Draco adoraba los días cuando no tenía que ir a clases, hoy era uno de esos maravillosos días que tanto le gustaba.

─ ¡Ya lo logré! ─ Severus se acercó de repente sentándose cerca del árbol donde Draco tenía recostado su cuerpo.

─ ¿Qué cosa? ─ preguntó Draco.

─ La legeremancia, ya lo logré, pude leer los pensamientos de un compañero de mi casa sin que él se diera cuenta y sin provocarle daño ─ contestó Severus.

Draco se inclinó un poco en su lugar mirando a Severus al escucharlo, se sorprendió de que él lo hubiera logrado tan rápido.

─ ¡Felicidades! ─ dijo Draco sonriendo.

Le alegró saber que gracias a sus consejos y enseñanza Severus pudo aprender legeremancia tan rápido, aunque gran parte de todo eso era mérito del mismo Severus que puso todo su empeño en poder lograrlo.

─ No lo hubiera logrado sin ti ─ murmuró Severus ya que Draco le enseñó.

Severus se encontraba orgulloso de sí mismo por lo que había logrado, ni siquiera estudiantes de grados más altos sabían legeremancia como él.

Draco le sonrió, estuvieron ahí hablando por unos minutos de varias cosas, después de un rato de conversación cada uno tomó un camino diferente, Severus fue a la casa Slytherin y Draco a Gryffindor en dónde se encontró con James en el camino.

─ ¿De qué hablabas con Severus? ─ preguntó James al haberlos visto juntos.

─ Cosas de amigos ─ se limitó a responder Draco luego de escuchar su pregunta.

─ Yo soy tu amigo ─ le dijo James.

Draco se detuvo por un momento en el pasillo mirando a James al oírlo.

─ ¿Cuando acepté ser tu amigo que no me acuerdo? ─ preguntó Draco.

James frunció el entrecejo mirándolo confundido al escucharlo, él creyó que eran amigos pero por lo visto Draco no pensaba lo mismo y eso lo entristeció.

─ Pensé que éramos amigos ─ susurró James desviando su mirada de Draco.

Draco suspiró rodando sus ojos al ver la reacción de James, no entendía porqué James tenía tanto interés en él.

─ Solo estaba bromeando, no hagas tanto drama ─ dijo Draco mirándolo al verlo triste.

James lo miró de nuevo al escucharlo, inevitablemente sonrió después de estar triste por las palabras anteriores de Draco.

─ ¡No bromees así! ─ pidió James caminando nuevamente a su lado.

Al entrar en la sala de gryffindor, fueron a la habitación que compartían juntos.

─ ¿Qué harás en las vacaciones? ─ preguntó Draco mirándolo.

─ No lo sé, tal vez viajemos con mi familia a alguna parte y después volvamos a mi casa ─ dijo James tirándose en su cama mirando a Draco ─ ¿Y tú? ─ preguntó.

Draco no tenía la menor idea qué iba a hacer, no podía quedarse en Hogwarts en esas vacaciones largas, debía ir a alguna parte pero no tenía una casa en esa época para ir a quedarse. Dumbledore quién podría ayudarlo con ese problema no se encontraba desde hace tiempo en Hogwarts al estar en la búsqueda de los Horrocruxes.

─ No sé ─ susurró Draco mirando el techo de la habitación.

James se movió un poco incómodo en su cama, por lo que sabía, Draco no tenía una buena relación con sus padres y solo se llevaba bien con Dumbledore que era su padrino pero él no estaba en Hogwarts.

─ Puedes venir a mi casa ─ ofreció James.

Aunque no habló con sus padres para obtener su permiso, James estaba seguro que no se iban a negar que Draco estuviera con ellos.

Draco levantó sus cejas al escucharlo, si James lo volvía loco a veces al ser compañeros de casa, no quería imaginar el calvario que pasaría si tuviera que vivir un tiempo en la casa Potter, él no aceptaría eso por nada del universo, Draco prefería un pase directo a Azkaban.

─ No gracias ─ negó Draco.

─ ¿Por qué? ─ preguntó James.

─ Porque estaré con mi padrino ─ mintió Draco ya que no tenía idea de eso aún.

Draco esperaba que Dumbledore regresará a Hogwarts antes de salir de vacaciones para que lo ayudará con esa situación.

─ Entiendo ─ James sonrió comprendiendo, cómo pensó que Draco no tenía a dónde quedarse le había ofrecido su casa pero al saber que estaría con Dumbledore se alivio ya que no quería que estuviera solo.

Sirius entró en la habitación cerrando la puerta detrás de él, caminó hasta su cama tirándose boca abajo.

─ ¿De qué hablaban? ─ preguntó Black con curiosidad mientras tocaba su panza, había comido muchos dulces.

─ De las vacaciones, ¿Tú familia irá a algún lado? ─ indagó James.

Al escuchar a James, Sirius soltó un suspiro con frustración, vivir por un tiempo en su casa hasta que tuviera que volver de nuevo a Hogwarts iba a ser un calvario para él.

─ No lo sé, espero que no ─ dijo Sirius.

