Afortunadamente para Draco y Sirius las vacaciones se terminaron y los alumnos habían vuelto a Hogwarts de nuevo.

A pesar de que a los dos gryffindor les gustó pasar tiempo ahí realizando diferentes cosas, con los días se habían aburrido haciendo lo mismo casi todos los días.

Cuando el expreso de Hogwarts llegó a su destino, James que iba acompañado de Remus se apresuró a subir a un bote desocupado para cruzar el mar negro y así poder llegar rápido a Hogwarts.

Él ya quería ver a Draco y a Sirius, en todo el tiempo que pasó lejos de ellos los había extrañado mucho a pesar de estar comunicado por medio de cartas o bueno la mayoría más con Sirius ya que Draco le contestó solo en tres ocasiones y en su última carta le había puesto que no fuera tan cansador con él.

A James poco le importó eso ya que le siguió mandando cartas a pesar de que Draco no le contestó más después de eso.

James quería hablar con él por eso, Potter se sentía demasiado ofendido por ignorarlo de esa forma aún cuando ya conocía el carácter de Draco.

─ No te desesperes, ya casi llegamos ─ le dijo Remus al verlo inquieto.

James miró con emoción mientras sonreía al ver que cada vez se acercaban más al castillo.

Él desvió su mirada a los demás botes dándose con uno que llevaba a Severus, Lily y dos alumnos más que no conocía.

A James le seguía cayendo mal Severus por algunas cosas, aunque no lo admitiera abiertamente era porque le tenía celos por su relación cercana a Draco ya que el rubio actuaba diferente a su lado e incluso parecía más cómodo con el Slytherin que con ellos que eran su compañero de casa y de habitación.

James al principio había querido separarlos con algunas bromas que hacía con Sirius a Severus pero para su desgracia no había funcionado.

Una vez que por fin tocaron tierra de nuevo después de cruzar el mar negro, Hagrid los dirigió hasta el castillo donde los jefes de casa esperaban a sus grupos de alumnos.

James con Remus rápidamente siguieron a la profesora Minerva Mcgonagall junto a los demás gryffindor.

Al entrar al comedor, James rápidamente busco en la mesa gryffindor a dos personas en especial.

Potter sonrió al encontrarlos sentados en la mesa.

El primero en darse cuenta de James fue Sirius quien agitó su mano en modo de saludo hacía él y Remus.

Draco solo lo miró, aunque saludó a Remus con una seña de mano al igual que a Severus de la casa Slytherin.

James frunció el entrecejo mirando mal al Slytherin por eso mientras caminaba detrás de Mcgonagall.

James ni siquiera prestó atención cuando Minerva se detuvo entonces chocó su cuerpo con el de ella.

James se puso rojo al ver que todos se le quedaron mirando, sobre todo su jefa de casa quien lo miró con seriedad.

Sirius desde donde estaba bajó su cabeza mientras apretaba sus labios para no reírse de James delante de todos, Draco por otra parte quiso gritarle: «Torpe» pero no dijo nada.

─ Bien, vayan a sus lugares, la cena dará comienzo pronto ─ dijo Mcgonagall hacía su grupo de alumnos.

James salió corriendo aunque tomando la mano antes de Remus para que fuera con él a ver y sentarse con sus amigos.

Draco trató con todas sus fuerzas comer con tranquilidad pero James no le ayudaba en nada en ese momento.

El rubio pensó que James parecía igual que una garrapata al estar pegado a su lado sin dejarlo moverse.

Draco odiaba eso porque estaba acostumbrado a tener su espacio personal y no que tuvieran encimados cerca de él.

─ ¿Y por qué no me respondiste las cartas bonito? ─ preguntó James.

Draco suspiró dejando su comida a un lado para ver a James.

─ Porque eres el gryffindor más cansador que conocí en mi vida ─ le dijo Draco.

Draco creía fielmente que James era su karma personal por todos los años que molestó a Harry.

Si Draco pudiera volver el tiempo atrás hubiera pensado dos veces antes de molestar a Harry.

James frunció el entrecejo ofendido al escucharlo.

─ Eso me ofende pero no importa, te perdono todo lindura ─ mencionó Potter.

Draco levantó sus cejas al escuchar sus palabras ya que él jamás le había pedido disculpas como para que James lo perdonará.

Sirius se rió por debajo al presenciar la pelea verbal entre los dos.

Draco no dijo nada sino más bien se concentró en comer evitando la conversación de James sobre de sus vacaciones.

Draco se movió un poco incómodo en su cama, desde que fue a dormir con sus compañeros de habitación no pudo dormir.

Estaba intranquilo al recordar todo lo que pasaría en el futuro. Eso aún lo inquietaba demasiado aún cuando faltaban años para eso.

Él realmente quería ayudar para evitar un futuro trágico pero también deseaba volver a su verdadera época, ahí no era tan feliz pero a pesar de todo Draco quería volver con su familia.

Draco suspiró con lentitud, planeó seguir buscando una forma para irse de ahí, sabía que en la biblioteca no encontraría nada ya que había visto cada libro desde que había llegado ahí y también durante las vacaciones y no encontró nada que lo ayudara.

«El ministerio» Pensó imaginando que tal vez ahí podría obtener alguna respuesta o al menos acercarse a algo que lo ayudará.

Draco gruñó mentalmente ya que no podía ir al ministerio como si fuera cualquier cosa.

Sabía que el ministerio de magia tenía mucha seguridad y para entrar en alguna parte necesitaría algún permiso, no podía ir y meterse como si no fuera nada.

Draco pensó que él único que tal vez podía ayudarlo era Dumbledore aunque no le gustará esa idea del todo.

─ Seguro no va ayudarme aún ─ murmuró con lentitud al recordar que Dumbledore en esos momentos andaba más concentrado en los objetos que ocultaban una parte del alma de Voldemort.

Draco suspiró dándose vuelta en la cama mientras cerraba sus ojos tratando de dormir un poco ya que no quería tener ojeras al día siguiente y verse mal.

James se levantó con lentitud de su cama, sus demás amigos aún seguían durmiendo.

Mientras caminaba vio a Sirius con la mitad de su cuerpo en la cama y la otra en el suelo pero aún durmiendo profundamente.

Remus por otra parte dormía con tranquilidad mientras abrazaba su almohada.

James sonrió al poder por fin llegar al lado de Draco.

El rubio dormía profundamente, James por un momento casi se rió al verlo con el ceño fruncido como si estuviera discutiendo con alguien en sueños.

James tocó su mejilla con la punta de su dedo varias veces logrando que Draco le diera un manotazo estando aún dormido.

Potter frunció su ceño mientras hacía un puchero en sus labios.

Sin más, James volvió de nuevo a su cama ya que aún era muy de mañana y era el único despierto en esa hora en su habitación.

Nuevo capítulo después de mucho tiempo sin actualizar esta historia, lo siento por eso. Trataré de actualizar más seguido pero no prometo nada.

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