❪𝟰𝟴❫ ; 𝘁𝗵𝗲 𝗱𝗲𝗮𝘁𝗵 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝗮𝗰𝗲 𝗼𝗳 𝗺𝗶𝗻𝗱.
❪ARC THREE; EVERYTHING FOR THE ANGEL❫
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CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO;
LA MUERTE DE LA PAZ MENTAL
❛Tokyo Manji contra Valhalla❜
Si no cumplen la meta, ¡no se actualiza hasta que sea cumplida!❌Y si, hablo por ustedes, lectores fantasmas. Dejen su voto y así sea un comentario para que tengan capitulo nuevo.🐣
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©Shanxlabyx
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TODOS LOS AÑOS DESDE QUE TENÍA SUFICIENTE MEMORIA SE recordaba a si misma preocupándose de que disfrazarse en el tan llamado «Noche de Brujas», en donde, a pesar de la poca estabilidad económica que había en su hogar, sus padres siempre la ayudaban de alguna manera a lograr disfrazarse de una bruja, de una princesa o de algún personaje de su caricatura favorita.
Los años pasaron y ahora fue turno de ella encargarse de brindarle los disfraces a sus hermanitas, en donde ellas siempre querían disfrazarse de personajes o cosas que las incluyeran a las tres. Aún recuerda cuando se disfrazaron de las hadas de La Bella Durmiente, o cuando eran pequeñas y las tres se disfrazaron de los Tres cerditos, donde su padre se había disfrazado incluso de un lobo. Eran buenos tiempos, incluso en donde con la TōMan a llegaba salir.
Ninguna noche de brujas era aburrida con ellos, a pesar -y al menos en ese entonces- de tener más de trece años, se disfrazaban e iban a pedir dulces; recordándose a si misma regañarlos cuando todos le tiraban huevos podridos o papel higiénico a las casas que no le daban dulces al decir que ya estaban muy grandes para estar pidiendo dulces con los niños. Noches muy intensas si se lo preguntan.
El Treinta y uno de octubre era conocido como «La Noche de Brujas», en donde niños, jovenes e incluso adultos se disfrazaban y hacían locuras, sólo uno de más de los días festivos del año. Hoy era finalmente ese día, y hasta ese punto, se preguntaba como iba a pasar la noche, como iban a pasar la noche todos.
Porque era el día decisivo, el día que no deseaba para nada que llegara; el dia que la Tokyo Manji y Valhalla se iban a enfrentar en una brutal pelea para ver quien era el más capaz de lograr dominar a Tokyo.
—¿¡En serio tienes que ir a esa cosa!? —recuerda como Emma le reprochaba esa misma mañana, luego de que ella y Hina la interceptaran en la mañana y ella justamente estaba colocándose su respectivo uniforme.
—Sabes que tengo que asistir por deber. —le había dicho mientras se terminaba de abotonar la camisa, la tela negra con bordados dorados abrazaba su cuerpo de forma cómoda, que de alguna manera la sofocaba de usar. Pero no porque fuera calurosa, si no por lo que significaba.
—¡Pero hoy es Halloween! —volvió a señalar la pequeña rubia con inquietud; estaba emocionada por esa noche, sobre todo porque Hina se les iba a unir—. Estaba pensado incluso disfrazarnos las tres juntas. Tal vez de brujas o de... ¡conejitas!
—¿Pero esos trajes no son calurosos? —inocentemente Hinata le cuestiona, imaginándose efectivamente un disfraz de conejo, pero un traje completo.
—Estoy hablando de conejitas sexys. Ya sabes, ningún hombre podrá resistirse a un disfraz como ese. —coloca una sonrisa picara hacia ella, haciendo una clara insinuación de que ambas tenían su respectiva pareja. Tachibana no tarda en entender -ahora si- lo que dijo, provocando que su rostro se tiñera de un fuerte rubor.
—¡Y-Yo no voy a disfrazarme de eso! —se quejó casi de inmediata cubriéndose con sus brazos como si pudiera ver a traves de ella luego de imaginarse el tipo de vestimenta que sería el de «conejita». Emma suspiró de forma quejosa mientras se cruzaba de brazos.
—Agh, entonces me tocó la segunda opción con Masumi; yo de diablita y ella de angelito, aún pueden ser sexys. —asiente como si fuera una decisión extremandamente seria—. Puede ser de doble intención, nos veremos fabulosas, yo podré llamar la atención de Draken y Masumi podrá seducir a Mikey y pasar un bueeen rato.
