⁰⁶ | ❝ Mi neófita ❞.
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═════Corriendo ágilmente a través del bosque, Cristal se mantuvo en las proximidades de la última ubicación conocida de Diego, sin alejarse demasiado. De hecho, decidió acercarse aún más, eligiendo un camino que rodeara cautelosamente el área. Con cada salto entre los altos árboles, sus sentidos vampíricos se agudizaron, y entonces la vio: su próxima presa, un campista aparentemente desorientado, luchando por cargar una mochila abrumadoramente pesada cargada con equipos y provisiones. En ese instante, el joven tenía su mirada fijada con nerviosismo en un mapa tembloroso, una expresión de temor claro en su rostro. Era evidente que la idea de estar perdido en el bosque, sin conexión a internet, lo atormentaba. El aroma de su sangre deleitó a Cristal de manera abrumadora, provocándole una urgente necesidad de atacar. Ella apretó sus manos sobre la rama en la que se encontraba sentada, la cual se quebró ligeramente bajo su tensión.
Cuando vio que el campista volvía a ponerse en movimiento, Cristal no pudo resistir un solo segundo más y saltó ágilmente desde las alturas, aterrizando con gracia justo frente a él.
━¿Quién eres? ━preguntó el campista con miedo, retrocediendo torpemente con una voz temblorosa. Mientras retrocedía, dejó caer su mapa. La respiración de Cristal se aceleró mientras sus ojos carmesí se clavaban en el joven. Poseía una excelente musculatura y estaba en plena forma. Estaba completamente sano, lo que, en términos vampíricos, significaba que su sangre tendría un sabor excepcional.
Cristal se relamió los labios con un elegante movimiento y se acercó con un paso felino y elegante.
━Es una lástima que hoy no tenga tiempo para jugar con mi comida. Me hubiera gustado ━suspiró Cristal con ojos brillantes llenos de hambre. Incluso aunque estuviera hambrienta y sus instintos depredadores comenzaran a emerger, su caminar seguía siendo elegante y gatuno, con movimientos tan gráciles que inmediatamente calmó al joven, quien mostró una mirada perdida y embobada al conectar sus ojos azules con los rojos de Cristal.
En un destello, Cristal se abalanzó sobre el joven, desgarrando su garganta de un solo y brutal mordisco con un sonido viscoso que silenció instantáneamente cualquier resistencia por parte de su presa. El joven comenzó a retroceder, luchando por respirar mientras el dolor lo consumía y los gritos desgarradores llenaban el aire del bosque. Con el tiempo, esos gritos agonizantes se apagaron mientras el joven estaba al borde de la muerte, a punto de ser desmembrado por completo antes de que Cristal lograra contenerse. Los sentidos de la vampira se inundaron con el calor y el aroma de la sangre mientras el joven se desangraba de forma lenta y tortuosa, lo que provocó una quemazón insoportable en su garganta. A pesar de sus recientes alimentaciones, Cristal apenas percibía el olor de la sangre, lo que renovó su hambre con intensidad.
En ese momento, su mente se desconectó por completo, y solo podía pensar en la sangre y en cómo aliviar la quemazón en su garganta. Tomando al joven del cuello, bebió cada gota de su vida hasta que quedó completamente seco. La sangre era cálida y dulce, aplacando la abrasadora necesidad en su garganta y calmando el vacío que se había apoderado de su estómago. Con una vaga conciencia de cualquier otra cosa, absorbió y tragó vorazmente.
El problema con los humanos era que nunca tenían suficiente sangre para satisfacerla por completo. Apenas le pareció que transcurrieron unos segundos cuando el cuerpo del chico se volvió inerte. Frustrada, Cristal sacudió su cadáver maltratado, sintiendo que su garganta volvía a arder. Pero al menos se sentía con un poco de energía renovada, especialmente porque la sangre del campista estaba completamente libre de contaminantes y eso le proporcionaba un tipo de satisfacción y sabor aún más deliciosos. Cristal se levantó y dejó caer al joven al suelo. Con rapidez, le dejó marcas en el pecho, como si hubiera sido atacado por un oso, y lo cubrió con maleza como si este hubiera muerto desangrado y perdido en el medio del bosque, luego lo cubrió de algunas malezas y recobro su sentido por completo recordando que debía buscar a Diego. Aun esperaba que no fuera demasiado tarde para encontrarlo.
