Severus tomó un libro de la biblioteca que había llamado su atención, se trataba sobre los giratiempos.

Se puso a leerlo en un rincón alejado del resto de los alumnos para que no lo interrumpieran en su lectura.

Todo lo que explicaba en el libro era algo que él ya sabía ya que no era la primera vez que leía sobre los giratiempos.

Cuando él entró a Hogwarts por primera vez había visto un objeto extraño colgando del cuello de la profesora Minerva Mcgonagall, y él como el niño curioso que era al no saber mucho en ese entonces del mundo mágico, investigó lo que eso era llevándose la sorpresa de que con ese extraño objeto se podía viajar en el tiempo aunque por un corto tiempo de algunas horas.

Si él volvía a investigar de nuevo sobre los giratiempos era exclusivamente por Draco a quién él lo vio también investigando sobre eso.

Severus frunció su ceño bajando por un momento el libro, él no tenía la mínima idea de por qué Draco estaba leyendo un libro de giratiempos ya que no era un trabajo que algún profesor hubiera dejado como tarea.

─ ¿Qué escondes Draco? ─ murmuró en voz baja soltando un suspiró.

Él tenía curiosidad y a la vez quería ayudar a Draco en lo que fuera que necesitará, pero él no le había dicho nada y Severus tenía un poco de pena confesarle que había visto que investigaba sobre los giratiempos sin su autorización.

Draco era uno de los mejores amigos que había hecho en Hogwarts y no quería echar a perder su amistad con él.

Él era el único aparte de Lily que le caía de maravilla ya que no lo juzgaba como la mayoría lo hacían solo por ser un Slytherin.

Severus suspiró dejando el libro en la mesa, hablaría con Draco cuando tuviera la oportunidad sobre ese tema.

James miró a Draco en silencio quién estaba en su cama leyendo un libro que James no tenía idea de qué era.

─ Príncipe ─ James habló hacía el rubio que lo ignoró completamente ─ bonito.

Draco suspiró rodando sus ojos detrás del libro que trataba de terminar de leer en ese momento.

Al ver que Draco no le hizo caso, James se levantó de su cama y se acercó a él sentándose en su cama haciendo que Draco lo mirará mal.

─ Potter ─ gruñó el rubio.

─ No me hacías caso ─ murmuró James mirándolo.

─ ¿Qué quieres? ─ Draco cerró el libro en sus manos prestando atención a James.

─ Lo siento ─ se disculpó James.

Admitía que había hecho mal al querer alejar a Severus de Draco, Remus se lo había hecho ver, sin embargo, era imposible no sentir celos cuando veía a Draco con Severus, a James le daba miedo de que el Slytherin lo influenciara para mal.

Después de todo, las serpientes eran malas ante la mirada de James. Él no confiaba en ellos.

─ ¿Por ser un idiota? ─ Draco levantó sus cejas.

─ No soy un idiota, tu amigo Slytherin es un idiota ─ dijo James.

Draco se sentó en su cama mirando con seriedad a James ya que venía a pedirle disculpas por lo que pasó, y ahora volvía a insultar a Severus.

─ ¿Esas son tus disculpas? ─ preguntó Draco mirándolo.

─ No, de verdad lo siento, prometo ser más tolerante con él ─ murmuró Potter.

Draco entrecerró sus ojos ya que dudaba de que eso fuera posible.

─ Nada de bromas hacía Severus ─ pidió Draco.

Él también fue un tanto bromista con sus “enemigos” en Hogwarts, o bueno, no fueron bromas sino maldades de su parte hacía el trío dorado, Draco no quería que algo así pasará con Severus.

─ Bien ─ asintió James ─ ¿Me perdonas?.

Draco blanqueó sus ojos antes de asentir con su cabeza. A pesar de que James no le caía de maravilla, cuando él ponía cara de regañado a Draco le daba un poco de ternura.

─ Si ─ respondió Draco.

James intentó abrazarlo pero Draco se hizo para atrás deteniendo su acción, entonces James recordó que a Draco no le gustaba mucho el contacto físico.

─ ¿Buscamos a Remus y Sirius? ─ preguntó James con emoción.

─ Vamos, seguro están en las cocinas ─ dijo Draco.

Ambos salieron de la habitación en silencio caminando por la sala de gryffindor y salieron de su casa dirigiéndose a las cocinas de Hogwarts.

