╰✦ ( 𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓸𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 ) ✦╮

═════Antes de aproximarse y emprender en secreto la persecución de Riley, se habían dado debates, en su mayoría protagonizados por Bree, Cristal y Diego. La adolescente estaba decidida a no permitir que los otros dos vampiros se arriesgaran demasiado, temiendo que dejaran su inconfundible aroma impregnado en el rastro. Sin embargo, al final, esta precaución se desmoronó, y Diego y Cristal se colocaron a la vanguardia de la operación. Mientras tanto, Bree y Fred adoptaron una estrategia parecida a unos ninja, siguiendo la pista desde las sombras de los árboles a unos cien metros de distancia. Se esforzaban al máximo por ser cuidadosos y no dejar rastro alguno que pudiera delatar su presencia.

━¿Qué más crees que es mentira acerca de los vampiros? ━murmuró Diego a Cristal, su voz apenas perceptible sobre el susurro del viento.

━Estacas... o más bien, todo lo que Riley nos dijo. Solo creí lo del sol, hasta que Fred me demostró que no era cierto ━respondió Cristal.

━Me agradas. Al menos muestras que no eres tan salvaje como los demás, y Fred también me cae bien... de alguna manera ━agregó Diego después de una breve pausa.

━Permíteme cuidarte cuando le preguntes a Riley sobre el sol ━dijo Cristal, su tono sonando más como una exigencia que como una solicitud.

Diego mantuvo la mirada fija en el frente sin responder.

━Es arriesgado ━comentó Cristal con seriedad, volviéndose hacia el chico.

━Creo que Riley lo podría entender ━respondió Diego.

━Sí... pero si no lo hace, ¿qué harías? ¿Abandonar a Bree después de que finalmente empezaron a estar juntos? ━preguntó Cristal, frunciendo el ceño mientras negaba con la cabeza como si esa opción estuviera completamente descartada━. Sabes que no puedo aceptarlo.

Aunque Cristal no lo mencionó, esa pregunta también rondaba en su mente. A pesar de haber compartido más momentos con Fred que con Diego últimamente, se había acercado más al segundo cada vez que se aburría, notando que él no la apartaba con demasiada firmeza y parecía divertirse con su personalidad enérgica. Desde el principio, Cristal había observado a Diego con cierto respeto, a pesar de que en el pasado no le había caído bien. Lo consideraba un igual, dado que parecía tener la capacidad de razonar y mantener a raya sus instintos sanguinarios cuando salían a cazar con otros seguidores de Raoul. El de cabello negro parecía el más sensato e inteligente de todos, como si pudiera leer entre líneas y comenzar a comprender por qué habían sido convertidos en neófitos en primer lugar.

Cristal sentía un profundo respeto por él y, por lo tanto, buscaba protegerlo.

━Tienes una motivación para seguir en pie, ¿no? ━mencionó Diego.

━Se supone que ahora tú también ━le recordó Cristal haciendo referencia a Bree.

━Sí. Pero se que aunque ponga mi vida en riesgo si yo no vuelvo tú siempre estarás para protegerla. Y confío en eso ━le dedico una mirada de suma gratitud pero Cristal se mantuvo seria aun con la negativa de ese supuesto plan al cual no le veía el sentido━. Tienes que volver a ver a la chica de ojos dorados.

Cristal por fin volteó nuevamente a verlo aun sin desviarse del camino corriendo entre los estrechos árboles.

━¿Cómo sabes eso?

━Bree lo mencionó sin querer. ¿Lograste recordar algo de tu vida humana entonces? ━su curiosidad era palpable en cuanto hizo su pregunta.

━La recuerdo. Solo tengo un vago recuerdo de ella... se siente bien recordarla, ¿sabes? Ella fue mi motivación siempre que no le encontraba sentido a esto de la eternidad. Hasta que conocí a Bree ━mencionó con cariño la rubia━. Sin embargo, por mas de que lo intente no puedo recordar mas allá de eso. Todo se siente tan lejano...

━Es extraño. Pero supongo que deben haber cosas de mi vida humana que son mejor no recordar.

━Sí. Lamentablemente las cosas buenas van de la mano de cosas malas ━lo pensó Cristal.