Cristal, llena de determinación, siguió el rastro del inconfundible olor a humo que se elevaba a lo lejos. La esperanza de encontrar a Diego la impulsó a apresurar el paso en esa dirección. A pesar de que el fuego interfería con su capacidad para detectar otros olores, tenía la seguridad de que encontraría a Diego allí. Y así fue.
━Pero... Riley ━escuchó la voz decepcionada de Diego a pocos metros de distancia, lo que la hizo moverse aún más rápido entre los árboles. El aroma de Diego se hacía más fuerte a medida que se acercaba.
Finalmente, se detuvo abruptamente en un pequeño claro rodeado de árboles. Lo que no se esperaba era encontrarse con Victoria, cuyo olor a humo cubría eficazmente su propio aroma. A pesar de estar cerca, el olor a quemado era inquietantemente invasivo, como si Cristal, como depredadora, supiera que el fuego era la única cosa que podría acabar con ella por completo.
Victoria tenía una expresión de pura satisfacción mientras observaba cómo Riley estaba a punto de arrancar la cabeza de Diego. Junto a ellos, una hoguera ardía con algunas partes del vampiro a punto de ser consumidas por las llamas: dedos, una oreja, un pie y ambas manos. Lo habían estado torturando para la completa satisfacción de Victoria.
Sin embargo, lo que sorprendió profundamente a Cristal fue ver que el rostro de Riley no mostraba ni una pizca de remordimiento. Su mirada ya parecía completamente perdida, teñida de un sadismo que sugería que la tortura de Diego había hecho que perdiera su última gota de racionalidad y humanidad. Diego, que antes era el amigo que lo mantenía anclado de alguna manera, ya no lo era.
━Cristal ━susurró Victoria entre dientes al notarla. Luego se relamió los labios, consciente de que no podría enfrentarse a ellos dos━. Estás en el lugar incorrecto.
Riley vaciló y soltó la cabeza de Diego, quien cerró los ojos con fuerza, incapaz de evitar los gritos de dolor que le provocaba la pérdida de sus extremidades.
━Será el lugar incorrecto, pero es el momento adecuado ━comentó Cristal con una sonrisa, sin mostrar los dientes, mientras volvía su mirada hacia la pequeña hoguera━. Ya veo.
━Cristal... ━gimoteó Diego con dolor━. Te dije que no vinieras.
Riley inmediatamente intentó acercarse a Cristal, tratando de arrancarle alguna extremidad o herirla de alguna manera. Sin embargo, ella saltó hábilmente, evitando su ataque. Mantuvo un ojo en Victoria, por si esta intentaba algún movimiento que pudiera dañarla o acabar de una vez por todas con Diego. La pelirroja gruñó con ferocidad y saltó para atacar a Cristal también. La rubia luchaba por esquivar sus ataques a toda costa, mientras Diego se arrastraba por el suelo, tratando desesperadamente de recuperar sus extremidades antes de perderlas por completo.
━Victoria, ¿te has vuelto más lenta o es solo una ilusión mía? ━provocó Cristal. Victoria respondió golpeándola tan fuerte que le dislocó la mandíbula, aunque Cristal la reacomodó rápidamente en su lugar. La rubia, con determinación, tomó a Victoria por ambos brazos y la arrojó al interior del bosque. En ese momento, aprovechó la oportunidad para ejercer su habilidad sobre Riley, mientras Diego aún se reunía con sus partes dispersas gracias a su ponzoña.
━Riley, ¿en serio quieres hacerle esto a Diego? Recuerdo que eran buenos amigos, y mira lo que está pasando ahora. Intentaste matarlo solo porque Victoria te lo ordenó. Si dejas de escucharla, puedes unirte a mí y alejarte de todo esto ━sus palabras resonaron con un atractivo magnético que atrapó por completo a Riley, dejándolo vulnerable a su manipulación, tal como Victoria le había enseñado, privándolo de sus sentidos. Mientras Cristal se aproximaba para enfrentarse a él y arrancarle la cabeza, Diego intervino.
━No, espera, Cristal... déjame hablar con él, por favor ━suplicó Diego.
Cristal, momentáneamente distraída para mirar a Diego, permitió que Victoria reapareciera y empujara a la rubia hacia atrás con violencia, haciéndola atravesar dos árboles. Sin embargo, Cristal se recuperó rápidamente y se aproximó a Diego, adoptando una posición protectora.
