⁰² | ❝ El primer despertar ❞.
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═════Cristal tenía grabados en su mente los recuerdos más oscuros y angustiantes, justo antes de que su conciencia se desvaneciera por completo, abrumada por el intenso dolor que asaltaba su cuerpo. Las imágenes fluían en su memoria: el agudo chirrido de un automóvil en su punto de impacto, los desgarradores gritos de su madre resonando en sus oídos mientras le advertía que se alejara de aquel ser demoníaco, la sangre que descendía en una ominosa cascada de su cabeza tras el impacto, su visión emborronada, los ojos rojos que la fijaban con una mirada penetrante y, finalmente, el agudo y punzante dolor de mordida que se arraigaba en su cuello.
A partir de ese momento, todo se sumió en un abismo de dolor y sufrimiento insondable. La transformación de Cristal comenzó con una oleada de dolor extremo y agónico, que hacía que su cuerpo se retorciera en respuesta, justo antes de ceder ante la inconsciencia generada por el impacto del accidente. Aunque su mente había perdido el hilo de la realidad, podía sentir el dolor que penetraba cada rincón de su ser, mientras su anatomía humana se sometía a una reconfiguración celular profunda, adaptándola a su nueva naturaleza vampírica. A pesar del torrente de agonía que la envolvía, su cuerpo resistía tenazmente, rechazando el veneno que amenazaba con invadir su sistema y añadiendo una capa extra de sufrimiento. En esos momentos de tormento, Cristal anhelaba una liberación, cualquier cosa que pusiera fin a esa tortura que la aprisionaba.
En medio de su estado semiconsciente, mientras el dolor la retorcía y retumbaba en sus sentidos, pudo percibir el vaivén de un movimiento rápido y constante. Alguien la sostenía en brazos, y el viento gélido le azotaba el rostro como una cuchilla afilada. A pesar del veneno que intentaba filtrarse en su ser, logró distinguir entre los fragmentos de realidad que el hombre que la transportaba a una velocidad vertiginosa era aquel mismo con los ojos rojos que había aparecido en el instante del accidente.
━Recuerda que siempre serás mía, Cristal ━dijo él. Un eco de posesividad que quedó suspendido en el aire, justo antes de que la frágil joven se rindiera a los brazos de la inconsciencia una vez más.
Cuando sus sentidos finalmente recuperaron un atisbo de claridad en medio del torbellino de dolor, la realización la golpeó con fuerza implacable. Ya no era la misma de antes, ya no era "humana". La percepción inundó sus sentidos mientras entreabrió sus párpados y sus ojos se toparon con la escena de devastación que la rodeaba: caos, ruina y desesperación. La cacofonía de sonidos, los gritos de angustia, el clamor de aquellos que imploraban ayuda, y el fulgor incesante de llamas que lamían el horizonte, todo ello construyó el paisaje desolador que despertó ante sus ojos recién convertidos.
En medio del tumulto y el caos, el pensamiento dominante en la mente de Cristal era singular: sangre. Esta obsesión parecía ser el único hilo racional en su desordenado ser. Tras completar su metamorfosis, una voracidad insaciable por la sangre humana la tomaba sin piedad. Era una urgencia tan intensa que controlarla resultaba una lucha imposible, lo que a su vez forzaba a la rubia a ceder ante los arrebatos de sus propios instintos. Todo el escenario caótico estaba saturado con el penetrante aroma de la sangre humana, un aroma que invocaba sus deseos más primitivos. Sus ojos exploraban su entorno como los de un depredador en acecho.
Sus sentidos, ahora agudizados en grado exponencial, se entrelazaban con su sed insaciable. La transformación no solo traía consigo un ansia por la sangre, sino también un cúmulo de percepciones asombrosas. Podía vislumbrar, oír, percibir los olores y sentir el mundo con una nitidez sobrenatural, aún en la oscuridad opresiva del callejón donde se hallaba.