Era una noche de brisa bastante fuerte, lo cual ayudaba a que el viento llevara la conversación de Diego y Cristal a la dirección contraria de Riley y también ocultara los sonidos ágiles que hacían al correr. Hacía frío para ser verano, pero la temperatura tampoco importaba demasiado dado que Cristal no la sentía molesta en su piel. Solo era como una sensación fría que se camuflaba con su temperatura original.

Diego y Cristal continuaron avanzando, corriendo a la par, lo hicieron aproximadamente durante quince minutos más, esta vez sin hablar dado que no querían arriesgarse demasiado a ser escuchados. Pero cuando Diego comenzó a aminorar la marcha Cristal también lo hizo al notar como el olor de Riley se detenía y se intensificaban un poco más.

La rubia aun inmóvil junto a Diego escuchó el imperceptible ruido de Bree y Fred posiblemente desplazándose entre las altas ramas de los árboles para ocultarse aún más. Cristal los siguió dando un gran salto sin la necesidad de tener que escalar uno de los árboles donde se encontraba el dúo escrutando en la escena. Saltando por las copas de los árboles para asegurarse de que su rastro no condujera directamente al de Fred o Bree, de la misma forma que hacia Diego.

A menos de un kilómetro de distancia había un enorme claro entre los árboles, un campo abierto que cubría una extensión de más de una hectárea. Cerca del centro del claro, más próximo a los árboles de la zona oriental, se emplazaba lo que parecía una casita de caramelo agigantada. En pintura brillante de color rosa, verde y blanca, estaba recargada hasta el punto de llegar a la ridiculez, con unos elaborados adornos y florones en cada arista imaginable. De no ser porque estaba tan mal decorada a Cristal le hubiera agradado vivir en una pequeña casa pintoresca, únicamente guiada porque esta era de color rosa.

No se veía a Riley por ninguna parte pero a unos metros de la casa, Diego se había detenido, así que Cristal y el resto hicieron lo mismo, asumiendo que aquél era el punto final de la persecución.

Cuando pasaron algunos minutos y luego de analizar con cuidado la situación y no observar a Riley a la vista, la rubia y Diego se acercaron a la dupla. Diego tomó de la mano enseguida a Bree y Cristal se posó junto a Fred pasando su brazo por los hombros del alto chico quien no protestó ya acostumbrado a que Cristal se le pegara como un chicle.

Cristal le hizo una seña a los tres vampiros para que comenzaran a moverse aún más cerca pero con cautela. Se acercaron hasta dejar unos pocos árboles entre medio de distancia, pero lo suficiente como para escuchar que sucedía dentro.

La brisa colaboró amainado un poco, y los cuatro pudieron oír algo: el extraño sonido de unos tic-tac y unos roces. Cristal reconoció exactamente de donde provenían esos sonidos y miró con complicidad a Diego quien esbozó una leve sonrisa aún más al ver las miradas confundidas de Fred y Bree. Diego frunció los labios y le lanzó un beso silencioso a Bree a forma de explicación y Fred al entenderlo hizo una especie de "O" con la boca.

En el caso de los vampiros, los besos no sonaban igual que los humanos. Nada de células esponjosas, blandas, repletas de líquido, que se apretujasen las unas contra las otras. Labios pétreos tan sólo, sin elasticidad. Cristal ya reconocía ese sonido a la perfección luego de sus sesiones con Victoria le bastaba recordar alguna que otra situación como para comprender qué pasaba dentro de la casa.

"Se los dije. Nada importante" gesticuló Cristal sin hablar realmente para no hacer demasiados sonidos.

━Ahora entiendo de qué se trataban las "reuniones con ella" ━murmuró Fred en un tono apenas audible, mirando a Cristal con una expresión que reflejaba la repulsión que sentía hacia Victoria, su creadora. Bree lo miró con sorpresa y cerró los ojos con fuerza.

━Calla ━lo silenció Cristal a Fred, intentando prestar atención por si decían algo de importancia. Diego, por su parte, parecía ligeramente horrorizado ante la situación, aunque simplemente se encogió de hombros. Después de una larga sesión de besos entre Riley y Victoria, finalmente volvió a escucharse una voz.

━¿Cuántos?

