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══════Alice Cullen estaba completamente fascinada por Cristal Laweth. No solo compartían varias clases juntas, sino que también estaban en el mismo año escolar. Alice sentía que el destino había unido sus caminos de alguna manera, aunque no sabía exactamente cómo, dónde ni cuándo. Sus visiones así se lo sugerían, y anhelaba que eso fuera cierto. Sin embargo, Cristal parecía mantenerse indiferente ante sus intentos por acercarse. A pesar de que Alice, con su característico corte pixie, era insistente en sus acercamientos, Cristal no cedía ante ningún encanto.

Un día, Alice se presentó ante Cristal al final del pasillo, teniendo a Jasper a su lado. La escena sorprendió a quienes los rodeaban, ya que los Cullen rara vez interactuaban con personas fuera de su círculo íntimo. Sin embargo, la reacción de Cristal fue aún más impactante. La rubia se atragantó con el agua que bebía, tosiendo con desesperación. Apenas cerró su casillero, salió disparada hacia su mejor amigo, que conversaba con Jessica en ese momento. Dio un gesto de despedida con la mano como si se estuviera yendo, dejando atrás a los vampiros.

El cabello de Cristal ondeaba al alejarse, y dejaba un delicioso aroma a fresas que encantó a Alice. Aunque no había obtenido una respuesta positiva, su interés por Cristal solo se había intensificado. Su determinación por descubrir cómo podían ser compañeras eternamente no menguaba. Seguiría intentando, buscando cualquier señal que indicara que su visión podría hacerse realidad. Y aunque no sabía cuándo o cómo sucedería, estaba dispuesta a esperar, porque su corazón le decía que Cristal Laweth era más que una simple casualidad en su vida.

━Ella estaba enojada y nerviosa a la vez ━fue lo primero que dijo Jasper cuando la rubia se alejó. Sintiendo las emociones que desprendía hace unos segundos la contraria.

━Cristal yo se que algún día me amarás ━dijo con seguridad y una mirada soñadora determinada.

Alice se sacudió suavemente de su ensoñación al sentir el codo de Edward golpear su brazo. Volviendo al presente, se dio cuenta de que había estado observando con fijación a la rubia sentada a unas mesas de distancia. La joven seguía arreglándose el flequillo, aparentemente inconsciente de la mirada de Alice.

Gracias a su agudo sentido auditivo, la vampira podía escuchar la conversación entre la rubia, llamada Cristal, y su amigo. Escuchaba perfectamente las quejas de Cristal sobre cómo había sido una terrible idea contarse el cabello sola en la madrugada anterior. Sin embargo, en los ojos de Alice, la rubia se veía simplemente encantadora. Parecía Aurora, toda una princesa.

La curva de sus labios se suavizó en una sonrisa mientras observaba a Cristal. Desde su perspectiva como vampira, podía notar detalles que a los ojos humanos pasarían desapercibidos: la forma en que la luz de la ventana junto a la chica resaltaba su cabello, el brillo de sus ojos al reír, y la elegancia natural en cada uno de sus gestos. Cristal parecía que cuidaba cada rasgo de si misma, ropa adorable, uñas perfectamente pintadas, accesorios delicados de oro y maquillaje que resaltaba lo mejor de ella.

Edward la miró con diversión, sabiendo perfectamente lo que pasaba por la mente de Alice al escuchar los pensamientos ruidosos sobre lo que sentía Alice cada vez que miraba a Cristal. Él conocía bien la habilidad de su hermana para prever y predecir el futuro, pero también sabía que su corazón sensible y romántico a menudo se veía atraído por la belleza en todas sus formas, y en ese momento Cristal estaba por sobre cualquier cosa.

━Despierta, enamorada.

━Shh. Me desconcentras.

━¿Te desconcentro de Cristal?

━Sí ━admitió Alice━. Sabes que de la clase nunca suelo prestar atención.

━¿No deseas saber en qué está pensando? Podría... ya sabes. Decírtelo. Te sorprendería.

━Si... Bueno, ¡quiero! Pero no puedo. En realidad no. Las sorpresas son de lo mejor y las adoro, pero puede que esta no sea una sorpresa buena. Además me propuse a mi misma conquistarla sin ayuda.