Cristal ajustó su posición sobre el frío suelo de cemento, apoyando sus manos con tanta fuerza que dejó huellas de su fuerza en el material. El empoderamiento que sentía la embriagaba. Se alzó de golpe, dirigiendo su atención a una de sus presas, donde incluso el caos circundante y la violencia imperante pasaban a segundo plano al toparse con la visión de un humano perdiendo su valiosa sangre. Era un espectáculo tan atractivo como irresistible. Con determinación, se lanzó hacia la escena con movimientos asombrosamente rápidos, ejecutando maniobras físicas que desafiaban la lógica para eludir a los demás neófitos hambrientos.
Sin embargo, su enfoque se desvió cuando el rostro pálido y ojos rojos de otro neófito interrumpió su avance, arrebatándole la presa con desconsideración y zarandeando a su presa como si se tratara de un simple trozo de papel. Irritada, Cristal fijó su mirada en el intruso, hipnotizando al neófito rival con una mirada penetrante que le instó a liberar a la humana en el suelo. Un atisbo de disculpa asomó en los ojos del neófito, y Cristal se sintió satisfecha.
Inclinándose sobre la humana, quien intentaba en vano arrastrarse lejos de ella, Cristal la atrapó en el suelo, imponiendo inmovilidad en su cuerpo. La acorraló, hundiendo sus dientes en su cuello en un acto que transmitía una mezcla de deleite y necesidad. A medida que la cálida sangre humana fluía hacia su boca, la voracidad de Cristal comenzó a ceder levemente, aunque la agonía ardiente en su garganta permanecía, ahora era más soportable.
Con la mirada, se reflejó en un charco de agua cercano, maravillándose ante la transformación de su aspecto. Su belleza, antes atractiva, ahora resplandecía de manera impresionante, atrayendo todas las miradas hacia ella apenas se movió unos centímetros desde su posición. Aunque su imagen podría haberla complacido, los ojos rojos brillantes que le devolvían la mirada la llenaron de inquietud, recordándole la naturaleza inmortal y sedienta que ahora la definía.
━¡No recuero haberte convertido! ━murmuró una voz amenazante tras Cristal. La respuesta instintiva de Cristal fue girarse bruscamente, mostrando sus incisivos en una clara advertencia mientras un gruñido grave brotaba de lo más profundo de su garganta. Aun así, la hipnotizante belleza de Cristal dejó momentáneamente hipnotizado a Riley, quien quedó prendado durante unos segundos antes de que ella actuara con rapidez. Usando esa fracción de tiempo como ventaja, arrojó a Riley al suelo con fuerza mientras los otros neófitos continuaban sumidos en un frenesí caótico, alimentándose de las personas caídas en el sucio callejón.
El neófito que Cristal apresaba se destacaba entre los demás, irradiando un aura más violenta y esencial. Parecía estar en control de la situación, menos guiado por el instinto de sangre humana que sus compañeros recién convertidos. Con sus ojos de un rojo intenso y cabello rubio brillante, sobresalía por su físico musculoso, estatura elevada y una marcada belleza. A pesar de las manchas de sangre en su boca, sus rasgos conservaban una delicadeza que contrastaba sorprendentemente con su naturaleza vampírica.
━Si tú me convertiste en esto, no esperes que mantenga tu cabeza en su lugar ━advirtió Cristal, aferrando el cuello del neófito rubio. Mientras tanto, Riley apenas reaccionaba, sumido en un trance provocado por la mirada de Cristal. Aprovechando su momento, Cristal lo lanzó hacia un gran contenedor de basura de color verde sucio. La neófita rubia persiguió a su presa hasta un oscuro rincón, pero su enfrentamiento se vio interrumpido por la llegada de una vampiresa con una mirada amenazante.
━Parece que podrías ser de utilidad ━observó Victoria con un tono calculador. Cristal la miró con curiosidad y, en un abrir y cerrar de ojos, apartó su atención de Riley, quien finalmente salió de su trance y se situó junto a la pelirroja, aunque aún confundido, clavando sus ojos en la neófita rubia con desconfianza.