La voz sonaba amortiguada por la distancia, pero seguía siendo clara para los cuatro. Era inconfundible, aguda como la de una cría consentida. Cristal había escuchado esa voz miles de veces, cerca de su oreja o cuello, mientras la pelirroja pasaba sus manos frías como un témpano helado por todo su cuerpo. Al mismo tiempo, Victoria siempre se aseguraba de que Cristal nunca dejara de practicar y mejorar su habilidad hechizante, diciéndole cosas como: "Si mejoras tanto, serás mi mayor orgullo" o "Te recompensaré generosamente si lo haces".

Pero todas esas palabras, para Cristal, sonaban como un eco vacío en su interior, sin importarle realmente lo que Victoria le decía.

Cristal volvió a conectarse con su entorno al ver la expresión de preocupación en el rostro del resto del grupo. Sin entender por qué, se esforzó un poco más en prestar atención a lo que sucedía a su alrededor para descubrirlo.

━Todavía tenemos a veintitrés vivos, ni más ni menos. Ni siquiera con lo que son capaces de hacer... ¿de qué les servirá contra veintitrés? ━dijo Victoria, soltando un ligero tintineo de risa. En ese momento, Cristal y Fred intercambiaron miradas, siendo los más cercanos, y como si se comunicaran telepáticamente, asintieron al unísono.

Efectivamente, como habían teorizado en la cueva aquel día en que estuvieron encerrados a la espera, los habían creado con un propósito, y por el tono de voz de Victoria, quedaba claro que tenían, o más bien, la pelirroja, tenía un enemigo en específico. Mientras Victoria seguía murmurando y hablando con Riley, Fred y Cristal se comunicaban mediante señales concretas para no tener que hablar en voz alta. Sin embargo, de repente, Cristal notó cómo Diego fijaba la mirada más allá de la pradera. Al concentrarse mejor, la rubia comenzó a oír el tenue sonido de pisadas. Fred y Bree, sin entender del todo pero igualmente inmóviles, giraron la cabeza en varias direcciones en busca de la causa de la tensión que había invadido al par repentinamente.

Pasaron varios minutos antes de que todos comprendieran lo que estaba sucediendo.

Cuatro enigmáticas siluetas se deslizaron con elegancia a través del espacio abierto que se extendía hacia la casa desde el oeste, la distancia más remota desde la cual los cuatro vampiros acechaban, cuidadosamente ocultos. Estaban envueltos en largas capas oscuras con capuchas que eclipsaban sus rostros. Sus movimientos eran una danza fluida de control y gracia, algo que Cristal nunca había asociado con los vampiros. De no ser por el inconfundible aroma que flotaba en el aire, podría haberlos confundido con humanos o incluso con alguna otra criatura misteriosa.

A medida que las cuatro figuras avanzaban, su marcha implacable las llevó a través del campo abierto, adentrándose en el claro desde el oeste, donde los cuatro observadores permanecían escondidos. Las capas oscuras que vestían, con capuchas de proporciones exageradas, evocaban un estilo gótico que parecía sacado directamente de una película de vampiros. Las túnicas sombrías se deslizaban silenciosamente sobre la hierba, sin emitir el más mínimo sonido. Todo en su apariencia inusualmente coordinada llenaba a Cristal de una profunda inquietud.

La rubia también notó que estos misteriosos seres mantenían una formación perfecta en la forma de un rombo, una disposición que no vacilaba ni un ápice. Quizás se debiera a que la figura en el vértice del rombo era más pequeña que las demás y lucía una túnica aún más oscura. Estaban claramente organizados y parecían no seguir ninguna pista olfativa, sino que simplemente avanzaban con determinación, como si conocieran el camino de antemano.

Su avance los condujo directamente hacia la casa, y cuando comenzaron a ascender silenciosamente los escalones que llevaban a la puerta principal, los cuatro observadores sintieron un respiro momentáneo. Sin embargo, la apariencia de estos seres, vestidos como la personificación de la muerte o los jinetes del apocalipsis, provocó un escalofrío en Cristal. La situación se volvía cada vez más intrigante y lúgubre a medida que se desarrollaba ante sus ojos.