━Así será a partir de ahora ━siseó Victoria━. Creía que tendrías un futuro como Riley, pero veo que me equivoqué.
━Bueno... no creo que Riley tenga mucho futuro ━sonrió Cristal mientras observaba cómo el chico seguía hipnotizado por su habilidad━. ¿Verdad, Riley? Victoria intentará separarnos... pero si la atacas, dejará de controlarte ━insinuó Cristal. Casi al instante, como si Riley estuviera poseído, se lanzó hacia Victoria en un intento de ataque.
Cristal aprovechó ese momento para voltearse hacia Diego, cuyas extremidades se habían regenerado y unido por completo.
━Diego, tienes que irte. Ve hacia el norte y ocúltate ━le instó.
━Pero, ¿y tú, Cristal... y Bree? ━preguntó Diego mientras se ponía de pie.
━Tienes que huir ahora mismo. Yo me haré cargo de todo... ya no puedes regresar al refugio. Vete muy lejos, incluso a otro estado ━insistió Cristal.
━No. Ven conmigo. Tenemos que encontrar a Bree y...
━Escúchame. Ya no se puede ━Cristal interrumpió, aún escuchando cómo Victoria esquivaba los ataques enérgicos de Riley━. No me hagas usar mi habilidad contigo. Solo hazlo. Bree vivirá, tiene a Fred. Con el tiempo, sé que ella te buscará.
━No. Tú...
Cristal podía sentir cómo su energía mental se agotaba rápidamente, y el efecto que tenía en Riley parecía disminuir con cada minuto que pasaba. Esta situación comenzó a inquietarla profundamente.
━¡Solo hazlo! ━le instó, viendo que Riley luchaba por resistir la influencia que ejercía sobre él.
Con determinación, Diego respondió.
━Si no nos encontramos en unas semanas, iré a buscarte ━Cristal asintió en señal de acuerdo, sabiendo que no tenían más tiempo que perder.
━Vete ━ordenó, y en ese mismo instante, Riley pareció perder por completo el control sobre su intento de lastimar a Victoria. El olor de Diego se desvaneció aún más mientras huía del lugar, y Cristal pudo sentir que su propio agotamiento mental era una consecuencia del esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo.
━¿Me pregunto cuanto tiempo los puedo detener? ━se pregunto a si misma Cristal, ignorando el odio que veía reflejado en las miradas de ambos vampiros que se tensaban, listos para atacarla en cualquier momento, se preparó para enfrentar lo que fuera necesario para proteger a Victoria y cumplir con su compromiso. La tensión en el aire era palpable, y Cristal sabía que estaban al borde de un enfrentamiento potencialmente devastador.
Los días arrastraban su agonía para Cristal, quienes parecían eternos tras su insatisfactoria pelea. Por un instante, el inminente final a manos de Victoria parecía inevitable, con la amenaza de que le arrancara la cabeza. Sin embargo, Cristal, apelando a los escasos vestigios de su habilidad que aún le quedaban, logró convencer a la pelirroja de que no la matara. Victoria aceptó dejarla con vida, pero bajo una condición inquietante: Cristal debía servir como su protectora y, si no cumplía, Victoria se encargaría personalmente de rastrear a Diego para poner fin a su vida. La rubia, dubitativa y temerosa, aceptó esta oferta sin estar segura de la veracidad de las palabras de Victoria. Decidió no correr riesgos, asumiendo que la amenaza podía ser real.
Mientras tanto, a miles de kilómetros de distancia, Bree y Fred se ocultaban, esperando a que Cristal o Diego reaparecieran en la entrada del refugio. Sin embargo, a medida que las horas se convertían en días, comenzaron a temer por la vida de ambos. Incluso para Fred, la idea de que Cristal siguiera con vida parecía cada vez más inverosímil. Sus sospechas se vieron confirmadas al observar el comportamiento de Riley.
Los días transcurrieron vertiginosamente para Cristal mientras permanecía junto a Victoria, y parecían reducirse a meros segundos en comparación. La determinación de la pelirroja por cumplir su objetivo secreto era tan intensa que ni siquiera se detenían a alimentarse. Apenas un día antes de lo que se vislumbraba como la batalla contra el clan, como Victoria le había insinuado, la pelirroja sacó una bolsa de plástico hermética que contenía una tela roja y otra negra en su interior. Ante la intrigada mirada de Cristal, Victoria explicó su propósito.
