DRACO ABRIÓ SUS OJOS PARPADEANDO VARIAS VECES tratando de acostumbrar sus ojos a la luz nuevamente.

Estaba un poco mareado, su cabeza le dolía un montón. Apenas y recordó porque es que estaba en esa situación.

Un quejido salió de sus labios, se fregó sus ojos con ambas manos. Luego miró en dónde estaba, rápidamente se dió cuenta que estaba en la enfermería de Hogwarts aunque le pareció un poco raro algunos cambios en el lugar.

Lo dejó pasar para luego poder ponerse de pie.

─ ¿Qué crees que haces jovencito?, Aún estás mal ─ dijo una voz cerca de Draco.

Draco levantó su mirada para ver a Madame Pomfrey con unos cuantos años menos.

El Malfoy abrió sus ojos como plato al verla.

─ Madame Pomfrey ─ dijo asombrado al ver a la mujer. ¿Cómo es que era más joven? Pensó Draco ─ ¿Qué hago aquí? ─ preguntó tratando de no volverse loco con tantas preguntas que tenía en esos momentos en su mente.

Algo dentro de él le decía que algo malo iba a suceder.

Lo último que Draco recordaba era estar haciendo una poción rejuvenecedora con Potter y Weasley. Luego recordaba a los dos Gryffindor peleando por algunos ingredientes y de repente ¡BOOM!, el sonido de una explosión y el humo habían inundado por toda el salón de pociones.

Draco recordaba el líquido de la poción en todo su cuerpo y cara, luego no recordaba nada más.

El Malfoy estaba completamente seguro de que mataría a Potter y Weasley cuando los volviera a ver nuevamente.

¡Los mataré!. Fue el pensamiento de Draco al estar enojado en esos momentos.

─ ¿Quién eres jovencito y cómo es que me conoces? ─ preguntó Madame Pomfrey sacando de los pensamientos a Draco.

Malfoy frunció el ceño mirando a la mujer, ¿Cómo es que ella no lo conoce?, Draco se sintió realmente ofendido.

Está bien que no fuera como Potter que ya tenía una camilla con su nombre y todo pero tampoco era como para que Madame Pomfrey no lo recordará.

─ Soy Draco Malfoy ─ dijo de forma obvia ─ usted me atendió algunas veces, ¿Acaso ya no sé acuerda cuando una vez me curó cuando me atacó el hipogrifo de Hagrid? ─ preguntó el slytherin ─ ¿Qué me pasó?, Lo último que recuerdo es que Potter y Weasley hicieron explotar un caldero ─ mencionó de brazos cruzados.

Madame Pomfrey abrió sus ojos a lo grande mientras miraba con asombro a Draco.

─ Quédate aquí jovencito, llamaré al profesor Dumbledore y a Minerva ─ dijo Pomfrey y sin darle el tiempo para contestar se fue dejando a Draco solo en la enfermería.

Draco se atragantó con su saliva al escuchar a Pomfrey, ¿Dumbledore está vivo?, Imposible.

No podía ser posible, él mismo lo vio morir cuando su padrino lo mató en la torre de Astronomía.

Esto seguramente debe ser una broma de Potter y Weasley. Pensó Draco.

El slytherin se sentó en la camilla con miles de pensamientos y también molesto con los dos gryffindor.

─ Encima que me mandan a la enfermería los muy desgraciados no se ocuparon de visitarme ─ gruñó enojado mientras se cruzaba de brazos ─ y para rematar me quieren jugar una mala broma ─ agregó pensando que todo era obra de los gryffindors.

A los pocos minutos, Dumbledore, McGonagall y Pomfrey entraron a la enfermería.

Draco levantó sus cejas al ver a McGonagall ¿Por qué mierda se ve más jóven también? Pensó el slytherin.

Al desviar la mirada hacía el otro lado se dió con la presencia de Dumbledore.

Draco se levantó de la cama de un salto, por un momento pensó que sus ojos lo estaban traicionando pero luego recordó que el miope era Harry no él.