Dentro de la casa, los nuevos visitantes comenzaron a entablar conversaciones algo tensas con Victoria y Riley, sumergiéndose en un intercambio de intereses. Sin embargo, Cristal, aguda y alerta como siempre, percibió un nuevo aroma en la distancia. Esta sutil perturbación en el aire hizo que los cuatro ocultos tensaran sus cuerpos y contuvieran la respiración. Al parecer, alguien más se uniría a esta "reunión" que se estaba gestando en el interior de la casa. Un silencio incómodo se apoderó del lugar mientras todos presentían la inminente llegada del nuevo vampiro, como si ya supieran que se acercaba.

Era un vampiro que parecía flotar aún más que los demás, alguien que claramente llegaba tarde a la reunión. En lugar de llevar una capa negra como los demás, vestía una capa de color rojo borgoña que fácilmente podría confundirse con el negro. Sin embargo, esta elección de color le otorgaba una apariencia que destacaba, infundiéndole una mayor autoridad y relevancia, aunque estaba claro que pertenecía al mismo grupo debido a su estilo de ropa y presencia similar. A diferencia de los otros vampiros, este recién llegado movió ligeramente la cabeza una vez, como si estuviera buscando algo o a alguien, dirigiendo su mirada en la dirección donde se encontraban los ocultos. El gesto fue tan rápido que casi pareció una coincidencia.

El aroma que Cristal logró percibir de este vampiro envió una descarga de desconfianza a través de su ser. A pesar de estar oculta en un entorno donde nadie podría verla, adoptó una postura de pelea instintiva mientras mantenía su mirada fija en el vampiro de capa roja. No relajó ni por un segundo hasta que el recién llegado también ingresó a la casa. Fred intentó tranquilizarla con una palmada en la espalda, aunque sin comprender completamente la situación. Los cuatro estaban tensos y alerta ante la incertidumbre.

Cristal llamó la atención de los demás con un pequeño gruñido y, al obtener su atención, indicó con la mirada la dirección por la que habían venido, sugiriendo que sería más sensato retirarse. Bree asintió, apoyando la idea, pero Diego parecía tener planes diferentes. Levantó un dedo y negó con la cabeza, indicando que sería mejor esperar unos minutos más para ver cómo se desarrollaba la situación. Bree rodó los ojos de manera sarcástica, y Cristal se pasó la mano por el rostro con frustración, haciendo un gesto a Diego en su yugular como si la cortara, expresando claramente que quedarse un segundo más en ese lugar era poner sus vidas en peligro innecesario.

Un sepulcral silencio se cernía sobre los cuatro mientras la conversación continuaba entre los demás en la casa. Sin embargo, Cristal, en particular, se hallaba atrapada en una perturbadora tormenta de emociones en lo más profundo de su estómago desde que el vampiro de capa roja había hecho su entrada. A diferencia dñe los demás, no podía soltar su tensión ni relajarse. Era como si en cada palabra que pronunciara estuviera a punto de regurgitar ponzoña.

Pareció pasar una eternidad antes de que los vampiros envueltos en sus túnicas, como sombras en la noche, se desvanecieran de la casa en completo silencio. Ninguno de los presentes, ya fuera Diego, Bree, Fred o, mucho menos, Cristal, se había atrevido a exhalar durante los cinco minutos que siguieron a su partida. Partieron en una formación de rombo, con el encapuchado de la capa roja en la retaguardia, como si fuera un guardián sanguinario.

Dentro de la casa, Victoria y Riley compartían el mismo mutismo. Pasaron otros diez minutos en un silencio absoluto. Bree intentó atraer la atención de Diego y Cristal tocándolos sucesivamente en el brazo, pero la rubia seguía tan inmóvil como antes, con esa horrible sensación de que algo se retorcía en su interior, como si estuviera a punto de vomitar veneno en cualquier momento. La incertidumbre y el miedo llenaban la habitación, y el tiempo parecía haberse detenido en un momento de tensión palpable.

━Bueno ━susurró ella dentro de la casa rompiendo el silencio y sacando a Cristal de su pequeño trance━. Ahora ya lo saben.