La nueva llegada tenía cabello largo y rizado de un vibrante naranja, recordando al fuego en su apariencia. Sus ojos, de un rojo sanguinolento característico de los vampiros, contrastaban con su belleza felina y seductora. Su voz, un suave y agudo soprano, parecía desafiar su aspecto feroz. Sus movimientos eran ágiles, letales, como si bailara en un ritmo felino, mientras se acercaba al rostro de Cristal y elevaba su mentón, permitiendo que sus miradas se encontraran. Era como un duelo de miradas, una competencia por ver quién hipnotizaba a quién con su impresionante belleza.
━Hipnotizante. Veo que has demostrado tu habilidad ━rompió el silencio Victoria. Mientras Cristal escuchaba su voz desde tan cerca, notó un tono que parecía emanar de alguien con rizos rubios y un chicle rosa, irradiando un atractivo innegable. La rubia se acercó aún más, desafiando a Victoria con su mirada intensa.
Los días pasaron y Cristal dejó atrás sus recuerdos, los cuales se tornaron borrosos e inútiles de rememorar, ya que explorarlos equivalía a abrir los ojos en una piscina de barro. Su vida parecía reducirse a esto, a ser una más en el juego urdido por una vampira pelirroja.
Su nueva naturaleza era la preocupación menor, dado que en su existencia previa no había sido completamente humana. Ser algo más no era un hecho difícil de aceptar. Después de confirmar que Riley y Victoria eran los que ejercían control sobre ella, aprendió a asumirlo para evitar la muerte. Así era su vida, centrada en sobrevivir día a día, mientras nuevos neófitos se sumaban con el paso de las semanas. A pesar de ser una persona sociable en su vida humana, ahora se le prohibía interactuar con el resto, bajo las órdenes de Victoria. La pelirroja la empleaba como carnada gracias a su habilidad, y solo ella y Riley podían interactuar con Cristal. La rubia era consciente de las mentiras que tejía Victoria para manipular a Riley y sabía que este también mentía al resto. Sin embargo, prefería mantener su apariencia ingenua para evitar los arrebatos violentos de Riley. Aunque Riley infligía daño a algunos neófitos, gritándoles o desmembrándolos, Cristal quedaba a salvo, pues Victoria lo exigía y él obedecía.
Pese a sus intentos, Cristal no podía recuperar sus recuerdos, lo que la dejaba sintiéndose sin identidad ni motivo para continuar. Incluso su instinto de supervivencia comenzaba a desvanecer. La alimentación y las órdenes de Riley parecían carecer de sentido, más aún en situaciones precarias y en lugares donde debía ocultarse de la vista humana.
Hasta que, en un día, un fragmento emergió. Entre su maraña de recuerdos borrosos, vislumbró unos ojos dorados, un corte de cabello pixie y una sonrisa brillante. Ese recuerdo calentó su corazón. Era una chica. Al experimentar cómo una emoción renacía en su ser, Cristal decidió que esa sería su nueva razón: encontrar a esa chica en algún momento de su eternidad. Se sentía viva cuando pensaba en ella, incluso sin recordar detalles ni su nombre.
Después de una cacería y un encuentro con Victoria, Cristal se adentró en los baldíos, ajustando su ropa y alisando su cabello para lucir más presentable. Evitó las riñas entre algunos recién convertidos que peleaban por un poco de sangre humana, mientras que con un gesto hipnótico neutralizó a otros para que no le causaran ningún problema. Con pasos fluidos y gráciles, avanzó hasta donde se encontraba Riley, junto a un automóvil, susurrando palabras manipuladoras a una chica.
━¿Q-Qué me hiciste? Estoy tan... ━balbuceó con voz aguda la joven, de no más de dieciséis años, mientras se sujetaba el cuello con una mano. Cristal reconoció el anhelo de sangre humana en su mirada, y se desplazó sigilosamente detrás de Riley.