─ Pero qué rayos... ¿Cómo es que está vivo?, ¿Por qué se ven tan joven? ¿Es todo es una broma?, ¡porque no es gracioso! ─ dijo Malfoy alterado.

Estaba un poco asustado y muy alterado a la vez. Draco no podía creer lo que sus bellos ojos estaban mirando.

Era imposible.

Dumbledore miró de reojo a McGonagall quien estaba igual de confundida que Pomfrey al escuchar al niño rubio.

Por su parte, Dumbledore tenía algo en mente cuando Pomfrey habló con él hace unos momentos pero no creía capaz que algo así fuera posible pero ahora al ver al jovencito rubio hablar delante suyo supo que el niño no era de esa época.

Tenía el porte de todo un Malfoy y eso era imposible ya que los únicos Malfoy que Dumbledore conocía actualmente era Lucius y su padre Abraxas Malfoy.

Soltó un suspiro antes de hablar.

─ ¿Joven Malfoy, cierto? ─ Draco asintió mientras tragaba saliva ─ bien... acompáñame a mi despacho, porque tenemos que hablar ─ Dumbledore giró sus talones para salir de la enfermería seguido con un Draco detrás de él.

Madame Pomfrey miró a Minerva esperando que dijera algo pero está solo levantó sus hombros sin saber qué decir.

DRACO ESTABA EN SHOCK, NO PODÍA HABLAR ni aunque quisiera. Tan sólo hace unos cuantos minutos le había comentado a Dumbledore sobre el accidente que sufrió en pociones y también le había exigido que le dijera cómo es qué estaba vivo.

Se esperó cualquier cosa excepto que
Dumbledore le dijera que estaba en el pasado más específico en 1971.

El rubio primeramente había entrado en pánico y luego en etapa de negación, había amenazado a Dumbledore con decirle a su padre - Lucius - y cuántas cosas más hasta que pudo calmarse luego de unos minutos.

Dumbledore se había comprometido a investigar sobre la poción que Draco había estado haciendo con Harry y Ron para saber si podía regresarlo a su tiempo.

─ ¿Y qué haré hasta que usted investigue cómo volver? ─ preguntó Draco luego de unos minutos.

Dumbledore comió un caramelo de limón antes de responder.

─ Tendrás que tomar clases aquí para no levantar sospechas, te harás pasar por un ahijado mío ─ dijo Dumbledore tranquilamente como si tal cosa le parará todo los días.

La idea de hacerse pasar por el ahijado del director no le pareció lindo a Draco ya que tan bien no se llevaba con Dumbledore en su tiempo.

El rubio aún le seguía teniendo rabia a Dumbledore por haberle robado la copa a Slytherin en el primer año.

Draco nunca olvidaría semejante injusticia.

─ Bien ─ aceptó Draco sin más opciones después de unos minutos.

El director sonrió.

─ Excelente, en unos minutos llegarán los alumnos de primer año y podrás ser seleccionado junto con ellos ─ dijo Dumbledore mirándolo.

Draco frunció el ceño.

─ ¿Cómo que con primer año? ─ preguntó confundido ─ yo ya estoy en mi último año ─ corrigió.

Dumbledore soltó una risa haciendo confundir más a Draco.

─ Lo siento mi muchacho pero te ves de once años ─ mencionó el ex-gryffindor.

El terror atravesó la cara de Draco, rápidamente sacó su varita de su túnica y conjuró un espejo dándose con su yo de once años.

Era él pero de once años con la única diferencia que sus cabellos no tenía en ese feo gel que se puso a esa edad, sus cabellos estaban revueltos casi como los de Potter pero sin llegar a ser un nido de pájaros.

Soltó un grito y empezó a hacer nuevamente un escándalo, todo esto bajo la divertida mirada de Dumbledore.

Draco no quería llorar pero en esos momentos deseaba hacerlo sin embargo no lo hizo, porque un Malfoy como él nunca lloraría delante de nadie.