Sirius esperaba poder estar en paz y tranquilidad en todas las vacaciones pero sabía que eso era algo casi imposible, cuando su madre lo viera iba a soltar todo su veneno en su contra, cuando Sirius entró en Gryffindor había recibido muchas cartas de su madre diciéndole de todo por no haber sido seleccionado en Slytherin como todo Black, incluso recibió un vociferador, aunque se había librado de la reprimenda de su familia en el verano pasado al quedarse en Hogwarts, está vez sería diferente, tenía que ir a su casa de forma obligatoria.

─ ¿Por qué esa cara? ─ preguntó Draco mirando a Sirius.

─ Porque tendrá que ver a sus padres en las vacaciones por primera vez después de haber sido seleccionado en Gryffindor y no en Slytherin ─ aclaró James.

Draco miró a Sirius que estaba en silencio pensando, un poco le dio pena por lo que estaba pasando ya que conocía perfectamente bien lo que conllevaba ser miembro y heredero de una gran casa.

Su padre siempre le exigió mucho al ser el heredero de la casa Malfoy, Draco no quería imaginar cómo hubiera reaccionado su padre en su época real si en vez de quedar seleccionado en Slytherin hubiera quedado en Gryffindor como Sirius en esa época, ahora no se preocupaba por lo que sus padres dirían ya que ellos desconocían que él venía del futuro y era un Malfoy.

─ ¡Mi madre me matará! ─ aseguró Sirius.

Su madre era una mujer a quién él le tenía temor y odio por su manera de ser, no era un niño caprichoso que odiaba a su familia por una simple cosa, Sirius estaba seguro que su odio era justificado. Ellos querían obligarlo a ser algo que él no deseaba, jamás podría ser como ellos pero su familia no lo entendía.

─ No lo creo… te necesitan, eres el heredero de la casa Black ─ dijo James.

─ Bueno eso sí ─ asintió Sirius, podía estar tranquilo sabiendo que no lo iban a matar una vez que llegará a su casa.

─ Si matan a Sirius quedaría Regulus como heredero ─ agregó Draco.

Draco no conocía a su tío Regulus Black ni en esa época ni en la otra, por lo que sabía sobre él era que había muerto poco después de salir de Hogwarts.

Sirius levantó un poco su cabeza mirando a Draco luego de escucharlo hablar de su hermano, él le había comentado algunas cosas sobre Regulus durante las vacaciones anteriores que pasaron juntos en Hogwarts.

─ No creo que eso lo ayude ─ murmuró James mirando a Draco, no creyó que sus palabras le darían aliento a Sirius.

─ Lo siento ─ se disculpó Draco en dirección de Sirius por su falta de tacto.

A veces era bastante insensible ante el dolor ajeno, ésto porque fue muy bullying en su época anterior como estudiante de Hogwarts al creerse superior a los demás, a los que más bullying les había hecho fue a los Gryffindors, sobre todo a Harry Potter y a sus amigos.

─ Tal vez tengas razón ─ balbuceó Sirius.

─ Claro que no, lo máximo que pueden hacerte es estar muy molestos conmigo, no va a matarte, es ilegal ─ intervino James.

Sirius miró a James, soltó un suspiro al escucharlo, trató de ser positivo pero conocía demasiado bien a su familia, si no lo mataban como pensaba, sabía que sus padres iban a hacer algo en su contra por poner en vergüenza la casa Black al ser seleccionado en Gryffindor.

─ ¡Así es! ─ asintió Draco no muy seguro de sus palabras ya que conocía demasiado bien los alcances de algunos de su familia.

Al ver a Sirius aún decaído, James tomó una almohada de su cama y fue hasta Sirius golpeándolo, en cuestión de segundos hubo una batalla de almohadazos de parte de los tres, Draco se unió cuando James le dió un almohadazo en la cara, cuando Remus volvió de la biblioteca y abrió la puerta entrando a su habitación, se dió con un montón de plumas volando en el aire y no precisamente por causa de la magia, al ver a sus amigos con plumas por sus cabezas se dió una idea de lo que había pasado.

─ James empezó ─ delató Sirius a James.

James negó con su cabeza aunque en realidad Sirius dijo la verdad, Remus no dijo nada solo se quedó mirando las manos de James quién sostenía su almohada, al percatarse de eso, Potter sonrió soltando la almohada rota de Remus al suelo.

─ Sirius tiene razón, fue James el que empezó todo ─ aseguró Draco tosiendo al meterse una pluma en su boca.

Ninguno supo cómo pero su jefa de casa y actual directora de Hogwarts supo lo que habían hecho, entonces los hizo limpiar la habitación llena de plumas sin usar magia, el único que se había salvado de ese castigo fue Remus que no participó en el hecho.

Aquí les dejo una nueva actualización, espero que les guste y lamento la tardanza en actualizar.

Se vienen las vacaciones de Hogwarts y Draco aún no sabe a dónde vivirá.

Sirius tiene conflictos internos con su familia y teme la reacción de su madre cuando vaya a la casa.

¿Qué tal les pareció?