estoy siendo abandonado, yo me estoy sacrificando por la felicidad de mi familia, ¿lo entiendes? — ella asiente, lloriqueando.

— ¡Aún así no te dejaré solo! — chilló como una niña, sorbiendo su nariz.

— Deja de llorar, ¿Cómo es que puedes seguir llorando? — preguntó con verdadera curiosidad. — Si vieras tú rostro ahora mismo… —

— ¡No te burles de mí! — le miró mal. — ¡Y no cambies de tema! —

— Lo he estado pensando desde hace un tiempo, así que está bien. — sujetó sus hombros. — No tienes que escoger a ninguno de los dos, todo seguirá igual que hasta ahora.

¿Por qué Elaine creía que se iban a distanciar? ¿Su elección de palabras fue errónea? Se veía como una niña a la que le dan la noticia de que sus padres se van a divorciar, aunque en su caso… Quizá sea remotamente similar. Si bien no iba a divorciarse de su esposa, no vivirán en la misma casa pero no es algo extraño, pues desde que Sunshine es una niña han tenido la misma dinámica, él tampoco pasa tanto tiempo en casa. Incluso a veces duerme en la agencia, ¿Por qué parece tan afectada? No es como que vayan a dejar de verse, es interna en su agencia y cuando se gradué, trabajarán juntos.

— Lo sé… — murmuró, sintiéndose ridícula. — Es sólo que pensé en cómo me sentí cuando me sacaron de la familia. — admitió. — No quería que pasaras por lo mismo.

Él suspira.

Björn y Frigg hicieron un gran trabajo criando a Elaine, sin duda alguna es la persona más amable que conoce. Incluso con un monstruo como él es capaz de mostrar empatía, ¿Cómo se atrevió a dañarla? ¿Cómo pudo dañar la inocencia de sus hijos? Se arrepiente tanto de lo sucedido, quisiera poder hacer algo más para arreglarlo; incluso daría su vida por traer a Touya de vuelta, sólo de esa forma sentirá que ha podido compensarla de alguna manera, porque no hay otra cosa que pueda darle para que realmente sea feliz. Los ojos de Elaine no son iguales a los que recuerda que tenía cuando era una niña, y la razón es más que clara: su hijo.

— Estoy muy orgulloso de ti. — dijo repentinamente, confundiendo a la fémina. — Y en lo que te has convertido.

— Yo también. — responde, sorprendiendolo. — Has cambiado, papá. — sonríe, dándole un fuerte abrazo.

Ojalá la paz dure para siempre. Aunque sabe que es imposible, pues la guerra puede estar a la vuelta de la esquina, desea pasar la mayor cantidad de tiempo posible con su familia, disfrutar de ellos antes de que sea demasiado tarde. Los últimos dos ataques que sufrió su padre le confirman las sospechas que tiene, hay alguien detrás de todo esto, alguien que disfruta de su dolor. Y lamentablemente al ser el número uno, muchos lo detestan, incluso los que están en el mismo bando que él. No necesita pruebas para confirmar que hay corrupción dentro de su propio sistema, porque es más que obvio que lo hay.

Elaine sabe que hay algo que ha estado alargando demasiado y que es tiempo de cortar. No volverá a pasar por lo mismo una vez más, no va a arrepentirse de su decisión.

Unos días más tarde de lo sucedido esa noche, la fémina volvió formalmente a clases, durante ese período de tiempo se abrió una investigación en torno al caso de Ending. La policía quiere saber quién fue la persona que le vendió el booster, pero el villano ni siquiera tiene un nombre o una descripción física. Las respuestas dadas por el reo, indican que — como lo sospechaba Elaine — todo fue planeado, y que fue la misma persona que le dio la droga, quien proporcionó la dirección exacta de la casa del héroe número uno.

Esta información no dejó a la pelirroja en paz, porque si bien pronto sus hermanos se mudarían, Enji continuaría viviendo allí, y no es seguro para nadie. Debido a esto y teniendo presente los acontecimientos ocurridos, decidió acudir a la clase H para pedir nuevos equipos y accesorios, pero no para ella sino para su familia. No puede estar tranquila sabiendo que hay un loco suelto que acosa a su padre a tal punto de saber su dirección, tampoco quiere que ninguno de sus hermanos o abuelos pasen por lo que pasó Natsuo, fue algo traumático para él y no desea repetirlo.

El bello cabello carmín que antes le llegaba al inicio de su cadera, ahora cae con gracia sobre sus hombros. Sí, se lo ha cortado, es indispensable que lo haga. A pesar de que sabe que ninguno de ellos lo usará para luchar — a excepción de Shoto y Endeavor — sabe que su cabello es muy resistente, especialmente a las altas temperaturas, algo que les ayudará en los momentos más difíciles.

Caminó por los pasillos de la academia, buscando el departamento de apoyo. Tenía en mente a una persona en específico para que realizará su petición, y esa era Hatsume Mei. La vio participar en el festival deportivo junto a sus creaciones, y es asombrosa, sin duda tiene un talento innato. Espera que el maestro a cargo — Power Loader — tome su petición, realmente quiere que la menor se encargue de la creación de sus dispositivos.

Tocó la puerta a pesar de estar abierta, desde allí pudo ver a un par de estudiantes trabajando en sus gadgets, incluyendo a Mei.