━Quiero que te concentres en una humana ━dijo Victoria. Sus palabras dejaron un rastro de incertidumbre en el aire, como si algo mucho más oscuro estuviera a punto de desvelarse.
La rubia, con una expresión de incredulidad pintada en su rostro pálido, formuló la pregunta que rondaba su mente en un tono escéptico que apenas logró ocultar el asombro que le causaba la noticia que acababa de escuchar.
━¿Una humana? ━preguntó, como si quisiera confirmar que había entendido correctamente, aunque sus palabras estaban cargadas de incredulidad y desconfianza.
━Sí. Estos vampiros andan con dos humanos. No hagas preguntas de más.
━Sabes que no me dejaré llevar por esto. Puedo tener a cualquier humano que quiera, ¿por qué justamente en estos humanos? ━preguntó con decisión.
━¡Por qué ellos...! ━Victoria comenzó a decir, antes de interrumpirse para recuperar el control de sus emociones━. Solo hazlo o iré a por Diego.
━Aish... Bien ━cedió, reconociendo que no le quedaba más opción que cumplir con lo que se le pedía.
Cristal, sin perder un segundo, arrebató la bolsa de manos de Victoria y la abrió con curiosidad. Sus sentidos agudos se pusieron en acción de inmediato. Su nariz respingada se hundió en la abertura de la bolsa mientras mantenía su mirada fija en Victoria, como si quisiera demostrar que no bajaría la guardia ante ella. El olor de la tela roja, con aspecto de camisa, emanaba un aroma que parecía haber sido impregnado por la sangre de un humano con un dulzor excesivo.
Los ojos de Cristal se abrieron de par en par al valorar ese aroma. Después de días sin probar ni un solo bocado, su sentido salvaje salió a la luz con una intensidad inusitada. Una mueca de satisfacción se asomó en su rostro mientras sentía cómo su garganta empezaba a arder, una sensación que había evitado durante un largo tiempo. Para Cristal, la idea de probar esa sangre sonaba increíble, pero en ese momento no le causaba dolor no poder hacerlo, no cuando tenía a Bree, Fred y Diego en mente.
Profundizando aún más en los olores contenidos en la bolsa, Cristal centró su atención en el olor del pedazo de tela color negro. Pertenecía, al parecer, a una remera. Este aroma era aún más dulce y apetitoso que el del otro humano, tan exquisito que tuvo que alejarse momentáneamente para evitar perder el control. Sin embargo, al volver a olerlo, algo en su mente se agitó, una vaga sensación de familiaridad y nostalgia. Había algo en ese olor que resonaba en lo más profundo de su ser, como si pudiera recordar algo más de sus recuerdos. Específicamente, se sentía relacionado con alguien, aunque no podía ponerle nombre ni rostro. El recuerdo se percibía lejano y borroso, como un eco distante en su mente que no podía alcanzar.
Cristal intentó concentrarse, sus ojos fijos en Victoria, a quien prácticamente le arrojó la bolsa con desdén antes de alejarse.
━¿Qué quieres que haga exactamente? ━preguntó Cristal, deseando entender mejor su papel en esta situación.
━Solo sigue mis órdenes ━respondió Victoria con autoridad━. Estarás conmigo hasta que yo lo diga. Si así lo quiero, volverás con el resto de los neófitos.
Cristal se puso en alerta, sabiendo que volver con los otros significaba reunirse con Bree y Fred. Con determinación, asintió, anhelando el momento en que pudiera volver a ver a ambos. Confiaba en que sus instintos los mantuvieran a salvo.
A medida que avanzaban hacia la ubicación final, la presión del sol se volvía abrumadora. Caminaban hacia el punto culminante, y Cristal, siguiendo a Victoria, esperaba ansiosamente la señal de la pelirroja para que pudiera regresar con los neófitos. El aire se volvía más frío a medida que ascendían por la colina semidesnuda, marcada por rastros de nieve y pinos dispersos. Estar tan cerca de la humana cuyo aroma Victoria había proporcionado para que Cristal lo oliera la hizo apresurar el paso. No podía resistir el hambre por mucho más tiempo, y sus instintos se desbordaron cuando salió corriendo con un rugido salvaje.