━Bien. Como desees.

━Yo sé que... ella será mi compañera ━dijo con menos seguridad en su voz esta vez, como si se estuviera alejando cada vez más de aquella visión del futuro que había tenido. Quizás ese futuro ya no existía. Sin embargo, desde el momento en que la vio, sintió algo especial. Había compartido sus pensamientos con Jasper antes de todo esto, sabían que no estaban destinados a ser compañeros eternos y que en algún momento encontrarían a sus respectivas parejas. Por lo tanto, no sorprendió a Jasper que se sintiera de esa manera, de hecho, se alegró sinceramente por ella, aunque su lazo seguía siendo fuerte, ahora era más bien una firme amistad. Para Edward, sin embargo, era un sentimiento agridulce, poder escuchar los pensamientos de la compañera de su hermana sin poder decir nada al respecto, le resultaba frustrante. Era como un cupido al que no le permitían disparar sus flechas, pero a pesar de todo, respetaría la decisión de Alice.

Así pasó absolutamente todo el año. Sorprendentemente nada interesante había pasado. Lo máximo que había logrado recibir Alice por parte de Cristal era que le respondiera con un hola para cuando Alice la había saludado con un buen día. La posibilidad de invitarla a salir para evitar distracciones se desvaneció rápidamente, ya que Cristal siempre parecía escurrirse antes de poder concretar sus planes. Cada vez que la Cullen se acercaba, el corazón de Cristal latía desbocado, sintiendo una extraña mezcla de emociones que parecían a punto de hacerlo estallar en cualquier momento.

Cristal era conocida por su honestidad y dulzura, además de poseer una belleza exótica y llamativa, que no pasaba desapercibida para nadie, incluida Alice. Aunque muchos se sentían atraídos por ella, Cristal parecía no interesarse en ninguna relación sentimental. Vestía con colores vivos como el rosa, aunque a veces se permitía toques de negro que la hacían destacar en el apagado paisaje del pueblo de Forks. Además, siempre emanaba un agradable aroma.

Después de la trágico abandono de su padre, Cristal y su madre se mudaban con frecuencia, pero finalmente se asentaron en Forks, donde llevaban dos años completos. Aunque se llevaba bien con casi todos, Cristal mantenía su distancia y solo permitía que una pequeña cantidad de personas la conocieran realmente. Su mejor amigo y Angela eran los "privilegiados" que tenían acceso a su verdadero ser, mientras que con los demás prefería mantener una relación más superficial, disfrutando de un amplio grupo de amigos con los que poder salir y divertirse.

Todo cambió con la llegada de los Cullen al pueblo. La aparición de Alice y la vuelta de Bella generaron un revuelo que captó la atención de todos. Aunque Cristal no conocía a Bella, sabía que la presencia de alguien nuevo en Forks siempre era motivo de curiosidad.

El tiempo siguió su curso, sin embargo, Alice no podía acercarse a Cristal si esta última no lo permitía. La de apellido Laweth mostraba interés y amabilidad con todos, excepto con Alice, lo cual la vampiro no podía entender. ¿Por qué ella era la excepción? Esa pregunta persistía en la mente de Alice, intrigada por la misteriosa actitud de Cristal hacia ella.

La vida continuó con normalidad, y el cumpleaños número dieciocho de Cristal llegó sin grandes cambios. Para ella, esa estabilidad era perfecta, después de mudarse tantas veces, finalmente se sentía bien al establecerse en un lugar fijo. Alice también sentía lo mismo, la idea de permanecer junto a su compañera sin grandes alteraciones en el futuro era reconfortante, a pesar de que no logró acercarse ni un poquito aun tendría toda la eternidad para intentarlo.

Al menos eso era lo que Alice pensaba, pero el destino siempre tiene sus propios planes.

Authors note (‼️):

pfff, el gran trabajo que me tomó escribir esto ni se imaginan. La introducción es lo peor siempre. Es como estar estancada, pero una vez que lo termino se me hace mas fácil continuar la historia.

sentía que le faltaba un algo a esta historia, por eso no quería subir nada hasta no saber toda la historia completa y escribir muchos capítulos, por eso m decidí a publicarla finalmente ahora jsdjsnjd.

by: Destiny 💓.