Cristal se sumió en sus pensamientos, planteándose una serie de preguntas intrigantes. ¿Estaba hablando de todos los encapuchados o específicamente se refería al enigmático clan que les rodeaba? En su mente, estos interrogantes dieron vueltas una y otra vez. No obstante, antes de lo que hubiera imaginado, las respuestas comenzaron a tomar forma en su mente de manera clara y contundente. Sin necesidad de conocer al clan en profundidad, la joven rubia estaba segura de una cosa: los más peligrosos eran, sin lugar a dudas, los encapuchados. Y entre todos ellos, el que destacaba de manera inquietante era el que vestía una capa rojo borgoña.

━Eso no importa. Somos más que... ━volvió a hablar Riley.

━¡Toda advertencia importa! ━gruñó, cortándole en seco━. Hay mucho por hacer. ¡Sólo cinco días nos dieron! ━se quejó━. No le demos más vueltas. Empiezas esta noche.

La orden resonó en la mente de Cristal como un interruptor que volvió a conectar su cerebro por completo. La información proporcionada por una de las encapuchadas sobre la ventana de tiempo limitado para llevar a cabo su plan "ilegal" había afectado profundamente a Victoria.

━No te fallaré ━prometió Riley con determinación.

Cristal actuó con rapidez. Primero, apartó a Diego y Fred con un ligero empujón, y luego tomó la mano de Bree. Los cuatro se movieron al unísono, saltando desde su escondite en lo alto del árbol hacia el siguiente, retrocediendo por el camino que habían recorrido previamente. La urgencia de Riley se había renovado, y si llegara a detectar el rastro de Diego o Cristal, después de las amenazas de los encapuchados, estarían en un grave aprieto.

En medio de la carrera, Diego susurró a Bree:

━Debo regresar y estar allí, esperando. Afortunadamente, no se puede ver desde la casa. No quiero que se dé cuenta de que lo he oído.

━Podríamos ir juntos a hablar con él ━sugirió Bree.

Pero Cristal intervino de inmediato con una negativa firme:

━Ni lo pienses, Bree.

━Demasiado tarde para eso. Riley podría haber notado que tu aroma no estaba en el rastro. Eso parece sospechoso ━insistió Diego.

━Diego... ━murmuró Bree, preocupada.

━Pero el aroma de Cristal también habría quedado registrado ━advirtió Fred, con un tono de preocupación en su voz.

Finalmente, los cuatro volvieron al punto en el que se habían reunido inicialmente. Diego habló en un susurro apresurado:

━Sigamos el plan. Especialmente tú, Bree. Le contaré lo que había planeado decirle. Aún falta tiempo antes del amanecer, pero así es como debe ser. Si no me cree... ━Diego se encogió de hombros━. Tiene preocupaciones mucho más graves que mi imaginación febril. Tal vez, con suerte, estará más dispuesto a escucharme ahora. Al parecer, necesitamos toda la ayuda posible, y tener la opción de salir durante el día no puede ser mala.

━Diego... ━repitió Bree, sin saber qué más decir.

━Diego, no lo hagas ━advirtió Cristal, con una nota de oscuridad en su tono. Nada de esto le agradaba; sentía que todo podía salir mal, pero no quería expresarlo de manera tan explícita en presencia de Bree━. Como dijo Fred mi aroma también quedó registrado. Al menos déjame ir contigo para protegerte por si algo sale mal ━Fred comenzó asintiendo, mostrando su acuerdo, y luego negando repetidamente, poco convencido de que Cristal debiera exponerse de esa manera.

━No voy a necesitar protección, Crisi. Es Riley.

El pequeño apodo amistoso por parte de Diego alimentó aun mas la negativa de Cristal en no querer dejarlo ir.

━No sabes... él ya no tiene la misma personalidad que en un comienzo.

Diego respondió con una sonrisa, aunque sus ojos reflejaban tristeza. Cristal podía deducir que él sabía que Riley había cambiado y que ahora era aún más sádico que antes. Esto indicaba que Diego era consciente de los riesgos que enfrentaba al compartir sus sospechas sobre el sol. Cristal no dijo nada más, guardando sus protestas y alejándose de Bree y Diego. Se unió a Fred para darles espacio y privacidad a la pareja. Ambos se volvieron en dirección contraria para darles intimidad.