No tardaron mucho en llegar al lugar, y cuando por fin entraron a las cocinas vieron a Sirius y Remus que comían algo.

Un ruido delante de Draco lo hizo retroceder un poco asustado.

─ ¿El amito quiere algo? ─ preguntó un elfo doméstico mirándolo.

─ No ─ negó Draco.

─ ¿Y usted? ─ el elfo miró en dirección de James después de escuchar a Draco.

─ Si ─ asintió James.

─ Vinimos por ellos ─ recordó Draco a su lado mirando hacía los gryffindor que seguían comiendo.

─ Comamos algo y después vámonos ─ pidió James mirándolo ─ tengo hambre.

─ Bien ─ aceptó Draco.

James miró al elfo doméstico que aún estaba parado delante de él y Draco.

─ Quiero lo mismo que come Sirius ─ dijo James.

─ Está bien, amito ─ el elfo desapareció con rapidez.

James y Draco se acercaron hacía sus dos amigos sentándose a sus lados.

─ ¿Ya se contentaron? ─ preguntó Sirius mirándolos.

─ Si ─ sonrió James.

─ Me alegro escuchar eso ─ dijo Remus feliz por sus dos amigos.

Después que el elfo doméstico apareciera nuevamente con la comida para James, estos siguieron conversando entre charlas y bromas entre ellos.

Cuando Draco pudo escapar de sus amigos por un momento, se fue a la biblioteca a dejar el libro que había sacado para leer.

Lamentablemente no había encontrado nada para su problema en ese libro, al ritmo que iba, Draco dudaba que en algún momento volvería de nuevo a su línea de tiempo real.

Sin embargo, Draco aún guardaba un poco de esperanza de regresar de nuevo.

Aunque le gustaba esa vida tranquila con amigos y sin cargar con el peso de ser un perfecto sangre pura, Draco quería volver a su antigua vida.

A pesar de todo esa era su vida. Y la quería de nuevo aunque no fuera la mejor de todas.

─ Draco ─ la voz de Severus hizo salir de sus pensamientos al rubio.

─ Severus ─ murmuró mientras guardaba el libro en el estante ante la vista de Severus.

─ Quería hablar contigo un momento ─ dijo el Slytherin.

Draco asintió sentándose en un lugar apartado para evitar interrumpir a los pocos alumnos que habían ahí leyendo algunos libros.

─ ¿Es sobre la Legeremancia? ─ preguntó Draco mirándolo.

Severus frunció un poco su ceño por un momento pero luego asintió con su cabeza para evitar hablar de lo que le iba a decir anteriormente ya que no se animó a pesar de haber dicho que hablaría con Draco de ese tema.

─ Si.

─ ¿Cómo te va con las prácticas? ─ Draco le preguntó queriendo saber.

─ Bien ─ sonrió ya que le estaba yendo muy bien en ese tema, aunque aún le costará bastante, iba por buen camino ─ todavía me falta bastante ya que no puedo leer por mucho tiempo los pensamientos de alguien sin hacerlo sangrar por la nariz ─ le contó en susurró ya que había practicado con algunos alumnos de primero sin que estos se dieran cuenta.

─ Debes tener calma, no es algo fácil de aprender, toma mucho tiempo ─ dijo Draco.

Él mejor que nadie lo sabía, si había aprendido Legeremancia tan rápido en su juventud fue porque había tenido mucha presión de su tía Bellatrix cuando estaban en plena guerra mágica.

─ Si, mejoraré pronto ─ aseguró Severus.

Draco sonrió al escucharlo.

Hola a todos, primero que nada quiero pedir una disculpa por tardar tanto tiempo en actualizar la historia.

Espero que el nuevo capítulo les haya gustado, voy tratar de hacer todo lo posible para estar más activa aquí aunque no prometo nada ya que mayormente estoy activa en mí cuenta principal ( LucilaMikaelson )

¿Qué les pareció el nuevo capítulo?

James le pidió disculpas a Draco por los últimos acontecimientos con Severus.

James prometió no hacerle más bromas a Severus.

¿Creen qué James cumpla su promesa o los celos lo harán hacer una broma a Severus de nuevo?.

Draco aún sigue con la esperanza de volver a su línea de tiempo real a pesar de no tener una vida muy linda ahí.