Masumi frunció un poco el entrecejo con una mirada entre avergonzada y a su vez algo molesta mientras volteaba a mirar a la rubia con cierto reproche de que estuviera insinuando ese tipo de cosas con tan poco pudor, incluso ella le lanzó una mirada cómplice a pesar de la clara negación que cargaba en su expresión por sus pervertidas intenciones, aunque más bien eran en el sentido de sus intenciones de "seducción", normalmente intentos.
Que lamentablemente nunca salían a favor de ella.
—Sabes que no es que no quiera asistir, incluso Sumi, Aki y Yume se quieren disfrazar de los tres mosqueteros. —dice con una pequeña risa, algo amarga, al recordar como sus hermanitas decían el tipo de disfraces que querían—. Pero el enfrentamiento con Valhalla... —se queda muda, sintiéndose como se le secaba la boca.
—¿Los enfrentamientos así duran todo el día? —cuestiona Hina un poco más calmada, observando como la mayor dejaba salir un largo suspiro, caminanado hacia una de las sillas que tenía en su habitación y llevándose con ella las botas del uniforme.
—Realmente no, pero si suelen alargarse porque en general se trata de ver quien queda en pie. —mete su pie en su bota izquierda, acomodándola y abrochándolo como se debía—. Un ejemplo podría ser el enfrentamiento contra Moebius, terminó antes de la medianoche cuando empezó como a las... ¿diez, creo? Dudo que vaya a durar todo el dia y toda la noche... Pero no me refiero a eso.
—¿Entonces? —vuelve a cuestionar Hina mientras Emma se quedaba pensando por unos segundos, recordando lo sucedido en aquella noche del Tres de Agosto.
Masumi había abierto la boca para poder decir abiertamente que se trataba que peleas así de grandes podrían terminar en tragedias, así como la situación contra Moebius que casi se lleva la vida de Draken en el proceso, y en donde estuvo a nada de llevarse también la de ella. Distraidamente llevo una de sus manos hacia su cabeza en donde ya había un inexistente golpe.
Suspiró mientras cerraba sus ojos, recordándose a si misma y a sus palabras de «si pensaba tanto que algo malo iba a pasar, pasaría», así que trató de esfumar lo más posible la cuenta regresiva andando para llegar aquel enfrentamiento, en donde cualquier cosa podría suceder, y le asustaba de sobremanera. Le asustaba que pudiera suceder cualquier cosa y que no fuera bueno.
Pero no se iba a agobiar, iba a hacer todo lo posible para que todo saliera bien.
—Veamos que tan hecha desastre vuelvo, ¿si? —les sonrie una vez que termina de colocarse las botas de su uniforme, levantándose en el proceso y viéndose con atención a si misma en el espejo, en donde Emma y Hina apreciaron las distintivas alas bordadas a los lados de los kanjis «vice comandante» en su espalda.
—Trata de no volver como la última vez, por favor. —señala Emma de forma algo quejumbrosa, en donde Hina asintió varias veces, haciéndola sonreir y reir.
—Lo intentaré.
Y hasta ahora, no había sucedido absolutamente nada.
Jugaba de manera distraida con el anillo en su dedo, observándolo cada tanto y luego paseando su mirada con un poco de aburrimiento hacia su alrededor, en espera que Valhalla se hiciera presente, algo que en realidad ella no quería para nada que sucediera. Frotó su frente por unos segundos mientras cerraba sus ojos, sintiéndose algo abrumada.
❛¿Por qué tiene que suceder esto...?❜ era en lo único que podía pensar, incluso tratándose de concentrar en las diferentes voces que habían a su alrededor, aquellas personas con influencia en el mundo de las pandillas, incluso habiendo mismísimos delincuentes.
—Kimi-chan. —escuchó como la llamaban con aquel tono de voz chillón pero reconfortante, alzó sus ojos hacia la chica de cabellos rubios y mechones rosas que la miraba con cierta comprensión, Hana la observaba con una sonrisa, teniendo una de sus manos en su cintura—. ¿También viniste a ver cómo se veía todo? ¿Cómo vas?
—Mmm... —musita mientras forzaba una pequeña sonrisa, llegando a simular que se abrazaba a si misma—. Quiero desaparecer... No, que toda esta situación desaparezca y estar en casa tratando de arreglar los disfraces que mis hermanas usarían para ir a pedir dulces. Ahora quiero un dulce... —casi por arte de magia Hana llevó una de sus manos a los bolsillos de su pantalón, sobresaltándola al ver como resbuscó en ella, hasta observar la paleta que alzó en alto.
—Creo que a veces se te olvida que casi eres una dulcería andante. —bromea un poco la chica de orbes verdosos mientras la más baja tomaba el dulce por el palito, rompiendo la bolsa y llevándoselo a la boca. Cherry no hizo más que mirarla, cruzando sus brazos y suspirando—. Yo tampoco quiero que esta pelea suceda, pero...