Victoria, sintiendo el acercamiento de Riley, se volvió hacia Cristal y le ordenó con urgencia: ━Vete de aquí. Vuelve con los neófitos. Ya no te necesito aquí.
Las palabras de Victoria actuaron como una especie de ancla en la mente de Cristal, deteniéndola abruptamente. La prioridad de asegurar la protección de Bree volvió a su mente con claridad, y liberó el dulce aroma de la sangre, colocando a la adolescente por encima de todo. Asintiendo, la rubia se volteó hacia el sur y comenzó una frenética carrera cuesta abajo en dirección al claro donde Victoria le había explicado que tendría lugar la batalla contra el clan enemigo de ojos amarillos.
A medida que se acercaba, Cristal podía escuchar claramente los rugidos, gritos y aullidos. Parecía que la pelea estaba en pleno apogeo, el caos solo aumentaba. ¿Estaban ganando los del clan de ojos amarillos o los neófitos? Cristal solo deseaba encontrar a Bree sana y salva.
Al atravesar el bosque y llegar al exterior, Cristal se encontró con una vasta pradera cubierta de hierba. Sus ojos recorrieron desesperados a los neófitos, su corazón latiendo desenfrenadamente al notar la presencia de criaturas enormes, parecidas a lobos gigantes. La duda sobre si debía escapar o no cruzó su mente. Esta era una ayuda inesperada para los vampiros del clan de ojos amarillos, quienes luchaban con ferocidad. Parecían preparados, mientras que los neófitos, menos experimentados, estaban perdiendo terreno rápidamente y con facilidad. La incertidumbre se apoderó de Cristal mientras buscaba desesperadamente a Bree en medio del caos de la batalla.
Bree.
Su nombre resonó en su mente como un ancla, devolviéndola a la realidad con un sacudón emocional. Desesperada por sumergirse de lleno en la batalla y encontrar a la adolescente, Cristal corrió a través del caos del enfrentamiento. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron cuando no pudo encontrar a la joven en ninguna parte ni detectar ni un rastro de su olor característico en el aire cargado de tensión. La lucha que se libraba a su alrededor se convirtió en un torbellino borroso e incomprensible.
Todos los metamorfos presentes en ese lugar, sin importar cuán distantes estuvieran antes, habían percibido de manera inconfundible el aroma que revelaba la verdadera identidad de Cristal, incluso si la rubia aún no era consciente de ello. Los sentidos agudos de los metamorfos no dejaban espacio para la duda: había algo excepcional en ese olor, algo que los alertó de inmediato. El alfa, en un acto reflejo, impulsó a Embry y Paul hacia la acción. Los tres saltaron hacia adelante, impulsados por la urgencia de proteger a su manada y de neutralizar cualquier amenaza que se avecinara, guiados por el distintivo aroma que emanaba de la enigmática figura vampírica en el centro del lugar. Era como si el aire mismo se hubiera cargado de electricidad en respuesta a la presencia de Cristal
De repente, algo mordió en el hombro a Cristal y la arrojó varios metros hacia atrás. Aturdida, se levantó del suelo, consciente de que uno de esos gigantescos lobos negros la miraba con ojos amarillos llenos de hambre. Un escalofrío de terror recorrió su espina dorsal. El lobo emitió un gruñido gutural y salivante, como si su temor le proporcionara un festín. A pesar de su miedo a lo desconocido, Cristal reunió su valentía y le propinó una fuerte patada en la mandíbula. Sin embargo, un lobo gris con manchas negras se abalanzó sobre su pierna, tratando de arrancársela, mientras otro con una nariz rosada se preparaba para arrebatarle la cabeza.
A pesar del miedo que sentía, Cristal no se quedó atrás. Utilizó su habilidad, fijando sus ojos en ambos lobos, aprovechando el hecho de que el lobo negro aún parecía recuperándose de su patada. Los dos lobos grises, apenas Cristal usó su habilidad en ellos, retrocedieron, emitiendo pequeños gemidos como si hacer lo que la rubia quería les causara dolor o molestia.
Sin perder un segundo más, Cristal continuó su búsqueda frenética de Bree, sintiendo el agotamiento mental de usar su habilidad en las dos criaturas. Jasper, siempre alerta a su entorno, notó cómo los lobos parecían haberse sometido a su alrededor y se apresuró a intervenir antes de que un neófito los atacara. Y entonces, la vio. Cristal, con sus ojos rojos y sedientos de sangre, estaba frente a él.