El slytherin deseaba con todas sus fuerzas en esos momentos matar a Potter y Weasley. Estaría feliz de ir a Azkaban pero si antes mataba a ese par de revoltosos gryffindors que lo metieron en ese gran problema.

Luego de unos minutos Draco se tranquilizó nuevamente aunque no del todo.

─ ¿Ya pasó el berrinche? ─ preguntó Dumbledore al verlo callado.

Draco le dió una mirada filosa, en ese momento se arrepintió con todo su ser por no haber sido él quién matará a Dumbledore ese día en la torre de astronomía.

─ No son berrinches ─ dijo enojado ─ ¿Cómo mierda quiere que reaccione si me está diciendo que estoy en la época de Hogwarts de mis padres y además que soy un niño de once años de nuevo? ─ preguntó cruzándose de brazos.

Dumbledore soltó un suspiro antes de otro caramelo nuevamente.

─ Está bien mi muchacho, tranquilízate. Se que eso debe ser difícil para ti pero pronto lo solucionaremos ─ dijo el gran mago.

Draco frunció su ceño ─ ¿Y si no puede encontrar la manera de volverme a mi tiempo real? ─ preguntó.

Ese temor no sólo preocupaba a Draco sino también a Dumbledore ya que no sabía lo que eso podría ocasionar en esa línea de tiempo.

─ Bueno sí algo así sucede no tendrás más opción que quedarte aquí ─ respondió. Draco lo miró horrorizado ─ lo siento mi muchacho.

Draco iba a hablar pero la profesora McGonagall lo interrumpió cuando entró al despacho de Dumbledore.

─ Albus los alumnos ya están aquí ─ informó Mcgonagall.

El mencionado asintió mientras se levantaba de su asiento, luego miró en dirección de Draco.

─ Bien ─ dijo ─ Minerva aquí el joven Malfoy será conocido como Draco Allan y será un ahijado mío hasta que podamos solucionar su problema ─ avisó. Minerva asistió y rápidamente anotó el nombre en un pergamino ─ vamos entonces ─ dijo el ex-gryffindor saliendo del lugar con Mcgonagall y Draco.

Draco caminó hasta el gran comedor con miles de pensamientos en su cabeza. Lo único que deseaba era despertar y que todo fuera solo una horrible pesadilla.

Al llegar al gran comedor junto a Dumbledore y Mcgonagall, trago saliva mientras sus ojos recorrían la mesa de los slytherin.

Vio a un joven rubio e inmediatamente supo que era su padre. Bajo su cabeza con un poco de intimidación al notar la mirada de Lucius en él.

Draco bajó hasta donde estaban los demás alumnos de primer año.

Frunció un poco su ceño al ver que la mayoría de los alumnos lo veían y murmuraban de él.

¡Salazar ayúdame!. Suplicó mentalmente el rubio sin tratar de entrar en pánico.

Respiró profundo mientras miraba a McGonagall con un gran rollo de pergamino.

─ Cuando los llame, deberán ponerse el sombrero y sentarse en el taburete para que los seleccione.

─ ¡Allan, Draco! ─ el rubio maldijo mentalmente al ser nombrado primero.

Salió de la fila caminando como todo un sangre pura que era, se puso el sombrero encima de su cabeza, y se sentó. Un momento de pausa.

─ Mmj... ¿qué tenemos aquí?, veo que ya te había seleccionado antes y quedaste en slytherin, también veo que no eres de este tiempo ─ dijo el sombrero seleccionador.

Draco se asustó por un momento al escuchar una voz en su cabeza ya que en su primera selección fue seleccionado rápido.

─ Si bueno no es como si me diera gran gusto volver a repetir el primer año... aunque no estaré mucho aquí, solo es por un pequeño tiempo. Así que ponme en slytherin ─ pidió - ordenó - Draco.

─ Veo que eres ambicioso y astuto. Irías bien en slytherin sin dudas ─ mencionó el sombrero.

─ Excelente, ahora ponme en slytherin ─ ordenó Draco impaciente al ver que los minutos pasaban y el sombrero no lo ponía en slytherin.