—Ya no hay nada que hacer. Lo sé. —dijo mientras movía la paleta en su boca, tomando uno de sus propios cabellos teñidos de blanco y mirándolo con nostalgia—. Sabes que no me quejo de la pelea en si, si no de...
—Contra quien vamos a pelear. Lo sé. —Cherry se agita un poco los cabellos teñidos de su flequillo, dejando salir un pequeño gruñido—. Hubiera sido por mi misma, hubiera ido a la casa del cabeza hueca de Baji y le doy unas cachetadas para que reaccione. Pero Takashi no me dejó.
—Casi fui yo. Manjirō-kun no quiso despegarse de mi lado o que estuviera en algún momento sola, sobre todo por lo que pasó hace dos dias. —trata de bromear un poco a su casi secuestro, teniendo una sonrisa un poco tensa en sus labios mientras Cherry alzaba una de sus cejas hasta dejar salir una ligera risa.
—Me pasó, cuando me atacaron los de Moebius. —rio con poca gracia, aunque a ojos de cualquiera casi parecía que estaban conversando amigablemente—. Takashi no se despegó de mi ni me dejaba salir de casa. A veces los chicos son tan intensos.
—Así es. —ambas rieron, hasta quedarse en silencio.
Casi a la par observaron hacia las personas que casi se aglomeraban poco a poco como si tratara de cualquier espectáculo, porque varios miembros, en específico las cabecilla de varias pandillas estaban presentes para observar el enfrentamiento como si fuera alguna película. Varios incluso tenían comida o alguna bebida encima. Incluso algunos sonreían hacia las pocas chicas presentes de La TōMan, lanzando palabrería de piropos o incluso silbando, generalmente ellas no hacían más que ignorarlos, para su desgracia.
—¿Cómo crees que termine? —la expresión de Hana era algo apagada, pero mostrándose firme hacia los demás.
—¿Personalmente? No lo sé. —Masumi deja salir un triste suspiro, moviendo sus ojos hacia los chicos que habían en todo el lugar, como si buscara a alguien—. Me gustaría pensar que va a ser como una pelea cualquiera y sólamente terminaran todos golpeados y ya.
—¿Sabes que es lo que me gustaría mucho en este momento? —cuestiona la rubia mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, en una sutil manera de cubrirse.
—¿Una hamburguesa de pollo?
—Por favor, y con un refresco de limón. —hace un gesto algo exagerado de satisfacción, para luego quejarse—. El «Gordo-Flaco» de allá está comiéndose una enfrente de mi cara, pero aquí no me dejan comer antes de un enfrentamiento.
—Porque terminarás vomitando. —dice Masumi con cierta diversión, observando como las mejillas de la más cruvilinea se ruborizaban—. Otra vez.
—¡Fue una sola vez! —alzó su dedo índice de forma exagerada hacia ella.
—Si, y lo hiciste encima de un chico de otra pandilla cuando te golpeó en el abdomen. Fue algo desagradable.
—¡Oye, pero lo pude desconcertar! Podría considerarse una estrategia. —toca varias veces su frente con una sonrisa.
—Una estrategia muy asquerosa.
—¡Oye!
Masumi sonrió de lado mientras observaba la escena, sintiendo de alguna manera un poco más de relajación, aunque aún así suspiró y volvió a pasear su mirada hacia su alrededor unos segundos y dándose de cuenta como la gente iba acomodándose poco como si un espectáculo fuera a empezar en cualquier momento. Pero antes de seguir vagando más, sintió como su teléfono vibraba en su bolsillo, sacándolo y levantando su tapa plegable.
Ken-Ken
«Ya es hora de que tú y Cherry vengan, ya va a empezar»
Hizo una pequeña mueca por sus palabras; la verdad ella había ido a mironear por curiosidad como se iba a ejecutar todo, sobre todo cuando se enteró que iban a hacerlo de manera «organizada» en donde incluso habría un supervisor y viceversa. Quería despejarse un poco de todo, incluso tomar aire fresco como si estuviera en una habitación cerrada y no en el aire libre.
—Ken-kun dice que ya es hora. —dice volviendo a guardar el telefono en su lugar mientras tomaba con su mano la paleta y jugaba con ella.
—Que remedio. —bufa la de cabello corto y mechas teñidas con una mano en su cintura—. ¡Oye, Chifuyu! ¿Van a venir? —cuestiona hacia el vice capitán de la primera división que también se había asomado junto con Takemichi.