━Regresa a casa, ocúltate detrás de Fred, y permite que Cristal te proteja. Actúa como si no supieras nada. Estaré justo detrás de ti ━se despidió Diego de Bree, y Cristal cerró los ojos, suspirando profundamente, incapaz de creer sus palabras.

━Ten cuidado.

━Adiós, Crisi. Fred ━murmuró Diego, y tan rápido como pronunció esas palabras, su aroma se desvaneció gradualmente, perdiéndose entre los inconfundibles olores del bosque y los árboles circundantes.

Cuando Diego se alejó lo suficiente, fundiéndose con la maleza como una brisa suave, Cristal se volvió hacia Fred.

━No iré con ustedes ━mencionó con calma.

━¿Qué? ━preguntó Bree, volteándose y acercándose a Cristal.

━Deberíamos cazar primero antes de regresar. Esa era la razón original para salir ━le recordó Cristal, con ternura, acariciando el cabello de la adolescente.

━¿Y por qué no vendrías con nosotros? ━cuestionó Fred sin entender.

━Aún es riesgoso tenerlos cerca si no sé si Riley también me estará buscando por mi aroma. Buscaré algo para beber por aquí cerca y esperaré a Diego en la zona ━explicó rápidamente. Bree frunció el ceño, no del todo convencida.

━Tranquila, BreeBree. Volveré antes de que te des cuenta de que falto... y con Diego también. ¿Suena mejor?

━Contigo basta ━Bree la abrazó por la cintura, ocultando su rostro. Cristal le dio una palmada en la cabeza, y la adolescente se alejó sonriendo, confiando en su protectora━. Nos vemos después entonces.

━Claro. Aliméntense rápido y regresen a la refugio ━dijo Cristal.

Bree asintió y caminó en la dirección en la que deberían regresar, esperando a que Fred también se despidiera de Cristal.

━No hagas nada estúpido, Cristal ━se despidió Fred con una mirada desconfiada, sospechando que la rubia ocultaba algo más.

━Nos vemos luego, Freddie. No me extrañes demasiado ━se despidió Cristal con su típica sonrisa brillante.

━No finjas conmigo. Sabes que Bree también estará esperándote ━le recordó Fred antes de voltearse y correr tras Bree en dirección a su refugio. La sonrisa de Cristal desapareció, reemplazada por una mirada decidida.

Parte de su mentira tenía cierta verdad. Estaba tratando de protegerlos de la amenaza que Riley representaba para ella ahora. Había notado un cambio en él. No era la mejor persona antes, pero Cristal había notado que estaba aún más decidido a hacer cualquier cosa por Victoria, incluso si eso significaba matar a su mejor amigo, Diego. Y eso Cristal no podía permitirlo. Tenía que asegurarse de que si Diego y Riley se encontraban, lo hicieran sin la presencia manipuladora de la sádica pelirroja, Victoria.

Incluso si eso significaba ponerse en riesgo, Cristal deseaba que Diego y Bree pudieran estar juntos una vez más. Se lo merecían después de todo lo que habían sufrido en el pasado. Y no quería que nadie privara a Bree del derecho de amar a su pareja. Para Cristal, Bree merecía solo lo mejor, amor y confianza.

Por eso, su plan, trazado rápidamente, era bastante simple. Alejarse por un corto tiempo para cazar y reponer sus fuerzas, lo que le permitiría usar su habilidad al máximo si tenía que enfrentarse a Riley o, peor aún, a Victoria. Si no lo hacía, tanto Cristal como Diego podrían perder. Le hubiera gustado que Diego la hubiera dejado acompañado desde un comienzo, pero era testarudo y confiaba en que Riley no le haría nada, por lo que ese era el mejor camino.

Eran pasos simples, pero Cristal esperaba que fueran suficientes para lograr su objetivo. La situación era compleja, y no sabía si estaba tomando la decisión correcta, pero sabía que tenía que intentarlo.

Ahora q me termine el libro de Bree si puedo escribir los capítulos 😭. ¿Leyeron el libro de Bree Tanner?

Por cierto, ojalá que Diego esté bien 🙈.

[ capitulo especialmente dedicado a MFlowerPower , NatzukyWolft y Fer_Aragn : gracias por votar de forma activa en el fanfic lidxs se ganaron mi corazón ¡💕! ]

by: Destiny 💓.