─ También veo que eres valiente, no cualquiera desafía a un señor oscuro como tú lo hiciste al final de la segunda guerra mágica ─ dijo el sombrero.

Draco tragó saliva al saber de lo que el sombrero hablaba. Recordó cuando él le dió su varita a Harry en medio de todos los mortifagos y del mismísimo Voldemort para que Potter finalmente pudiera vencer a Voldemort de una vez por todas.

─ Gryffindor sería una excelente casa para ti ─ agregó el sombrero sacando de sus pensamientos a Draco.

Frunció el ceño molesto.

─ Tú no estarás pensando en ponerme en... ─ Draco no terminó de hablar ya que fue interrumpido por la fuerte voz del sombrero seleccionador.

─ ¡GRYFFINDOR! ─ gritó el sombrero.

La mesa de los leones aplaudieron mientras que Draco estaba en shock, no podía creer lo que le estaba pasando.

Y no era el único sorprendido, Dumbledore tenía su boca abierta de la sorpresa ya que en el poco tiempo que trato con el rubio todo de éste gritaba slytherin. Nunca le pasó por la mente que Draco quedará en gryffindor.

Draco se levantó del asiento y fue a sentarse a la mesa de Gryffindor. Se sentía una serpiente en medio de muchos leones.

Si mi padre se enterará de esto me mataría... Maldito sombrero de pacotilla, lo quemaré la próxima vez que lo vea. Pensó en rubio.

─ ¡Black, Sirius!

─ ¡GRYFFINDOR! ─gritó otra vez el sombrero, y Sirius se apresuró a sentarse al lado de Draco.

Draco miró de reojo a su traidor tío, se sintió sumamente incómodo al notar el gran silencio que hubo en el gran comedor con la selección de Sirius. Miró hacia la mesa de las serpientes donde podía ver claramente la cara de horror que tenían.

Finalmente, luego de unos segundos, los leones aplaudieron al salir de su shock.

─ ¡Evan, Liliane! ─ una niña pelirroja salió de la fila, se sentó y McGonagall le puso el sombrero.

Draco no pudo evitar sorprenderse al ver y escuchar el nombre de la madre de Harry.

─ RAVENCLAW ─ gritó el sombrero.

Lily caminó feliz hacia la mesa de las águilas quienes la recibieron con aplausos.

¡El sombrero se volvió loco!. Pensó Draco ya que claramente sabía que los padres de Potter fueron gryffindor.

¿Habré cambiado las cosas al llegar aquí?. Claro que cambie las cosas.

El rubio siguió mirando la selección, habían pasado tres niños más los cuáles quedaron dos en hufflepuff y uno en gryffindor. Draco no tenía idea de quiénes eran tales niños ya que no se le hacían conocidos sus nombres.

─ ¡Lupin, Remus!

Está vez prestó más atención al escuchar el nombre del profesor que le enseñó por un tiempo defensas contra las artes oscuras.

─ GRYFFINDOR.

La mesa de los leones volvió a aplaudir recibiendo al nuevo miembro.

Sirius al lado de Draco aplaudía fuerte haciendo que Draco lo quisiera aventar lejos.

─ ¡Longbotton, Frank! ─ habló McGonagall mientras sostenía el pergamino.

Pasaron unos segundos antes de que el sombrero gritará su casa ─ GRYFFINDOR.

Draco mordió su labio inferior mientras veía al padre de Neville, a quién había tratado mal durante muchos años en Hogwarts.

El karma me persigue...

─ ¡Mckinnon, Marlene!

─ RAVENCLAW.

Marlene caminó hasta la mesa de los Ravenclaw mientras sonreía. Al llegar tomó asiento al lado de Lily, ambas chicas se saludaron para luego seguir prestando atención a la selección.

─ ¡Mulciber, Adrián! ─ un niño salió del montón de alumnos con aires de grandeza.

Draco estaba completamente seguro que el chico quedaría en slytherin.