—En un momento vamos. —responde el chico aún con vendas en sus ojos, observando a la chica de prominentes curvas encogerse de hombros y como la vice comandante les daba una sonrisa, ambas comenzando a encaminarse hacia la entrada de aquella almacenadora de chatarra.
—¡Ow, no se vayan bonitas! —comenzaron casi de inmediato los comentarios hacia ellas de varios de los pandilleros presentes, seguido de pequeños silvidos. Cherry sólo colocó mala cara mientras Masumi se concentraba en caminar.
Chifuyu, como si se cerciorara de que ninguno fuera hacia ella, las siguió con la mirada hasta que salieron del lugar, momentaneamente. Mantuvo una pequeña mueca mientras volvía a concentrarse en todo lo que estaba sucediendo en ese momento, a comparación del viajero del tiempo que estaba más concentrado en estar confundido por el público.
—¿Quienes son esos? —cuestionó Takemichi.
—Vienen a ver el espectáculo. —dice Chifuyu un poco más tranquilo, observando a los tipos sentados sobre carros o cualquier superficie comoda—. La TōMan contra Valhalla. Quien gane estará un paso más cerca de dominar Tokyo. Los jefes de todas las pandillas de Tokyo vendrán a vernos.
—Si, varios se ven tipos peligrosos... —observa a su alrededor con ciertos nervios, deteniendo un momento su mirada en un pequeño grupo en particular, aunque la voz de Chifuyu lo sacó de sus pensamientos.
—Por ejemplo, esos dos de allá. —mira hacia donde le indicó, observando chicos sentados con tranquilidad; uno alto y delgado con trenzas y el cabello teñido de rubio y negro, mientras el otro a su lado era más bajo, rubio con mechas azules—. Son los hermanos Haitani. Son famosos en Roppongi y pueden reunir un centenar con sólo ordenarlo.
—¿Un centenar? —Takemichi se muestra un poco asustado.
—El gordo de allá de encima del auto. —ambos miran hacia un chico grande que comía una hamburguesa tranquilamente—. Le dicen «El Flaco» y controla Ueno. Es tan fuerte como una bestia.
—P-Pues si se nota que es fuerte. —Takemichi sonrie con un poco de nervios al ver al chico masticar con tranquilidad, sintiéndose pequeño a pesar de que estaba alejado de allí.
—También está ese grupo de allá. —Chifuyu le da un pequeño empujón a su hombro con el de él, haciéndolo espabilarse y mirar como señalaba disimuladamente a un par de personas alrededor de un auto rojo—. Esas dos son miembros de una pandilla llamada «Oasis» que controlan todo Akihabara; lo llamativa de esta es que su comandante es una mujer y sus capitanes también lo son.
—¿¡En serio!? —no evita mirarlo con sorpresa, para volver a mirar hacia las dos chicas sentadas en el capo del auto; una pelirroja bastante bonita quien comía una bolsa de frituras, que a simple vista se veía intimidante, a comparación de una rubia de mechas oscuras y ojos azules que parecía bastante alegre—. ¿Una pandilla sólo de mujeres? ¡Increíble!
—Hasta donde sé, si hay chicos, como esos que están ahí. —señala con sutileza a un par que estaba o dentro del auto o recostado sobre este—; pero está liderada únicamente por mujeres, e incluso, se dice que esa pandilla surgió con sólo ellas.
—Ya veo... —murmuró el viajero sintiéndose bastante interesado por el hecho de que había una pandilla al parecer regida sólo por chicas.
Se fijó en algo que lograra distinguir de que pandillas eran, observando que sólo ellos usaban una chaqueta de cuerina con varios estampados en el pecho o en las mangas, con bordados de un tono fucsia, aunque podía ver como precisamente ellos tenían un pañuelo blanco amarrado ya sea en el cuello, brazo, en un cinturon, etcétera. Alzó una de sus cejas al sentirse demasiado interesado por esa pandilla en particular, incluso tratando de hacer memoria de si había escuchado algo de ellas en el futuro.
—Si no estoy mal... —murmura con un pequeño apice de curiosidad, tratando de concentrarse; señala con sus ojos hacia la rubia quien recibió entusiasmada un refresco de un chico con su misma chaqueta, teniendo el mismo pañuelo blanco—. La rubia es la vice comandante de Oasis, la pelirroja creo que también es vice comandante, o la mano derecha de la comandante.
—Increible... —no evita decir en un murmuro bajo mientras observaba a la pelirroja de mala cara esperar con su codo apoyado en su brazo y su mejilla en su palma, mientras la rubia de ojos azules estaba sonriente y expectante.