Pero no era el único que la había encontrado. Alice, a unos metros de distancia, quedó hipnotizada por el cabello rubio de Cristal y la duda la carcomió desde atrás. Casi fue atacada por un neófito si no fuera por la intervención oportuna de Emmett. La vidente avanzó unos pasos, aún con una pizca de incertidumbre, pero la expresión sorprendida de Jasper la confirmó de inmediato: era ella. Era su Cristal.
Sin embargo, antes de que pudiera acercarse a ella, un neófito la derribó con ferocidad. Cristal, absorta en su desesperación por no encontrar el rastro de Bree o Fred en ninguna parte, ni siquiera se dio cuenta de su entorno ni de lo fácilmente que los neófitos estaban siendo derrotados.
Jasper aprovechó ese momento de distracción y cambió las emociones de Cristal a una completa calma, haciendo que la rubia se relajara por completo y su habilidad dejara de afectar a los lobos, que recuperaron la compostura rápidamente. La batalla seguía rugiendo a su alrededor, y cada bando luchaba con uñas y dientes por la supremacía.
━Yo me ocupo ━anunció Jasper, rompiendo el breve momento de tensión en el que los tres metamorfos se dirigían hacia Alice para ayudarla. A regañadientes, los metamorfos se alejaron y se dirigieron en dirección a Alice.
Al escuchar la voz de Jasper, Cristal se giró hacia él. Aunque había estado visiblemente alterada en un principio, su expresión se había vuelto más tranquila, aunque aún mostraba cierta desconfianza. Sus dientes se exhibían como una señal de amenaza, revelando su incomodidad por las emociones extrañas que estaba experimentando y la imposibilidad de utilizar su habilidad. Jasper, por su parte, intentó recomponerse de la sorpresa de ver a la humana como un neófito.
━Cristal... tranquilízate ━dijo Jasper, elevando sus manos en señal de paz.
━¿Cómo sabes mi nombre? ━preguntó Cristal con confusión, frunciendo el ceño.
Jasper ni siquiera tuvo la oportunidad de responder, ya que Alice se liberó del neófito y se acercó cautelosamente hacia la posición de la rubia. Aprovechando la oportunidad, Jasper con rostro contrariado se volteó alejándose y se ocupó de los demás neófitos que quedaban, dejando a Cristal en manos de Alice.
Cuando Cristal se volvió al oler el aroma de otro vampiro y vio a Alice, sintió una oleada de emociones abrumadora. Aquellas iris dorados resonaron en su memoria con una claridad sorprendente. Sin embargo, no se limitaron a ser un simple recuerdo visual. Los ojos de Alice, envueltos en un resplandor dorado que irradiaba confianza, emanaban una sensación de seguridad que parecía envolver a Cristal. No era una sensación de superioridad basada en las habilidades de Alice, capaces de protegerla en cualquier circunstancia, sino más bien un sentimiento profundo de confianza. Cristal, al mirar a Alice, tenía la certeza de que podía darle la espalda sin temor, confiando plenamente en que Alice no le haría ningún daño ni le arrancaría una extremidad. En ese instante, Cristal no se sentía ajena al acto de mirar; más bien, experimentaba una conexión genuina. Aquel vampiro, quizás el más humano que Cristal había encontrado hasta la fecha, parecía haber conquistado su corazón, y se sentía dispuesta a entregarse por completo a su influencia.
La voz de Alice, un susurro ahogado, rompió el hechizo momentáneo cuando pronunció el nombre de Cristal. Al observarla con ojos rojos, notando la falta de latido en su corazón, la realidad regresó con un escalofrío sutil pero poderoso.
ojalá algún día alguien (piba) me diera la misma bola que Alice a Cristal 😭💥.
loco q cristal ya recuerde a la mamá y al bestie o me tiro de un cuarto piso.
ok, pero la Cristal apenas vio a Alice:
UN APLAUSO PARA ESTA PAREJA Q ESTA ENAMORADAAA😍.
pd: Debo de admitir que me imaginaba que su reencuentro fuera más rápido, pero mientras escribía pos no se dio JAJAJSJS.
by: Destiny 💓.
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