━Sí, lo sé. Te encontraremos a alguien para beber... Solo trata de que no te maten, ¿quieres? ━Riley sonrió con cierto cinismo y se giró, topándose con la presencia rubia.
━Solo está buscando orden ━informó Cristal a Riley en un lenguaje cifrado, evitando revelar el nombre de la pelirroja. Últimamente, además de sus encuentros informales con la pelirroja, Cristal también actuaba como una hábil intermediaria entre Riley y Victoria, atendiendo los pedidos de la fémina. La rubia también usaba su habilidad para ocasionalmente calmar a los recién convertidos más descontrolados.
━Bien. Yo me encargaré ━respondió Riley con una expresión de descontento, frunciendo el ceño.
Cristal se inclinó, estudiando detenidamente a la joven. Parecía tener unos quince o dieciséis años, en plena adolescencia. Este hecho llenó de compasión a Cristal, que se aferró a esa pizca de empatía. En medio de las emociones negativas y la ausencia de sensaciones positivas, Cristal valoraba cualquier destello positivo, deseando que perviviera en su ser durante más tiempo.
La joven era esbelta, con cabello oscuro que llegaba hasta la barbilla. Sus ojos brillaban en un característico rojo de los vampiros recién convertidos, y su piel era fría y rígida.
━Soy Cristal, bonita. ¿Eres?
━Bree.
━¿Tienes sed, verdad? ━preguntó la rubia, y la joven asintió frenéticamente, apretando su garganta. Cristal sonrió compasivamente y se dirigió al terreno circundante en busca de una presa. Tomó a un hombre con facilidad y sorteó la riña entre los recién convertidos hasta llegar a donde la adolescente aún luchaba en un rincón. En cuanto percibió el aroma de sangre humana, la joven se abalanzó sobre el hombre que Cristal había dejado a sus pies. Una vez satisfecha, la neófita limpió la sangre de sus labios y observó sus manos temblorosas empapadas en carmesí con una mezcla de horror.
━¿Por qué...? ━inquirió con ojos cristalinos que no derramaban lágrimas. Cristal atravesó el cuerpo del hombre sin vida, pisoteándolo en el proceso, y se arrodilló junto a la joven, abrazándola.
━Lo sé. Apesta.
Los meses transcurrieron en un interminable tormento. En medio de este infernal panorama, Cristal emergió como un sólido pilar de control entre los neófitos. Aunque desconocía las verdaderas intenciones de Victoria, su destreza para imponer orden sin recurrir a la violencia la convertía en una figura respetada y en la cual confiar. A diferencia de Riley, quien se mostraba más cínico, Cristal lograba inspirar confianza gracias a su habilidad.
Su principal preocupación era la protección de Bree, la adolescente neófita que era la más joven del grupo. Bajo la custodia de Cristal, los alborotos se reducían y, en caso de descontrol, era ella quien resguardaba a Bree y a otros de daños mayores, evitando así que las cosas se desbordaran. Sin embargo, la ausencia de Cristal dejaba un vacío peligroso. En esos momentos, cuando Cristal debía unirse a la pelirroja, el caos verdadero se desataba. Saqueos, autos incendiados y gritos ensordecían el entorno. Algunos de neófitos provocados por Riley y otros de personas siendo mordidas para juntar nuevos reclutas destinados al Ejército de neófitos. Riley utilizaba la violencia para mantener la sumisión y alimentaba a los neófitos con leyendas de vampiros tradicionales, infundiéndoles el temor a estacas de madera y al sol, ejerciendo así su control.
Dado que Cristal formaba parte de los primeros convertidos, un día, mientras se dirigía a cazar con el mano derecha de Riley: Diego, confirmó sus sospechas de que muchas de las afirmaciones de Riley eran falsas. Sin embargo, al igual que Bree y algunos astutos neófitos, Cristal fingía ser una aliada de Victoria y su ejército para resguardar su propia seguridad. Desconocedora de las leyes vampíricas, optaba por actuar con precaución y no dar pasos en falso en su nuevo estado.