Todos escucharon una euforica risa, un chico con uniforme blanco se encaminaba con soberbia y una sonrisa en sus labios. —¡Es hora de la fiesta! TōMan y Valhalla no valen nada.
—¡Buenos dias, señor! —un pequeño grupo con el mismo uniforme de él se inclinaron, dándole la bienvenida a aquel chico que caminaba con el pecho en alto y las manos metidas en sus bolsillos hacia en medio de todo el lugar.
—Yo seré quien supervise la pelea de hoy. Soy Hansen de los Ikebukuro Criminal Black Members.
Fuera de aquella instalación, estaba la Tokyo Manji en espera, todos con sus uniformes puestos y alzando en alto la bandera donde estaba el logo de la pandilla. Todos estaban con expresiones serias, expectantes a lo que iba a suceder en sólo unos segundos más; algunos ocultaban sus nervios, incluyendo a Masumi, quien miraba de manera fija la puerta que los iba a revelar oficialmente con el inicio de la pelea.
Sus puños se apretaron con ligereza mientras sentía como sus labios temblaban cuando trató de mostrar firmeza, sintiendo como un pequeño nudo se hacía presente en su garganta y sus ojos querían cristalizarse, porque estaba asustada, asustada de lo que iba a pasar, asustada de las personas que iba a ver a la cara. Estaba asustada de todo, y no quería sentirse así.
Quería que todo fuera un sueño...
Cuando sintió como sus ojos se cristalizaron en mayor medida, apretó sus párpados entre si y respiró con fuerza, tratando de darse fuerza a si misma y no llorar en ese momento por mucho que simplemente quería hacerse bolita, ir con su mamá y que la abrazara, decirle que todo iba a estar bien.
Su respiración se entrecortó un poco cuando sintió un pequeño agarre en su mano derecha, haciéndola alzar una vez más sus párpados y mostrar sus orbes rosáceos hacia la persona que le dio la mano, que aunque trató de darle seguridad pudo sentir por un momento que sus dedos quisieron temblar. Porque a pesar de la expresión firme de Sano Manjirō, él también estaba asustado, su corazón estaba asustado.
—Manjirō-kun... —susurró casi sin voz mientras observaba la expresión casi vacía en el rostro del comandante de la TōMan, quien mantenía su vista agachada, dándole un fuerte apretón en su mano como si quisiera darle fuerza y al mismo tiempo darse fuerza a si mismo.
—¿¡Están listos!? —todos alcanzaron a escuchar exclamaba el miembro de ICBM, el supervisor de todo el enfrentamiento que se llevaría a cabo.
Masumi aún observaba de manera algo llorosa al conocido como el invencible Mikey, pero que en ese momento sólo estaba evitando mostrar la incertidumbre de su corazón, sólo alzando su cabeza cuando escucharon lo que la señal de que todo iba a comenzar, y esperar como terminaría. Los labios de Tenshi volvieron a apretarse entre si y aguantó las lagrimas que querían salir con fuerza, limpiándose los ojos con su otra mano y respirando profundo.
Al igual que Manjirō, al igual que Ken, que Takashi, que Cherry; alzaron su cabeza con seguridad, para mostrar firmeza y fuerza. Porque aquella situación ya no había vuelta atrás y apenas comenzaba.
—¡Que entren los contrincantes! —esa fue la señal para que las puertas finalmente se abrieran, en donde de cada lado ondeaba la bandera de cada respectiva pandilla—. ¡La Tokyo Manji! —señaló hacia el grupo con uniformes negros y dorados agromerados en la entrada en donde su bandera se movía con el aire, luego, todos observaron hacia los contrarios donde se veía el «ángel sin cabeza»—. ¡Valhalla!
Todos se callaron repentinamente ante la llegada de ambas pandillas que se veían mutuamente, aunque su atención fue hacia los lentos y calmados pasos de una persona, observando como el comandante de la TōMan se abría paso entre los capitanes de las divisiones con la chaqueta sobre sus hombros, con una expresión impasible y firme. Todos murmuraban con un apice de sorpresa de tener al invencible Mikey caminando entre ellos y encabezando la pandilla.
—Hansen-kun. —llamó al tipo de unfirome blanquecino—. Gracias por acceder a supervisar el combate de hoy.
El chico suelta una pequeña risa, algo sarcástica, volteándolo a ver. —Si nos aburren, acaberemos con ambos bandos.
—¡Representantes de ambos bandos, un paso al frente! —exclama otro de los miembros de ICBM, aún manteniendo su posición firme.