─ SLYTHERIN

El rubio no pudo evitar sentir envidia al verlo ir a la mesa de las serpientes. Él también quería estar ahí pero para su mala suerte había quedado en la casa enemiga.

─ ¡Meadowes, Dorca!

─ GRYFFINDOR ─ gritó el sombrero.

Nuevamente la casa de los leones aplaudieron felices.

─ ¡Pettigrew, Peter! ─ McGonagall llamó nuevamente a otro alumno.

Draco hizo una mueca al escuchar ese nombre, él recordaba muy bien a tal mago, muchas veces lo había visto en la mansión de su casa. Sabía de posta que fue este quién traicionó a los Potter.

El rubio miró al niño el cuál parecía muy tímido, pero Draco había aprendido a la mala que las apariencias engañan. Sabía perfectamente que Peter no era alguien inofensivo o al menos no en el futuro.

─ SLYTHERIN.

¿Qué mierda...?. Draco no pudo evitar sorprenderse al escuchar al sombrero.

¡El mundo del revés!.

─ ¡Potter, James!

Draco miró con un poco de sorpresa al padre de Potter.

Con razón Potter es miope si su padre también lo es... Pensó al ver a James con anteojos.

─ GRYFFINDOR

James caminó con orgullo hacía la mesa de los leones. Luego tomó asiento al lado de Draco.

El rubio quería mantenerse lejos de Potter ya que sabía el imán de problemas que estos eran. Trató de escapar pero le fue imposible ya que de un lado estaba Sirius y del otro James.

Draco tragó un poco de saliva al sentir la mirada de Potter encima de él.

¡Que no me hable, que no me hable...!

─ Hola, soy James Potter ─ el de anteojos se presentó con una sonrisa mientras miraba al rubio.

Mierda... Salazar, Morgana ¡Ayudenme!

─ Hola, soy Draco Ma... Allan ─ el rubio se corrigió así mismo al casi descubrirse.

James asistió.

─ Eres muy bonito ─ soltó Potter de repente luego de unos segundos.

Draco lo miró con sus ojos bien abiertos, sintió como sus mejillas se calentaban, estaba casi seguro que estaba rojo, su piel blanca no ayudaba mucho en esos momentos.

La risa de Sirius hizo que Draco se avergonzara más de lo que ya estaba.

¡Maldito sombrero, maldito destino, maldita vida, maldito Potter!. Draco empezó a maldecir mentalmente.

No dijo nada ya que estaba bastante avergonzado como para decir algo, James al parecer iba a volver a hablar pero gracias a que McGonagall volvió a hablar, James se quedó en silencio.

Draco agradeció a Salazar en esos momentos.

─ ¡Rosier, Evans!

─ SLYTHERIN.

Draco miró un par de niños más que fueron seleccionados después, no tenía idea de quiénes eran ni tampoco conocía sus apellidos por lo cuál pensó que eran nacidos muggles. Uno de ellos fue a hufflepuff mientras que el otro a ravenclaw.

─ ¡Smith, Alice!

─ GRYFFINDOR.

Alice estaba contenta de sentarse en la mesa de los leones.

─ ¡Snape, Severus!

Los ojos de Draco brillaron por un momento al escuchar el nombre de su padrino y profesor de pociones.

─ SLYTHERIN

Sin poder evitarlo, Draco aplaudió junto a algunos slytherins. Eso no pasó desapercibido para algunos leones, sobre todo para James quién frunció el ceño mientras veía a Draco y luego a Severus.

Mordió sus labios para no soltar alguna grosería al slytherin que acababa de ser seleccionado ya que a James no le gustó nada la atención ni la mirada de Draco le daba a Severus.

El Potter no pudo evitar sentirse un poco celoso del niño que conoció en el tren - que por cierto ya le caía mal - James se movió en su asiento tratando que Draco dejará de ver hacía la mesa de las serpientes. Para su buena suerte, lo consiguió ya que el rubio volvió su atención a los gryffindors.

Sirius veía todo con un poco de diversión.

03/09/24
E D I T A D O