Consciente del tejido de mentiras que los envolvía, Cristal se convirtió en el protector de Bree, asumiendo este rol siempre que podía y empleando su habilidad única para asegurarse de ello. El vínculo entre ellas se fortaleció, ya que Cristal veía en Bree a alguien que merecía un mundo mejor dado a su temprana conversión y el dolor que había tenido que experimentar.
━No me gustaba ser un vampiro... aunque ya me acostumbre.
Estas palabras pronunciadas por la joven neófita resonaron en Cristal, avivando su resentimiento hacia Riley y Victoria, deteniendo sus encuentros con la segunda y dedicándose a simplemente informar. Bree, con su inclinación por la lectura, seguía el consejo de Cristal y se sumergía en los libros para distraerse o evitar problemas, especialmente cuando Cristal no estaba presente. Ocasionalmente, ambas protagonizaban robos nocturnos en librerías, llenando sus días con actividad y evitando los peligros del sol.
━¿Y que te gustaría hacer de no ser esto?
Bree reflexionó durante unos momentos, cerrando su libro y recostando su espalda contra el librero en busca de comodidad. Rápidamente, Cristal le ofreció un almohadón, consciente de que su condición vampírica hacía que no sintiera molestias en la espalda de todos modos.
━La verdad que nunca lo pensé... mi padre... era abusivo ━la menor estiró su camiseta ocultando sus manos con los puños de las mangas, Cristal apoyó su mano sobre la de ella dándole seguridad y sonriendo sin mostrar los dientes en señal de confianza━. Mamá me abandonó y unas semanas antes de cumplir los dieciséis años me escape de casa. Tenía el suficiente dinero para un solo viaje en autobús a Seattle, por lo que apenas llegue intenté conseguir un trabajo, pero al no hacerlo comencé a robar para poder comer. Dormía en parques en callejones... en cualquier lugar donde me sintiera un poco segura. Mi único temor en esos momentos era que la policía me atrapara y me enviaran de nuevo a la casa con mi padre. Pasaron alrededor de tres semanas... no lo recuerdo muy bien. Pero en ese momento me encontré con Riley detrás de un restaurante ━Bree detuvo su narración, consciente de que Cristal ya estaba al tanto de lo que seguía, habiendo experimentado la misma situación. Con un gesto protector, la rubia rodeó los hombros de Bree y la acercó hacia sí, creando una atmósfera de cercanía y seguridad.━. Digamos que me acostumbre a esta vida desde antes y nunca tuve tiempo de pensar en algo más...
A Cristal le resultaba frustrante no poder expresar abiertamente todo lo que sentía, ya que el temor a que sus palabras llegaran a oídos indiscretos la limitaba. A pesar de esto, se esforzó por ofrecerle a Bree un sincero respaldo, decidida a demostrar su apoyo a partir de ese momento, respaldando sus palabras con acciones tangibles.
━A partir de ahora yo te protegeré Bree. Te aseguro que vendrán cosas mejores... solo espera ━Cristal acarició el cabello color caoba de la adolescente mirando por la ventana de la biblioteca que habían roto para poder entrar y leer algún que otro libro a modo de distracción.
━Me gustaría tener mi propia biblioteca. De donde poder escoger los libros que yo quisiera.
━Y yo te podría servir las más ricas donas y cafés.
━¿Alguna vez trabajaste en algún lugar así?
Esa pregunta resonó en la mente de la rubia, desencadenando un vívido torbellino de sensaciones. El aroma tentador de donas recién glaseadas y el cautivante aroma del café recién elaborado invadieron sus pensamientos, entrelazándose con una melodía ambiental que parecía resonar en el fondo de su mente. En ese instante, un cálido abrazo del pasado emergió en su memoria, evocando una sensación fugaz pero nostálgica.