Tenshi tragó un poco de saliva y alzó la cabeza con un poco más de seguridad, haciendo el pequeño amago de avanzar, si no fuera porque sintió como la tomaban del hombro y la detenían. Observó un poco confundida a Draken al detenerla, notando su expresión seria y aún fija hacia enfrente.
—Iré yo. —le dije en un murmuro bajo, dándole un pequeño apretón en su hombro para comenzar a encaminarse hacia enfrente, en donde de Valhalla ya había avanzado el del tatuaje del tigre, Kazutora.
La de mechas blanquecinas no hizo más que seguirlo con la mirada y sólo trató de relajar sus hombros, casi agradeciéndole internamente que diera la cara por la pandilla a pesar de que ella había estado dispuesta a hacerlo, pero estaba segura que si tenía a Kazutora cara a cara en esa situación, se derrumbaría en ese mismo instante, sin poder tener la misma firmeza que mostraba el del tatuaje del dragón al tenerlo enfrente y sólo mirarse fijamente.
—¿Un cinco contra cinco con sus mejores hombres o un todos contra todos? —Hansen les pregunta a los representantes de cada pandilla, mirándolos de hito en hito—. ¿Qué van a hacer?
—Valhalla buscó pelear con nosotros. Así que decide tú, Kazutora. —responde el vice comandante de la TōMan de forma fría, observando al más bajo enfrente de él quien tenía su mirada perdida detrás de él, hasta escuchar sus palabras.
—¿Qué?
—Sólo tenemos una condición... —hace una pequeña pausa, mientras los ojos dorados de Hanemiya estaban fijos en él. casi sin parpadear—. Que nos den a Hayami Miyūki y nos regresen a Baji Keisuke. —inmediatamente el cuerpo del más bajo se tensó—. Si gana la TōMan, nos llevaremos a Yūki y a Baji. Así de simple.
Kazutora suelta lo más parecido a una risa, un resoplido algo seco mientras formaba una ligera sonrisa. —¿Qué? Baji vino por cuenta propia. No hay nada que regresar. Y ni tendrían porque importarles Nezumi o Yūki como ustedes la llaman, ella no tiene nada que ver con ustedes.
Draken da un par de pasos más hacia él, endureciendo su mirada y alzando su barbilla, en donde todos se podrían dar de cuenta de la gran diferencia de estatura entre ambos. Pero a pesar de eso, el antigüo miembro fundador no se inmutó ni un poco o se intimidó.
—Nos llevaremos a Yūki y a Baji. —volvió a recalcar el del tatuaje de dragón, mirándolo desde arriba—. Así de simple.
El cuerpo del de mechas rubias se tensó notoriamente, en donde la sonrisa que tenía anteriormente en sus labios desaparecía en un suspiro. Sus ojos tomaron un atisbo casi vacío y oscuro, sintiendo un fuerte escalofrio recorrer todo su cuerpo, una rabia ardiente que no pudo ni quería controlar.
—Desgraciado... —la voz de Kazutora era baja y grave, mostrando su propio enojo cuando comenzó a sacar sus manos de los bolsillos de la chaqueta de Valhalla—. ¿Me estás provocando? —apretó sus puños con fuerza, llamando la atención del arbitro.
—Oye, aún no puedes empe... —fue callado con un fuerte puñetazo en el rostro que lo destabilizó de inmediato, no dejándolo tan siquiera recuperarse cuando otro golpe fue contra su abdomen, lanzándolo directamente al concreto.
—Debilucho. —se mofó con una sonrisa burlona en sus labios al verlo temblando en el suelo; todos observaban casi estupefactos su repentina agresión—. ¿Supervisión? ¿condiciones? ¿Creen que esto es un juego de niños? —gira sobre su eje, extendiendo sus brazos y señalando a los miembros de Valhalla—. ¡Nosotros vinimos a matarlos a golpes!
—¿Por que no empezamos, Mikey? —canturreó el lider interino de Valhalla, Hanma, quien como siempre tenía una sonrisa y mirada desquiciada en su rostro.
La expresión de Mikey continuaba siendo seria y casi impasible, hasta que en un sólo segundo fue endureciendo sus facciones llegando a rozar una expresión de enojo, porque estaba harto, harto de toda esta situación. Así que dejó de tratar de comportarse paciente y simplemente se dejó llevar por los sentimientos fuertes que sentía, porque ya era el comienzo del fin, sin que lo supiera.
Ya no había vuelta atrás.
—¡Vamos, TōMan!
Todos echaron lo más parecido a un grito de guerra cuando comenzaron a ir hacia el otro, no dudando ni un segundo en mover las piernas para llegar más rápido hacia su contrincante, no pasó demasiado para que los golpes comenzaran a sonar en aquel lugar donde los demás miembros de pandillas no hacían más que observar con atención, como si se tratara de cualquier pelicula.