— ¡Taiyō-senpai! — fue la primera en saludar, quitándose las gafas e invadiendo su espacio personal, aunque no le resultó incómodo. — ¿Qué la trae por aquí? —

— Hatsume, ya te he dicho que dejes de incomodar a los invitados. — intervino el mayor, caminando hacia ellos.

La relación entre el héroe y su alumna es bastante complicada, es más bien un compresión/odio. Mei suele hacerlo enojar fácilmente debido a su carácter imprudente, y él suele amenazarla con prohibirle el paso al taller, aunque admite que es muy inteligente y a la vez, productiva.

— Buen día, Maijima-sensei. — saludó con cortesía.

— Buenos días, joven Taiyō. — contestó con naturalidad.

El jefe del departamento de desarrollo era nada más y nada menos que el héroe excavador: Power Loader. El profesor es un hombre de baja estatura con el cabello largo y anaranjado, es de piernas pequeñas y sus manos son mucho más grandes a comparación del resto de su cuerpo. Aunque por sí sola su apariencia ya es llamativa, su traje de héroe consta de un gran casco amarillo en forma de garra que da la ilusión de estar sonriendo.

La diferencia de alturas entre ambos es abismal, pues el varón sólo mide 1,55 centímetros.

— ¿Le pasó algo a tu traje de nuevo? — preguntó al ver el largo de su cabello. — No era necesario que lo cortaras, teníamos un repuesto con el resto de la última vez. — Elaine negó.

— No, mi traje está bien. — sonrió, entregando el contenedor con su cabello. — He venido para pedir algunos accesorios.

— Ya veo, sígueme. — indicó, pidiéndole que cruce la puerta. — ¿Qué es lo que tienes en mente? — cuestionó, tomando un lápiz y comenzando a escribir su nombre en el lienzo.

— Para mi uso particular requiero de un visor y un par de tapones de oído. — contestó. — También seis pares de un intercomunicador sin contar el mío.— el héroe volteó a verla con extrañeza.

— ¿Quieres siete? — ella asintió. — Bien, ¿algún diseño en particular? —

— Similares al estilo de las botas de mi traje. — el varón acepta, trazando algo rápido en la hoja.

— En tu caso, será mejor fusionar el intercomunicador con los tapones. — murmuró, escribiendo algo en la tablilla.

Mientras la menor le explica cuáles son los usos qué le dará a cada instrumento, el varón busca en la computadora de la academia cualidades sobre el quirk de la menor. Necesita saber todos los detalles para poder crear algo que se ajuste a ella perfectamente, su labor como creador es demasiado importante dentro de la academia. Después de todo, los trajes son un enorme apoyo para los héroes, sirven como potenciadores de sus propios dones.

— Aquí dice que eres capaz de usar la termografía, se filtra a través de tus ojos, ¿verdad? —

— ¡Si es así podemos usar vantablack para el visor! — Hatsume se une a la conversación, emocionada. — Resiste a las altas temperaturas y le permitirá bloquear la luz, ya que sus ojos son los que captan la IR del sol, ¿no es así? — la mayor sonríe, sorprendida.

El vantablack es una sustancia desarrollada por investigadores británicos en el 2014, se trata de un tipo de pintura creada a partir de nanotubos de carbono que es capaz de absorber hasta el 99, 965% de la luz, es el negro más oscuro que existe hasta el momento. Para ser creado se requiere una temperatura de 400 °C, aunque la NASA ha desarrollado una sustancia similar que soporta temperaturas de hasta 750 °C. El vantablack puede aplicarse sobre materiales que no soportan temperaturas más altas.

— Está bien. — acepta la mayor. — Aunque me gustaría que fuera algo ajustable, quiero decir, que yo pueda activar cuando quiero borrar mi visión por completo, ¿Es posible? — cuestionó preocupada.

— ¡Déjamelo a mí! — chilló la menor. — ¡Me haré cargo de su pedido! — rogó, juntando sus manos.

— En realidad, ya estaba pensando en ti cuando vine hasta aquí. — contestó antes de que el mayor pudiera hacerlo. — Vi tu desempeño en el festival, y supe que debías ser tú quien trabajará en mis accesorios.

— ¿Estás segura? — preguntó Power. — Hatsume suele causar accidentes, y no podemos desperdiciar tu cabello.

Elaine le da una mirada a la chica frente a ella, luce extremadamente emocionada. Sus ojos verdes brillan con intensidad, ve en ellos la pasión por su trabajo.

No lo duda.

— Correré el riesgo. — dicho esto, Mei se lanza sobre ella, riendo.

Se quedó media hora más dentro del taller escuchando todas las ideas y recomendaciones de la menor, su energía y pasión es contagiosa, por lo que no pudo borrar la sonrisa de su rostro en ningún momento.

Tomaron mucho en cuenta el trabajo que cumpliría el visor, pues no sólo serviría para proteger su vista a grandes alturas. Hatsume le recomendó un sistema de identificación de rostros, también un zoom que se activará de forma automática con un parpadeó en código. Elaine le pidió que todos los intercomunicadores tuvieran la misma línea de comunicación, y que en caso de peligro pudiera activarse una alarma que enviaste la ubicación en tiempo real a los dispositivos móviles.

Con esto, quería evitar que cualquier accidente similar con Natsuo volviera a suceder.

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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

◎ Natsuo aún no presenta formalmente a su novia, pero las féminas de la familia la conocen.

◎ Elaine comenzó a llamarle "furro" cuando le enseñó una foto suya y vio que su don tiene que ver con algún tipo de roedor.

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˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!