━Creo... creo que sí. Lo acabo de recordar ━sus ojos se perdieron en el vacío, tratando de alcanzar fragmentos de recuerdos que aún no estaban del todo nítidos, lo que la dejó con una creciente sensación de frustración.
━Harás que tu cerebro explote si sigues así ━advirtió una voz masculina con tono cauteloso.
Un joven atractivo de cabellos rubios, tez pálida y ojos enigmáticamente rojos, aparentando unos veinte años, surgió detrás de un estante cercano. Con un gesto de desinterés, se apoyó en el estante y hojeó un libro entre sus manos.
━Fred ━saludó Cristal de forma amistosa, mientras trataba tranquilizar los nervios de Bree que comenzaba a mostrar una mirada altiva y desconfiada ante la presencia de Fred sin poder evitarlo.
━Vamos, sé que estás a punto de soltarme un "Freaky Fred", como todos hacen ━Cristal inclinó la cabeza ligeramente, su expresión mostrando confusión antes de que una sonrisa juguetona iluminara su rostro.
━Yo respeto a los mayores. Incluso si me llevas ventaja por dos años, lindo Freddie.
El neófito suspiró apresurado y cerrando el libro en manos salió del lugar al escuchar el apodo.
━Comienzo a creer que no le caigo muy bien ━reflexionó Cristal.
━Creo que es por lo de... su habilidad.
Fred poseía una habilidad única que había demostrado en varias ocasiones, al igual que Cristal, quien era uno de los pocos neófitos capaces de manifestar tal destreza. Su don se basaba en el sorprendente talento del magnetismo repulsivo. Cristal llegó a esta conclusión después de que el rubio intentara utilizar su habilidad en ella, haciéndole sentir una fuerte aversión física hacia él. Además, Fred tenía la capacidad de aplicar su don para inducir a otros a ignorarlo durante largos periodos.
Principalmente, Fred solía recurrir a la segunda faceta de su habilidad cuando interactuaba con Cristal, utilizándola para apartarla de su lado cada vez que la rubia se volvía demasiado enérgica para su gusto. Sin embargo, a pesar de utilizar esta forma de autodefensa en Cristal, ella era una de las personas que mejor conectaba con él. Después de acostumbrarse a su peculiar habilidad, Cristal había aprendido a resistir sus efectos con el fin de pasar tiempo juntos. Esto, a pesar de que Fred fingía que no tenía una gran afinidad por ella.
Por lo qué el don de Fred era uno muy poderoso e intenso que servía mejor en defensa.
━Efectivamente. Como no me repele y debo ser como una abeja en el trasero para él. En cualquier momento me acabará matando.
━¿Abeja en el trasero? ━preguntó Bree, asomando una sonrisa.
━¡Aah, Bree! ¡Pero yo se que tú nunca pensarías eso de mii! ━la rubia la envolvió mejor en un abrazo balanceándose y comenzando a molestar a la adolescente provocando risas en esta.
A partir de ese diálogo, Bree empezó a percibir a Cristal como su resplandeciente ángel guardián, convirtiéndose en la primera persona en quien finalmente depositaba su confianza después de una larga travesía. Cada vez que compartían momentos, la adolescente lograba relajarse plenamente, experimentando una auténtica sensación de seguridad, aun en medio del caos circundante.
Authors note (‼️):
yapo, me atrase un poco pero lo prometido es deuda, gracias a OlidaniaContreras que recomendó la actualización, besoos ¡🤍!
¿A que actor se imaginan como Fred?
por cierto, ya quiero que Alice se encuentre con su amorcito Cristal, pipipipi 😭.
pd: siempre que quieran actualización pueden pasar por mi perfil a pedirla cuando pregunto por cuál actualización debería de subir, suelo subir el cap usualmente el mismo día o al siguiente <3
by: Destiny 💓.
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