Masumi podía sentir una clase de nudo en su garganta, una mezcla de desesperación y algún tipo de impotencia mientras corría, observando a cada uno de los miembros de Valhalla abalanzarse hacia ellos, hacia ella. Por un momento sintió un pequeño pitido en sus oidos por la misma ansiedad que sintió mientras se acercaban más y más, en donde por un segundo las ganas de llorar quisieron volver con ella.
—¿Que tipo de pandilla quieren ser? —hace dos años, recordaba como Manjirō preguntaba con una sonrisa en sus labios, en donde todos estaban reunidos en el templo Musashi; en donde había comenzado todo.
—¡Una muy grande! —decía Hana con cierta emoción, agitando sus puños. Pahchin a su lado la volteó a mirar con cierta burla e incredulidad.
—Pues si seremos una gran pandilla. Piensa un poco en que sentido está hablando. —la rubia se quedó pensando por unos segundos, pareciendo procesar y registrar a que era a lo que se refería.
—Toma un poco más en serio esto, Hana-chan. —le decía Masumi con una sonrisa un poco divertida en sus labios, teniendo su cabello completamente oscuro y corto.
—Veamos... —Baji se queda pensano por unos momentos, en donde su cabello corto se balanceó ligeramente hacia los lados; dándoles una agradable sensación, una sensación de emoción e inquietud por lo que estaba comenzando entre ellos. Él alzó su rostro y mostró una sonrisa—. Una en la que todos arriesguen la vida por el otro. Así quiero que seamos.
—Un «uno para todos, y todos para uno». —Masumi sonrió con entusiasmo, en donde todos se miraron entre si y se sonrieron, sintiendo una calidez envolverlos.
Porque de esa manera fue que buscaron reforzar su unión, y tratar de hacerla más grande para poder protejerse entre si, cuidarse; todos estar para todos, todos estar para uno.
A veces se cuestionaba como era que habían terminado en esa situación, pero lo que si sabía, sorbiendo su nariz y alzando su rostro, es que iba a cumplir aquella promesa que se habían hecho aquel día, lo más parecido a un pacto. Porque sea como sea, ellos iban a estar juntos; sin importar las peleas, sin importar lo que suceda, ella iba a encargarse de que todos estén bien.
Ella iba a hacer lo imposible para que todos estén bien.
—¡Este lugar no es para chicas! —exclamaba un tipo de Valhalla dirigiéndose directamente a ella y conectando miradas, en donde Masumi frunció el ceño con fuerza y mostró lo más parecido a una mirada molesta, llena de furia, llena de impotencia al ver como alzaba su puño hacia ella.
—¡Pues trátame de sacar de aquí! —tomó aire mientras se impulsaba con fuerza hacia él, y antes de tan siquiera rozarla, ella estampó su puño contra su rostro y lo mandó al suelo—. ¡Que vengan todos contra mi y traten de sacarme! ¡AQUÍ LOS ESPERO!
Estaba más que segura que al final del día iba a tener los nudillos convertidos en un completo desastre; ella tenía en claro que siendo una miembro de una pandilla conllevaría a tener que hacer este tipo de acciones, golpear y noquear, eso se lo dejaron en claro desde que tenía memoria. Pero en ese momento no podía pensar con su lado pacifista, porque ahora estaba pensando únicamente con aquella necesidad enorme en todo su cuerpo de acabar con todo esto.
Un fuerte resoplido salió de entre sus labios cuando de un fuerte puñetazo mandó una vez más a un chico contra el suelo, agitando un par de veces su mano al sentir aquel dolor punzante y el ardor en su piel por la presión que sentía sólo con impactar sus nudillos contra alguna superficie. Se movió rápidamente cuando trataron de golpearla por detrás, bloqueando con su antebrazo y usando este mismo para devolver el mismo impacto, agarrando del brazo a un miembro cualquiera para pasarlo sobre su cuerpo y contra otro, derribándolos al suelo.
—¡Vamos, saquenme de aquí si pueden! —volvió a tratar de provocarlos y al mismo tiempo desquitar su propia impotencia.
—¿Cómo carajos derribó a cuatro chicos en un momento? —dijo un tipo de cabeza rapada al ver cómo continuaba moviéndose con rapidez y derribando hombres de a dos golpes.
—Tks, debe ser sólo suerte o que es muy habilidosa. —dijo uno más mientras se tronaba los puños, pero se calló de repente cuando comenzó a escuchar unos fuertes quejidos, ambos mirando hacia la dirección en donde una figura curvilínea giraba con un cuerpo sobre sus manos.
—¡BOOM...! —la voz de Cherry se hizo presente mientras lanzaba con una fuerza monstruosa a un tipo luego de girar sobre su eje, escuchando como el suelo casi se agrietaba—. ¡...KABOOM!
Hana se enderezó con una expresión expectante al chico que estaba extendido y con los ojos en blanco al quedar inconsciente casi de inmediato, en donde el concreto debajo de él estaba agrietado. Algunos se quedaron algo paralizados por la repentina escena, sobre todo al ver a la chica de cabellera rubia y con mechones rosados siendo la causante de tal acción que parecía tan fácil.
—¡HAHA! ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? —reía de manera emocionada—. ¿Tienen miedo porque una mujer les patee el culo? —Cherry daba saltos en su lugar casi como en un estilo de boxeo, agitando sus puños y teniendo una sonrisa casi desquiciada en sus labios—. Vamos, apenas empezó esto... ¡y ya estoy aburrida! —declaró, lanzando un fuerte golpe a un chico a su lado.
—¿No querían sacarme de aquí? ¡Pues háganlo! —exclama Masumi con impotencia hirviendo en todo su ser mientras noqueaba de un golpe a otro tipo de Valhalla—. ¡Yo no me voy a mover de aquí!
Porque ella iba a hacer todo lo posible para que todos estuvieran a salvo, sin saber que todo era el comienzo del fin.
¿que siempre corto los capitulos en la mejor parte?
pues si, así quedan con la intriga y los empuja a votar y comentar mas rapido para tener capitulo más rapido
no les mentire, literalmente LLORE escribiendo este capitulo, sobre todo porque sonó stop crying your heart out mientras lo hacía y
mi verdadero trauma cinematografico y apenas empezó el enfrentamiento
ES QUE NO MIENTO, SE ME SALIERON LAS LAGRIMAS ESCRIBIENDO EL "QUE ENTREN LOS CONTRINCANTES" PQ ESO SIGNIFICA QUE TODO EMPEZÓ
el comienzo del fin, literal
bye
En fin, tomen el comienzo de una mami Tenshi enojada que se va a papear a todos
¿Que no hubo contenido MasuKey? Pues no, ¿no ven que estamos en medio de los capitulos de Valhalla?👹
De ahora hasta que se acabe este arco habrá golpes, sufrimientos, papeadas, sangre, muertes, así que prepárense 🤠
Y si, dejó intriga abierta a la pandilla llamada Oasis que va a ser importante en un futuro próximo ;) (hablando de futuro futuro, y en lo que llevara la historia). La verdad su historia tiene mucho lore detras a pesar de todo, jiji, porque les recuerdo que aunque sigo el canon, trató de hacer mi propio canon y la simple existencia de Mami Tenshi explotó todoooo
También Cherry volvió, pobrecita, está cubierta de polvo. Pero volvió más mamei para darle sus golpecitos a los tipos de Valhalla, ñeñeñe
Puede que no ha habido demasiada ACCIÓN (se vendrá y se asustarán como que les gustará) pero es como una introducción al enfrentamiento de Valhalla, lo hice pq me estaba re viendo el anime y literal así me dejó (por 3377 de vez) en el capitulo donde acababa justo cuando todos se lanzaron.
Además 👆🏻tengo planeado una secuencia intensa de los sucesos de los capitulos, así que si quieren saber lo antes posible que va a suceder con Mami Tenshi, ya saben que hacer ;p
Recuerden que tengo un canal de difusión donde doy información y adelantos❤️
❪📚❫',·curiosity's zone
#Hana no está muy dentro del circulo de amigos de Emma; obvio que ellas se llevan de maravilla e incluso Emma le pide consejos (ustedes recordarán de que), pero no está en el mini círculo que la pequeña Sano creó con Hina y Tenshi. No hay razón aparentemente, simplemente Cherry siempre está en sus propios asuntos.
#Como pudieron ver, Tenshi iba a ser la representante de la TōMan al comienzo, incluso lo habían acordado debido a que ella no es de lanzar golpes a la primera o algo por el estilo; pero Draken se dio de cuenta que estaba delicada al verla casi llorar antes de entrar al lugar, así que fue él en su lugar y evitar que incluso terminara llorando por estar enfrente de Kazutora. Y si Draken no hubiera ido, efectivamente se hubiera puesto a llorar.
#Kazutora llamó a Miyūki «Nezumi» debido a que así es como la conocen en Valhalla, que significa «Ratón» en japonés. Ella es conocida como «el Ratón de Valhalla».
→S H A N X L A B Y X←
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